¡Juega a las palas!

Aprovecha los días de playa para ejercitar el cuerpo y divertirte al mismo tiempo

En todas las playas de nuestra costa, hay un deporte sencillo, divertido y popular, que lo practican tanto niños como adultos y que nos trae ese sonido tan característico. Hablamos de jugar a las palas.

El juego consiste  en golpear con una pala de madera una pelota, sin que ésta caiga al suelo. La distancia media entre los dos jugadores es de entre 5 y 8 metros. El objetivo está en mantener la pelota en el aire el mayor tiempo posible, con el mayor número de golpes. Puede haber lindes de espacio en la arena o dejar el movimiento libre sin ningún límite.

Beneficios de jugar a la palas

No es un juego competitivo (normalmente no se cuentan puntos), así que se trata de moverse, sudar y pasarlo bien.

  1. Tonifica las piernas: correr tras la pelota, iniciar el movimiento rápido, parar dar impulso o girar hace trabajar a los músculos del tren inferior. La postura adecuada es con las rodillas semiflexionadas y las piernas separadas.
  2. Fortalece los brazos: al tener que golpear con fuerza la pelota, los hombros y los brazos se ejercitan. No es necesario que la pala sea excesivamente maciza, porque pesará mucho y cansará más. El codo siempre flexionado y la muñeca firme.
  3. Mejora la postura: esto es así porque requiere que nuestra espalda esté recta, la cabeza alta, los hombros atrás y las caderas adelantadas. De esta manera se recibe mejor la fuerza de la pelota y se sostiene la pala.
  4. Favorece la salud del corazón: se trata de un ejercicio aeróbico, por lo que hace trabajar el corazón y mejora el flujo sanguíneo. Además, aumenta la capacidad pulmonar, porque aceleras la respiración.
  5. Quemas calorías: se trata de una actividad física intensa, especialmente cuando se juega con alguien que te devuelve los golpes. Las jugadas pueden ser largas, y una sesión de media hora puede suponer la quema de unas 270 calorías.
  6. Potencia los reflejos: el movimiento debe ser inmediato y preciso para no fallar la trayectoria de la pelota, lo que ayuda a mejorar la percepción espacio-tiempo, la coordinación y nuestra capacidad de reacción.
  7. Activas la circulación: el roce con el terreno arenoso activa el flujo sanguíneo, movilizando la circulación desde la planta de los pies hasta el corazón.

Es un juego muy aconsejable para niños, porque estimula sus aptitudes motoras y su capacidad de reacción y sin fomentar la competición.

Recuerda aplicarte un buen protector solar y llevar gorra y gafas. Normalmente se juega a pleno sol y debes ser precavido.

Evita intoxicaciones alimentarias

Conoce las pautas básicas para comer de forma segura este verano

Con el calor y la humedad del verano las bacterias encuentran el hábitat perfecto para reproducirse, colonizar y crecer más rápidamente, por eso es más fácil que se produzca una intoxicación alimentaria.

Además, en época estival se incrementan los riesgos por ingestión, ya que las actividades al aire libre se multiplican y cocinamos más fuera de casa, lo que puede llevar a pasar por alto cuestiones como la refrigeración o el lavado de los utensilios con agua corriente.

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición advierte que la contaminación microbiana de un alimento no tiene por qué manifestarse en su deterioro o mala apariencia. Por ello vale la pena recordar algunos conceptos para la preparación de las comidas, que nos ayudarán a disfrutar de un verano con salud.

8 Claves de seguridad alimentaria

1. Ingerir alimentos tratados higiénicamente: consumir carnes, pescados y pasteles que hayan estado refrigerados o congelados. Si preparas mayonesa o salsas, mantenlas en frío y no aproveches las sobras. Lava los huevos solo antes de cocinarlos.

2. Cocinar adecuadamente: cuando cocinamos bien los alimentos, los microorganismos que pueden haber son destruidos por el calor. Eso sí, se deben someter al menos a una temperatura de 70ºC.

3. No esperar para comer: intenta no dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de dos horas. Lo mejor es consumirlos inmediatamente después de prepararlos.

4. Las sobras, en la nevera: las comidas que se quieran conservar deben mantenerse bajo la acción del calor (por encima de 60ºC) o del frío (7ºC como máximo). Si comes pescado crudo en casa (como por ejemplo, boquerones en vinagre), hazlo siempre después de haberlo congelado varios días.

