Piel sana, vida sana: Así debes cuidar el órgano más extenso del cuerpo

Protegerse del sol, evitar irritaciones o tener buenos hábitos de vida son algunas de las claves para una piel sana

El cuidado de la  piel puede ser una de las mejores maneras de mantener una buena salud. No hay que olvidar que la piel es el órgano más grande del cuerpo y es la encargada de hacer que muchos de los procesos diarios que el organismo lleva a cabo se completen. De ahí, piel sana, vida sana.

La piel protege de los gérmenes y agentes externos que pueden llegar a causar muchas enfermedades o infecciones. Igualmente, se encarga de mantener una temperatura corporal estable y de eliminar las toxinas o las sustancia que el cuerpo deshecha a través del sudor. Además, es también la encargada de producir la vitamina D, esencial para la salud.

Mantener una piel sana permite el buen funcionamiento del organismo y puede suponer una mejora en la calidad de vida y en la salud en el día a día. Y la buena noticia es que practicar un autocuidado puede ser sencillo si se sigue una serie de consejos.

EL SOL, MEJOR CON PROTECCIÓN

La exposición al sol puede dañar la piel si no se la protege de manera correcta, llegando incluso a aumentar el riesgo de sufrir cáncer. Para cuidarse de esta exposición, es esencial aplicar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección alto.

Además, no se deben olvidar los labios. Al aplicar la protección también es importante protegerlos para evitar que se quemen. Y no lo olvides, no solo te protejas en verano, el sol es dañino durante todo el año.

EVITAR LAS IRRITACIONES

Los productos muy abrasivos o cuando frotarse la piel de manera muy agresiva puede provocar que esta se irrite. El mejor consejo para evitar que esto suceda sería el de hidratarse tras las duchas y secarse cuidadosamente para que las toallas no enrojezcan la piel.

Igualmente, en los casos en los que la piel es más sensible, sería también recomendable optar por productos específicos, como jabones con un PH neutro. También es aconsejable mantener una temperatura media del agua durante las duchas, ya que el agua demasiado caliente también puede irritar la piel. Finalmente, el uso de prendas naturales con tejidos suaves sería un plus.

LOS BUENOS HÁBITOS SON EL MEJOR CUIDADO

Los buenos hábitos son fundamentales para cuidar la piel.  Si hay un factor que perjudica a este órgano es el tabaco. El tabaco fomenta un envejecimiento prematuro de la piel y la hace verse más seca. Además, puede afectar negativamente a la capacidad de cicatrización y hacer más propensas a las infecciones cutáneas. Por ello, el abandono de este hábito mejorará tanto la salud como la piel.

El sueño, o más bien la falta de él, también afecta negativamente a la dermis. Las células de la piel y el colágeno, una proteína que mantiene la elasticidad y la firmeza, se genera durante el periodo de descanso. Todo ello puede hacer que aparezcan arrugas prematuras u otros problemas cutáneos, por lo que el sueño es esencial en el autocuidado.

Finalmente, y como consejo extra, el cuidado de la piel también pasaría por huir del estrés. En picos altos de estrés puede aparecer granitos, rojeces, sensibilidad, picazón, eccema… Y es que, al liberar ciertas hormonas como el cortisol, la salud de la piel puede verse comprometida. Apunta estas recomendaciones esenciales para mantener la piel lo más sana posible.

Así se relaciona la microbiota intestinal con los órganos del cuerpo

Existe una compleja comunicación entre la microbiota y diversos sistemas del organismo, un fenómeno crucial para entender la salud

La microbiota intestinal no solo vive en el intestino; sus efectos alcanzan casi todos los órganos del cuerpo. Gracias a los avances en la ciencia, conocemos que existe una compleja comunicación entre la microbiota y diversos sistemas del organismo, un fenómeno crucial para entender la salud y el desarrollo de enfermedades. Esta relación está mediada a través de diversos ejes de comunicación que describen cómo los microorganismos pueden influir en otros órganos distantes.

Principales Ejes de comunicación de la Microbiota
  1. Eje Microbiota-Intestino-Cerebro: Este eje es fundamental para comprender cómo la microbiota afecta el comportamiento, las emociones y hasta el carácter. La conexión entre intestino y cerebro es bidireccional y está mediada por el nervio vago. A través de la producción de neurotransmisores y metabolitos específicos, la microbiota influye en la función cerebral y en el sistema inmune. Por ejemplo, se ha observado que una disbiosis puede asociarse con trastornos como la depresión, la ansiedad, el insomnio y, en el caso de enfermedades neurodegenerativas, el Alzheimer y el Parkinson.
  2. Eje Microbiota-Intestino-Hígado: La microbiota intestinal influye en el metabolismo hepático a través de la circulación enterohepática. Los ácidos grasos de cadena corta producidos en el intestino son transportados al hígado mediante la vena porta, impactando su metabolismo. Este eje resulta relevante para la salud hepática, ya que el desequilibrio de la microbiota se ha asociado con enfermedades como el hígado graso no alcohólico, hepatitis y cirrosis.
  3. Eje Microbiota-Intestino-Pulmón: Existen vínculos directos entre la salud pulmonar y la microbiota intestinal. Esta última puede modular la respuesta inmune y la inflamación sistémica, influyendo en condiciones respiratorias como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las infecciones respiratorias y alergias. Mantener una microbiota equilibrada podría ayudar a prevenir o reducir la gravedad de estos problemas respiratorios.
  4. Eje Microbiota-Intestino-Corazón: La microbiota influye en el sistema cardiovascular, especialmente a través de la producción de ciertos metabolitos como el TMAO (trimetilamina-N-óxido), vinculado con el riesgo de enfermedades cardíacas. Este compuesto contribuye a la inflamación y al desarrollo de placas en las arterias, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  5. Eje Microbiota-Intestino-Piel: Se ha demostrado que la microbiota intestinal también impacta en la salud de la piel mediante la regulación del sistema inmune. Un intestino desequilibrado puede manifestarse en la piel, contribuyendo a afecciones como el acné, la psoriasis y la dermatitis. Esta relación ha dado lugar a la teoría de que “la piel refleja el estado del intestino”.
  6. Eje Microbiota-Intestino-Metabolismo: Los microorganismos intestinales ayudan a digerir y absorber nutrientes, además de regular el metabolismo energético. La disbiosis se ha relacionado con trastornos metabólicos como la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
  7. Eje Microbiota-Intestino-Sistema Inmune: La microbiota es clave para el desarrollo y funcionamiento del sistema inmune. Un equilibrio en los microorganismos intestinales protege contra enfermedades autoinmunes, mientras que la disbiosis se ha vinculado con patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal, la artritis reumatoide y el lupus.
  8. Eje Microbiota-Intestino-Riñón: La microbiota produce metabolitos que pueden afectar el funcionamiento renal, especialmente en casos de enfermedad renal crónica. Además, la disbiosis contribuye a la inflamación y al daño renal a través de la producción de sustancias tóxicas y la inflamación sistémica.
LA IMPORTANCIA DE UN EQULIBRIO MICROBIANO

