¿Cómo afecta el otoño a la piel? Así debes cuidarla para protegerla

Un aspecto grisáceo o amarillento y la sequedad de la piel son los problemas más comunes en esta época del año

Después de los días de verano y de producir mucha vitamina D a través de la exposición al sol, llega el otoño. El cambio de clima con la llegada del frío, la humedad, el viento o la sequedad del ambiente provocada por la calefacción tienen unos efectos negativos sobre la piel. Para evitar cualquier tipo de daño sobre ella, debemos adoptar unos cambios en nuestra rutina de cuidados.

La falta de horas de sol y de luz que caracterizan al otoño va a hacer que perdamos color enseguida y que nos veamos más pálidos, con una piel más grisácea o amarillenta. Además, la bajada de las temperaturas puede generar grietas y sequedad. Si no cuidamos y nutrimos al mayor órgano del cuerpo, que no es otro que la piel, es probable que desarrollemos alguno de esos síntomas. Estas son las medidas que tendrás que incorporar para evitarlo:

  • El primero de los asuntos que debemos abordar cuando dejamos de tomar el sol es revisar las manchas de nuestro cuerpo. Nos referimos a los lunares y manchitas que ya teníamos, para comprobar si han crecido, si han modificado su color o forma o también si han aparecido algunas nuevas. Si percibes algún cambio, lo recomendable es acudir al médico para que ofrezca el diagnóstico correcto.
  • Adicionalmente, la rutina de cuidados se va a convertir en el gran aliado para dejar atrás la piel seca, amarillenta y apagada. Además de la limpieza diaria para eliminar la suciedad, puedes exfoliar dos veces por semana para eliminar las células muertas de la piel y, por último, aplicar cosméticos adaptados a tus necesidades. Incorpora crema hidratante con acción humectante y nutritiva para que la dermis cumpla con su función de barrera protectora y mantenga un nivel de líquidos óptimo.
  • También puedes cuidar tu piel desde dentro, a través de la alimentación. Sigue una dieta equilibrada que incluya muchos antioxidantes para oxigenar cada célula de tu tejido cutáneo, que suelen ser principalmente frutas y verduras: escoge verduras de hojas (como la espinaca) y de color amarillo y naranja (por ejemplo, las zanahorias) para obtener vitamina A; cítricos para el aporte de vitamina C; e incorpora frutos secos y grasas saludables para la vitamina E.
  • La hidratación a través del agua debe ser clave en nuestro día a día, no sólo para favorecer el correcto funcionamiento del organismo, sino también para evitar la oxidación de las células de los tejidos que conduzca a su muerte y, por consiguiente, a un envejecimiento prematuro de las capas de la piel. Por ello, bebe al menos dos litros de agua al día que garanticen una buena hidratación.
  • Es normal que en los días de otoño haga frío y viento, así que debemos proteger a la piel con barreras físicas de estas condiciones más adversas. Utiliza pañuelos de cuello, bufandas, guantes para las manos y gorros para dejar el mínimo de zonas corporales posible al descubierto.
  • Para resguardarnos del frío en esta época del año, solemos recurrir a la calefacción, pero el calor que emiten los aparatos eléctricos no es bueno para la piel, ya que la resecan bastante. El mejor consejo es no abusar de la calefacción.
  • Aunque parezca que los rayos del sol no son tan intensos, en otoño también tenemos que utilizar protección solar para no causar daños en la piel. De lo contrario, podrían aparecernos manchas, lunares y fotoenvejecimiento, aunque no estemos en pleno verano.
  • Ya sabemos que debemos protegernos del sol, pero es cierto que en estos meses es recomendable hacer exposiciones diarias controladas de 15 minutos para que el organismo produzca vitamina D. Al mismo tiempo, los rayos solares activarán nuestros melanocitos, las células encargadas de pigmentar la piel, que nos permitirán mantener a raya la palidez.
  • Por último, recuerda que la piel recubre casi todo nuestro cuerpo, así que no debes olvidarte de cuidar aquellas partes que no sean el rostro: cuello, escote y pecho, pies y manos siguen siendo zonas sensibles que merecen toda nuestra atención.

