Los mejores ejercicios GAP

¡Consigue unos glúteos, abdominales y piernas de hierro con este entrenamiento!

El método GAP ayuda a fortalecer los músculos de glúteos, abdominales y piernas en pocas semanas, además de mejorar la postura y reducir el riesgo de lesiones.

Este método fitness trabaja las 3 zonas del cuerpo que habitualmente más nos preocupan, pero además, ayuda a tonificar el core (vientre y parte baja de la espalda), optimizar el impulso al caminar y a aumentar la resistencia en las piernas.

Rutina GAP para hacer en casa

La clave de este entrenamiento es mantener el ritmo en todo momento. Realiza cada ejercicio durante 30 segundos, tratando de no hacer descansos o de que estos sean breves.

1. Abdominales

– Oblicuos: tumbado boca arriba, flexiona las rodillas y coloca el pie derecho sobre la rodilla izquierda, colocando las manos detrás de la nuca. Luego dirige el hombro izquierdo al lado derecho. Inspira al volver a la posición inicial, sin llegar a tocar el suelo con el hombro. Repite 30 segundos y cambia de pierna.

Oblicuos

 

Hipopresivos: boca arriba, dobla las rodillas y deja las manos en las ingles. Inspira y espira profundo 3 veces. Tras la última espiración, mete el ombligo como si quisieras pegarlo al suelo y mantén la apnea 15 segundos.

Hipopresivos

2. Glúteos

– Cuadrupedia: pon piernas y brazos abiertos tomando como referencia la anchura de los hombros. Eleva la pierna con la rodilla flexionada hasta que el muslo esté en ángulo recto. Desde ahí tira hacia arriba como si fueras a tocar el techo con la planta del pie. Repite 30 segundos y cambia de pierna.

Cuadrupedia

 

– Boca arriba: flexiona las rodillas y eleva la pelvis, a la vez que contraes los glúteos. Abre  y cierra las piernas manteniendo la contracción. Repite 30 segundos.

Boca arriba

3. Piernas

– Sentadillas con un pie: de pie y con piernas un poco separadas, flexiona las rodillas. Separa y recoge la pierna derecha por 30 segundos. Después la izquierda, sin modificar la postura de la espalda (que está erguida y las rodillas dobladas).

 

Sentadillas con un pie

 

– Zancadas: da un paso hacia delante doblando la rodilla hasta que quede en 90 grados. Vuelve al inicio y repite con la otra pierna. Ten los brazos en jarras para mantener el equilibrio.

Zancadas

Una vez acabes este entrenamiento estira durante 5 minutos todos los músculos que hayas trabajado. Recuerda hidratarte bien y toma unos frutos secos o un lácteo después de esta sesión, así recuperarás adecuadamente los nutrientes.

Alimentos para estómagos sensibles

Una dieta apropiada puede ayudar a tratar, aliviar y prevenir problemas digestivos.

Los estómagos sensibles pueden sufrir trastornos digestivos que aparecen, la mayoría de veces, por una alimentación inadecuada basada en un exceso de grasas, dulces, cafeína y bebidas con gas.

De acuerdo con la Federación Española del Aparato Digestivo, la dieta es uno de los pilares básicos en la prevención o tratamiento de enfermedades digestivas, y en la contribución del bienestar digestivo.

Las personas con estómagos delicados son propensas a padecer episodios de diarrea, falta de apetito, acidez, sensación de empacho, flatulencias y dolores en la zona abdominal. Para estos casos son convenientes los alimentos que no son muy ácidos o feculentos .

Por el contrario, son recomendables alimentos ricos en propiedades demulcentes (pectina, mucílagos y almidón) que protegen la mucosa interna y que están presentes en manzanas, plátanos, borrajas, higos o arroz.