La microbiota intestinal es una pieza clave en la prevención de enfermedades y en la promoción de un estado de salud óptimo. Es crucial mantener un equilibrio (eubiosis) para apoyar el funcionamiento adecuado de los sistemas del cuerpo, desde el cerebro hasta la piel. Este equilibrio puede alcanzarse mediante una alimentación balanceada, baja en azúcares y rica en fibra, el manejo del estrés y evitando el uso excesivo de antibióticos que afecten la microbiota intestinal.

Los avances en el estudio de la microbiota ofrecen un panorama prometedor para el futuro de la medicina, ya que comprender mejor estos ejes de comunicación podría dar lugar a tratamientos específicos y personalizados para mejorar la salud en general y el manejo de enfermedades crónicas.

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

¿Sabías que la contaminación afecta a las enfermedades respiratorias? Estos son los riesgos para la salud

La contaminación puede impactar directamente en la salud, conocer los riesgos y como evitarlos es esencial

Casi la totalidad de la población respira aire contaminado. Así lo revelan los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertan del peligro que supone para la salud la exposición a la contaminación de las partículas finas del aire. Los riesgos de esta exposición son tan altos  que pueden llegar a provocar accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias agudas y crónicas.

Los contaminantes más peligrosos son en primer lugar las partículas en el aire, que pueden ser sólidas o líquidas, y que puede provenir, por ejemplo, de la quema de  combustibles usados para los coches o para las empresas. Son partículas muy finas, tanto es así que 60 de estas partículas tendrían el grosor de un cabello, según explica la OMS.

Otros contaminantes igualmente peligrosos para serían el dióxido de nitrógeno, que generan también el transporte o la industria; el dióxido de azufre, que proviene principalmente de la calefacción de los hogares y de la generación de electricidad; y el ozono, que se genera por reacciones químicas.

LOS RIESGOS PARA LA SALUD

Todos están expuestos de manera diaria a estos contaminantes que penetran en el interior de los pulmones, pueden afectar gravemente a la salud, y provocar o empeorar las enfermedades respiratorias.

La institución dependiente de la ONU alerta de que casi el 70% de las muertes prematuras relacionadas con la contaminación se debieron en 2019 a cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares, el 14% a enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, el 14% a infecciones agudas de las vías respiratorias bajas y el 4% de las muertes se debieron a cánceres de pulmón. En el caso de los niños, la contaminación es todavía más dañina: más del 27% de los fallecimientos en niños menores de cinco años se debe a factores ambientales.

¿CÓMO PROTEGERSE DE LA CONTAMINACIÓN?

Si bien los datos están claros, una de las preguntas a hacerse es precisamente cómo prevenir la exposición a todos estos contaminantes. Estas serían algunas de las recomendaciones:

  • Evitar la actividad física en zonas de una alta contaminación. Durante el ejercicio físico se aumenta la frecuencia respiratoria y se inhala una mayor cantidad de contaminantes. Es por ello que realizar deporte en zonas menos contaminadas sería recomendable.
  • Alejarse de los cascos urbanos. Salir fuera de la ciudad a zonas con árboles, vegetación o en lugares de montaña mejorará también la calidad del aire que respiramos.
  • Optar por rutas con menos tráfico. Gran parte de los provienen de la quema de combustibles, por lo que alejarse de las emisiones de los coches o evitar las “horas punta” sería importante.
  • No olvidarnos de la mascarilla. La mascarilla se convirtió en uno de los grandes acompañantes durante la pandemia, y su uso puede también proteger de todos estos agentes externos en lugares con mucha contaminación.

La Importancia de la Microbiota Intestinal en la Salud

La microbiota intestinal es una comunidad diversa de microorganismos que habita en nuestro cuerpo y juega un papel crucial en múltiples aspectos de la salud

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La microbiota intestinal es una comunidad diversa de microorganismos que habita en nuestro cuerpo y juega un papel crucial en múltiples aspectos de la salud, incluyendo la digestión de alimentos, la absorción de nutrientes, la síntesis de vitaminas esenciales, la regulación del sistema inmunológico, y la protección contra patógenos al competir con bacterias dañinas. Su impacto se extiende también a la salud mental a través del eje microbiota-intestino-cerebro, influenciando el estado de ánimo y las funciones cognitivas. Desde la infancia, la microbiota contribuye al desarrollo de los sistemas corporales, mostrando su importancia en cada etapa de la vida.