Caída del cabello en otoño: por qué ocurre y consejos para evitarlo

Cada fibra capilar vive un ciclo de renovación celular que finaliza con un aumetno de la caída del cabello durante el otoño

Cuando pasamos del verano al otoño, una de las primeras cosas que hacemos es sacar la ropa de abrigo del armario. Nuestro cuerpo debe acostumbrarse a la bajada de las temperaturas progresivamente, mientras le facilitamos el trabajo con la vestimenta. Y así como nuestra piel vive este proceso, existe otra parte del organismo que vive su propia aclimatación. Sí, estamos hablando del cabello.

Seguramente, alguna vez te hayas preguntado por qué cuando llega el otoño notamos mayor caída del cabello que de normal. Se trata de un fenómeno natural que se conoce como ‘caída estacional’ y que tiene que ver con el ciclo de vida capilar. Durante este período del año, hay más fibras capilares que se encuentran en la última fase de crecimiento, conocida como fase telógena. Cuando su vida útil llega a su fin, estas fibras terminan cayéndose.

El ser humano no deja de ser un mamífero y, como tal, vive su propio periodo de muda a través del cabello. Se trata de una especie de renovación capilar para la próxima temporada, que no debemos confundir con la alopecia. Dura unas pocas semanas coincidentes con el tiempo de transición entre el verano y el otoño. Y en ningún momento perdemos densidad o volumen en la melena.

Si quieres minimizar la caída del cabello en el cambio estacional de verano a otoño, sigue estos consejos:

  • Alimentación: lo que comemos va a influir directamente en el crecimiento y fuerza de cada folículo piloso. Por eso, se debe seguir una dieta equilibrada, variada y saludable va a ser clave para tener una caída controlada. Prioriza las frutas, verduras, legumbres y cereales para aportarle al cuerpo los nutrientes, minerales y vitaminas necesarios en sus funciones vitales y no acelerar el proceso de envejecimiento capilar.
  • Mantener el estrés a raya: la presencia de cortisol (la hormona del estrés) en la sangre dificulta que los nutrientes circulen hacia el cuero cabelludo. Por un lado esto propiacia la caída capilar y, por otro, dificulta el crecimiento de los nuevos folículos. Intenta encontrar tiempo para ti mismo y practicar deporte, fisioterapia, yoga, pilates o meditación para liberar tensiones.
  • Cambios hormonales: algunos desajustes hormonales están relacionados con la caída del cabello. Encontramos un claro ejemplo en el caso de las mujeres con la menopausia. En esta etapa disminuyen los niveles de estrógeno y el pelo se vuelva más fino y quebradizo. Con la ayuda de complementos alimenticios, tratamientos hormonales y productos específicos, es posible mantener la situación bajo control.
  • Protección contra el calor: las altas temperaturas secan y obstruyen las fibras capilares, debilitándolas. Lo ideal, es aplicar antes de una exposición al calor un protector térmico. Este genera una película protectora y minimiza el impacto del calor en el pelo.
  • Rutina de cuidados: para mantener la melena en un buen estado de salud, conviene lavarla y nutrirla cada 2 o 3 días. Utiliza champús suaves, adaptados a las necesidades de tu cabello, lavando sin frotar y masajeando de delante hacia atrás. Para aclarar, opta por agua tibia o fría y no dudes en complementar con algún acondicionador o mascarilla que nutra y repare en profundidad.
  • Utilizar un cepillo masajeador del cuero cabelludo: estos utensilios de púas gordas y forma cónica activan el cuero cabelludo y estimulan el riego sanguíneo. Puedes utilizarlo en seco o en mojado, con masajes suaves y circulares justo antes de ir a dormir para hacer que los nutrientes lleguen a todos los folículos pilosos a través de la sangre.

Técnicas para relajarte y olvidarte del estrés en verano

Aunque nos vayamos de vacaciones, no siempre somos capaces de desconectar de la rutina

El verano es la época favorita de muchas personas y no sólo porque las buenas temperaturas y el mayor número de horas de luz que tenemos a lo largo del día generan un impacto positivo en nuestra autoestima. Además, llegan las merecidas vacaciones y, con ellas, una oportunidad de desconectar del trabajo y de nuestras responsabilidades diarias para cargar las pilas.

