Beneficios de subir al monte para cerrar el año

El montañismo nos permite conocer rincones imponentes a la vez que ayuda a mejorar nuestra salud.

Acabar el año subiendo a uno de los montes emblemáticos de nuestro territorio es una gran idea. Disfrutaremos de la naturaleza y sentiremos una profunda sensación de libertad rodeados de hermosos paisajes. Una buena forma de cerrar un ciclo mientras practicamos una actividad saludable en unas fechas en las que nuestra dieta se desequilibra.

El montañismo además de ser un deporte, es una actividad recreativa en la que intervienen la exploración del entorno y el amor por la naturaleza. En función del tipo de terreno, la altura de la montaña y las condiciones meteorológicas, este deporte puede clasificarse en baja montaña (en España hasta 1.500 metros), media montaña (desde 1.500 a 2.500 metros) y alta montaña (a partir de 2.500 metros).

Beneficios

El montañismo es un deporte aeróbico que puede traernos numerosos beneficios físicos y mentales que nos permitirán afrontar el nuevo año con fuerza. Estos son algunos:

  • Mejora la salud cardiovascular (corazón, pulmones, vasos sanguíneos…), la capacidad muscular y la resistencia.
  • Incrementa la fuerza general y tonifica el tren inferior.
  • Alivia dolores articulares y de espalda (si lo practicamos de forma correcta y sin forzar ni cargar con un peso excesivo).
  • Oxigena el cerebro y la sangre.
  • Disminuye el riesgo de presión arterial elevada si se practica con regularidad.
  • Ayuda a controlar el colesterol alto, la glucosa y los triglicéridos.
  • Permite controlar el peso. Cada hora de caminata de montaña permiten quemar entre 400 y 700 calorías (dependiendo del ritmo y del metabolismo de cada persona).
  • Ayuda a mantenerse en forma y huir del sedentarismo.
  • Mejora la calidad de sueño.
  • Ayuda a nivelar el estado de ánimo y sentirnos más alegres.
  • Permite conocer la naturaleza y lugares espectaculares, además de respirar aire puro y sin contaminación.

Recomendaciones

La belleza de la montaña es sumamente atractiva, pero acercarse a ella también conlleva sus riesgos. Sin embargo, no hay nada que temer si se toman una serie de precauciones:

  • Nunca salgas solo: escoge bien tu itinerario, eligiendo la zona adecuada y, si es posible, únete a personas experimentadas.
  • Informa de tus planes: que tu familia y amigos sepan a dónde te diriges y cuándo piensas volver.
  • Lleva la equipación adecuada: recuerda llevar siempre el equipo suficiente y una comida ligera. La ropa de abrigo es imprescindible.
  • Olvida las prisas: cuida tu preparación física y procura no llegar a la extenuación. Realiza descansos en lugares recogidos.
  • No descuides nunca tu seguridad: también en las zonas fáciles hay peligro.
  • Desiste si observas peligro: los cambios bruscos de tiempo son frecuentes en la montaña y lo fácil puede convertirse rápidamente en difícil y peligroso. No pasa nada por desistir.
  • Guarda fuerzas para regresar: la excursión no acaba en la cima, hay que retornar. Recuérdalo.
  • Cuida la montaña: intenta no dejar huella de tu paso por la montaña. No tires basura ni arranques plantas. Tampoco molestes a los animales. En época de reproducción no visites zonas de cría, madrigueras o nidos. Respeta las propiedades y cierra cercas que tengas que abrir.
  • Cuidado con el fuego (especialmente en verano): préndelo solo en lugares habilitados para ello y contrólalo constantemente. Apágalo bien cuando te marches. Piensa que “sin querer” puedes provocar un incendio.
  • Sé silencioso: evita los vehículos a motor y los aparatos de radio con un volumen elevado. Disfrutarás de los sonidos de la montaña.

Disfrutar de la montaña el último día del año es todo un lujo al alcance de cualquiera. Además, te permite realizar una actividad física muy recomendable a la hora de ganar en salud.

“No es más quien más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente”, Maurice Herzog.

¿Qué dicen los científicos sobre el vapeo y los cigarrillos electrónicos?

El hecho de ser un hábito reciente hace que haya un conocimiento médico limitado de sus riesgos.

“Vapear” consiste en inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico u otro dispositivo similar. Se trata de un término relativamente nuevo, ya que su uso se popularizó en los países occidentales hace menos de 10 años. Sin embargo, hoy en día, es muy común ver “vapeadores” en cualquier esquina o terraza rodeados de un denso humo blanquecino, en ocasiones, acompañado de aromas no siempre desagradables.

