Bodybalance, en busca del equilibrio

Esta técnica, basada en el yoga, ayuda a estirar el cuerpo y a gozar de mayor bienestar

Bodybalance es un programa de entrenamiento inspirado en el yoga, el taichí y el pilates, que ayuda a mejorar la flexibilidad y la fuerza, y que contribuye a un mejor bienestar cuerpo-mente. Creada en 1998 por Philip Mills, esta técnica combina posturas de las tres disciplinas, así como de movimientos del ballet y de las artes marciales para crear coreografías grupales que buscan equilibrar el organismo de forma integral.

Sus clases, implantadas ya en más de 9.000 clubes deportivos de todo el mundo, duran unos 55 minutos y van dirigidas a un público amplio, independientemente de la edad y de la condición física. El instructor dirige a los alumnos para que trabajen sus habilidades cinéticas, a través de 10 pistas musicales que marcaran el ritmo y la intensidad.

Se inicia con ejercicios sencillos y fluidos de taichí, que sirven para liberar tensiones acumuladas en el cuerpo, centrar la mente y calentar el organismo. Después se realizan las asanas de yoga a baja intensidad, destinadas a mejorar la flexibilidad y la fuerza. A continuación se ejecutan los movimientos de precisión y control motor del pilates para fortalecer y tonificar los principales grupos musculares. Los últimos minutos de la sesión están dedicados a la relajación y a la meditación.

Motivos para practicarlo

  1. Aumenta la flexibilidad: la amplitud de movimientos, las secuencias de posturas y la precisión de los gestos hacen que nuestro cuerpo se caliente y consiga alargarse más. Esto nos permite mantenernos más ágiles y preparados para realizar las actividades del día a día.
  2. Previene lesiones: los estiramientos contribuyen a una mayor elasticidad en los músculos, lo que prevé lesiones deportivas y facilita nuestros movimientos. Se fortalecen todos los grupos musculares, pero especialmente, la espalda y la zona abdominal, evitando dolores cervicales y lumbares, derivados de malas posturas.
  3. Mayor conciencia del cuerpo: la respiración, la concentración y la precisión para ejecutar las posiciones correctamente propician una mayor conciencia corporal, lo que se traduce en un mayor respeto y cuidado por el mismo.
  4. Corrige la postura: los movimientos de gran extensión del taichí nos ayudan a potenciar la movilidad de la columna y a estimular los órganos internos, lo que se verá reflejado en una mejora de cómo nos sentimos y movemos en el día a día.
  5. Tonifica la musculatura: los ejercicios que propone del yoga y del pilates refuerzan y ponen a funcionar los músculos de la espalda, isquiotibiales y glúteos, permitiéndonos ganar en fuerza y resistencia. Además, piernas, vientre y caderas se estiran y tonifican con la mezcla de posturas estáticas y dinámicas.
  6. Ayuda a mantener un peso saludable: en una hora de clase se consumen hasta 390 calorías, gracias a ejercicios más cardiovasculares que nos ayudan a un buen funcionamiento del corazón y a controlar el peso.
  7. Aporta calma y bienestar: Los ejercicios que despejan la mente, las secuencias que elevan el nivel de conciencia, y la relajación final mediante la respiración controlada logran reducir los niveles de estrés y propician una sensación de paz y bienestar.

Todo lo que necesitas para practicar Bodybalance es ropa cómoda (no hay que llevar calzado), algo de abrigo para cubrirte durante la parte final de meditación y una esterilla o colchoneta.

Recuerda que para gozar de un estado óptimo de salud se aconseja realizar actividad física, alimentarse de forma equilibrada y seguir unos hábitos de vida saludables.

Soluciones para la faringitis

Aprende unas recomendaciones sencillas para aliviar el dolor de garganta

La faringitis es la inflamación de la faringe, es decir, la parte de la garganta que une la boca y la nariz con la tráquea y con el esófago. Se trata de una enfermedad que aparece, especialmente, en invierno, ya que es en esta época cuando se activan los microorganismos responsables.