OTROS ASPECTOS CLAVES PARA LA SALUD INTESTINAL
  • Permeabilidad Intestinal
    La permeabilidad intestinal describe la capacidad de la pared intestinal para permitir el paso selectivo de sustancias pequeñas hacia el torrente sanguíneo, regulada por las uniones estrechas entre las células. Cuando estas uniones se ven comprometidas, puede desarrollarse hiperpermeabilidad intestinal o “leakygut”, permitiendo el paso de toxinas y microorganismos al cuerpo, lo cual puede afectar la salud.
¿CÓMO MANTENER UNA MICROBIOTA INTESTINAL SALUDABLE?

Para promover un equilibrio saludable en la microbiota intestinal, se deben considerar varios aspectos:

  1. Consumir fibra prebiótica y alimentos fermentados
    Los prebióticos son alimentos ricos en fibra que nutren a las bacterias beneficiosas de la microbiota, ayudando a su proliferación en lugar de a bacterias perjudiciales. Algunos alimentos ricos en prebióticos incluyen alcachofas, espárragos, cebolla, ajo, puerro, banana, lentejas, garbanzos, linaza, chía, hojas verdes, etc. Por otro lado, los alimentos fermentados contienen microorganismos vivos que, al ser consumidos en cantidades adecuadas, aportan beneficios adicionales. Entre estos destacan el yogurt, kombucha, kimchi, vinagre de manzana, kéfir, tempeh y verduras fermentadas, todos sin pasteurizar.
  2. Consultar a un especialista sobre suplementos y probióticos En el mercado existen diversos suplementos y probióticos que prometen mejorar la salud intestinal, pero su calidad puede variar significativamente. Consultar a un especialista es importante para asegurarse de que el suplemento contenga las cepas de microorganismos adecuadas para tus necesidades específicas.
  3. Evitar alimentos procesados y enemigos de la Microbiota. Los productos procesados, el azúcar añadido, las frituras, los aceites hidrogenados, y el alcohol pueden reducir la diversidad de la microbiota y tener un impacto negativo en la salud intestinal. Mantener una alimentación equilibrada y rica en alimentos naturales y frescos es clave para preservar una microbiota saludable.
  4. Investigar antes de empezar dietas extremas. Una dieta extremadamente baja en calorías puede alterar la composición de la microbiota, promoviendo el crecimiento de bacterias perjudiciales. Evitar planes alimenticios extremos ayuda a mantener el equilibrio de la microbiota.
  5. Cuidado con los antibióticos. Aunque los antibióticos son esenciales para combatir infecciones, también eliminan bacterias beneficiosas. Por ello, deben tomarse solo cuando sea necesario y bajo supervisión médica, evitando automedicarse. Y acompañarlo con el uso de un probiótico.
  6. Precaución con las limpiezas de colonLas limpiezas de colon carecen de evidencia científica que respalde sus supuestos beneficios. En realidad, pueden causar deshidratación, cólicos, y en casos graves, perforaciones intestinales. Es importante recordar que el propio sistema digestivo realiza funciones de limpieza y eliminación de desechos, conocido como el complejo motor migratorio.

Con el conocimiento adecuado y siguiendo las recomendaciones de un especialista, es posible mejorar y mantener una microbiota intestinal saludable, beneficiando así nuestra salud y bienestar a largo plazo.

¿Cómo prevenir las afecciones respiratorias en invierno? La vacunación, nuestra mejor aliada

Las infecciones como la gripe o la Covid-19 son muy comunes en invierno, y la vacunación la herramienta más eficaz para prevenirlas

Es común que durante el invierno contraigamos más afecciones respiratorias, como por ejemplo la gripe, que pueden incluso evolucionar hacia casos más graves y llegar a requerir hospitalización. Ante las complicaciones asociadas a esta infección, contamos con un arma esencial que nos permite prevenir la enfermedad grave: la vacunación.

Es en invierno cuando las temperaturas bajan y proliferan los patógenos causantes de diferentes infecciones como el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, o el virus de la influenza, tras la gripe. Patologías que pueden derivar en graves complicaciones, hospitalización e incluso la muerte, especialmente en pacientes con enfermedades previas, como los pacientes con patologías respiratorias o cardiovasculares.

¿CON QUÉ VACUNAS CONTAMOS?

Para protegernos contra los virus y bacterias que provocan estos problemas respiratorios, contamos con la vacunación. En la campaña de invierno de este año, el Ministerio de Sanidad ha recomendado la inmunización frente a la gripe y la Covid-19, que son las dos enfermedades infecciosas respiratorias que más circulan durante el otoño y el invierno.

En el Calendario Nacional de Vacunación para toda la vida también se incluye la vacunación frente al neumococo para pequeños y mayores, y frente al virus respiratorio sincitial (VRS) en los menores de un año, causante de los casos de bronquiolitis en los más pequeños. La vacunación frente al VRS en los adultos se encuentra por el momento comercializada en España, no así incluida en la Cartera de Servicio del Sistema Nacional de Salud y, por ende, en el Calendario.

QUIÉNES DEBEN VACUNARSE

“La vacunación es la medida más eficaz para prevenir estas patologías y evitar sus complicaciones”, demuestran los expertos y es especialmente recomendable en algunos grupos de población. Si nos preguntamos quiénes están dentro de estos grupos, tenemos dos ramas distintas: aquellos que tienen mayor riesgo de complicaciones y los que mantienen los servicios esenciales a la comunidad y están en riesgo de contagiarse por su trabajo.