En los últimos meses, el “vapeo” ha sido objeto de debate. Por un lado, el Gobierno estadounidense se está planteando prohibir la venta de cigarrillos electrónicos de todos los sabores, excepto del tabaco. Por otro lado, en España, el Ministerio de Sanidad valora incorporar el vapeo a las prohibiciones de la Ley Antitabaco.

No es inocuo

La corta trayectoria de los cigarrillos electrónicos (si la comparamos con la del tabaco) provoca que haya un limitado conocimiento médico sobre los riesgos concretos que pueden tener para la salud. De ahí que haya defensores y detractores del “vapeo” que se reafirman en sus posturas con la misma intensidad.

Sus defensores valoran su utilidad a la hora de dejar de fumar. Existe, incluso, una Plataforma MOVE que apoyan médicos, científicos y profesionales de la salud de todo el mundo. Por su parte, sus detractores aseguran que los cigarrillos electrónicos no son completamente inocuos e incluso pueden fomentar la adicción al tabaco y están avalados por diversas sociedades científicas y médicas.

En este sentido, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha realizado una declaración sobre la eficacia, seguridad y regulación de los cigarrillos electrónicos:

  • Los cigarrillos electrónicos vaporizan un líquido compuesto por una mezcla de sustancias químicas. Al inhalarlas, se depositan en los pulmones.
  • Esas sustancias químicas suelen ser propilenglicol, glicerina y nicotina (esta última no siempre). Las dos primeras son inocuas cuando se utilizan por vía oral, pero no está demostrado que lo sean si se inhalan.
  • El vapor que liberan los cigarrillos electrónicos contiene una serie de sustancias (formaldehído, acetaldehído, acroleínas y metales como níquel) declaradas carcinogénicas por la International Agency for Research on Cancer, sin determinar un umbral de seguridad para su consumo. Además, algunas de estas sustancias tienen capacidad para dañar el intersticio pulmonar.
  • El vapor que producen los cigarrillos electrónicos contiene unas partículas del tipo PM2,5 que pueden ser perjudiciales para los consumidores activos de estos dispositivos y también para los pasivos.
  • Los estudios que han concluido que los cigarrillos electrónicos (tanto los que contienen nicotina como los que no) pueden ayudar a controlar los síntomas del síndrome de abstinencia, tienen deficiencias metodológicas y las muestras de sujetos son muy pequeñas.
  • Ocurre lo mismo con los estudios clínicos que evalúan la eficacia y la seguridad de uso de los CE como tratamiento para ayudar a los fumadores a dejar de serlo o para ayudarles a reducir el número de cigarrillos que consumen.

En este sentido, para la SEPAR los cigarrillos electrónicos deberían regularse como medicamentos con un triple objetivo: controlar su consumo, vigilar el cumplimiento de estándares de calidad a la hora de producirlos y distribuirlos y poner en marcha estudios clínicos amplios y de calidad que eviten las deficiencias de las investigaciones actuales sobre los cigarrillos electrónicos.

Además, la SEPAR recuerda que, en caso de querer dejar de fumar, lo más conveniente es acercarse a un profesional de la salud. Te acompañará en el proceso y te prescribirá tratamientos cuya eficacia y seguridad sí está demostrada.

Postres navideños para pecar sin remordimientos

Esta Navidad puedes disfrutar de versiones saludables de turrones, polvorones o galletas, poniendo especial cuidado en la selección de ingredientes.

Los dulces y los postres en Navidad siempre son una tentación a la que es imposible renunciar. Y lo hacemos con cierto remordimiento. Pero es que tenemos una tendencia innata a elegir alimentos ricos en grasa, sal y azúcar, tal y como constató un estudio de la Universidad de Birmingham. De ello ha dependido nuestra supervivencia a lo largo de los tiempos, si bien la publicidad y el marketing que llevan a cabo las empresas también condiciona bastante esta inclinación al pecado.