Sin embargo, cada vez nos es más difícil desconectar, bien porque estamos enganchados al teléfono, a las redes sociales o porque no nos fijamos unas planes que nos lo permitan del todo. Pero desconectar es obligatorio para asegurarnos un buen rendimiento durante el resto del año y no sufrir efectos negativos en el medio y largo plazo que tienen que ver con nuestra capacidad de concentración, neurológica y cognitiva.

Con motivo del Día Mundial de la Relajación que se celebra este martes, 15 de agosto, y para que puedas disfrutar plenamente del verano y renovarte por completo, aquí te dejamos los pasos imprescindibles que te lo permitirán de verdad.

  • Nuestro primer consejo es muy evidente: desconecta de la tecnología. Practica lo que ya se conoce como ‘ayuno tecnológico’, fijándote un límite de horas al día en las que uses tus dispositivos electrónicos. Los smartphones y tablets en el entorno digital hacen que tengamos que estar siempre conectados para no perdernos ningún evento y permanecer disponibles de manera constante, incluso con nuestro entorno laboral, añadiendo un estrés innecesario a nuestras vidas. Nosotros te recomendamos fijar un máximo de dos horas, utilizando el móvil para actividades estrictamente necesarias y no en periodos más largos de 10 minutos. Si te es difícil controlar el tiempo, puedes instalar una aplicación en tu dispositivo que te cronometre. Comprobarás que, en cuanto logres tu objetivo un par de veces, ¡no querrás volver atrás!
  • Si eliminas el uso de los dispositivos electrónicos de tus días, comprobarás cuántas horas te quedan disponibles para hacer aquello que más te guste: leer un libro, practicar deporte, pintar, hacer manualidades, cocinar o pasar tiempo con la familia. El caso es aprovechar el tiempo más allá de delante de una pantalla, aportándote un tiempo de calidad y que nutra tus pasiones para sentirte mejor contigo mismo y salir de la rutina.
  • Practica la meditación o el yoga con el objetivo de poner tu mente en blanco, escuchar el silencio, controlar la respiración y aliviar el estrés. No hace falta que estés 45 minutos controlando tus respiraciones, sino que con 10 minutos de dedicación al día ya podrás notar los resultados y sentirte más aliviado. Si te escapas a un entono natural, aprovecha la ocasión para meditar unos minutos y verás cómo multiplicas sus beneficios.
  • Sal del ambiente urbano y escápate a la naturaleza para dejar de escuchar los ruidos de la ciudad, respirar aire puro y fluir. Puedes practicar senderismo, acampar, caminar por la playa o, simplemente, pasear por un parque. El objetivo es que puedas disfrutar del valor de la naturaleza y salir de lo cotidiano.
  • Compartir momentos con tu círculo más cercano también ayuda a desconectar. Quedar con los amigos o salir con la familia te permitirá desahogarte y olvidarte de las preocupaciones, pues la socialización es una de las herramientas más poderosas para disfrutar de la vida. Además, es una oportunidad para realizar planes distintos, como practicar actividades creativas, deporte en grupo, realizar excursiones, salir a conocer otros pueblos o ciudades…

La importancia de la alimentación

Aunque parezca  mentira, la alimentación también condiciona nuestros niveles de estrés y ansiedad. Alimentos con un alto contenido en cafeína, grasas, azúcar o sal tienen la capacidad de acelerar nuestra presión arterial o de generar dependencia.

Una dieta saludable y equilibrada, en la que primen las frutas, verduras, carne magra y pescado y un consumo moderado de carbohidratos será la más recomendada. Con una alimentación saludable controlaremos mejor los picos de glucosa y evitaremos los atracones o el picar entre horas.

Qué beneficios nos aporta la meditación y cómo iniciarnos en ella

Su práctica nos proporciona numerosos beneficios para la salud, entre ellos, la mejora del sueño

Cuando hablamos de meditación solemos imaginar alguien sentado con las piernas cruzadas con la mente en blanco y envuelto en una inmensa paz. No obstante, parece difícil que en nuestro día a día y con los niveles de estrés a los que estamos expuestos, se consiga esa armonía tan fácilmente.