5. Calienta los restos: si quieres ingerir alimentos cocinados que hayan sobrado de una comida anterior, caliéntalos a temperatura máxima por un tiempo suficientemente largo como para matar a las posibles bacterias dañinas.

6. Evitar la contaminación cruzada: para prevenir la contaminación cruzada, no mezcles carnes crudas con alimentos cocinados, y lava los platos y utensilios (cuchillos, tablas) que hayan estado en contacto antes de volver a utilizarlos. Las bayetas y trapos de cocina son un gran vehículo de contaminación; es mejor usar papel de cocina.

7. Higiene de manos: lávate las manos con agua caliente y jabón antes de manipular alimentos, después de usar el baño y si has tocado animales. También es importante mantener la cocina limpia a diario, y almacenar la basura en recipientes cerrados y lavables.

8. Todo con agua potable: no solo es imprescindible para beber, sino también para cocinar. Asegúrate de que el agua que empleas es envasada o de la red pública de distribución.

Beneficios de no hacer nada

Dejar la mente libre nos reporta paz, creatividad y mayor salud general

Vivimos en un torbellino de estímulos constantes, respuestas inmediatas, conexión 24 horas y trabajo a  pleno rendimiento. Sin embargo, no es por casualidad que cada día haya más casos de estrés, ansiedad y depresión. Psicólogos y neurólogos recomiendan echar el freno y dedicarnos momentos para no hacer nada.

La inactividad es la mejor manera de reencontrar la creatividad, ordenar las ideas y conocernos más a nosotros mismos. Asimismo, las técnicas de relajación pueden ser una herramienta útil para aliviar las tensiones acumuladas y apaciguar la mente.

Actualmente tenemos  a nuestro alcance disciplinas como el yoga y el mindfulness, que nos ayudan a recuperar el control mental y hallar la serenidad interior. Este tiempo de desconexión mental, en realidad sirve para entrenar el cerebro. De esta manera, tras el reposo, el estímulo cerebral será mayor.

Por qué es bueno aburrirse

1. Paz interior: no hacer nada nos devuelve calma y nos ayuda a tener más conocimiento de nuestras reacciones antes de que se produzcan, y así poder evitarlas. Esta sensación de relajación favorece la autoconfianza y un mayor desapego por las cosas materiales.

2. No te culpes: no se debe identificar la valía personal con lo que hacemos. Creer que ser responsable es sinónimo de no tener cinco minutos libres o caer en la tiranía del ‘debería estar haciendo’ ensombrece nuestros ratos de ocio (tan necesarios).

3. Más creatividad: aburrirse es una oportunidad excelente para encontrar la creatividad y la reflexión y dejar que el pensamiento vuele libremente. Parar es ‘reparar’, es decir, fijarse en algo detenidamente, y sanar y arreglar.

4. Paradas necesarias: hay momentos en la vida que exigen de un parón (cuando los hijos se van de casa, cuando nos jubilamos, cuando termina una relación, si somos despedidos…). Es beneficioso tomarse un tiempo de reflexión, aunque muchos amigos nos recomienden acción.

5. El tiempo nunca es perdido: para los griegos clásicos, el tiempo libre se asociaba al estudio y al descanso, algo imprescindible para que el pensamiento se expanda sin límites y la inteligencia encuentre respuestas desde la quietud y la libertad.

6. Previene el estrés: reduce la ansiedad y los niveles de cortisol, nos ayuda a conocernos mejor y a tomar mejores decisiones. Soñar despierto es como un dibujo mental de nuestras metas y deseos, que se sustenta en el pensamiento creativo.

7. Data siestas: se le llama así a los breves momentos para la desconexión digital. No comas pegado al móvil, ni aproveches cualquier momento para conectarte. Los fines de semana olvídate de las redes sociales y disfruta del espacio exterior y del mundo real.

8. Pierde una hora: una buena medida para relajarnos es concederse una hora al día para no hacer nada y dejar que el cuerpo o la mente nos guíe. Intenta no planificar, hay que entrenar la incertidumbre.

"El talento se forma en la quietud, el carácter en el terremoto del mundo", Goethe.

Protégete de los insectos

Te contamos cómo evitar las picaduras de mosquitos durante los meses de calor

Atraídos por el calor, los espacios con agua y luz, los insectos se activan y se reproducen sobre todo en verano. De ahí que las picaduras  sean tan frecuentes en esta época, especialmente al atardecer y a la noche.

Se calcula que insectos, como los mosquitos, las garrapatas, los chinches y las moscas transmiten enfermedades a más de 700 millones de personas cada año, algunas de mayor gravedad, como la malaria, la fiebre amarilla o el dengue.