Sin embargo, este año es posible reconducir esa tentación creando postres saludables que, a la vez, que deleiten nuestro paladar. Estas son algunas ideas:

1. TURRÓN DE CHOCOLATE Y ALMENDRAS

  • Tuesta ligeramente 125 g de almendras (peladas o con piel) en una sartén sin aceite, removiendo constantemente. Puedes usar el horno a 180 ºC unos pocos minutos. Déjalas enfriar.
  • Pica 200 g de chocolate negro (mínimo 85 %) y caliéntalo al baño María en un recipiente. Derrite primero la mitad y luego añade el resto. Mantenlo en el fuego hasta que se funda y esté homogéneo y suave.
  • Agrega 30 ml de aceite de oliva removiendo suavemente con una varilla. Una pizca de sal le dará un toque extra de sabor.
  • Reparte las almendras en un molde (previamente untado con un poco de aceite) y vierte el chocolate por encima. Distribúyelo de forma homogénea. Saca las posibles burbujas de aire con unos golpes ligeros.
  • Deja enfriar el molde a temperatura ambiente en un lugar fresco hasta que se solidifique por completo. Un mínimo de 4 horas.

2. GALLETAS DE JENGIBRE

  • Mezcla 200 g de harina de trigo sarraceno, 75 g de harina de almendras, una pizca de sal, especias (una cucharadita de canela molida, otra de jengibre molido, una pizca de cardamomo molido y una pizca de anís verde molido), un cuarto de cucharadita de ralladura de limón y una cucharadita de bicarbonato.
  • Aparte, mezcla 50 ml de jarabe de agave, 35 ml de aceite de aceite de coco, 30 ml de leche vegetal, una cucharada de mantequilla de almendras y la mezcla de semillas de lino con agua (5 cucharadas de agua mezcladas con una cucharada de lino molido).
  • Añade la mezcla de los ingredientes secos a los húmedos. Amásalos hasta que crees una bola. Métela durante una hora en el frigorífico y, después, crea las formas navideñas con diversos moldes.
  • Coloca las galletas en una bandeja de horno sobre papel de hornear. Hornea durante 14 o 20 minutos.
  • Deja enfriar y decóralas con chocolate negro fundido.

3. POLVORONES

  • 12 horas antes de cocinar los polvorones, pon 100 g de almendras a remojo para que se ablanden. Después, tritúralas en trocitos pequeños.
  • Echa un chorrito de aceite en un bol y añade 2 cucharadas de miel y 25 g de mantequilla derretida. Al conjunto, añade también las almendras remojadas y 100 g de coco rallado. Ve agregando aceite de oliva hasta que la masa sea pegajosa.
  • Con tus manos da forma a la masa y crea polvorones. Rebózalos en coco rallado.
  • Mételos en la nevera.

Reuniones familiares sin conflictos

La Navidad es época de reencuentros, pero también suelen surgir tensiones que podemos afrontar utilizando las estrategias adecuadas.

La Navidad es tiempo de reuniones familiares, la época ideal para volverse a encontrar con aquellos a quienes no hemos visto hace tiempo y de apreciar su compañía. Incluso nos da la oportunidad de establecer y fortalecer vínculos con nuestros familiares. En definitiva, podríamos decir que la Navidad es la celebración familiar por excelencia.

Sin embargo, en más ocasiones de las que nos gusta reconocer, también es un periodo vacacional en el que suelen intensificarse las tensiones, los roces y los conflictos entre diferentes miembros de la familia. Y, según la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, de todos los conflictos sociales, los familiares son los que suelen provocar mayor dolor, ya que sus integrantes sufren no solo por ellos mismos, sino por las personas a las que quieren.

Estrategias

Aunque sea difícil, mantener la cohesión familiar durante la temporada festiva beneficia a todos los integrantes de la familia. Puedes facilitarla aplicando estas técnicas:

  • Céntrate en las cualidades positivas de la persona. No pienses en los rasgos que te irritan. De esta forma, podrás encontrar algunos puntos en común que te permitan, incluso, desarrollar cierto respeto por ella.
  • Evita discutir durante las celebraciones. Si lo necesitas, debate tu preocupación antes de que llegue la temporada festiva. Así, reducirás tensiones y conflictos.
  • Fíjate en cómo disfrutan los más pequeños. Observa cómo disfrutan mientras decoran el árbol de Navidad o abren los regalos. Disfrutar de esta época a través de los ojos de los más pequeños puede distraerte de los problemas y del estrés.
  • Reserva un día de descanso antes de Navidad. Olvídate de las compras de última hora y de las listas de cosas por hacer. Busca tu espacio y alivia cualquier tensión subyacente que puedas tener. Esto le permitirá manejar cualquier problema que surja con una mente tranquila, clara y descansada.