Alimentos que facilitan la digestión

Optar por alimentos más digeribles es la mejor forma de favorecer una buena digestión:

Manzana: las frutas en general son fáciles de digerir, ricas en vitaminas y minerales y con mucha fibra soluble, propician el tránsito intestinal y previenen la acumulación de gases. Ahora bien, la fruta no madura puede resultar más difícil de asimilar. Además de la manzana, las más adecuadas para el sistema digestivo son los plátanos, las peras, la piña y las ciruelas.

Espinacas: las verduras contienen también alta proporción de fibra soluble, así como vitaminas y minerales. Son aún más digeribles en forma de caldo, sopa y crema. Pero, en caso de reflujo gástrico, es preferible tomar estos preparados a temperatura ambiente para no irritar las mucosas.

Frutos secos: son aconsejables para la digestión , ya que poseen vitamina E (que mejora la salud de la mucosa intestinal), vitamina B (favorable para las digestiones) y ácidos grasos esenciales.

Pescado azul: la sardina, la caballa, el arenque o el atún son pescados azules que se absorben bien, gracias a sus abundantes ácidos grasos esenciales, como el omega 3.

Derivados de la leche: la cuajada, el yogur o el kéfir son especialmente eupépticos (mejoran la digestión). Esto es porque en el proceso de transformación de la leche, se producen bacterias beneficiosas (lactobacillus) convirtiendo el alimento en enormemente digerible. Por ello, se aconsejan para personas con malas digestiones estreñimiento, gases, diarrea, etc.

Recuerda que para cuidar la salud de del estómago, además de una alimentación sana y equilibrada, es necesario seguir una serie de hábitos saludables, como fijar un horario para las comidas, reducir el estrés o practicar ejercicio físico regular.

Cómo hacer el Saludo al Sol en yoga

Es la sucesión de asanas más ejecutada entre los yoguis. Aprende a practicarla paso a paso.

El Saludo al Sol o Surya Namaskar es la secuencia de yoga más conocida y practicada en el mundo, que ayuda a activar el cuerpo, relajar las tensiones y calmar los pensamientos.

Esta rutina dinámica de posturas (asanas) es una de las formas que practicaban antiguamente los hindúes para honrar al Sol (‘Surya’). La palabra sánscrita ‘namaskar’ proviene de ‘namas’, que significa “inclinarse ante” o “adorar.

El Saludo al sol, paso a paso

El Saludo al Sol se compone de 12 posturas que se realizan de forma seguida y sin pausa, sobre una esterilla o sobre el suelo.

1) Pranamasana (oración): en el borde de tu esterilla, mantén los pies juntos, expande tu pecho y relaja los hombros. Inhala mientras levanta ambos brazos desde los lados. Al exhalar, junta las palmas de las manos frente al corazón, en posición de oración.

2) Hastauttanasana (brazos levantados): inhala mientras levantas los brazos hacia arriba y hacia atrás, manteniendo los bíceps a la altura de las orejas. La clave está en alargar todo el cuerpo desde los talones hasta las puntas de los dedos. Para ello, empuja la pelvis ligeramente adelante.

3) Padahastasana (manos a pies): exhala e inclínate hacia adelante desde la cintura, manteniendo la columna vertebral erguida. Soltado el aire, baja las manos al suelo al lado de los pies. Si te es muy difícil, flexiona las rodillas para que las palmas toquen el suelo.

4) Ashwa Sanchalanasana (postura ecuestre): inspira y lleva la pierna derecha hacia atrás lo que más puedas. Coloca la rodilla derecha en el suelo y mira hacia arriba. El pie izquierdo tiene que quedar entre las manos.

El Saludo al sol, paso a paso

5) Adho Mukha Svanasana (tabla): mientras coges aire, retira la pierna izquierda y coloca todo el cuerpo en línea recta en forma de tabla. Mantén los brazos perpendiculares al suelo.

6) Ashtanga Namaskara (ocho puntos): lentamente baja las rodillas al suelo y exhala, empuja las caderas hacia atrás y deslízate hacia adelante. Las dos manos, los dos pies, las dos rodillas y el pecho y la barbilla deben tocar el suelo suavemente.