Aunque se cura fácilmente, requiere de un tratamiento adecuado que evite posibles complicaciones. El 95% de los dolores de garganta viene producido por el virus del resfriado común o de la gripe y, en un menor número de casos, por infecciones bacterianas y por causas alérgicas (al moho, polvo, polen…).

Los síntomas de la faringitis van desde del dolor de garganta, tos, irritación, dificultad para tragar, hasta fiebre, mocos, amigdalitis (amígdalas rojas), voz ronca y ganglios inflamados. Ante estos indicios es necesario acudir al médico para que diagnostique su causa y tratamiento más conveniente.

Consejos para el dolor del garganta

Paralelamente al tratamiento médico prescrito podemos seguir una serie de recomendaciones, que nos ayudarán a aliviar las molestias y facilitarán nuestra recuperación:

  1. Bebidas calientes: la costumbre de ingerir bebidas muy frías es culpable de muchas faringitis. Lo mejor es tomar agua natural e ingerir bebidas calientes (té de limón con miel) para prevenir la deshidratación y cuidar de la garganta.
  2. Infusiones de enebro: esta planta posee propiedades expectorantes, antisépticas y antiespasmódicas que la convierten en una solución para dolencias respiratorias. Mezcla una cucharada de bayas secas por litro de agua durante 15 minutos y bebe la tisana endulzada con miel a lo largo del día.
  3. Gárgaras de agua salada: realizar gargarismos de agua con sal es un remedio que alivia los dolores que afectan a las anginas y a la parte superior de la garganta. Pon media cucharada de sal en un vaso de agua y haz gárgaras varias veces al día (evita tragarte el líquido).
  4. Alimentos con vitamina A: la zanahoria, la achicoria, las acelgas, las espinacas, la calabaza son vegetales ricos en vitamina A, una sustancia que fortalece el sistema inmunitario y puede tratar y prevenir enfermedades del aparato respiratorio (anginas, gripe, resfriados y bronquitis).
  5. Vapores de eucalipto: este árbol calma la faringe y ayuda a eliminar los gérmenes que provocan la inflamación. Cuece un puñado de hojas en un litro de agua y aspira los vapores, tapándote la cabeza con una toalla.
  6. Evita los ambientes resecos: busca entornos poco contaminados y un poco húmedos, que no inflamen la garganta (vigila con la calefacción). Puedes usar un humificador para dar más humedad al espacio o, en su defecto, colocar platos con agua encima de estufas o radiadores (con una infusión de eucalipto en su interior).
  7. Leche con miel y cúrcuma: un remedio casero para suavizar las molestias de la faringitis es tomar un vaso de leche con una cucharadita de mantequilla, otra de miel y otra de cúrcuma.
  8. No fumes: El tabaco agrede constantemente la garganta y disminuye las defensas. Intenta no fumar y huye de los espacios con mucho humo o con el aire muy viciado, así también prevendrás el contagio.

Recuerda que una alimentación adecuada, con muchas frutas y hortalizas, te ayudará a aumentar las defensas, recuperarte antes y prevenir otras faringitis en el futuro.

¿Sabías que las sopas y purés vegetales son muy beneficiosos para la garganta? Son suaves, no irritan y aportan calor a la zona.

Postres deliciosos y saludables

Hay alternativas sanas, ricas y sin azúcar que seducirán a los paladares más exigentes

La palabra “postre” no tiene porque ser sinónimo de azúcar, chocolate y calorías. Existen multitud de recetas nutritivas, sabrosas y ligeras que son una opción idónea para las sobremesas de nuestros menús. La clave está en los ingredientes que empleemos y en la forma de preparar estos postres, dejando a un lado las harinas refinadas y la mantequilla y optando por frutas, leches vegetales y semillas.

Nuestra salud depende, en gran medida, de lo que comemos, de la actividad física que realizamos y de los hábitos que seguimos. Una alimentación rica en vegetales y baja en azúcares y grasas propiciará un mejor estado de bienestar. En este sentido, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomienda que el azúcar no supere el 5% de las calorías de nuestra dieta.

Asimismo, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia un aumento de la ingesta de azúcares libres con un mayor peso corporal, lo que puede suponer un riesgo de desarrollar hipertensión, síndrome metabólico y diabetes.