Con todo, es cierto que son momentos en los que es difícil ignorar viejas rivalidades, relaciones tensas o discusiones muy recientes. Así que si, pese a los esfuerzos, se reactiva el conflicto, estas son algunas estrategias para lidiar con él:

  • Comunícate en positivo. El lenguaje y el tono que utilizamos en nuestras conversaciones pueden ayudar o dificultar la comunicación. Obvia los sarcasmos y los insultos. No ayudan a reducir la tensión del conflicto. Plantéate una comunicación clara, concisa y abierta que limite los malentendidos.
  • Busca la objetividad, sin emociones, cuando negocies. Cuando hay un conflicto familiar, se suelen experimentar emociones fuertes o desequilibrios de poder. Así que, para comunicarnos y razonar eficazmente, debemos apartar las emociones y que la ira o el resentimiento no nublen tu juicio. Esto te permitirá escuchar y no solo reaccionar.
  • Respeta el otro punto de vista. Cada persona tiene derecho a tener sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Recuerda que los demás no están obligados a estar siempre de acuerdo con nosotros.
  • Negocia y comprométete. Presta atención, escucha activamente y trata de entender el punto de vista de la otra persona. Todo esto puede facilitar enormemente la negociación y ayudar a resolver el problema. Recuerda que el objetivo es resolver el conflicto y no ganar la discusión.
  • Busca varias soluciones al problema. Esto ayudará a las partes a llegar a un acuerdo basado en una solución aceptable y cómoda para los implicados. Una vez que se haya determinado la solución, mantenla. Incluso podéis escribir un contrato si fuera necesario.

Ante todo, recuerda que los conflictos ocasionales son una parte muy normal de cualquier relación. Aun así, puedes prepararte y reconducir la situación sin que la discordia se perpetúe. Trata de disfrutar de esta Navidad y de la oportunidad de reencontrarte con los tuyos.

“Lo que falta aprender en las familias es que dentro no debe existir el poder”, Francis Bacon.

¿Sabes lo que son las calorías vacías?

Los alimentos con muchas calorías y sin nutrientes útiles para el organismo son una amenaza para la salud.

Los refrescos, los zumos envasados, los snacks, las galletas, el alcohol… A todos estos productos alimenticios les une una característica: el elevado contenido en calorías que contienen sin aportar nutrientes interesantes o provechosos para nuestro organismo (proteínas, vitaminas y minerales). Son las llamadas “calorías vacías”.

Es una realidad que consumimos un exceso de calorías vacías y las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad lo demuestran. Mientras los expertos en nutrición recomiendan que en la dieta de niños y jóvenes de entre 2 y 18 años supongan entre el 8 % y el 20 % (en función de la edad) de las calorías totales diarias; la realidad es que el consumo actual ronda el 40 %.

Y es que los alimentos que contienen calorías vacías nos gustan y nos atraen, aunque no nos aporten gran cosa en materia nutricional y lo que es peor, ocasionen daños en nuestra salud. En este sentido, el “Libro Blanco de la Nutrición en España” elaborado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) considera que existe una “constante promoción y aumento de la publicidad de alimentos definidos como de ‘consumo ocasional y moderado’” y que se fomenta así “el consumo de productos con alto valor energético y contenido en grasas y sal y escaso aporte de micronutrientes (calorías vacías)”.

Dónde están

Las calorías vacías las encontramos principalmente en:

  • El azúcar de mesa, la miel, el cacao soluble y la mermelada.
  • Bebidas y alimentos con una gran cantidad de azúcar añadido (refrescos, bebidas dirigidas a deportistas, zumos envasados, repostería industrial, dulces, golosinas y snacks).
  • Bebidas alcohólicas.
  • Alimentos con un gran contenido en grasas saturadas o grasas trans.
  • Productos alimenticios con mucho sodio (snacks, galletas y cereales).

Así, para determinar si un alimento tiene calorías vacías, es fundamental leer la etiqueta y revisar las proporciones de los diferentes nutrientes en función de las recomendaciones diarias de consumo. El contenido de un nutriente será bajo si el valor diario supone un 5 % o menos, medio si el valor diario se sitúa entre el 10 % y el 19 % y alto si el valor diario se sitúa por encima del 20 %.

