Te damos el decálogo de las rutinas básicas para conseguir un mayor bienestar
Los pequeños gestos son importantes, también en la salud. Aristóteles decía que “somos lo que hacemos cada día”. En el Día Mundial de la Salud (7 abril) nos gustaría recordarte algunos hábitos sencillos y beneficiosos, que tendrán un impacto muy positivo en tu bienestar.
- Come con conciencia: intenta llevar una alimentación saludable, con más vegetales de temporada y menos productos procesados. Recuerda no ingerir grandes cantidades. Mejor menos, más veces y de mayor calidad.
- Bebe agua: para hidratarte elige agua antes que cualquier otra bebida (refrescos, zumos, alcohol). Cuando te levantes a la mañana, toma un gran vaso de agua, ya que, así, repondrás el líquido perdido durante la noche y te activarás más fácilmente.
- Descansa mejor: trata de dormir al menos 7-9 horas diarias. Para ello, tal vez tengas que irte a la cama más temprano, lo que afectará positivamente a tu bienestar. En fines de semana y vacaciones, duerme todo lo que puedas y recarga pilas.
- No te saltes el desayuno: empieza el día con buen pie. Incorpora proteínas y grasas saludables, hortalizas y fruta y limita la cantidad de hidratos de carbono. Hay más opciones que el típico bol de leche con cereales y el zumo de naranja.
- Muévete cada día: camina más, usa menos el ascensor y más las escaleras. Cualquier actividad física vale, desde realizar las tareas domésticas, hasta practicar zumba o hacer bricolaje. Además de ejercitar el cuerpo, liberarás endorfinas y calmarás la mente.
- Acude al médico regularmente: no te automediques y toma solo aquellos fármacos prescritos por un profesional sanitario. No te olvides de hacerte revisiones médicas periódicamente (ojos, dientes, ginecología, próstata…).
- Busca un momento para relajarte: encuentra un lugar tranquilo (si puede ser, en un entorno natural) y respira conscientemente 10 veces, focalizando tu atención en cada inhalación y exhalación. El mindfulness, el yoga y el taichí pueden resultarte muy útiles.
- Aprende a decir ‘no’: eres dueño de tus propias decisiones. Poner límites, pensar en uno mismo y anteponer tus necesidades a la de los demás (egoísmo sano)te ayudará a ser más asertivo y a ofrecer la mejor versión de ti mismo.
- Abraza y deja que te abracen: es una inyección idónea de energía positiva. Está comprobado que los abrazos refuerzan el sistema inmune, disminuyen el riesgo cardíaco y mejoran el estado anímico. ¡Y son gratis!
- Haz pausas en el trabajo: intenta trabajar concentrado durante 90-120 minutos y luego haz una pausa. Parar, tomar aire y pensar en otra cosa mejorará tu productividad y creatividad. Aprovecha este ‘break’ para hacer estirar la espalda o caminar un poco.
“Cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir”, Jim Rohn (escritor americano).