Afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, pero también puede darse en hombres, adolescentes y niños
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por el debilitamiento de los huesos. En ella se produce una disminución de la densidad de masa ósea, que hace que los huesos se vuelvan más porosos, aumentando el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. Como consecuencia, los huesos se vuelven más frágiles y se rompen con mayor facilidad.
Según la Fundación Española de Reumatología, afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, pero también puede darse en hombres, adolescentes y niños. En España, aproximadamente 2 millones de mujeres la padecen.
En cuanto a los síntomas, se caracteriza por ser una enfermedad silenciosa, ya que pueden no aparecer signos hasta la fractura de un hueso o el colapso de una o más vertebras de la columna vertebral. Desde Clínica Mayo destacan que podría aparecer: dolor de espalda, postura encorvada o pérdida de estatura con el tiempo.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Para diagnosticar la enfermedad, el Colegio Americano de Reumatología señala que se puede realizar un estudio que mide la densidad mineral ósea en diferentes partes del cuerpo.
Por otro lado, para tratar la enfermedad se puede recurrir a fármacos que tienen como objetivo reducir la pérdida de hueso, incrementar su densidad y reducir el número de fracturas.
También, tal y como manifiesta la Sociedad Española de Medicina Interna, es importante tener una ingesta adecuada de calcio, que varía en función de la edad, el sexo y el riesgo de osteoporosis.
Dicha ingesta puede realizarle con alimentos con alto contenido en calcio o con suplementos, pero en este último caso será necesaria la pauta de un especialista para que indique la cantidad adecuada y la duración.
Por otro lado, la vitamina D es otra sustancia de vital importancia para el hueso, que se consigue cuando la piel recibe el efecto de la irradiación solar.