“La meditación no solo está dirigida a monjes budistas o a yoguis hindúes, sino para todas esas personas que desean dedicarse un rato a ellas mismas, que se detengan a observar el momento; ya sea tomando una taza de té durante unos minutos, contemplando un paisaje por la ventana o escribiendo en un cuaderno en un parque, explican desde Yogoteca.

Meditar requiere semanas de entrenamiento, voluntad, constancia y esfuerzo. Sin embargo, en pocos meses nos podemos aprovechar de sus numerosas ventajas para el bienestar del organismo, ya que mejorará nuestra salud integral.

Además, su práctica nos proporciona numerosos beneficios para la salud, entre ellos, la mejora del sueño, por lo que es una fiel aliada para dormir bien y descansar de forma adecuada.

Asimismo, la Sociedad Mindfulness y Salud subraya, también, entre sus beneficios un mayor equilibrio, mayor calma, conexión con uno mismo, menor reacción frente a experiencias desagradables y menor identificación con los pensamientos.

De igual modo, el Instituto esMindfulness de Barcelona destaca sus beneficios en las mujeres embarazadas ya que esta práctica puede ayudar a disminuir su estrés y a mantener el ánimo, beneficios que pueden dar lugar a bebés más sanos y con menos problemas de desarrollo tras el nacimiento.

Para practicarlo de forma adecuada se deben tener en cuenta ciertos aspectos: fijarse una hora al día, escoger un sitio adecuado, utilizar ropa cómoda, concentrarse en la respiración, dejar que los pensamientos fluyan y no frustrarse si los cambios tardan en aparecer.

Recuerda que el estrés viene generado, en gran parte, por la sobre estimulación sensorial que recibes durante el día, llegando al colapso mental. Por eso hay que parar, silenciar la mente y dejarla reposar. Y la práctica de la meditación es una manera de sanar tu cerebro y de alcanzar un equilibrio interior.

Caminar por la playa: cómo sacar el máximo partido a tus paseos

Es necesario tener en cuenta algunas consideraciones para no cometer errores y obtener el máximo provecho para la salud a partir de estos paseos

Un buen paseo puede ser una muy buena forma de desconectar y dar un respiro a nuestra mente, además de ser uno de los ejercicios más saludables. Pero, estos beneficios todavía pueden ser mayores si llevamos esos paseos a la playa.

No obstante, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones para no cometer errores y obtener el máximo provecho para la salud a partir de estos paseos.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España señalan que al elegir la zona de playa por la que andar descalzo, es mejor caminar por la orilla del mar donde la arena es más consistente y habrá menos hundimiento del pie por lo que disminuirá la tensión muscular y la inestabilidad.

Además, es conveniente proteger los pies del sol y de las superficies calientes. En contra de lo que puede parecer, los podólogos indican que suelen producirse más quemaduras en los pies por falta de crema que por pisar arena o suelos recalentados.

Para la protección de los pies hay que usar crema solar. Normalmente, los pies deben llevar una protección más alta que el resto del cuerpo, ya que no están acostumbrados a que les dé el sol, al pasar el resto del año tapados por el calzado, por ello los podólogos aconsejan usar protección solar principalmente para proteger de los rayos ultravioletas la parte de arriba del pie, es decir la zona del empeine.

Otro de los beneficios, según los expertos, es que la arena es un perfecto exfoliante natural, y al correr se incrementa la fricción de la piel de la planta del pie con la arena por lo que se conseguirá una piel más suave, aunque recuerda que si se corres descalzo puedes correr el riesgo de clavarte cualquier cuerpo extraño.

En cuanto al calzado, sin duda, las chancletas o chanclas son el calzado por excelencia en los meses de verano. Aunque todo el mundo en verano las lleve, ya sea por comodidad o para huir del calor, no significa que estemos utilizándolas de manera correcta.