7) Bhujangasana (cobra): deslízate hacia adelante y levanta el pecho hacia arriba. Los hombros quedan alejados de las orejas, si lo necesitas, dóblalos. Inspira y empuja el pecho hacia adelante. Cuando exhales, empuja el ombligo hacia el suelo.

8) Adho Mukha Svanasana (montaña): suelta el aire y eleva la pelvis y el coxis hacia arriba. El pecho queda hacia abajo en una postura de ‘V invertida’ (/ \). Si puedes, trata de que los talones no se levanten del suelo.

9) Ashwa Sanchalanasana (ecuestre):  lleva el pie derecho hacia adelante entre las dos manos, la rodilla izquierda hacia el suelo, presiona las caderas hacia abajo y mira arriba.

10) Padahastasana (de manos a pies): exhalando, mueve el pie izquierdo hacia adelante, manteniendo las palmas en el suelo. Puedes flexionar las rodillas, si lo necesitas. Si puedes, intenta que la nariz toque con las rodillas.

11) Hasta Uttanasana (brazos levantados): mientras respiras desenrolla la columna hacia arriba, vértebra a vértebra. Una vez recto, sube las manos e inclínate un poco hacia atrás, empujando las caderas hacia afuera. Tus bíceps tienen que estar pegados a tus orejas.

12) Pranamasana: al liberar el aire, estira el cuerpo y baja los brazos. Relájate en esta posición y observa las sensaciones de tu cuerpo.

Estas 12 posiciones forman la mitad de una ronda de Surya Namaskar. Para completarla, repite los mismos ejercicios, pero ahora con la pierna opuesta.

¿Sabías que la palabra que abre y cierra una clase de yoga, "Namaste-te" significa "venerarse a uno mismo?"

Poke y Buddha, tazones sabrosos, sencillos y sanos

¿Conoces estos platos combinados supernutritivos? Te hacemos un breve resumen.

Poke y Buddha Bowl son la última tendencia en comida healthy. Una versión renovada del plato combinado, pero presentado en bol y muy nutritivo, sabroso y fácil de preparar.

Estas sanas recetas, que siguen los principios de una dieta equilibrada, se elaboran con alimentos frescos (vegetales y pescados), brindándonos un gran aporte de vitaminas y minerales, y un escaso número de calorías.

Mientras que el Poke proviene de los antiguos nativos hawaianos (solían comer pescado crudo sazonado en sal para su preservación), el Buddha tiene su origen en el budismo (religión mayoritariamente vegetariana), de  ahí que su ingrediente principal sean las verduras.

Preparación de un Buddha

Los Buddha Bowls contienen varios grupos de alimentos para crear un plato único y completo:

Base (hojas verde): canónigos, escarola, lechuga, rúcula, espinacas, col, cogollos, etc.

Primer piso (carbohidratos): avena, arroz integral o basmati, quinua, trigo sarraceno, patata, zanahoria, boniato, fideos de arroz, pasta, cuscús, etc.

Segundo piso (proteína): lentejas, garbanzos, alubias, tofu, tortilla, tiras de pollo, gambas, huevo duro, etc.

Tercer piso (hortalizas): calabacín, brócoli, berenjena, pepino, pimiento rojo o verde, cebolla, etc.

Cuarto piso (grasas): aceite de oliva virgen extra, aguacate, nueces, almendras, anacardos, cacahuetes, etc.

Quinto piso (aliño): alioli, hummus, vinagreta, paté vegetal, zumo de limón, etc.

Estructura de Poke

La clave del ‘Poke’ (significa ‘cortado a trocitos’) es la calidad de los alimentos que se le añaden. Las mezcla de texturas y la combinación de colores dependerá, en gran medida, del gusto y la imaginación de cada uno:

Base: arroz blanco

Primer piso: pescado crudo troceado, marinado en salsa de soja (atún o salmón)

Segundo piso: mezcla de algas, aguacate, pepino, huevas de pescado, sésamo, cebolleta, guindilla, verduras encurtidas o frescas.