Recomendaciones

Tomar alimentos con calorías vacías tiene sus consecuencias negativas. Además de provocar un evidente aumento calórico directo, también estimulan el apetito y reemplazan el consumo de alimentos saludables. Por ello, es conveniente reducir su consumo con ayuda de los consejos proporcionados por la Escuela de Alimentación de la Fundación Eroski:

  • Evita los refrescos. No existe un consumo recomendado de este tipo de bebidas.
  • Reduce el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Evita las frituras.
  • Evita almíbares realizados con agua y azúcar. Se puede sustituir por leche o zumos de fruta naturales.
  • Opta por las salsas y aderezos caseros con alimentos el aceite de oliva, vinagre, huevos, yogur natural, puré de frutas o verduras, entre otros.
  • Elimina en lo posible el consumo de snacks salados comerciales.
  • Opta por el chocolate amargo, con un porcentaje de cacao superior al 85 %, pues contiene menos azúcares simples en su composición.
  • Elige la fruta fresca y entera con una gran cantidad de fibra.

Recuerda que, si cuidas tu alimentación, tu salud se verá beneficiada. Y, si tienes cualquier duda sobre el tipo de alimentos que debes incluir en tu dieta, consulta con un nutricionista.

¿La tos siempre es grave?

Si es ocasional, se trata de una reacción normal y saludable y puede aliviarse con una serie de trucos domésticos.

La tos es uno de los sonidos que más habitualmente rompen el silencio en cualquier sala repleta de gente. Se trata de la reacción de nuestro cuerpo cuando algo irrita la garganta o las vías respiratorias. En ese momento, el cerebro ordena a los músculos del pecho y el abdomen que liberen el aire de los pulmones para expulsar ese agente irritante.

Puede haber dos tipos de tos:

  • Aguda: dura menos de 3 semanas. La pueden causar diferentes dolencias: resfriado común, gripe, la inhalación de un irritante (humo, polvo, sustancias químicas o un cuerpo extraño), neumonía o tos ferina.
  • Crónica: se puede prolongar más de 8 semanas. Los trastornos que pueden ocasionarla son alergias, asma (más frecuente en niños), bronquitis, enfermedad por reflujo gastroesofágico, goteo nasal posterior y otras enfermedades respiratorias.

Existe, además, otro tipo de enfermedades que también pueden conllevar accesos de tos. Por ejemplo, la sinusitis aguda o crónica, la bronquiolitis o la laringitis, entre otras muchas.

La intensidad de la tos también puede condicionar la vida de la persona que la sufre. Porque, en ocasiones, puede ser muy fuerte. Y es que una tos prolongada y vigorosa es capaz de irritar los pulmones y causar aún más tos. Esto genera cansancio y trae consigo problemas para dormir, mareos o desmayos, dolores de cabeza, incontinencia urinaria, vómitos e, incluso, costillas rotas.

Aliviar la tos

La tos ocasional es normal y saludable. Pero si se prolonga varias semanas o, con ella, se expulsa mucosidad descolorida o sangre, puede existir alguna complicación. Es conveniente consultar al médico si la tos no desaparece después de varias semanas o está acompañada de flema espesa y amarilla verdosa, silbido al respirar, fiebre, dificultad para respirar, desmayos o hinchazón en los tobillos o pérdida de peso. Y será urgente si hay ahogo o vómitos, dificultad para respirar o tragar, tos con flema con sangre o coloración rosa y dolor en el pecho.

Medicarse para la tos solo es aconsejable si se trata de un trastorno agudo, causa mucha incomodidad, interfiere en el sueño y no se relaciona con ninguno de los síntomas comentados con anterioridad. Y es que son medicamentos que tratan los síntomas de la tos y los resfriados, no la enfermedad que causa esa tos. Además, no es del todo seguro que cumplan su objetivo, ya que no está demostrada su eficacia.

Estas son algunas sugerencias para aliviar la tos:

  • Chupar pastillas para la tos o caramelos duros. Pueden suavizar una garganta irritada, pero no es recomendable para niños menores de 6 años, ya que pueden atragantarse.
  • Tomar miel. Una cucharadita puede ayudar a aflojar la tos. Sin embargo, los niños menores de un año no deben consumirla porque la miel puede contener bacterias peligrosas para los bebés.
  • Humedecer el aire. Se puede utilizar un humidificador de vaporización fría o ducharse y generar mucho vapor.
  • Beber líquidos. Los líquidos ayudan a diluir la mucosidad en la garganta. Los líquidos calientes, como los caldos o el zumo de limón, pueden suavizar la garganta.
  • Evitar el humo de tabaco. Fumar o respirar humo puede empeorar la tos.

