Te contamos cómo recuperarte de las molestias de las agujetas y de los calambres.
Los dolores musculares o mialgias son reacciones adversas que experimentan nuestros músculos como consecuencia de un esfuerzo físico, una enfermedad (gripe, fibromialgia, lupus) o del calor excesivo, y pueden aparecer en muchos momentos de nuestra vida.
Las molestias musculares más habituales son los calambres y las agujetas. Los primeros son contracciones involuntarias que paralizan los músculos, mientras que las agujetas se producen después de un gran trabajo físico y crean una sensación de agarrotamiento.
Cómo calmar las agujetas y calambres
El tratamiento habitual del dolor muscular producido por cansancio del músculo obliga a realizar un tiempo de reposo adecuado y seguir una serie de medidas:
- Usa compresas calientes: aplica compresas calientes sobre la zona específica o toma un baño caliente, si el dolor es general.
- Reposo: intenta guardar cama unos días, así dejarás que tus músculos se recuperen y se relajen.
- Aliméntate bien: sigue una dieta con abundante fibra y proteínas de calidad que nutran el músculo. Puedes encontrar estos nutrientes funcionales en carnes magras (pollo, pavo), pescado azul (anchoa, atún, salmón, sardina), legumbres, huevos y lácteos desnatados.
- Gana flexibilidad: intenta hacer ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad, una vez hayas superado el dolor y como herramienta de prevención. El yoga, el taichí o el pilates pueden ayudarte a elongar y fortalecer los músculos. Eso sí, asegúrate de que sea un ejercicio leve o moderado para no empeorar el dolor muscular.
- Bebe mucha agua: cuando los músculos están doloridos solemos estar menos activos, lo que puede favorecer el estreñimiento. Para remediarlo, toma cantidad de líquidos y no olvides consumir suficiente fibra (fruta, verdura y cereales integrales).
- Escribe un diario del dolor: anota cuándo aparece, porqué, cuál es la intensidad y cuánto dura, si afecta a uno o varios músculos, si es intenso, etc. Esto es importante para descartar si se produce por el ejercicio (que es lo más fácil de distinguir) o si la causa es más compleja y hay que hacer otro tipo de pruebas.
- Masajea la zona: darse un masaje con aceites esenciales puede ayudar a aliviar las molestias y a recuperarse de la mialgia. Los aceites de menta, árnica y hierba de San Juan contienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias que mitigan el dolor.
Ponte en contacto con tu médico si notas adormecimiento y hormigueo en las piernas, un dolor intenso en la espalda, incontinencia intestinal o urinaria o dolor en la cintura o el pecho, ya que podrían ser indicios de una afección médica grave.
Recuerda que el dolor tiene siempre un componente subjetivo: algunas personas lo toleran muy mal y otras, que apenas se quejan, tienen el umbral muy alto. Será un médico quien pueda distinguir qué tan intenso es ese dolor y diferenciar cuál es la causa que lo produce, para dar el mejor tratamiento posible.
Para cualquier dolor, la paciencia es lo mejor.
La paciencia dicen que es lo mejor, pero es muy difícil mantenerla cuando acudes a sesiones de fisioterapia en agua y fuera de ella, cuando tomas medicación para los dolores musculares y has usado acupuntura, naturopatía,……
La búsqueda ante los dolores de alguien que pueda realmente ayudar es desesperante y la paciencia tiene límites.
Alguien conoce algún fármaco para el dolor que no sea muy agresivo¿?????
Años de sufrimiento y con una edad relativamente joven aún…en la que los dolores son a diario.
La verdad que ya n se qué hacer!!!!
Hola Carmen, lamentamos mucho tu situación. Lo mejor es que contactes con un profesional sanitario (médico, fisioterapeuta u osteópata), quien podrá aconsejarte de otros tratamientos. Ánimo.