Por ello, desde Fundación Podoactiva advierten que es un calzado diseñado para usar, a modo de prevención, en piscinas, vestuarios, gimnasios y duchas públicas, ya que ayudan a evitar el contagio de papilomas y hongos en los pies, muy frecuentes en ambientes húmedos, pero están totalmente desaconsejadas para caminar, y mucho más para correr.

En resumen, el verano y las actividades que esta estación favorece son una buena oportunidad para mejorar el estado de salud de los pies, que en general agradecen liberarse del calzado cerrado, siempre que se tengan en cuenta las recomendaciones efectuadas.

Pero, sin duda, el principal consejo en verano es consultar al podólogo ante cualquier síntoma, molestia o duda.

Seis razones por las que debes practicar taichí

Se conoce como ‘meditación en movimiento’ y tiene muchos seguidores que han encontrado grandes beneficios para la salud, tanto mental como física

El taichí es una disciplina ancestral que ofrece relajación, reduce el estrés y la ansiedad, a la vez que mejora la flexibilidad del cuerpo y el equilibrio de la mente. Sus movimientos no son arriesgados ni rápidos, por el contrario, son lentos y siguen el ritmo de la respiración. Se le conoce como ‘meditación en movimiento’ y tiene muchos seguidores que han encontrado grandes beneficios para la salud, tanto mental como física.

Estas son algunas razones para practicar taichí:

  • Mejora la fuerza muscular

Aunque no lo parezca, los movimientos lentos del taichí ayudan a mejorar la fuerza muscular como lo haría un entrenamiento con pesas. Además, mejoran el andar y alivian el dolor en personas que sufren padecimientos crónicos, como cáncer y artritis.

  • Aporta energía vital

En el taichí se habla de la energía como “Qi” o “Chi”, tal como se le denomina en el Taoísmo filosófico. Según esta disciplina y la medicina tradicional china, la energía debe fluir por el cuerpo libremente, pero también hacerlo por las vías correctas. Si esto no sucede, es cuando aparecen las enfermedades y los dolores, es decir, el Qi está bloqueado.

Los lentos y suaves movimientos del taichí están diseñados para desbloquear el Qi y activar ese flujo de energía. Cuando esto sucede, se logra un mayor bienestar en los músculos, en el aparato respiratorio, en el circulatorio, etc. De esta forma, nuestro organismo se fortalece ante las enfermedades.

  • Se fortalecen las extremidades superiores e inferiores

La práctica del taichí se realiza de pie. Los brazos se usan para realizar los movimientos que van gradualmente de simples a complejos. En estos movimientos se trabajan las articulaciones, lo que las fortalece, las oxigenan y tonifican.

  • Mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y respiratorio

Los movimientos suaves y progresivos del taichí fortalecen los sistemas cardiovascular y respiratorio. Esta disciplina combina movimientos dinámicos con pausas, lo que ayuda a disminuir la frecuencia cardiaca, pero aumentando la circulación. Al basar estos movimientos en la respiración, la práctica de esta disciplina aumenta la capacidad respiratoria, lo que oxigena al cerebro.

  • Previene enfermedades, caídas y fortalece las articulaciones

Los movimientos del taichí permiten trabajar las caderas, los tobillos, las rodillas y las manos, lo que las fortalece y las flexibiliza. Progresivamente, se usa la fuerza y se realizan movimientos amplios con el cuerpo. La combinación de estos disminuye el riesgo de caídas y lesiones, puesto que el cuerpo se tonifica y mejora el equilibrio.

  • Alivia el insomnio, las migrañas y los dolores musculares

Las posturas que se adoptan en la práctica del taichí permiten que se adopten mejores posiciones en la vida diaria, además de que se relajan los músculos, lo que disminuye las migrañas y otros dolores.

También es bueno destacar que el equilibrio físico y mental que brinda la práctica de este arte milenario ayuda a aliviar el insomnio.

Congestión nasal: cuáles son las causas y cómo aliviarla

La primera opción ante la congestión suele ser recurrir a un descongestivo nasal, en forma de spray o gotas, que se aplica directamente en las fosas nasales

La congestión nasal se produce cuando los tejidos nasales, adyacentes y los vasos sanguíneos se inflaman con el exceso de líquido.