Ir al psicólogo no significa estar loco

La psicoterapia es una herramienta verdaderamente útil para ayudarnos a gestionar todo tipo de problemas emocionales.

No hay nada negativo en acudir a terapia para reorganizar los pensamientos y aprender a manejar las emociones. Pero la sociedad ha creado un estigma en torno a las personas que buscan ayuda psicológica. Nos preguntamos si lo hacen porque padecen algún trastorno mental grave.

Así que nos parece normal visitar al médico de cabecera por cualquier dolencia física, pero hay un “no sé qué” que nos impide ir al psicólogo para calmar ese dolor interno que, en ocasiones, puede invadir nuestras vidas (se le puede llamar ansiedad, estrés o bloqueo) y afectar a nuestras relaciones sociales.

Psicoterapia

Los problemas emocionales tienen un lugar secundario en nuestra escala de prioridades. Sentimos que son cuestiones a las que deberíamos buscarles solución nosotros mismos, solos, porque pedir ayuda se percibe como un signo de debilidad. Así que ahuyentamos la posibilidad de recibir cualquier tipo de ayuda externa y cualificada.

Sin embargo, este es un pensamiento totalmente erróneo. Un psicólogo puede ayudarnos a afrontar y gestionar ese tipo de problemas emocionales. La herramienta que utiliza para ello es la psicoterapia, donde se aplican procedimientos científicamente válidos para la creación de hábitos más sanos y efectivos.

La Asociación Americana de Psicología explica que la psicoterapia es un tratamiento de colaboración basado en la relación entre una persona y el psicólogo. Su base fundamental es el diálogo, lo que proporciona un ambiente de apoyo que permite al paciente hablar abiertamente con alguien objetivo, neutral e imparcial.

Cuándo pedir ayuda

Las circunstancias que llevan a una persona a solicitar ayuda profesional son muy diversas y complejas. Según la Asociación Americana de Psicología, hay quien acude por haberse sentido deprimido, ansioso o enfadado demasiado tiempo o porque necesita ayuda ante una enfermedad crónica o un suceso familiar que interfiere en su bienestar emocional o físico.

También los síntomas son variados. El Consejo General de la Psicología de España explica que el malestar se manifiesta a través de ansiedad, depresión, estrés, conflictos con la pareja, dificultades en las relaciones sexuales, etc. Incluso puede provocar comportamientos como adicciones (alcohol, drogas…) o trastornos alimenticios (anorexia nerviosa, bulimia…). Y todo ello afecta a la experiencia personal y a la relación con los demás y dificulta de forma significativa las actividades cotidianas.

Así, las señales que pueden indicar que sería recomendable acudir a terapia son:

  • Tener un sentimiento abrumador y prolongado de desamparo y tristeza.
  • Sentir que los problemas no se solucionan a pesar de los esfuerzos y de la ayuda de familiares y amigos.
  • Tener dificultad para concentrarse en el trabajo o realizar otras actividades cotidianas.
  • Preocuparse excesivamente, esperar lo peor o estar constantemente nervioso.
  • Realizar comportamientos (como beber alcohol exageradamente, consumir drogas o ser agresivo), que dañan a otras personas y a uno mismo.

Así, a través de la psicoterapia, es posible identificar y cambiar todos aquellos patrones de pensamiento y comportamiento que le impiden a uno sentirse bien. Según los expertos, al terminar el tratamiento, se producen dos avances: la resolución del problema y la adquisición de nuevas destrezas para enfrentar con una mayor efectividad cualquier desafío que pueda surgir en el futuro. ¡Acuérdate de cuidar también tu bienestar emocional!

“Las emociones inexpresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde de peores formas”, Sigmund Freud.

Valores educativos del deporte

Durante la práctica deportiva se crean las condiciones idóneas para estimular la adquisición de algunos valores sociales y personales.

Responsabilidad, compromiso, solidaridad, respeto e inclusión son algunos de los valores que el deporte favorece, según la Fundación Rafa Nadal. Podemos añadir otros como cooperación, diálogo, sinceridad o creatividad. La sociedad valora sobremanera la función del deporte como aliado a la hora de formar personas con valores sociales y personales acordes a una convivencia pacífica.