Como ves, no es necesario añadir ingredientes muy exóticos, que a veces son difíciles de encontrar como el kale, el açaí o la chía para preparar un bol de Poke o Buddha. Tan solo tenemos que  agregar alimentos frescos y de temporada (mejor de kilómetro cero) por orden y, en pocos minutos, disfrutaremos de un plato rápido, saludable y asequible.

Consejos para dormir bien y profundo

Si te levantas cansado y sin energía, puede ser que las siguientes pautas de sueño te ayuden.

Cerca de un 10% de la población sufre insomnio, es decir, tiene dificultad para mantenerse dormido durante toda la noche. Este es un trastorno que reduce la calidad de vida y afecta a nuestro bienestar .

Con motivo del Día Mundial del Sueño (15 de marzo) recopilamos las recomendaciones, remedios y ejercicios más infalibles para conseguir un sueño profundo y reconfortante.

1. Repite el ritual: trata de seguir la misma serie de acciones cada noche, así favorecerás la relajación. Por ejemplo, tomar un baño caliente, beber una infusión, hacer 5 minutos de meditación, leer, etc. Si bajas las luces ayudarás a tu organismo a inducir la producción de melatonina (la hormona del sueño).

2. Aliméntate bien: cena temprano y ligero, huyendo de alimentos copiosos, pesados ​​y grasos. Evita el consumo de alcohol y cafeína. Y, sobre todo, no fumes. La nicotina es un estimulante que nos mantiene despiertos y afecta la calidad del sueño.

3. Mente en modo ‘reposo’: apaga el televisor y guarda el móvil o la tablet al menos 30- 60 minutos antes de dormir. Ve desacelerando el ritmo a una hora temprana para que, luego en la cama, puedas conciliar el sueño más fácilmente.

4.Aromaterapia: los aceites de manzanilla, lavanda, enebro, mejorana, sándalo y rosa tienen un efecto sedante cuando se inhalan. Frega un poquito en el interior de las muñecas o en las sienes y respira la fragancia relajante a medida que ahondas en la tierra de los sueños.

5. Márcate un horario: intenta ir a la cama a la misma hora todas las noches para que tu cuerpo cree el hábito. Un estudio de sueño publicado en Science Daily ha concluido que aquellas personas que duermen 7 – 8 horas por la noche se desenvuelven mejor cognitivamente que las que duermen menos o más horas.

6. Limita las siestas: aunque son una magnífica manera de recargar energía, si se toman muy tarde, es posible que acarreen problemas para dormir a la noche. Si necesitas un descanso durante el día, intenta que sea a primera hora de la tarde y que no sobrepase de los 30 minutos.

7. Infusiones relajantes: la valeriana, la tila, la melisa, la pasionaria, la amapola y el comino son plantas medicinales con propiedades hipnóticas o sedantes que, en infusión, resultan realmente efectivas para dormir mejor.

8. Fuera preocupaciones: anota las preocupaciones o las tareas pendientes en una papel y uno o dos pasos que puedes hacer para resolverlas. Luego escribe al menos tres cosas en un papel por las que estás agradecido. Esto te ayudará a despejar la mente, dirigirla hacia pensamientos más positivos y descansar más plácidamente.

Además de estas medidas, comprueba que el colchón de tu cama es adecuado (duran 9 o 10 años) y que en la habitación reina una atmósfera plácida y serena que invite a dormir.

Test de Findrisk, ¿tienes riesgo de diabetes?

Te explicamos esta herramienta que revela la probabilidad de desarrollar la enfermedad.

El Test de Findrisk es una instrumento que sirve para evaluar el riesgo de contraer diabetes tipo 2 en el futuro. Mediante un cuestionario de preguntas sobre el consumo de vegetales, el peso o la actividad física que realizamos, se obtiene una nota (cuánto más alta, mayor es el riesgo), que puede ayudarnos a mejorar algunos hábitos para nuestra prevención.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no emplea eficazmente la insulina que fabrica. Este fallo hace aumentar el azúcar en sangre (hiperglucemia) y, con el tiempo, puede dañar varios órganos.

