Tras un año y medio de teletrabajo son muchas las empresas que han decidido retomar la actividad laboral en la oficina
Atrás van a quedar las largas jornadas en pijama, levantarse cinco minutos antes de la hora, poner una lavadora mientras haces una llamada, cocinar en los pequeños descansos…
La vuelta a la oficina es una realidad, y es mejor acostumbrarse cuanto antes. Pero, ¿cómo?, lo fundamental es que saques todas las cosas positivas que tiene este regreso:
¿Lo primero de todo? volver a ver a tus compañeros después de muchos meses. Y es que, aunque hayáis mantenido el contacto a través de correos, mensajes o llamadas, no es lo mismo que volver a verlos en persona. La relación es mucho más cercana y tenéis más facilidades para ayudaros y apoyaros.
Otro aspecto importante a destacar es la productividad. Aunque desde casa hayamos trabajado muy bien, hacerlo en la oficina nos supone hacerlo mejor. Esto se debe a que no tenemos distracciones y la comunicación es mucho más fluida, lo que da lugar a menos errores a la hora de hacer las cosas.
Asimismo, volver a la oficina implica retomar un estilo de vida más activo. El hecho de ducharnos, vestirnos e ir caminando o en transporte es una forma de combatir el sedentarismo al que estábamos acostumbrados cuando trabajábamos desde casa.
También nos permite distinguir la vida laboral de la vida personal. Al estar en casa, muchas veces nos quedábamos adelantando trabajo más allá de nuestra hora de salida y no aprovechábamos ese tiempo para dedicarlo a nuestras actividades personales.
Igualmente, un aspecto positivo de la vuelta a la oficina es todo el equipamiento que hay en ella: mesas y sillas adecuadas, ordenadores que funcionan correctamente, internet rápido y sin cortes, salas para hacer reuniones y videollamadas, luz adecuada… Esto en casa no lo teníamos y a veces resultaba muy complicado trabajar en condiciones.