Dulces sanos y apetecibles

  1. Yogur cremoso con manzana: corta una manzana en gajos y ponlos sobre la plancha caliente para que se concentren sus azúcares y sepan más dulces. Ponlo en el fondo de un vaso y añade encima yogur batido con canela. Es un postre muy digestivo que ayuda a fortalecer la masa ósea, regular el tránsito intestinal y reducir el colesterol.
  2. Mousse vegana de chocolate: bate la pulpa de un aguacate junto con la carne de dos dátiles, dos cucharadas de cacao desgrasado en polvo y un dedo de leche de avena. Esta espuma propicia el buen funcionamiento del corazón, mejora las capacidades cognitivas y calma los estados de ansiedad.
  3. Panacota baja en calorías: cuece unas fresas a fuego bajo y deja enfriar. Diluye gelatina en agua, escurre y mezcla con 50 ml leche desnatada caliente. Bátelo con 250 gramos de queso fresco desnatado. Por último, añade las fresas y ponlo todo en flaneras. Este postre sacia y nutre con un bajo nivel calórico y, encima, aporta vitamina B, vital para nuestro sistema inmunitario.
  4. Chía coco pudin: mezcla en un bol 5 cucharadas de semillas de chía, 4 de coco rallado, 500 ml de leche de coco sin azúcar, 1,5 gramos de estevia, un mango triturado y coco laminado. Tápalo y déjalo 8 horas en la nevera. Recuerda agitarlo antes de servir.
  5. Pastel con frutos secos: dora 25 gramos de nueces peladas, 25 g de almendras y trocea 50 g de higos y 50 g de orejones. Bate 3 huevos y mézclalos con 8 cl de leche y 100 g de mantequilla derretida. Mezcla los huevos con 150 g de harina de trigo y 75 g de harina de arroz, 1 cc de cuatro especias, una pizca de sal y los frutos secos. Vierte en un molde (previamente engrasado) y mete en el horno a 160ºC durante una hora. Este bizcocho es rico en grasa sana monoinsaturada, que nos previene de enfermedades cardiovasculares y coronarias.

Como ves, es posible disfrutar de un postre dulce y sabroso sin que contenga azúcares añadidos. Comienza por habituar a tu organismo a una menor cantidad de productos dulces manufacturados y, poco a poco, aprenderás a apreciar estos pasteles caseros.

Aprovecha la riqueza que ofrece la naturaleza para elaborar nuevas recetas imaginativas.

Estimula tu memoria

La mente necesita ejercitarse, nutrirse y descansar correctamente para mantenerse sana

Muchos de nosotros solemos estar sometidos a mucho estrés, a un exceso de información y, a veces, ante la falta de tiempo, a la necesidad de hacer multitarea. Esto, a la larga, puede generar cuadros de ansiedad que producen pérdidas de atención y memoria.

Sin embargo, las pérdidas de memoria pueden deberse también a hábitos poco saludables. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el modo de vida, el sedentarismo, las dietas desequilibradas, el consumo de tabaco, el bajo nivel educativo, el aislamiento social o la inactividad mental son factores de riesgo para la aparición de deterioro cognitivo.