La diabetes tipo 1 (insulinodependiente) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina. La tipo 2 (no insulinodependiente) se origina por la incapacidad del cuerpo para usar correctamente la insulina, lo que a menudo es por un exceso de peso o por inactividad física.

Preguntas de Findrisk

El Test de Findrisk es un instrumento de cribado, desarrollado en Finlandia (de ahí su nombre), que estima la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 en los próximos 10 años.

Esta escala se conforma de 8 preguntas, las respuestas de cada cual tiene asignada una puntuación concreta, variando la nota final entre 0 y 26.

1. Edad: generalmente, a más edad, más riesgo. No obstante, en las últimas décadas hay una fracción destacada de la población infantil que presenta varios marcadores relacionados con la diabetes.

2. Perímetro de cintura: cuánto mayor es el perímetro, mayor cantidad de grasa y, probablemente, mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

3. Índice de masa corporal: se calcula dividiendo el peso (kg) entre la altura (m2).

4. Alimentación: esta cuestión se centra en averiguar nuestro consumo de frutas y hortalizas. Y es que los alimentos vegetales aportan más nutrientes, y su ingesta desplaza otros productos procesados no recomendados .

5. Actividad física: estudios han demostrado que las personas más sedentarias tienen una peor gestión metabólica del nivel de glucosa en insulina y sangre.

6. Medicación: aquí se nos pregunta si tomamos algún fármaco para la hipertensión. Ya que se estima que el 40% de los diabéticos padecen también alta tensión arterial.

7. Predisposición genética: cuestión que se centra en descubrir si hay antecedentes familiares, debido a que este factor podría estar asociado.

8. Episodios de hiperglucemia: se ha contrastado que mujeres con diabetes gestacional tienen mayor probabilidad de sufrir posteriormente diabetes tipo 2.

Una vez cumplimentado el test, se suman los puntos de cada pregunta. Un resultado de más de 14 puntos puede indicar un riesgo de diabetes.

Aunque puede servirnos de guía para mejorar nuestros hábitos de vida, el test Findrisk no puede sustituir un diagnóstico médico. Si el resultado es alto, pregunta a un profesional sanitario para contrastarlo y realizar otras pruebas de diagnóstico.

Fitoesteroles, sustancias vegetales para el colesterol

Examinamos estos componentes, presentes en los vegetales, que favorecen el corazón.

Los fitoesteroles o esteroles vegetales son un tipo de componentes, presentes únicamente en los alimentos vegetales que, consumidos de forma regular actúan en el intestino pudiendo disminuir la asimilación de colesterol malo (LDL).

Son moléculas similares al colesterol que se encuentran en plantas, como las frutas y verduras, legumbres o los cereales integrales. No obstante, el colesterol, que también forma parte de la membrana de las células de nuestro organismo, se halla solo en alimentos de origen animal, como el huevo, la carne roja o la mantequilla.

Ventajas de los fitoesteroles

  1. Benefician el corazón: consumir mayor cantidad de esteroles vegetales puede ayudar a prevenir aterosclerosis, hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, principal causa de mortalidad en países occidentales.
  2. Mejoran el funcionamiento arterial: según un estudio reciente, aumentar la ingesta de fitoesteroles puede ayudar a disminuir la probabilidad de contraer enfermedades coronarias o de las arterias.
  3. Reducen el colesterol ‘malo’: se ha demostrado que consumir 2 gramos de fitoesteroles al día puede reducir las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol “malo”) hasta en un 10%.
  4. Fortalecen las defensas: hoy día se analizan las propiedades antioxidantes de los fitoesteroles, que podrían fortalecer el sistema inmune y ayudar a defendernos del envejecimiento prematuro y de distintas dolencias.

¿Qué alimentos contienen fitoesteroles?