Dentro del primer grupo encontramos:

  • Personas de 60 o más años de edad
  • Niños de 5 o más años que se encuentren en centros o instituciones
  • Jóvenes a partir de 12 años que tengan condiciones de riesgo como diabetes, obesidad, hemofilia, cáncer u otras enfermedades crónicas o que conllevan disfunción cognitiva
  • Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio
  • Convivientes con personas que tienen alto grado de inmunosupresión

Por otro lado, tendríamos los casos de aquellas personas que, por su labor, son imprescindibles para los servicios públicos. En este caso tenemos:

  • Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado
  • Fuerzas Armadas
  • Bomberos
  • Servicios de protección civil

¿Qué es la Microbiota Intestinal y por qué es clave para nuestra salud?

La microbiota intestinal es una comunidad de microorganismos que coexisten con nosotros en distintas partes del cuerpo

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La microbiota intestinal es una comunidad de microorganismos que coexisten con nosotros en distintas partes del cuerpo, pero con una presencia predominante y significativa en el intestino.

Esta comunidad incluye virus, bacterias, hongos, arqueas, parásitos, protozoos y, recientemente, los obeliscos, microorganismos que, aunque aún están en fase de estudio, podrían aportar nuevas perspectivas sobre el origen de la vida y la patogénesis de ciertas enfermedades.

Esta inmensa red de vida microscópica abarca alrededor de 100 billones de microorganismos en cada persona, con más de 10,000 especies identificadas, las cuales aportan beneficios esenciales a la salud humana.

Funciones vitales de la Microbiota Intestinal

La microbiota intestinal, sobre todo la que se encuentra en el colon (95% del total), es clave para varios aspectos de la salud debido a sus funciones metabólicas y de interacción con otros sistemas del organismo. Aquí exploramos algunas de sus funciones principales:

  1. Entrenamiento del sistema inmune: La microbiota actúa como un “entrenador” para el sistema inmune, estimulándolo de forma constante para que responda adecuadamente ante agentes externos. Gracias a esta relación, nuestro cuerpo puede defenderse mejor de infecciones y controlar la inflamación en los órganos.
  2. Producción y absorción de vitaminas: Varios microorganismos intestinales participan en la síntesis de vitaminas esenciales, como la vitamina K y algunas del complejo B. Además, facilitan la absorción de nutrientes, promoviendo una digestión más eficiente y saludable.
  3. Producción de ácidos grasos y regulación metabólica: La microbiota genera ácidos grasos de cadena corta como el acetato, propionato y butirato, compuestos que ayudan a mantener el equilibrio energético y son beneficiosos para la salud del colon. Además, la microbiota influye en el control del peso, ya que algunas especies bacterianas están asociadas con un metabolismo más eficiente y con menores probabilidades de desarrollar obesidad.
  4. Generación de neurotransmisores y salud mental: La microbiota produce neurotransmisores como la serotonina, cuya mayoría (85-90%) se gestiona en el intestino. Este neurotransmisor es fundamental para regular el estado de ánimo, el sueño y el apetito. De este modo, el equilibrio en la microbiota puede mejorar la salud mental, mientras que un desequilibrio (disbiosis) se asocia con problemas como la ansiedad y la depresión.
Microbiota: Nuestra huella personal

La microbiota, además de ser funcional, es única en cada individuo, comparable a una huella digital. Compartimos microbiota con las personas cercanas, como nuestra pareja, hijos, amigos e incluso con nuestras mascotas. Además, la enorme cantidad de microorganismos que alberga el cuerpo humano supera el número de estrellas en la vía láctea y, si se dispusieran en línea, darían la vuelta a la tierra varias veces.

En resumen, la microbiota es una parte fundamental de nosotros mismos, participando en una gama de procesos críticos para la salud y, como tal, es esencial mantenerla en equilibrio a través de una alimentación adecuada, baja en azúcares y rica en fibra, evitando el estrés crónico y promoviendo un estilo de vida saludable. La ciencia sigue revelando cada día la influencia de estos microorganismos y su papel en nuestra longevidad y bienestar.

Estos son los alimentos con los que protegerás tu sistema inmunitario este invierno

La alimentación tiene un papel principal en esta protección de nuestro sistema inmune y, por tanto, en nuestra salud

Nuestro sistema inmunitario nos protege diariamente frente a esos virus externos que nos atacan y que pueden provocar enfermedades o infecciones. En invierno, la mayor presencia de patógenos y la exposición al frío constante debilita nuestra respuesta inmunitaria, y suponen un incremento de los casos de infecciones respiratorias. Es en este momento cuando toca reforzar nuestro sistema inmune, algo que puede conseguirse de forma muy simple: basta con seguir una alimentación correcta.

Unas defensas fuertes evitan que enfermemos y algunos alimentos pueden servir precisamente para mejorar su fortalecimiento. Para ello es importante seguir una alimentación variada que contenga suficientes nutrientes y vitaminas. Un reto cuando hablamos de Navidad, momento en el que no controlamos tanto lo que comemos.

¿QUÉ DEBEMOS INCORPORAR EN NUESTRA ALIMENTACIÓN? 

El primer consejo que plantean los expertos es el de comer más vegetales, y 3 piezas de frutas pues contienen vitamina C y fibra, que protege el intestino y su microbiota intestinal. También recomiendan incorporar más alimentos fermentados, como el yogurt, kéfir, Kombucha, tempe, chucrut, etc. muy ricos en microorganismos beneficiosos: probióticos, que ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal.

Asimismo, para que nuestro sistema inmunitario se mantenga, hay que seguir una alimentación con proteínas, grasas saludables, fibra, almidón resistente. Todo ello engloba a los macronutrientes, cuyo nombre se debe a que se encuentran en grandes cantidades en la comida, y que nos aportan esencialmente energía.