Entre sus síntomas se encuentran:

  • Obstrucción nasal
  • Mucosidades densas y continuas
  • Dolor persistente de la zona
  • Sensación de presión en la cabeza

Cuando una persona sufre congestión nasal, irremediablemente va a sentir que tiene los conductos de las fosas nasales taponados. Asimismo, la mucosidad se hará evidente e incómoda, sobre todo porque será densa y continua. Por otro lado, aparecerá dolor en la zona, sobre todo en los laterales y en la parte frontal de la cabeza.

En cuanto a sus causas,  puede ser causada por algo que irrita o inflama los tejidos nasales. Las infecciones como resfriados, gripe o sinusitis, y las alergias son causas frecuentes de congestión nasal y secreción nasal. A veces, una nariz congestionada y que moquea también puede estar causada por irritantes como el humo del tabaco.

La primera opción ante la congestión suele ser recurrir a un descongestivo nasal, en forma de spray o gotas, que se aplica directamente en las fosas nasales. Los descongestionantes nasales, básicamente, lo que hacen es estimular la contracción de las células vasculares, es decir, hacen que los vasos sinusoides se contraigan: al contraerse se vacían de sangre y se deshinchan para obtener el efecto buscado, detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Los descongestionantes, pueden ser de dos tipos: de larga duración, que mantienen la descongestión nasal entre 8-12 horas, y contienen como principios activos nafazolina, oximetazolina y xilometazolina; y de más corta duración, que mantienen la descongestión nasal entre 4-6 horas, y sus principios activos son la fenilefrina y la tramazolina, añade la OCU.

No obstante, la OCU señala que aunque los descongestionantes en forma de spray nasal tienen acción básicamente local, están contraindicados en cardiopatías graves, diabetes no controlada o en personas que toman un tipo concreto de antidepresivos.

También, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos aconseja beber mucho líquido, aplicar un paño caliente y húmedo en la cara, inhalar vapor varias veces al día y utilizar un vaporizador o humidificador.

Consejos para dormir bien en primavera

La astenia primaveral es transitoria, de unos 10-20 días de duración, en la que coincide el cambio de luz y temperatura con la llegada de la primavera y el cambio de hora

El cambio al horario de verano es en el que más alteraciones de sueño se producen, por lo que la primavera es para muchos una estación en la que se acentúa el insomnio y la falta de descanso, que deriva en problemas de concentración, estado de ánimo, cansancio, dolores físicos u otros trastornos.

Esta situación es la que se conoce como astenia primaveral. Es transitoria, de unos 10-20 días de duración, en la que coincide el cambio de luz y temperatura con la llegada de la primavera y los cambios de hora, según señala la Dra. Inmaculada Salcedo Leal, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.

CONSEJOS PARA PREVENIRLA

CONSEJOS PARA PREVENIRLA

Aquí os dejamos unos consejos de higiene del sueño fundamentales para lograr ese buen descanso que estamos buscando esta primavera:

  • Mantén unos horarios regulares de sueño. Para la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el sueño debe ser reparador y para ello es necesario dormir 8 horas.
  • Sigue una dieta equilibrada y variada, rica en vitaminas y minerales. Debes optar por frutas, verduras, carne, pescado, huevos, arroz, legumbres, pasta y patatas. Asimismo, para que la digestión no provoque alteraciones de sueño, se aconseja cenar ligero y dos horas antes de acostarse.
  • Evita sustancias estimulantes como el alcohol y el tabaco. El alcohol puede crear sensación de estímulo inmediato, pero al poco tiempo se agudiza el cansancio, entre otros efectos perjudiciales conocidos.
  • Realiza ejercicio físico. Está más que demostrado que andar media o una hora reduce el cansancio. También puedes elegir otras actividades como la natación, la bicicleta, el yoga o el baile.
  • Consume dos litros de agua al día. Además de hidratarte, favorece la función renal e intestinal. Desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria señalan que disponer de una botella de agua en un lugar visible es una forma de obligarse a tomar la cantidad recomendada. El agua puede complementarse con infusiones y caldos.
  • No te automediques. No hay evidencia científica en tomar complementos vitamínicos ni ningún otro tratamiento. Es frecuente la tendencia a medicalizar cuadros que son meros cambios transitorios del organismo.