Cómo activar la mente

  1. Pon orden: Cuando ponemos orden a nuestro alrededor, ponemos orden e nuestra cabeza. Coloca cada cosa en su lugar, así facilitarás el trabajo a tu cerebro. Llevar una agenda, realizar lista de tareas pendientes o colgar un calendario en la cocina puede ayudarte a tener la información clasificada y ordenada.
  2. Sé flexible: “Ser abierto de mente” y adaptarse a los cambios y a las situaciones nuevas es positivo para el cerebro. Cambia de ruta para ir al trabajo, escucha a aquellos que no opinan como tú e intenta ir más allá de tus propias convicciones. Además, adoptar una actitud más permeable, tener el deseo de mejorar y descubrir cosas crea nuevas conexiones neuronales que estimulan el cerebro.
  3. Fórmate: Las personas con más formación tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. Intenta desafiarte permanentemente, discute sobre temas de actualidad, memoriza números de teléfono, completa crucigramas, aprende un idioma… Entrenando el cerebro favorecemos el rendimiento mental, las funciones y la velocidad de procesamiento.
  4. Relaciónate: Mantén una vida social activa, interactúa con otros y no te aísles, ya que lograrás más longevidad, madurez, evasión y lealtad. Los científicos relacionan un mayor aislamiento con más propensión a desarrollar depresión y demencia.
  5. Muévete más: La Sociedad Española de Neurología aconseja hacer alguna actividad física de forma regular, ya sea la práctica de un deporte, realizando paseos diarios o haciendo tareas de bricolaje o jardinería. Se ha demostrado que el baile estimula la memoria, puesto que el tener que recordar coreografías retrasa el deterioro del cerebro.
  6. Descansa: Dormir sirve para consolidar los recuerdos, seleccionar la información que habrá de descartarse y ser olvidada y para aprender las habilidades motoras. Necesitamos dormir como mínimo 8 horas diarias, porque el cerebro tiene que asimilar todo lo que ha ocurrido durante la jornada y prepararse para el día siguiente.
  7. Medita: Técnicas como el yoga, el taichí o el mindfulness se centran en la respiración consciente para aliviar el estrés y relajar la mente. Con esto, se mejora la capacidad de memoria operativa, la comprensión y la concentración en la tarea que nos ocupa el momento presente.
  8. Come sano: Realizar una alimentación saludable, evitando el exceso de grasas animales y de sal y potenciando el consumo de frutas y verduras ayuda a mantener el cerebro sano. Incluye también nueces, aceite de oliva y pescado azul, ya que son fuentes de ácidos grasos esenciales que propician el funcionamiento cerebral.
El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo y, para su correcto funcionamiento, es necesario cuidarlo de por vida.

Síndrome de Muerte Súbita del Lactante

Conoce las recomendaciones sanitarias para evitar este episodio letal en el bebé

El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es el fallecimiento inesperado y repentino de un niño menor de un año de edad, aparentemente sano, al que no se encuentra explicación.

Aunque en la mayoría de casos se desconoce la causa, suele ser el resultado de una parada cardiorespiratoria. Podría ser que el bebé no fuera capaz de despertarse, por algún problema de estimulación del sueño congénito, o que no detectara el dióxido de carbono en sangre, y “se olvidara” de respirar.

Se sabe que el 90% de los casos se produce durante el sueño, que existe un pico de presentación a los 2-3 meses de vida, que es más frecuente en los meses fríos y que se da más en varones y niños de bajo peso. Con todo, el SMSL tiene una incidencia de 1- 3 por cada 1.000 recién nacidos.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria advierte que dormir boca abajo, en colchones muy blandos, en ambiente con mucho calor o el consumo de alcohol y tabaco durante la gestación son algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de muerte súbita de los bebés.

Recomendaciones sanitarias

  1. Decúbito supino: los recién nacidos deberían dormir boca arriba, al menos hasta los seis meses de edad.
  2. Sobre una superficie rígida: es preferible que los bebés duerman solos en su cuna, sobre un colchón firme o superficie no muy blanda y sin almohadas.
  3. Cuidar la temperatura: la habitación tiene que estar a una temperatura agradable (idealmente de 20 y 22 ºC). Además, hay que evitar que el pequeño tenga excesivo arropamiento y, si tiene fiebre, no cubrirle la cabeza.
  4. Puede usar chupete: los expertos no desaconsejan el uso del chupete durante el primer año de vida, especialmente, si ya lo utiliza y está establecida adecuadamente la lactancia materna.
  5. Dejar de fumar: se desaconseja el hábito tabáquico de la madre y del padre, antes, durante y después del embarazo.
  6. Consultar con el médico: habla con el pediatra para identificar si se trata de un bebé con riesgo serio, es decir, si sufre pausas de apnea espontánea y sin causa conocida, malformaciones de la vía aérea superior, arritmias, etc.

En grupos de riesgo se aconseja la monitorización durante el sueño, ya que es el único tratamiento disponible por el momento. Consiste en medir las constantes del niño con un monitor de apnea, que  dispara una alarma en cuanto éstas se alejan de la normalidad. La activación del aparato permite a los padres realizar maniobras de estimulación al niño.