La mayoría de alimentos vegetales contienen cantidades destacadas de esteroles vegetales. La fuente más rica son los aceites vegetales, de maíz, girasol, soja y colza, que poseen entre un 0,1% y 0,8%. Pero también se concentran en legumbres (0,2%), en frutos secos, pan y frutas.

Una persona que consume al día 30 g de aceite de maíz está ingiriendo alrededor de 300 mg de esteroles vegetales, una proporción que ha demostrado ser eficaz para reducir la absorción de colesterol.

La siguiente lista incluye alimentos con fitoesteroles, por orden de mayor a menor contenido y por 100 gr:

Aceite de maíz 952

Aceite de girasol 725

Aceite de semilla de soja 221

Aceite de oliva 176

Almendras 143

Alubias 76

Maíz 70

Trigo 69

Lechuga 38

Plátano 16

Manzana 12

En la dieta occidental la ingesta diaria de fitoesteroles es de unos 150-400 mg, similar a la ingesta de colesterol. No obstante, esta cantidad puede llegar a 300-500 mg/día en dietas vegetarianas o en la dieta japonesa.

Hay que tener en cuenta que estos componentes pueden tener beneficios sobre nuestra salud y ayudar a rebajar el colesterol, siempre y cuando se combinen con una alimentación equilibrada y con actividad física regular.

6 Ejercicios para entrenar en el agua

Aprende nuevas rutinas para entrenarte dentro de la piscina. ¡Tu salud lo agradecerá!

El agua permite duplicar los efectos del ejercicio físico, ya que ofrece mayor resistencia, genera menor impacto y hace que activemos todos los grupos musculares.

Además, la fuerza del agua influye también en la sangre y permite que su flujo circule de manera más efectiva por el cuerpo, disminuyendo la presión arterial y, a la larga, reduciendo la frecuencia cardíaca en reposo (según un estudio reciente de la Universidad de Texas).

Entrenamiento en la piscina

1. Andar: ponte en una zona de la piscina en la que el agua te llegue a la cintura o al pecho. Camina unos 10-20 pasos hacia adelante, y haz lo mismo hacia atrás. Luego repite trotando durante 30 segundos y vuelve a caminar otros 30 segundos, así durante 5 minutos.

2. Zancadas: con un pie apoyado en la pared de la piscina, da un paso grande hacia adelante con la otra pierna. Regresa a la posición inicial y repite con la otra pierna. Luego, colócate frente a la pared de la piscina y da una zancada hacia el costado. Repite con la pierna contraria. Haz 3 series de 10 zancadas con cada una.

3. Levantamiento de brazos: coge una mancuerna de piscina en cada mano y aguanta con los brazos a los lados. Dobla los codos a 90 grados. Sube y baja los brazos hacia la superficie del agua, mientras que los codos permanecen flexionados. Repite 3 series de 10 veces.

4. Bicicleta: en la parte más honda, apoya los brazos encima de 1-2 churros (pieza cilíndrica larga de espuma que flota). Mueve las piernas como si estuvieras andando una bicicleta durante 3-5 minutos.

5. Arriba rodillas: contra la pared de la piscina con ambos pies en el suelo. Levanta una rodilla como si estuvieras a punto de dar una zancada. Dobla, eleva y estira la rodilla 10 veces, y luego repite con la otra pierna. Completa 3 series de 10 en cada lado.

6. Planchas en el agua: de pie en la piscina, sostén un churro verticalmente con ambas manos. Presiónalo hacia abajo e inclínate hacia adelante hasta que tu cuerpo esté completamente inclinado. Intenta mantener la cabeza fuera del agua y aguantar en la posición 1 o 2 minutos.

La gimnasia acuática o fitness acuático también puede ayudar a aliviar el estrés o mejorar el humor. Observar cómo los músculos se aflojan y los cuerpos se deslizan a cámara lenta puede ser una actividad altamente relajante, que ayude a elevar los estados de ánimo negativos.