El poder de las infusiones: ¿para qué debes tomarlas?

Las hay de muchos sabores, aromas y colores, pero todas ellas destacan por sus múltiples beneficios

Para llevar una vida saludable es importante optar por alimentos y bebidas que proporcionen los nutrientes necesarios para el organismo. En este sentido, las infusiones son las perfectas aliadas por todos sus beneficios para la salud. Las hay de muchos sabores, aromas y colores.

Ricas en flavonoides y catequinas, antioxidantes que protegen  las células y  los tejidos de los radicales libres, los cuales se relacionan con el desarrollo de alteraciones de la salud.

También, al tener un efecto diurético sobre el organismo, evitan la retención de líquidos, por tanto, favorece su pérdida a través de la orina.

Por otro lado, la Fundación Española del Corazón destaca los beneficios de las infusiones sobre la salud cardiovascular. Tienen capacidad de disminuir la presión arterial y dilatar las arterias coronarias, lo que ayuda a prevenir infartos.

Asimismo, ayudan a aliviar los dolores de cabeza, proporcionan una adecuada hidratación, combaten el estrés y la ansiedad, ayudan a regular el tránsito intestinal e incrementan la energía.

Igualmente, algunas infusiones como la valeriana, se caracteriza por sus efectos sedantes, lo que ayuda a mejorar la calidad del sueño. También es perfecta para calmar los dolores provocados por la menstruación.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios, es importante almacenarlas de forma adecuada para conservar su sabor, su aroma y todos los principios activos que contienen.

En este sentido, es aconsejable guardarlas en una lata metálica o recipiente de porcelana y almacenarlas en un lugar fresco, seco y oscuro, alejadas de los olores ambientales indeseados.

Adiós al teletrabajo: cómo afrontar la vuelta a la oficina

Tras un año y medio de teletrabajo son muchas las empresas que han decidido retomar la actividad laboral en la oficina

 Atrás van a quedar las largas jornadas en pijama, levantarse cinco minutos antes de la hora, poner una lavadora mientras haces una llamada, cocinar en los pequeños descansos…

La vuelta a la oficina es una realidad, y es mejor acostumbrarse cuanto antes. Pero, ¿cómo?, lo fundamental es que saques todas las cosas positivas que tiene este regreso:

¿Lo primero de todo? volver a ver a tus compañeros después de muchos meses. Y es que, aunque hayáis mantenido el contacto a través de correos, mensajes o llamadas, no es lo mismo que volver a verlos en persona. La relación es mucho más cercana y tenéis más facilidades para ayudaros y apoyaros.

Otro aspecto importante a destacar es la productividad. Aunque desde casa hayamos trabajado muy bien, hacerlo en la oficina nos supone hacerlo mejor. Esto se debe a que no tenemos distracciones y la comunicación es mucho más fluida, lo que da lugar a menos errores a la hora de hacer las cosas.

Asimismo, volver a la oficina implica retomar un estilo de vida más activo. El hecho de ducharnos, vestirnos e ir caminando o en transporte es una forma de combatir el sedentarismo al que estábamos acostumbrados cuando trabajábamos desde casa.

También nos permite distinguir la vida laboral de la vida personal. Al estar en casa, muchas veces nos quedábamos adelantando trabajo más allá de nuestra hora de salida y no aprovechábamos ese tiempo para dedicarlo a nuestras actividades personales.

Igualmente, un aspecto positivo de la vuelta a la oficina es todo el equipamiento que hay en ella: mesas y sillas adecuadas, ordenadores que funcionan correctamente, internet rápido y sin cortes, salas para hacer reuniones y videollamadas, luz adecuada… Esto en casa no lo teníamos y a veces resultaba muy complicado trabajar en condiciones.