La muerte súbita sigue siendo objeto de estudio por el desconocimiento que se tiene sobre ella.

Recupérate de los excesos navideños

Una alimentación sana y la práctica de ejercicio te ayudarán a volver a tu peso.

Seguramente las navidades nos han cubierto de regalos, momentos entrañables y suculentas y abundantes comidas. Pero, aunque en alegría, esto también puede traducirse en digestiones pesadas, acidez y sedentarismo. Es momento de volver al redil, superar los excesos y ponernos en forma de nuevo.

Una alimentación equilibrada y hacer actividad física diaria serán las claves para recuperar o mantener un peso saludable. No tengas prisas por ‘desintoxicarte’ ni por perder kilos en poco tiempo. Se trata de un proceso de recuperación y aprendizaje de hábitos sanos que, a largo plazo, nos ayudarán a estar mejor física y emocionalmente.

Operación post-navidad

  1. Actívate: calienta con ejercicios cardiovasculares, como caminar, aunque sea en el sitio, levantando bien las rodillas o subiendo y bajando escaleras, o en una bicicleta estática durante 10 minutos.
  2. Tonifica abdominales: boca arriba con rodillas flexionadas. Despega los hombros del suelo mientras espiras y baja sin llegar a apoyar en el suelo. Después, sube el tronco y estira alternativamente las piernas manteniéndolas en el aire. Haz 3 series de 25 repeticiones.
  3. Mueve las piernas: realiza lunges para trabajar todos los músculos de las piernas. Da una zancada amplia, baja la rodilla de la pierna retrasada hasta que toque casi el suelo. Vuelve a la posición inicial. Repite 25 veces antes de cambiar de lado. Haz tres series.
  4. Máximo esfuerzo: termina esta rutina de ejercicios con un súper esfuerzo cardiovascular realizando 10 burpees en el menor tiempo posible. En cuclillas, echa las dos piernas hacia atrás con los pies juntos y haz una flexión. Recoge las piernas para volver a la posición inicial. Levántate de un salto y da una palmada en el aire.
  5. Vuelve a la alimentación sana: no es necesario que hagas un régimen estricto durante meses. Basta con volver a los menús equilibrados y completos como los de la dieta mediterránea habitual. Esto es, comer cinco veces al día, tomar 5 raciones de frutas y verduras, beber mucha agua y abstenerse de los dulces y el alcohol durante una temporada.

Realiza esta tabla de entrenamiento 3 días a la semana durante 15 días. Pero, sobre todo, ve poco a poco, empieza con sesiones más suaves o distancias más cortas.

Antes de recurrir a dietas milagro o regímenes estrictos de dudosa efectividad, consulta con un  nutricionista.

Tabla para fortalecer el vientre

Te contamos los ejercicios básicos para tener unos abdominales y una cintura firmes

El riesgo de obesidad depende, en gran medida, de la localización de la grasa acumulada en el abdomen. Las personas que tienen un aumento de su perímetro abdominal presentan un incremento importante del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, mantener el peso dentro de unos límites razonables es vital para el buen funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, el metabolismo, los huesos y otros órganos del cuerpo.

Asimismo, llevar una alimentación equilibrada, rica en vegetales y baja en grasas saturadas, y practicar ejercicio físico de forma regular son las claves para evitar el sobrepeso y la acumulación de grasa en el vientre.

Ejercicios para tonificar la cintura

Te proponemos algunos ejercicios sencillos que pueden ayudarte a fortalecer abdominales y flancos:

  1. Escalador

El escalador o mountain-climber sirve para movilizar el aparato cardiovascular. Colócate en posición de plancha e intenta tocar la rodilla con el codo, alternando los movimientos de piernas. Trata de mantener la cabeza alineada con la espalda, de manera que el cuerpo quede recto como una tabla. Realiza 15 repeticiones con cada pierna. Escalador

  1. Isométricos

Son ejercicios que no requieren movimientos, únicamente adoptando y manteniendo una posición un tiempo. Primero haz 3-4 planchas de cara al suelo, apoyando los antebrazos y de 30 a 60 segundos cada una. Luego repite otras tantas poniéndote de lado, colocando los codos en línea con el hombro y la espalda y la cabeza alineadas. Isométricos

  1. Oblicuos

En el suelo, sobre un costado y con un antebrazo apoyado y el otro elevado, trata de elevar el tronco 15 veces. Realiza el ejercicios tres veces en cada lado. Para hacer este movimiento correctamente mantén las piernas a unos 15 centímetros del suelo, con el brazo en flexión y la mano detrás de la cabeza.