Sin embargo, la práctica deportiva solo tendrá una función educativa siempre y cuando no se plantee como un ámbito donde predominen el rendimiento, la búsqueda de resultados y las figuras elitistas. Porque, tal y como concluye un análisis publicado por la Diputación Foral de Bizkaia y titulado ‘Transmisión de Valores a través del Deporte Escolar’, “el deporte escolar con fines educativos debe permitir el desarrollo de las aptitudes motrices y psicomotrices, con relación a aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad, respetando los estadios del desarrollo humano”.

Herramienta

Durante la práctica de actividades deportivas se crean un conjunto de prácticas y dinámicas que estimulan el desarrollo de ciertos valores. Por un lado, es un ámbito de encuentro y convivencia, donde se socializa, se generan relaciones y se produce una comunicación interpersonal. Por otro lado, a la hora de realizar cualquier deporte se precisa práctica constante para mejorar, paciencia para ver los resultados de forma paulatina y persistencia para no fracasar.

Por todo ello, el deporte puede ser la herramienta perfecta para:

  • Estimular la integración social.
  • Mejorar la convivencia y el respeto por los demás.
  • Ser consciente de la importancia del trabajo en equipo y de la necesidad de compartir, cooperar y participar.
  • Asimilar la idea de que, para avanzar y superarse, es fundamental la colaboración.
  • Canalizar y saber gestionar emociones, conflictos y situaciones a favor y en contra. En definitiva, aprender a gestionar actitudes y sentimientos.
  • Interiorizar valores como la lealtad, la tolerancia y la responsabilidad.
  • Ser más disciplinados y organizados.

Elegir deporte

El deporte aporta innumerables beneficios a la salud de los más pequeños: físicos, fisiológicos, psicológicos e intelectuales. Por eso, conviene que lo practiquen a una edad temprana. Los expertos aseguran que aquellos que realizan alguna actividad física tienen un estilo de vida más saludable integrado en sus vidas a una edad más temprana.

Con todo, el momento de elegir el deporte adecuado para nuestros hijos no es sencillo y genera muchas dudas. ¿En qué tipo de deporte encajará? ¿Le beneficiará? O lo que es igual de importante: ¿le gustará?

Aun así, pese al batiburrillo de preguntas sin respuesta clara que puede conllevar esa elección, hay que tener claro que son los padres quienes deben afrontar la tarea de ayudar a sus hijos a encontrar un interés y averiguar el deporte que mejor se adapta a ellos, sin empujarlos a una actividad que teman o no les guste.

Estos son algunos consejos para afinar en la elección:

  • Empieza progresivamente. Podemos hacer que el niño se mueva tan pronto como muestre interés y comenzar con actividades más fáciles que no serán difíciles de dominar: jugar a atrapar, patear una pelota o ir a nadar. A medida que mejore con la coordinación mano-ojo y la actividad física, podemos introducir la idea de un deporte de equipo. También es buena idea pensar en los rasgos físicos que requiere un deporte antes de inscribir al niño o a la niña (altura, fuerza…).
  • Piensa en tus fortalezas y su temperamento. Hazte estas preguntas: ¿puede afrontar muchas sesiones a la semana? ¿Tiene un impulso competitivo? ¿Es una jugadora o jugador de equipo o le gusta hacer cosas por su cuenta? Es recomendable animar al niño a probar algunos deportes diferentes para que pueda tener una idea de en qué es bueno y en qué está interesado.
  • Investiga. Pregunta a tu hijo qué le gusta y cómo cree que le va en una actividad. Con el tiempo, los niños se sentirán atraídos por los deportes en los que se sienten buenos.
  • Prueba. Escoge dos o tres deportes y dale a tu hijo la oportunidad de experimentarlos durante, al menos, una o dos temporadas antes de darse por vencido.
  • Haz un seguimiento. Es importante saber si el niño odia ser activo o no le gusta ese deporte en particular, o si hay otros problemas sociales en el equipo, como acoso escolar, que pueden estar causando el problema. Lo más importante es ayudar al niño a encontrar una forma de estar activo que le guste y con la que quiera continuar. Eso lo hará más propenso a elegir ser activo, incluso en la edad adulta.
  • Sé flexible. Puede que a tu hijo no le interesen los deportes de equipo tradicionales. Hay otras opciones. Ten en cuenta que, al principio, el niño puede querer cambiar deporte varias veces. Puede llevar un tiempo encontrar el adecuado a sus preferencias y habilidades.
“No preguntes qué pueden hacer por ti tus compañeros. Pregunta qué puedes hacer tú por ellos”, Magic Johnson.

¿Las frases de salud influyen en tu compra?