Según la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria, el 90% de las picaduras de insecto no suelen ocasionar grandes problemas, no obstante, hay algunos casos que pueden causar reacciones alérgicas y generar complicaciones.

Cómo prevenir las picaduras

1. Emplea repelentes: estas sustancias son la manera más eficaz de protegerse, si bien hay que aclarar que no existe un repelente universal de insectos. Los hay para niños y para adultos, y el mismo producto puede ser más o menos eficaz en función de la ubicación geográfica. En caso de duda, pregunta al farmacéutico.

2. Ojo con los pequeños:  conviene extremar las precauciones con niños menores de dos años, cuya piel es más delicada. Aplica solo productos indicados para esa edad y nunca directamente en manos del niño. Existen repelentes en forma de sprayaptos desde los 12 meses y parches que pegan sobre las ropas.

3. Usa ropa adecuada: vístete con prendas que cubran la piel, mangas y pantalones largos y calcetines, principalmente cuando cae la tarde o en lugares sospechosos de frecuentar insectos. Es preferible que la ropa sea de colores poco llamativos, no usar perfumes de olor intenso y revisar la ropa de cama antes de acostarse.

4. Mosquiteras: úsalas en ventanas y puertas de depósitos de agua potable o aguas residuales y en bajos inundables de edificios. Si viajas a destinos con riesgo de paludismo, emplea telas de mosquitera alrededor de la cama.

5. Controla las plagas: las aguas estancadas y los jardines abiertos pueden ser un foco considerable de insectos. Si tienes cubos llenos en casa, vacíalos cada dos semanas. Intenta mantenerte alejado de espacios con agua sin tratar (con cloro), como estanques o fuentes. En los jardines, observa las plantas con frecuencia y si ves insectos, quítalos cuanto antes para evitar su proliferación.

6. Ventila los espacios: apaga la luz, si tienes la ventana abierta, pues los mosquitos acuden a ella como las abejas a la miel. Igualmente, si utilizas insecticidas airea bien las habitaciones. Fíjate que estos productos sean de uso doméstico y, en el caso de usar eléctricos al dormir, deja las ventanas abiertas.

Deportes para practicar en la playa

Aquí tienes las mejores ideas para disfrutar del verano, ejercitar el cuerpo y refrescarte

El verano nos acerca a la playa. Aprovechando que los días son más largos, que tenemos más tiempo libre y que nos sentimos más enérgicos, muchos se sienten más motivados para practicar deportes cerca del mar.

Según el Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física, realizar ejercicio físico tanto en la arena como dentro del agua aporta unos beneficios extra a nuestro bienestar. Te contamos qué actividades son las más adecuadas para realizar en la playa, con las que ejercitar tu cuerpo, divertirte en compañía y disfrutar del sol y la naturaleza.

1. Natación

Nadar es un deporte sencillo que, prácticamente, puede hacer cualquier persona, también aquellas con problemas en la articulaciones y huesos, y las mujeres embarazadas. Esto es así porque nuestro peso dentro del agua disminuye un 10%, lo que facilita el movimiento.

Aprovecha el mar para refrescarte y nadar a crol (estilo libre) o braza. Cuando movemos los brazos al compás de las piernas trabajamos la flexibilidad, la fuerza y la resistencia, mejoramos nuestra capacidad respiratoria y salud cardiovascular.

2. Vóley playa

El vóley sobre la arena tiene aún más ventajas que sobre pista, ya que este terreno supone un mayor trabajo de piernas y de espalda, lo que implica que el cuerpo gaste más energía y consuma más calorías. Además, al pisar en una superficie blanda se reduce el impacto articular.

Cada vez hay más espacios preparados con redes para practicar vóley playa, considerado una disciplina olímpica, por lo que tan solo necesitaremos llevar con nosotros un balón.

3. Surf

Los surferos aseguran que se trata de un deporte entretenido, que alivia el estrés y engancha desde el primer día. Hacer surf ayuda a fortalecer los brazos y las piernas, así como a tonificar glúteos y abdominales.

Hoy día existen numerosas escuelas que enseñan cómo manejar la tabla, cómo coger olas y cómo surcar sobre ellas. Para los principiantes, lo mejor es iniciarse en aguas calmadas.

4. Snorkel

Es la modalidad superficial del buceo, más al alcance de todos y que requiere solo de unas gafas de bucear. Para practicarlo no necesitamos titulación homologada, ya que no se emplea una bomba de oxígeno para sumergirse a gran profundidad. Y, a cambio, nos permite vislumbrar auténticas maravillas submarinas.