Síndrome postvacacional: cómo afrontar la vuelta a la rutina

Este trastorno suele aparecer en aquellas personas desmotivadas con su trabajo, aunque también puede darse en aquellas donde el ambiente laboral es favorable

Volver al trabajo después de unas merecidas vacaciones puede ser un quebradero de cabeza para muchos. Es lo que se conoce como síndrome postvacacional, un conjunto de síntomas que aparece tras la vuelta a la rutina.

Este trastorno suele aparecer en aquellas personas desmotivadas con su trabajo, aunque también puede darse en aquellas donde el ambiente laboral es favorable. En cualquier caso, los signos que experimentan aquellas que lo sufren son: irritabilidad, alteraciones del sueño, pérdida de apetito, fatiga, falta de concentración y ansiedad, entre otros.

Por lo general, estos síntomas suelen desaparecer a las dos o tres semanas, por lo que no es un trastorno que revista gravedad. No obstante, si se prolongan en el tiempo, sí sería necesario acudir a un profesional.

CÓMO AFRONTAR LA VUELTA A LA RUTINA

Para evitar el síndrome postvacacional, lo mejor es adoptar una serie de medidas que nos ayuden a prevenirlo:

  • Programa el regreso de tus vacaciones con unos días de antelación. Intenta no volver el día antes de la vuelta al trabajo, ya que no tendrás margen para prepararte tanto física como mentalmente.
  • Lleva un hábito de sueño saludable. Duerme, al menos, entre 7-8 horas al día y acuéstate y levántate siempre a la misma hora, ya que así facilitarás el descanso y tendrás un sueño óptimo.
  • Haz deporte. Practicar ejercicio físico te ayudará a combatir el estrés y la ansiedad generados por la vuelta al trabajo.
  • Elimina los pensamientos negativos. Si entras en un círculo vicioso con pensamientos negativos, estarás incrementando tu estrés, ansiedad y agobio. Intenta tener una actitud optimista y positiva para superar el periodo de adaptación de la mejor manera posible.
  • Empieza de forma gradual en el trabajo. No quieras hacer todo el primer día; organízate y comienza por las tareas que requieran mayor importancia.
  • Desconecta al salir del trabajo. Realiza actividades que te gusten y te permitan desconectar de la rutina laboral. Tampoco te lleves trabajo a casa.

“Y recuerde, si tiene cualquier duda, por favor, consulte con su médico”

¿Te gusta bailar? Descubre todos sus beneficios

El baile, además de ser muy divertido y beneficioso para la salud, puede ser la opción perfecta para aquellos que aún no saben por qué actividad física decantarse

La actividad física, junto con una alimentación saludable, es fundamental para mantener una vida sana y equilibrada. Sin embargo, a pesar de todas las opciones que existen en cuanto al deporte, muchas personas todavía no han llegado a encontrar el más adecuado para su nivel físico o que les guste más.

En este sentido, el baile, además de ser muy divertido y beneficioso para la salud, puede ser la opción perfecta para aquellos que aún no saben por qué actividad física decantarse.

Y es que, al ser un ejercicio aeróbico, el baile permite, además de quemar calorías y favorecer la pérdida de peso, mejorar la circulación de la sangre y la capacidad pulmonar.

Pero no solo eso, porque la danza es perfecta para mejorar el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas que se produce con su práctica. Problemas como el estrés o la ansiedad pueden desaparecer o disminuir.

Asimismo, diferentes estudios han corroborado la capacidad del baile para favorecer la función cognitiva y prevenir diversas enfermedades relacionadas con la demencia. De igual forma, gracias a sus movimientos, ayuda a tener unos huesos más fuertes, ya que previene la pérdida de la masa ósea, y los músculos.

Por otro lado, uno de los mayores beneficios del baile es que lo puede realizar cualquiera, independientemente de la edad. Además, como hay tantos tipos de baile, puedes elegir el que mejor se adapte a tu nivel físico.

También, mejora la coordinación de movimientos y el equilibrio y ayuda a mejorar la postura corporal, sobre todo con algunos tipos de baile, como el ballet.

Por último, las clases de baile, al realizarse con otras personas, favorecen la interacción social y la comunicación con los demás. Sin duda, es una actividad ideal para conocer gente nueva y hacer amistades.