  1. Codo-rodilla

Túmbate sobre la espalda y haz abdominales clásicos, pero elevando una pierna cada vez, como si pedalearas.  Lleva el codo a la rodilla contraria hasta tocarla. Haz tres series de 20 repeticiones. Codo-rodilla

Te animamos a que realices esta rutina tres veces por semana, en casa o en el lugar que quieras.

Alimentación macrobiótica, comer para sentirse bien

Es un modo de alimentarse basado en la moderación, el equilibrio y la conciencia

La alimentación macrobiótica es una manera de comer que se basa en el principio oriental de equilibrio del Yin y el Yang, según el cual dentro de todo ser vivo conviven proporcionalmente dos fuerzas: la quietud frente a la actividad.

La macrobiótica fue presentada por el pensador japonés George Ohsawa, quien consideraba este patrón alimenticio como una “higiene de vida” y un régimen justo, que respondía a las leyes de la naturaleza y que podía mejorar el estado de salud.

Siguiendo esta premisa, ​los alimentos se clasifican de acuerdo a estas dos categorías (Yin o Yang) y teniendo que estar lo más equilibrados y lo más cerca posible a las necesidades de la sangre: 5 Yin (dulce) por un Yang (salado). Cuanto más alejado está un alimento de la composición fija de la sangre, mayor es el esfuerzo digestivo que tenemos que hacer, lo que a la larga puede causar algunas enfermedades.

Ohsawa opinaba que, de la misma manera que cuando se bebe demasiado alcohol el juicio se modifica, cualquier alimento introducido en el organismo puede producir emociones negativas como angustias o agresividad, o sensaciones agradables, como mayor concentración y optimismo.

Claves de la alimentación macrobiótica

Para alcanzar un estado óptimo de bienestar, Ohsawa proponía nutrirse de forma mesurada y  sólo con lo que requiere el organismo.

  1. Comer con moderación: ingerir alimentos solo cuando se tiene hambre y la cantidad necesaria. Hay que ser consciente de que, fuera de eso, el resto son excesos, aunque sean placenteros.
  2. Consumir productos locales y de temporada: tomar productos provenientes de nuestro entorno más próximo y de temporada, ya que éstos contienen menos sustancias químicas, respetan el medio ambiente y nos reportan más nutrientes.
  3. No abusar de los azucarados: aconseja consumir escasa y puntualmente azúcar, chocolate, lácteos y estimulantes como café y té negro. Estas sustancias se consideran yin o expansivas, es decir, que alteran el sistema nervioso y, a largo plazo, disminuyen el estado anímico.
  4. Vigilar con la comida procesada: consumir de forma esporádica u opcional embutidos, snacks y comida rápida, puesto que contienen numerosas calorías y pocos nutrientes. Optar mejor por cereales integrales, vegetales sin químicos y productos tradicionales.
  5. Masticar cada bocado: la macrobiótica aconseja “masticar las bebidas y beber los alimentos” y discernir en cada caso por qué se come , ¿para crecer?, ¿por placer?, ¿para curarse?.
  6. Los cereales integrales, base de nuestro menús: los cereales son el centro de esta dieta, ya que aportan todos los nutrientes necesarios para el cuerpo (hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales, grasas y agua). Así, tienen que representar entre el 25 al 40% del total de alimentos que ingerimos al día.
  7. Nada de prohibiciones: no se trata de un régimen vegetariano, se puede comer lo que se quiera, conociendo las especificidades de cada alimento para utilizarlo según las necesidades de cada uno. Decidir si tomar productos animales o no, de qué tipo, qué cantidad, etc., dependerá del resultado que se quiera obtener.