Moverse por el agua ayuda a tonificar el cuerpo, activar la circulación sanguínea y reafirmar los músculos. Con un tubo para respirar y un par de aletas podremos desplazarnos con más soltura por el mar.

Cuando realices alguno de estos deportes, no te olvides de hidratarte bien, evitar las horas de más calor y protegerte del sol con un fotoprotector de amplio espectro (FPS de 20 o superior).

Comer por colores

El tono de los vegetales nos atrae y nos ofrece múltiples beneficios saludables

El color de los alimentos es un sistema natural de las plantas para atraer nuestra atención y, así, esparcir sus semillas y reproducirse. Pero, estas sustancias colorantes de los vegetales tienen otro valor añadido: poseen propiedades nutricionales esenciales para el organismo.

De acuerdo con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, alimentarse de forma saludable incluye también conocer las vitaminas y minerales que hay detrás de cada color, para poder elegir y preparar platos con variedad de hortalizas, verduras y frutas.

– Color rojo

 El color rojo en los alimentos se debe al licopeno y carotenos, pigmentos de intensa acción antioxidante, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, favorecer la circulación y revitalizar el estado de ánimo.

Dentro de este grupo de vegetales encontramos sabrosas frutas y hortalizas, como los tomates, las fresas, la sandía, los pimientos, los caquis, los rabanitos o el azafrán.

– Color verde

Aquí se engloban todas las verduras u hortalizas de hoja verde. Su tono se debe a la clorofila, un pigmento vegetal que está presente en alimentos como las espinacas, la lechuga, la alcachofa y en el grupo de las plantas crucíferas (coles, brócoli, berro). Cuanto más verde, mejor.

Estas verduras son altamente depurativas y son ricas en fibra, ácido fólico y antioxidantes, por lo que se recomiendan sobre todo para regular el tránsito intestinal, reducir el colesterol y en caso de embarazo.

– Color naranja

Los alimentos de color naranja son una fuente importante de betacarotenos, una sustancia que convierte la vitamina A dentro del organismo. También son ricos en vitamina C, involucrada en la formación de colágeno, una proteína necesaria para el buen estado de la piel, las articulaciones y los huesos.

Ingerir zanahorias, mango, naranjas, calabaza... de forma habitual ayuda a proteger el corazón, así como la formación de cataratas y la degeneración macular.

– Color morado

El color morado se debe a unos antioxidantes llamados antocianinas, que ayudan a regular el aparato urinario, previenen el deterioro de la vista y favorecen la relajación y el descanso.

El consumo de uvas negras, arándanos, ciruelas, moras e, incluso, la piel de las berenjenas se asocia a una mejora del tratamiento de la cistitis y a un fortalecimiento de las defensas inmunes del organismo. Además, las frutas y hortalizas moradas son abundantes en potasio, calcio, hierro, magnesio y vitaminas B y C, y aportan fibra.

– Color amarillo

Los vegetales de color amarillo contienen elevada proporción en vitamina E, que propicia el buen funcionamiento del corazón y tiene efectos positivos contra los radicales libres (responsables de numerosas dolencias y del envejecimiento celular).

A nuestro alcance tenemos los pimientos, el aceite de oliva, el plátano, la piña, el limón o el maíz, cuya temporada es el final del verano.

La teoría de los colores es orientativa y no se cumple en todos los casos. Hablamos de alimentos, no de medicamentos. Para cualquier dolencia concreta, consulta con tu médico.

Combina vegetales de diferentes colores y crea platos cromáticos, repletos de salud y alegría.

Cómo desconectar cien por cien

Dejar todo atado en el trabajo te ayudará a relajarte y suavizará el síndrome post vacacional

Seguramente estás contando los minutos para tus soñadas y planeadas vacaciones. Los expertos, afirman que tener unos días de descanso es beneficioso para la salud física y emocional, y prevenir estados de estrés, ansiedad y depresión.

El 85% de los españoles es capaz de desconectar del trabajo durante el verano, aunque las mujeres suelen necesitar al menos dos semanas para olvidar su rutina laboral, según el portal de orientación laboral Infojobs.

No obstante, apagar el ordenador, dejar los temas laborales cerrados y marcharse tranquilo no siempre es tan fácil. Te damos algunas claves para dejar el trabajo organizado antes de coger la maleta y ayudarte a que la vuelta no sea tan dura.

