La gastroscopia sirve para investigar síntomas, tratar y diagnosticar enfermedades
La gastroscopia es una exploración que permite la visualización directa de la parte alta del tubo digestivo (esófago, estómago y duodeno) utilizando un tubo flexible. Este instrumento posee una videocámara en el extremo y una fuente de luz que permitirá visualizar todo el interior gástrico para así investigar, tratar y diagnosticar cualquier enfermedad.
Según Mayo Clinic, este aparato puede servir para investigar qué causan algunos síntomas digestivos, como las nauseas, los vómitos, el dolor abdominal, la dificultad para tragar y el sangrado gastrointestinal.
También brinda la posibilidad de tomar muestras de tejido para comprobar si existen enfermedades y afecciones que pueden estar causando algunas patologías como la inflamación o la diarrea y así conseguir un diagnóstico adecuado.
En ocasiones, este tubo puede tener adosado instrumental para llevar a cabo pruebas o intervenciones al mismo tiempo, como la toma de muestras, cauterización de tejidos, extirpación de quistes, pólipos o tumores, tal y como explican desde Sanitas.
Aunque es una prueba que no conlleva complicaciones, Quirónsalud define algunas recomendaciones a seguir antes de realizar la prueba para así obtener una mejora de los resultados:
- Para realizar la exploración es necesario estar en ayunas en las 6-8 horas previas al procedimiento. Si no se cumple con este procedimiento, la gastroscopia no se podrá realizar y deberá programarse para otro día.
- Si tenemos aparato dental que pueda moverse, dentaduras postizas o piercings, hay que retirarlos antes de la exploración.
- Se debe informar al médico de cualquier enfermedad importante que padezca, especialmente del corazón o respiratorias; si es alérgico a algún medicamento o sustancia y si está en tratamiento con algún fármaco, especialmente aquellos que puedan alterar la coagulación.
Es importante destacar que, en este caso de pruebas, es conveniente ir acompañados por un familiar o una amistad para acudir tanto al centro sanitario como para el retorno a casa.
Una vez realizada la prueba, y a menos que se indique lo contrario, el paciente podrá volver a comer en cuando abandone la sala de endoscopia y podrá seguir con su tratamiento médico habitual.
Ante cualquier duda, es importante consultar a un profesional sanitario días antes de realizar la prueba por si existiera alguna contraindicación o, en el caso de que existiera alguna duda de la intervención.