De acuerdo con su creador, si comemos siguiendo estas bases, el organismo se armoniza, física y mentalmente, sintiéndonos más vitales y enérgicos y gozando de mejor estado de salud.

El estilo macrobiótico de comer es como un camino de desarrollo personal, que mejora el estado de conciencia y la salud.

Protégete de la gripe

Sigue unos sencillos hábitos y este invierno podrás librarte del virus

La gripe es una infección vírica muy contagiosa que afecta al sistema respiratorio, sobre todo en otoño e invierno. Cerca del 75% de la población en España padece gripe o resfriado al menos una vez al año, de acuerdo con Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.

Fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, congestión, lagrimeo y faringitis leve son algunos de sus síntomas. Estas señales pueden confundirse con el catarro, sin embargo, la gripe suele aparecer en época de frío y presenta fiebres más altas y un malestar más agudo.

Se transmite por contacto directo con una persona enferma o con material contaminado, que tocamos con las manos o a través de las gotitas de saliva que expulsamos al hablar, toser o estornudar. Aunque suele curarse por sí misma entre 5 y 7 días, la gripe puede ocasionar complicaciones, especialmente, en gente mayor o personas con problemas respiratorios, inmunológicos o de corazón.

Claves para tratar y prevenir la gripe

  1. Higiene de manos: el contacto de las manos con la boca, la nariz o los ojos constituye una de las formas más habituales de contagio. Lávate con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado, y después tras haber tocado pasamanos de escaleras, pomos de las puertas, agarraderos en metro…
  2. Usa pañuelos de desechables: procura no reutilizar los pañuelos que usas al limpiarte las secreciones nasales y opta por pañuelos de papel desechables. Al toser o estornudar cúbrete bien la boca y la nariz con el codo o con el pañuelo para retener las gotitas de saliva.
  3. Cuida tu alimentación: una dieta con abundante cantidad de productos vegetales y de temporada es imprescindible para mantener el sistema inmunitario en buen estado. Incluye también yogures, ya que contienen la bacteria lactobacillus capaz de bloquear la proliferación de virus en el organismo.
  4. Evita los espacios con mucha gente: en lugares con multitudes es donde hay más facilidad para el contagio, ya que la gripe se transmite a través de gotitas de saliva que quedan en el aire. Siempre que sea posible, anda a pie al trabajo y evita los grandes almacenes y las aglomeraciones.
  5. Ventila los espacios cerrados: airea las habitaciones y las salas de tu casa y del trabajo para que los microorganismos no se concentren. Aunque haya calefacción, basta un cuarto de ahora para que el aire se renueve.
  6. Abandona el hábito de fumar: el tabaco disminuye las defensas del organismo y, por tanto, facilita la aparición del virus. Los fumadores tienen el doble de posibilidades de enfermarse y, los fumadores pasivos, también tienen mayor riesgo de infección.
  7. Descansa las horas necesarias: durante las horas de sueño el sistema inmune se recupera para hacer frente a un nuevo día y prepararse frente a posibles invasiones. Si no duermes bien serás más vulnerable.
  8. Vacúnate: según el Ministerio de Sanidad de España, la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones. Pregunta a tu médico si perteneces a algún grupo de riesgo (mayores de 65 años, personas con dolencias cardiovasculares, pulmonares, metabólicas e inmunosupresión, embarazadas, etc.).
  9. Reduce el estrés: la tensión y el nerviosismo son factores que posibilitan la aparición de la gripe o retardan su curación, al mermar nuestro sistema inmune. Igualmente, una actitud positiva permitirá incrementar las defensas y favorecer una más pronta recuperación.
  10. Bebe abundantes líquidos: ingiere más de 3 litros de líquidos al día, en forma de agua, zumos, sopas o purés, preferiblemente si son ricos en vitamina C y antioxidantes, pues ayudan a licuar la mucosidad para expulsarla mejor y a aumentar las defensas.

El tratamiento de la gripe es sintomático, es decir, va encaminado a mejorar el estado del paciente aliviando los síntomas. Puedes tomar  analgésicos para reducir la fiebre y el dolor, y mucolíticos para reducir la mucosidad.