Pasos para relajarse en vacaciones

1. Cierra proyectos

Intenta cerrar todos los proyectos que tengas encima de la mesa antes de irte, especialmente, aquellas negociaciones pendientes de clientes. Puedes enviar un email para comunicar de forma educada que sería conveniente concluir el tema antes de una fecha. Dejar las cosas a medias te generará mayor tensión, te impedirá desligarte de la oficina y te puede traer problemas cuando regreses.

2. Activa el ‘fuera de la oficina’

Crea una respuesta automática en tu correo electrónico que se mande cada vez que alguien te envíe un email. Para el interlocutor será grato saber el porqué no va a tener contestación hasta pasados unos días y lo verá totalmente comprensible: todos necesitamos recargar pilas. Puedes añadir la dirección de correo de algún compañero de trabajo, para cosas muy urgentes.

3. Delega en alguien

Aunque seas el responsable de una área, departamento o proyecto concreto, te mereces unos días de descanso y quizás queden flecos sueltos. Avisa a algún compañero de trabajo de aquello en trámite, pídele que hojee algunas de tus tareas y dile dónde están los archivos importantes.

4 .Escribe notas recordatorias

Deja en una libreta o agenda digital el estado en que has dejado cada tema, por ejemplo, las validaciones de un cliente o algo por revisar. El cerebro tiene gran capacidad de olvidar durante las vacaciones y es posible que en septiembre dudes de tu propia memoria. También puedes poner una alarma en el móvil que te recuerde dónde apuntaste la lista.

5. Limpia tu mesa

Un escritorio limpio y ordenado hará que tu vuelta sea más agradable, y te ayudará a retomar el trabajo con más fuerza y ánimo. Deshazte de los bolígrafos y fluorescentes que no funcionan, archiva los dosieres antiguos, tira los post-its sueltos e intenta dejar el área despejada y organizada.

6. Evádete

Intenta disfrutar de tu ocio, pasar tiempo con los tuyos, descubrir nuevos lugares, vivir otras experiencias, centrar tu atención en el presente y, sobre todo, relajarte. Desconéctate de los dispositivos digitales, quita o silencia las notificaciones del móvil y no contestes ni a los emails ni a los mensajes del chat de compañeros de oficina. Recuerda que estás de vacaciones.

Pon en práctica estos consejos para hacer que tu vuelta al trabajo sea lo más grata posible. Volver a la rutina con buen pie establece el tono para el resto del año. ¡Felices vacaciones!

Plan para unas vacaciones sanas

Te recordamos unas indicaciones para vivir un verano plena y saludablemente

Como sabes, hábitos para llevar un estilo de vida saludable hay unos cuantos. Añadir a nuestra rutina algunos gestos beneficiosos puede favorecer enormemente el bienestar del organismo.

Ahora que los días son más largos, que el sol nos anima y que las temperaturas acompañan, quizás puedas disfrutar de vacaciones en la playa o la piscina.  Sin embargo, si no quieres que este tiempo de relax pase factura a tu salud, puedes seguir unas sencillas pautas para pasar un mes de agosto sano, sereno e inolvidable.

7 Pautas para un agosto saludable

1. Vigila tus oídos y ojos

Con las constantes visitas a la piscina, infecciones como la conjuntivitis y la otitis pueden estar a la orden del día. Para evitarlas, sécate bien cuando salgas del agua y, cuando todavía estés dentro, lleva gafas de natación o de bucear, para evitar que te afecten las bacterias.

2. Hidrátate

Cuando el termómetro sube es necesario beber más agua para mantener la hidratación adecuada, ayudar a circular los nutrientes en el organismo y prevenir posibles golpes de calor. Además, el agua mejora nuestro estado de ánimo, alivia los dolores de cabeza y nos hace tener mejor aspecto.

3. Aliméntate bien

Siempre es un buen momento para empezar a comer sano. Recuerda mantener los horarios habituales y no saltarte las comidas. Aumenta la ingestión de verduras y frutas, y evita los fritos y las comidas con exceso de grasas.

4. Cuida tu piel

Aplica a tu piel protectores solares que la defiendan de las radiaciones ultravioletas. Si tienes hijos, busca la máxima protección para ellos, no solo con cremas y lociones, sino con ropa ligera y transpirable, gorra y gafas que los cubran. Sobre todo, evita exponerte al sol las horas centrales del día, es decir, de 12h-16h.

