Una dieta apropiada puede ayudar a tratar, aliviar y prevenir problemas digestivos.
Los estómagos sensibles pueden sufrir trastornos digestivos que aparecen, la mayoría de veces, por una alimentación inadecuada basada en un exceso de grasas, dulces, cafeína y bebidas con gas.
De acuerdo con la Federación Española del Aparato Digestivo, la dieta es uno de los pilares básicos en la prevención o tratamiento de enfermedades digestivas, y en la contribución del bienestar digestivo.
Las personas con estómagos delicados son propensas a padecer episodios de diarrea, falta de apetito, acidez, sensación de empacho, flatulencias y dolores en la zona abdominal. Para estos casos son convenientes los alimentos que no son muy ácidos o feculentos .
Por el contrario, son recomendables alimentos ricos en propiedades demulcentes (pectina, mucílagos y almidón) que protegen la mucosa interna y que están presentes en manzanas, plátanos, borrajas, higos o arroz.
Alimentos que facilitan la digestión
Optar por alimentos más digeribles es la mejor forma de favorecer una buena digestión:
Manzana: las frutas en general son fáciles de digerir, ricas en vitaminas y minerales y con mucha fibra soluble, propician el tránsito intestinal y previenen la acumulación de gases. Ahora bien, la fruta no madura puede resultar más difícil de asimilar. Además de la manzana, las más adecuadas para el sistema digestivo son los plátanos, las peras, la piña y las ciruelas.
Espinacas: las verduras contienen también alta proporción de fibra soluble, así como vitaminas y minerales. Son aún más digeribles en forma de caldo, sopa y crema. Pero, en caso de reflujo gástrico, es preferible tomar estos preparados a temperatura ambiente para no irritar las mucosas.
Frutos secos: son aconsejables para la digestión , ya que poseen vitamina E (que mejora la salud de la mucosa intestinal), vitamina B (favorable para las digestiones) y ácidos grasos esenciales.
Pescado azul: la sardina, la caballa, el arenque o el atún son pescados azules que se absorben bien, gracias a sus abundantes ácidos grasos esenciales, como el omega 3.
Derivados de la leche: la cuajada, el yogur o el kéfir son especialmente eupépticos (mejoran la digestión). Esto es porque en el proceso de transformación de la leche, se producen bacterias beneficiosas (lactobacillus) convirtiendo el alimento en enormemente digerible. Por ello, se aconsejan para personas con malas digestiones estreñimiento, gases, diarrea, etc.
Recuerda que para cuidar la salud de del estómago, además de una alimentación sana y equilibrada, es necesario seguir una serie de hábitos saludables, como fijar un horario para las comidas, reducir el estrés o practicar ejercicio físico regular.