Las alegaciones o declaraciones nutricionales y de salud deben cumplir la normativa y no confundir al consumidor.

“Fuente de fibra”, “alto en omega 3”, “sin azúcares añadidos”, “light”… Es muy común leer este tipo de locuciones tan sugerentes en los productos que adquirimos en el supermercado. De hecho, son expresiones que influyen más de lo que creemos en nuestras decisiones de compra. Lo demostró un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. En él, los investigadores observaron el efecto que las alegaciones relacionadas con la salud tenían en la compra y en el consumo y, por tanto, también en la salud pública.

¿Y qué son las alegaciones relacionadas con la salud? También llamadas “declaraciones”, son mensajes o representaciones pictóricas, gráficas o simbólicas, que afirmen, sugieran o den a entender que un alimento posee propiedades beneficiosas para la salud o beneficios nutricionales, ya sea en las etiquetas como en los anuncios publicitarios.

Hay varios tipos:

  • Declaraciones nutricionales: mensajes que informan sobre las propiedades nutricionales de un alimento. Pueden estar relacionados con las calorías que aporta o con el contenido o ausencia de determinados nutrientes o sustancias. Siempre tienen un beneficio nutricional. Un ejemplo: “light” o “fuente de fibra”.
  • Declaraciones de propiedades saludables: mensajes que relacionan una categoría de alimentos, un alimento o uno de sus constituyentes con la salud. Por ejemplo: “La vitamina C contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario”.
  • Declaraciones de reducción de riesgo de enfermedad: afirman, sugieren o dan a entender que el consumo de una categoría de alimentos, un alimento o uno de sus constituyentes reduce significativamente un factor de riesgo de aparición de una enfermedad humana. Por ejemplo: “se ha demostrado que los fitoesteroles disminuyen/reducen la colesterolemia. Una tasa elevada de colesterol constituye un factor de riesgo en el desarrollo de cardiopatías coronarias”.

Voluntarias, pero legales

Las declaraciones nutricionales y de salud no deben confundirse con la información nutricional obligatoria que ha de incluirse en el etiquetado de todos los productos alimenticios (el contenido de energía, sal, grasa, azúcares, proteína, etc.). Son mensajes voluntarios, pero si se añaden, deben cumplir la normativa para no inducir a error a los consumidores.

Porque, según los expertos en nutrición, está demostrado que los consumidores tenemos serias dificultades para interpretar la información nutricional del etiquetado, incluidas las alegaciones o declaraciones nutricionales y de salud. Y no ayuda que la industria alimentaria se valga de las lagunas legales de la normativa para introducir mensajes relacionados con la salud que son erróneas y confunden al consumidor. Por ejemplo, dar a entender que, para tener digestiones más ligeras, debemos optar por productos sin lactosa, aunque no seamos intolerantes a este disacárido.

Consejos

Con el objetivo de facilitar la comprensión de este tipo de mensajes relacionados con la salud, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) hace una serie de recomendaciones. En primer lugar, es fundamental leer detenidamente el etiquetado de los alimentos porque:

  • A veces, las declaraciones van acompañadas de advertencias y restricciones para un consumo seguro del producto.
  • Puedes encontrar en el etiquetado información con la cantidad de alimento que necesitas consumir para obtener el efecto beneficioso y cómo hacerlo. Por ejemplo, la declaración nutricional “fuente de fibra” solo se puede hacer si el alimento contiene, como mínimo, 3 g de fibra por 100 g o 1,5 g de fibra por 100 kcal. Esta es la cantidad mínima necesaria para que produzca el efecto beneficioso.

En segundo lugar, debemos asegurarnos de que comprendemos bien el significado de las declaraciones para que no nos induzcan a error. Se pueden consultar las autorizadas en el Registro comunitario de declaraciones o en AESAN. Y también debemos tener en cuenta que las declaraciones no pueden:

  • Atribuirle al alimento las propiedades de prevenir, tratar o curar enfermedades humanas, ya que son propiedades restringidas a los medicamentos.
  • Hacer referencia al ritmo o a la magnitud de la pérdida de peso.
  • Fomentar el consumo excesivo de un alimento, ni ser incoherente con las políticas de Salud Pública o con los principios generalmente aceptados en materia de nutrición.

Pero, ante todo, recuerda que es imprescindible llevar una alimentación equilibrada y variada. No es conveniente dar excesiva importancia a un producto concreto, sino más bien al conjunto de la dieta.