5. Aprovecha para descansar

Aunque, probablemente, tengas planes increíbles estas fechas y fiestas que pueden alargarse hasta tarde, intenta descansar lo suficiente. Duerme, al lo menos, ocho horas cada noche. No solo estarás de mejor humor, sino que prevendrás enfermedades cardiovasculares, mantendrás el peso y reforzarás tu memoria.

6. Haz ejercicio fuera

Una de las grandes ventajas de las vacaciones es que aumentan las posibilidades de hacer ejercicio al aire libre y en plena naturaleza, incluso si no eres un adicto al deporte.

Si no te apetece ir al gimnasio ni practicar actividades náuticas o de montaña, en Internet tienes numerosos entrenamientos para hacer en casa.

7. Relájate

Es un momento idóneo para practicar técnicas de relajación y gestión del estrés. Presta atención a tu respiración, inhalando y exhalando lenta y profundamente. Deja que todos los pensamientos pasen de largo y céntrate en cómo entra y sale el aire de tus pulmones. Puedes buscar también una actividad grupal, como la meditación, el yoga, el taichí, el dibujo o la escritura.

Como ves, los hábitos que te proponemos aquí son fáciles de seguir y altamente beneficiosos para tu bienestar. Sobre todo, tomate el verano con calma e intenta gozar plenamente de esta época.

Viajes sanos y seguros en coche

Llega al lugar de vacaciones sin prisas y con plena energía

La mayoría de los españoles elige el vehículo particular para llegar a su destino de vacaciones. Aunque muchos ya hace meses que planean el viaje, otros aún están por iniciarlo. Quizás se trate de un trayecto largo, con retenciones, en el que habrá que combatir el calor, el cansancio y el aburrimiento.

La Dirección General de Tráfico detectó en 2017 cerca de 89 millones de desplazamientos por carretera. Este año las previsiones son muy similares. Para evitar posibles incidentes sobre el asfalto y vivir un trayecto ameno, sano y sin peligros, repasamos algunas recomendaciones.

Gestos para conducir con salud

1. Planificar el viaje: intenta pensar en la ruta más segura con antelación, con el fin de evitar imprevistos. El servicio de tráfico dispone de varios canales (apps, twitter y boletines de radio) donde informa de la situación en las carreteras.

2. Revisar el coche: antes de sentarte frente al volante, asegúrate de que el vehículo está en buenas condiciones. Si no es así, elige otro medio de transporte. En los últimos años, el 4% de los vehículos implicados en accidente no tenían la ITV en regla.

3. Apóyate en el respaldo: coloca bien el asiento del conductor, la espalda tiene que quedar totalmente apoyada al respaldo. Si tienes que inclinarte hacia adelante para conducir, te harás daño en la zona de los omoplatos y en la parte lumbar.

4. Sitúa bien el reposacabezas: el reposacabezas es un elemento de seguridad, no de confort. Está pensado para evitar un posible latigazo cervical en caso de accidente, no para apoyar la cabeza. Mira que la parte de arriba del reposacabezas coincida con la parte de arriba de tu cabeza.

5. Respeta la velocidad: no sobrepases la velocidad indicada en cada vía, y mantén la distancia de seguridad con el vehículo precedente. Ve atento a lo que ocurre dos o tres coches por delante, así podrás anticiparte a imprevistos. Controlar la velocidad es también un buen método para ahorrar combustible.

6. Haz paradas: realiza descansos cada dos horas o cada 200 kilómetros. La fatiga y el sueño en la conducción pueden ser causa de accidente. Sal del coche, estírate e intenta moverte un poco. Lo ideal es caminar y realizar unos estiramientos para facilitar el retorno venoso en las piernas.

7. Beber agua: la mejor forma de mantenerse hidratado es ingerir agua fría mientras se conduce, sobre todo en las horas de más calor. Nada de consumir alcohol. Tampoco se aconseja beber café ni bebidas energéticas, ya que favorecen la deshidratación y pueden producir alteraciones en el sistema cardiovascular.

8. Comer ligero: las comidas copiosas (también algunos medicamentos) pueden producir somnolencia y disminuir la capacidad de atención al volante. Es preferible ingerir platos con más vegetales que carnes (como ensaladas o gazpachos), y picar distintas frutas entre horas.

9. Carga el móvil: verifica que tu teléfono móvil tiene la batería cargada antes de meterte en el coche, puesto que será vital en caso de emergencia. Puedes también llevar otros dispositivos tecnológicos (tablets, ebook, pc), para buscar rutas alternativas o entretener a los más pequeños.

El viaje a tu destino forma parte de las vacaciones. ¡No tengas prisa y disfruta del camino!