Tampoco podemos olvidarnos en nuestra alimentación de los micronutrientes, fundamentales para mantener la salud óptima y desempeñan un papel clave en diversas funciones metabólicas y del sistema inmune.

  • Vitamina A: Crucial para la visión, el sistema inmune y la piel. Presente en la yema de huevo, carne de pasto (especialmente hígado de ternera o pescado).
  • Omega-3: Antinflamatorio y esencial para la salud cerebral y cardiovascular. Se encuentra en salmón salvaje, huevos, ostras, caviar, carne de pasto, caballa, sardinas, atún, arenques, aceite de hígado de bacalao y suplementos de calidad.
  • Vitamina B6: Importante para el metabolismo energético y la síntesis de neurotransmisores. Fuentes: pollo, salmón, atún y plátanos.
  • Vitamina C: Potente antioxidante y promotor de la síntesis de colágeno. Presente en cítricos, brócoli y otros vegetales frescos.
  • Vitamina E: Esencial para proteger las membranas celulares contra el daño oxidativo. Se encuentra en nueces, almendras y semillas.
  • Zinc: Fundamental para la función inmune y la reparación celular. Fuentes: mariscos, alubias y lentejas.
  • Selenio: Poderoso antioxidante que contribuye a la función tiroidea. Destaca en nueces de Brasil y cereales integrales.
  • Hierro: Necesario para el transporte de oxígeno en el organismo. Presente en marisco, espinacas y legumbres.
  • Ácido fólico: Vital para la síntesis de ADN y la salud celular. Se encuentra en verduras de hojas verdes como espinacas y col rizada.

En nuestra alimentación, por otro lado, hemos de limitar el consumo del azúcar, harinas refinadas y grasas trans que podemos encontrar en refrescos, ultraprocesados, bollería industrial… etc. No en vano, estos productos pueden contribuir significativamente a la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.

DUERME LO SUFICIENTE, HAZ EJERCICIO REGULAR E  HIDRATATE

Además de mantener una alimentación saludable para mantener nuestro sistema inmunitario hay que ejercitarse y mantenerse hidratado. El agua es la responsable de transportar las células inmunitarias por nuestro organismo, además diluye las toxinas, mantiene las mucosas húmedas, y mejora en gran medida la circulación.

En cuanto al sueño, expertos y estudios han dado a conocer que el dormir poco puede conducir a un peor estado de salud. Mientras dormimos se fortalecen nuestras defensas, y por ello debemos fomentar una buena higiene del sueño, que pasaría, entre otras medidas, por limitar la exposición a las pantallas durante las noches.  

¿Qué es la disbiosis intestinal? Causas, Síntomas y Consecuencias de una microbiota desequilibrada

La disbiosis, o desequilibrio en la microbiota, es una alteración que afecta la composición y el funcionamiento de los microorganismos que habitan nuestro intestino

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La disbiosis, o desequilibrio en la microbiota, es una alteración que afecta a la composición y el funcionamiento de los microorganismos que habitan nuestro intestino y otras áreas del cuerpo, como la cavidad oral o los pulmones. Cuando el equilibrio de la microbiota se rompe, su capacidad para apoyar al sistema inmune y realizar funciones metabólicas se ve comprometida. Esto puede dar lugar a una amplia gama de síntomas y enfermedades.

CAUSAS DE LA DISBIOSIS

La disbiosis puede surgir debido a diversos factores, muchos de ellos ambientales y relacionados con el estilo de vida. Entre las principales causas se encuentran:

  • Uso indiscriminado de antibióticos y otros medicamentos: El consumo excesivo de antibióticos sin supervisión médica afecta tanto a bacterias dañinas como beneficiosas, desestabilizando la microbiota. Otros medicamentos, como el omeprazol y los antiinflamatorios, también pueden alterar este ecosistema delicado.
  • Alimentación baja en fibra y rica en alimentos procesados: Una alimentación pobre en frutas y verduras limita los nutrientes necesarios para las bacterias beneficiosas y favorece el crecimiento de microorganismos dañinos.
  • Estrés y factores psicosociales: El estrés crónico afecta tanto al sistema nervioso como a la microbiota, lo que, a su vez, puede contribuir al desarrollo de enfermedades relacionadas con el sistema inmune.
  • Exceso de higiene y exposición a sustancias tóxicas: Aunque mantener la limpieza es esencial, la exposición excesiva a productos antibacterianos puede eliminar bacterias beneficiosas, reduciendo la diversidad de la microbiota.
SÍNTOMAS Y CÓMO IDENTIFICARLOS

La disbiosis puede manifestarse de varias formas, afectando múltiples sistemas del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Problemas digestivos: náuseas, gases, eructos, diarrea o estreñimiento, y distensión abdominal después de las comidas, acidez estomacal, etc.
  • Malestar general: pérdida de apetito, cansancio o debilidad física y sensación de pesadez tras comer.
  • Síntomas en otras áreas del cuerpo: halitosis (mal aliento), dolor articular, insomnio, ansiedad, “niebla mental”, acné, etc.
CONSECUENCIAS DE UNA MICROBIOTA ALTERADA

Las alteraciones en la microbiota pueden tener implicaciones significativas para la salud. Las enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto o la artritis reumatoide, se han relacionado con un desequilibrio de la microbiota, así como algunas afecciones metabólicas, como la diabetes tipo 2, la obesidad y la resistencia a la insulina. Incluso algunos trastornos neurológicos, como la depresión y el insomnio, pueden estar vinculados a una microbiota deficiente o disfuncional.

Restauración del equilibrio: estrategias para tratar la disbiosis

El tratamiento de la disbiosis implica una combinación de enfoques que varían según las necesidades de cada paciente:

  1. Alimentación rica en fibra y alimentos fermentados: Aumentar el consumo de alimentos frescos, con un enfoque en frutas, verduras y alimentos fermentados, ayuda a nutrir y diversificar la microbiota.
  2. Uso controlado de medicamentos: Reducir la ingesta de antibióticos y otros fármacos innecesarios para evitar efectos adversos en la microbiota.
  3. Manejo del estrés y el descanso: Implementar técnicas de manejo del estrés y asegurar una rutina de sueño adecuada favorece el bienestar del sistema digestivo y la salud mental.
  4. Suplementación con probióticos específicos: En algunos casos, el uso de probióticos personalizados puede ayudar a restaurar el equilibrio de la microbiota, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas.

En conclusión, para mantener la microbiota en equilibrio es clave para una salud integral. Identificar los síntomas de disbiosis y tomar medidas preventivas y correctivas ayuda a prevenir múltiples enfermedades y mejora la calidad de vida. Con un enfoque adecuado y una dieta rica en alimentos naturales, podemos asegurar un equilibrio que favorezca el bienestar y fortalezca nuestro sistema inmune.

Rehabilitación respiratoria: la gran aliada de la recuperación pulmonar tras la neumonía

Tras haber padecido una neumonía, es importante realizar ejercicios que nos ayuden a recuperar la función respiratoria

Cuando hablamos de infecciones respiratorias muchas veces es la recuperación la clave del pronóstico. Patologías como la neumonía precisan, en los casos en los que esté causada por una infección bacteriana, de antibióticos orales, pero parte del tratamiento fundamental recae también en la recuperación. Y, en concreto, en ejercicios de rehabilitación respiratoria como la fisioterapia.

La neumonía es un tipo de infección que afecta a los pulmones y que hace que los alveolos se llenen de líquido o de pus. Tal y como explica el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos (NHLBI por sus siglas en inglés), esta afección podrían provocarla tanto las bacterias o los virus como los hongos.

Los síntomas pueden variar desde simplemente una tos, a la muerte, y es una enfermedad especialmente dramática en el caso de los niños. De hecho, tal y como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía representa el 14% de todas las defunciones de menores de 5 años y en 2019 llegó a provocar la muerte de 740.180 niños. Los datos no dejan lugar a dudas: la neumonía es la principal causa de mortalidad infantil en todo el mundo.

EL PODER DE LA REHABILITACIÓN

Si bien la respiración puede dificultarse tras una neumonía, debemos recordar que es posible mejorar en este sentido. La técnica de la fisioterapia respiratoria consiste en un tipo de rehabilitación que permitiría recuperar la capacidad pulmonar tras un episodio de neumonía o de otras afecciones respiratorias. Se utiliza, además, para prevenir posibles disfunciones respiratorias en el futuro y mejorar la calidad de vida de los pacientes al restaurar el funcionamiento de los pulmones.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) explica que este tipo de ejercicios para recuperar el control de la respiración pueden practicarse de distintas maneras. Por ejemplo, se pueden realizar estos ejercicios estando sentados o tumbados. De esta manera, podemos ayudar a mejorar nuestra capacidad, mejorar la sensación de ahogo o reeducar la musculatura respiratoria. Además, fomenta la eliminación de la mucosidad de los pulmones, que pueden llegar a dificultar la respiración.

TIPOS DE REHABILITACIÓN RESPIRATORIA

El manual clínico del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, describe varias técnicas en este tipo de rehabilitación, en la que la expulsión de la mucosidad es lo más importante. La primera de ellas es la aerosolterapia, que consiste en introducir en los pulmones micro partículas de suero fisiológico o agua que pueden ir acompañadas de algún producto farmacológico para fluidificar las secreciones.

También describe la posibilidad de utilizar el inspirómetro tanto de flujo como de volumen. Este aparato se usa para ayudar a que las personas puedan respirar lenta y profundamente. Otra de las técnicas sería la vibración, que consiste en aplicar, con un dispositivo especial, movimientos oscilatorios intermitentes en el pecho.

La propia tos es también un importante aliado en estos procedimientos, ya que puede provocar que las secreciones se expulsen por sí solas. Aquí podemos simplemente toser de forma voluntaria con normalidad o con un aparato que nos ayude.

Con estos procesos, explican, podemos aliviar la sintomatología y complicaciones del aparato respiratorio y “educar al paciente en su mecánica ventilatoria para aprovechar al máximo su capacidad respiratoria”. También mejora la cinética del diafragma, la distensión pulmonar y la tolerancia al deporte. En definitiva, la rehabilitación respiratoria es una gran herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas que hayan sufrido una neumonía.

Microbiota Intestinal y su impacto en el sueño

Te contamos la importancia del eje microbiota-intestino-cerebro y cómo impacta en el sueño

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos, arqueas, parásitos, protozoos y los recién descubiertos obeliscos) que habitan en diferentes partes del cuerpo. Están presentes en la boca, intestino, pulmones, piel, etc.

Son unos 100 billones de microorganismos funcionales y simbióticos, y más de 10 mil especies distintas se han descrito en el cuerpo humano. La mayor concentración (95%) se localiza en el colon, donde desempeñan un rol esencial en procesos metabólicos que impactan directamente en la salud.

Estos microorganismos no solo influyen en la digestión o el sistema inmune, sino que también afectan a nuestras emociones, el sueño, el comportamiento, etc. creando una conexión bidireccional entre el intestino y el cerebro.

CURIOSIDADES

  • Tenemos más microbios que estrellas en la vía láctea.
  • Hay más microorganismos que células humanas en nuestro cuerpo.
  • El peso de la microbiota puede llegar a los 200 g.
  • Si se alinearan todos los microbios, darían 2,5 veces la vuelta al planeta tierra.

FUNCIONES

  • Entrenamiento del sistema inmunológico.
  • Producción y absorción de vitaminas.
  • Producción de ácidos grasos como acetato, propionato y butirato.
  • Generación de hormonas y neurotransmisores como la serotonina y el GABA, esenciales para la salud mental y el sueño.
  • Participación en la digestión y control del peso corporal.

EJE MICROBIOTA-INTESTINO-CEREBRO

La microbiota se relaciona de manera bidireccional con todo el organismo, incluyendo el cerebro. Si la microbiota está en equilibrio (eubiosis), ayuda a mantener la salud en múltiples sistemas. Sin embargo, el desequilibrio (disbiosis) puede provocar síntomas o enfermedades.

La investigación ha demostrado que la disbiosis se asocia con trastornos como el insomnio, la depresión, la ansiedad, el autismo y enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson.

Conexión Microbiota y Sueño

El sueño es un estado fisiológico que está vinculado al sistema inmunológico y a la composición de la microbiota intestinal. Los estudios muestran que la alteración en la composición bacteriana intestinal (disbiosis) y el aumento de la permeabilidad intestinal están asociados con trastornos del sueño en niños y adultos. Estos problemas pueden estar ligados a un incremento en los niveles de bacterias que producen lipopolisacáridos y otros mediadores inflamatorios.

La microbiota sigue un ritmo circadiano similar al de nuestros relojes biológicos internos. Si no mantenemos un patrón de sueño saludable, esto afecta negativamente a los microorganismos en el intestino, y viceversa. Los microorganismos intestinales son responsables de producir el 90-95% de la serotonina en el cuerpo, un neurotransmisor que regula el bienestar y que es el precursor de la melatonina, la hormona que controla el ciclo de sueño-vigilia.

Además, la microbiota genera GABA, una sustancia relajante que reduce el estrés y facilita el sueño. Cuando los niveles de GABA son bajos, hay más estrés y más dificultades para conciliar el sueño.

Trastornos del Sueño y la Microbiota

Estudios han demostrado que personas con insomnio, depresión y otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas o alteraciones del ritmo circadiano, suelen presentar disbiosis.

Estos problemas pueden ser tratados con un enfoque multidisciplinario que incluye cambios en el estilo de vida y alimentación, mejorando la salud intestinal.

Estrategias para mejorar el sueño a través de la Microbiota

El tratamiento de los trastornos del sueño requiere un enfoque que incluya:

  • Alimentación personalizada enfocada en el equilibrio de la microbiota.
  • Inmunonutrición para reducir la inflamación.
  • Exposición a la luz solar.
  • Uso de probióticos (psicobióticos) para contrarrestar la disbiosis.

Mantener una microbiota saludable es clave no solo para una buena digestión, sino también para el equilibrio emocional y la calidad del sueño.

¿Qué papel tiene la alimentación en las enfermedades respiratorias como la EPOC?

Una nutrición saludable puede tener grandes beneficios en pacientes con EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una afección respiratoria que se basa en la reducción del flujo del aire. Entre las causas más comunes para que esta enfermedad se presente en nuestras vidas los expertos coinciden en señalar el tabaquismo y la contaminación. Se trata de una afección que no puede curarse, pero cuyos efectos y síntomas sí que pueden ser mejor. Es aquí donde la alimentación juega un papel clave en la EPOC.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que esta enfermedad es ya la tercera causa de muerte en el mundo y en 2019 llegó a provocar 3,23 millones de defunciones. Las personas con EPOC a menudo sufren otras enfermedades crónicas o comorbilidades y pueden incluso presentar malnutrición. Además de los síntomas más conocidos a nivel respiratorio, también es común bajar de peso o perder masa muscular. Así como sufrir molestias gástricas, como señalan los expertos.

LA IMPORTANCIA DE LA NUTRICIÓN EN EPOC

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) apunta que, tras el diagnóstico, existen una serie de medidas generales para tener en cuenta en todo paciente con EPOC que comprenden, entre otras, el abandono del tabaco o la adecuada nutrición. Un punto sobre el que inciden debido a que algunos problemas relacionados con la alimentación pueden además empeorar la situación del paciente. De hecho, la sociedad alerta de que la desnutrición se relaciona con mayor riesgo de hospitalización, mayor duración de la estancia y mayor riesgo de reingreso.

Ante ello, la valoración del estado nutricional es fundamental tras el diagnóstico. Lo aconsejable, según informa la consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, es controlar que el índice de masa corporal (IMC) se encuentre entre 21 y 25 Kg/m2 .

TIPO DE ALIMENTOS QUE TOMAR Y QUE EVITAR

En cuanto a las recomendaciones más concretas, desde la ‘Escuela de Salud’ del Gobierno de La Rioja se sugiere seguir una dieta basada en el patrón mediterráneo. Esta dieta tiene efectos beneficiosos sobre la función pulmonar. Por ejemplo, sería más idóneo tomar alimentos blandos, evitando aquellos que exijan masticación prolongada intensa. En caso de reflujo, no se deben tomar alimentos muy grasos y sería recomendable evitar verduras flatulentas.

Así estos esta es la alimentación recomendada por los expertos para los pacientes con EPOC:

  • Fruta. Se recomienda tomar tres o cuatro raciones de diarias, especialmente las ricas en vitamina C y E (naranjas, kiwis, mandarinas, fresas)
  • Verduras. Tomar dos raciones diarias, preferentemente una de ellas cruda.
  • Cereales. Serían preferibles los integrales, contando también el pan, la pasta o el arroz.
  • Pescado. Debería tomarse entre tres o cuatro veces a la semana, dos de ellas siendo pescado azul (salmón, trucha, sardinas, bonito, boquerones, caballa…)

Es importante, recuerdan, que las personas con EPOC reduzcan en su alimentación los hidratos de carbono, pero aumenten el consumo de grasas saludables, evitando las grasas saturadas. La sal y los líquidos sería también importante restringirlos en los casos en los que se retienen líquidos, así como las bebidas con cafeína.

Finalmente, se recomienda también evitar grandes volúmenes de alimento, fraccionando la toma en cinco o seis comidas pequeñas. También sería necesario procurar tener un ambiente tranquilo a la hora de las comidas y estar sentado para ayudar a eliminar la presión de los pulmones.

Lo ideal sería, además, utilizar medicamentos que faciliten la respiración una hora antes de comer y, en caso de que el paciente utilice oxígeno, emplearlo mientras come, pues la digestión gasta energía y por ello se consume más oxígeno. Por último, cualquier duda, no olvide acudir a su médico.

Moviéndote con cautela: Deportes de bajo impacto para problemas respiratorios

Recopilamos una serie de deportes recomendables para las pacientes con enfermedades respiratorias

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

Para las personas con problemas respiratorios, encontrar actividades físicas adecuadas es crucial para mantener la salud y la calidad de vida. Afortunadamente, existen muchos deportes de bajo impacto que son ideales para pacientes con enfermedades respiratorias, proporcionando beneficios para la salud sin causar un estrés excesivo en el sistema respiratorio.

En este artículo, exploramos algunas de las mejores opciones de ejercicio para pacientes con patologías respiratorias y cómo estas actividades pueden mejorar la función pulmonar y el bienestar general.

NATACIÓN: FORTALECIENDO LOS MÚSCULOS RESPIRATORIOS

La natación es una excelente opción para personas con problemas respiratorios. Es un ejercicio de bajo impacto que fortalece los músculos respiratorios y mejora la capacidad pulmonar sin poner demasiada presión sobre las articulaciones. Además, el aire húmedo y cálido en una piscina cubierta puede ayudar a abrir las vías respiratorias y aliviar la congestión pulmonar. La resistencia del agua también ofrece un ambiente ideal para mejorar la resistencia y la fuerza muscular.

Beneficios de la natación para la salud respiratoria

  • Fortalece los músculos respiratorios: Ayuda a mejorar la eficiencia de la respiración.
  • Mejora la capacidad pulmonar: Aumenta la cantidad de aire que los pulmones pueden contener.
  • Ambiente favorable: El aire húmedo puede aliviar los síntomas respiratorios.

CICLISMO: MEJORANDO LA RESISTENCIA CARDIOVASCULAR

El ciclismo es otro deporte de bajo impacto que puede beneficiar a pacientes con enfermedades respiratorias. Ya sea en una bicicleta estática o al aire libre, montar en bicicleta es una forma efectiva de mejorar la resistencia cardiovascular y fortalecer los músculos de las piernas sin ejercer demasiada presión sobre los pulmones. El ciclismo puede ser ajustado en intensidad para adaptarse a las capacidades individuales, haciendo que sea accesible para personas con diferentes niveles de condición física.

Beneficios del ciclismo para la salud respiratoria

  • Mejora la resistencia cardiovascular: Fortalece el corazón y los pulmones.
  • Aumenta la fuerza muscular: Beneficia especialmente a los músculos de las piernas.
  • Bajo impacto: Minimiza el estrés en las articulaciones y el sistema respiratorio.

YOGA: ENFOQUE EN LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE

El yoga puede ser muy beneficioso para personas con problemas respiratorios, ya que se enfoca en la respiración consciente y la relajación. Las posturas de yoga ayudan a mejorar la función pulmonar al expandir el pecho y abrir las vías respiratorias. Las técnicas de respiración profunda y controlada, como el pranayama, pueden ayudar a calmar la mente, reducir el estrés y mejorar la eficiencia de la respiración.

Beneficios del Yoga para la salud respiratoria

  • Mejora la función pulmonar: Ayuda a expandir el pecho y abrir las vías respiratorias.
  • Reducción del estrés: Las técnicas de respiración profunda calman la mente y el cuerpo.
  • Aumento de la flexibilidad y la fuerza: Beneficia el bienestar general y la condición física.

CONSIDERACIONES ADICIONALES

Consulta con un profesional de la salud

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es fundamental que consultes con tu médico u otro profesional de la salud. Un médico o un fisioterapeuta respiratorio puede ofrecer recomendaciones personalizadas y asegurar que el ejercicio sea seguro y efectivo.

Escucha a tu cuerpo

Es importante que los pacientes con problemas respiratorios escuchen  su cuerpo y ajusten la intensidad del ejercicio según sea necesario. Si experimentan dificultad para respirar, dolor en el pecho o cualquier otro síntoma preocupante, deben detenerse y buscar atención médica.

Mantén la hidratación y la nutrición

Mantenerse bien hidratado y seguir una dieta equilibrada también puede ayudar a mejorar la función pulmonar y la salud general. Los alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios, como frutas y verduras, pueden ser especialmente beneficiosos.

Los deportes de bajo impacto son una excelente opción para pacientes con problemas respiratorios, ya que proporcionan beneficios para la salud sin causar un estrés excesivo en el sistema respiratorio. Al elegir actividades físicas adecuadas de la mano de un especialista,  y practicarlas de manera regular, los pacientes con condiciones respiratorias pueden mejorar su salud y bienestar general. Mantenerse activo no solo es posible sino altamente beneficioso, también en pacientes con problemas respiratorios.