Monta tu propio gimnasio en casa

Debemos ser creativos para no renunciar a los enormes beneficios de realizar alguna actividad física.

Se acaba el verano y vuelve a rondarnos la idea de apuntarnos a un gimnasio. Sin embargo, comienza la rutina con los quehaceres diarios y, de momento, encajar una nueva actividad en el calendario de la semana y en el presupuesto doméstico parece imposible.

Aun así, estos obstáculos no deben impedirnos mantenernos activos. Recordemos que la actividad física tiene beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales que nos ayudan a mantenernos saludables y a prevenir enfermedades demasiado prevalentes en nuestra sociedad. Y no importa la edad, ni el tipo de persona que lo practique.

La solución para continuar realizando deporte sin tener que invertir demasiado tiempo y dinero está en crear nuestro propio gimnasio en casa. Y ¿cómo hacerlo? En primer lugar, debemos elegir qué tipo de actividad queremos realizar para diseñar nuestra propia rutina. El National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH) destaca cuatro:

  • Aeróbica o de resistencia: aquella que mueve los músculos grandes, como los de los brazos y las piernas. Actividades de este tipo pueden ser, por ejemplo, correr, nadar, caminar o montar en bicicleta.
  • De fortalecimiento muscular: consiste en mejorar la fuerza, la potencia y la resistencia de los músculos. Estos son algunos ejemplos de este tipo de ejercicios: flexiones, abdominales, pesas o subir escaleras.
  • De fortalecimiento de los huesos, los pies, las piernas o los brazos: se basan en sostener el peso del cuerpo y que los músculos ejerzan presión contra los huesos. Este tipo de actividades ayudan a fortalecer los huesos. Pueden ser correr, caminar, levantar pesas, etc. La diferencia con las actividades aeróbicas depende de si obligan al corazón y a los pulmones a trabajar más que de costumbre.
  • Estiramientos: hacen trabajar la flexibilidad de las articulaciones. Un ejemplo de este tipo de ejercicios es tocarse los dedos con los pies o hacer yoga.

Tipo de material

Así, en función del tipo de ejercicios que formarán nuestra rutina deportiva, podremos elegir entre estos materiales:

  • Bandas elásticas: con ellas puedes desarrollar fuerza muscular y aumentar movilidad articular, entre otros beneficios. También puedes utilizarlas durante los estiramientos.
  • Barras: mientras levantas tu propio peso, aumentarás tu resistencia, equilibrarás tu fuerza y mejorarás tu postura al ejercitar los músculos de la espalda y el abdomen.
  • Bola de fitball: con esta pelota llena de aire puedes tonificar y fortalecer el músculo, especialmente los abdominales y la zona lumbar. También ayuda a mejorar el equilibrio.
  • Bosu: es una semiesfera que puede contribuir a mejorar tu condición física, tonificar todo el cuerpo y conseguir una mejor elasticidad, flexibilidad, agilidad y coordinación.
  • Comba: saltando a la comba beneficias tanto tu tren superior como tu inferior. También trabajarás la coordinación y la agilidad.
  • Mancuernas de diferentes pesos: un entrenamiento con mancuernas te permitirá aumentar la fuerza y también la resistencia y la velocidad. Tus huesos se fortalecerán, perderás grasa y quemarás calorías.
  • Mini trampolín: puedes realizar saltos con diferentes movimientos para quemar calorías, tonificar el tren inferior y mejorar la resistencia, la estabilidad y el equilibrio.
  • Step: subir y bajar el escalón regulable en altura te permitirá tonificar el tren inferior y ejercitar el corazón.
  • Cinta de correr, bicicleta estática o elíptica: si tu presupuesto te permite adquirir alguno de estos aparatos, son una buena forma de realizar una actividad aeróbica y de ejercitar el músculo cardiaco.

Durante la práctica de los ejercicios, es conveniente utilizar ropa y zapato cómodo y transpirable, botella de agua y toalla para secar el sudor. Como superficie de entrenamiento puedes utilizar una colchoneta o una esterilla.

Ten en cuenta que tu gimnasio doméstico no se creará de un día para otro. Poco a poco, irás integrando los diferentes elementos necesarios para completar la rutina de entrenamiento. Además, como complemento, también puedes utilizar todos aquellos materiales domésticos que encuentres en casa: paquetes, cajas o garrafas con líquido o comida (para levantar peso); el palo de la escoba (como barra), un libro con cierto grosor (como step) y una alfombra (como colchoneta). Olvídate del ascensor y utiliza las escaleras de tu portal. Como ves, tan solo es necesario un poco de imaginación.

7 entrantes refrescantes

Con verduras y frutas de temporada se pueden crear recetas ligeras y muy refrescantes.

El verano eleva la temperatura y modificamos nuestros hábitos alimentarios. Nos apetece comer de una forma más ligera. Por eso, en nuestros platos incluimos alimentos refrescantes que no impliquen una digestión excesivamente pesada.

Durante los meses del estío se cosechan una gran variedad de verduras y frutas con los que crear platos muy frescos y apetecibles. Y es que adquirirlos de temporada, nos asegura llevarnos a casa alimentos de calidad, con un gran sabor y a muy buen precio.

Ideas para abrir boca

Puede parecer que las ensaladas son la única opción gastronómica del verano. Sin embargo, contamos con un amplio recetario de entrantes que abrirán el apetito de tus comensales. Estas son algunas ideas para anotar:

Gazpacho: pica 1 tomate, 1 cebolleta, 1 pimiento, 1 pepino y 1 cabeza de ajo y coloca todos los trozos en un recipiente. Pica miga de pan y añádela. Sazona y vierte un chorro de aceite y de vinagre. Tritura todo el conjunto y luego cuélalo. Enfríalo en el frigorífico y sírvelo bien frío.

Vichyssoise: limpia y trocea la parte blanca de 4 puerros, 1 cebolla y 2 patatas. Rehoga primero el puerro y la cebolla y después las patatas. Cuando todo esté cocido, añade caldo de ave, verdura o agua y déjalo cocer 20 minutos. Después, retira parte del caldo y tritura el conjunto. Finalmente, añade nata o leche y utiliza el caldo retirado antes para darle el espesor que desees. Guarda la vichyssoise en la nevera y sírvela fría.

Volovanes rellenos de ensaladilla rusa: limpia 2 patatas y 1 zanahoria. Cuécelas junto con 1 huevo. Trocea los 3 alimentos y mézclalos. Agrega unas aceitunas y un poco de bonito desmigado. Aliña el conjunto con un chorrito de aceite y vinagre. Después, añade mayonesa. Cuando la ensaladilla esté lista, rellena los volovanes con ella. No lo hagas con mucha antelación porque el hojaldre se reblandecerá.

Hummus con palitos de zanahoria: tritura garbanzos cocidos, 1 diente de ajo y zumo de medio limón hasta que quede una masa espesa. Añade tahini (crema de sésamo) y comino molido y bate. Una vez coloques la masa en el recipiente final, añádele un chorrito de aceite y coloca unas aceitunas negras en el centro. También puedes espolvorearlo con pimentón rojo (dulce o picante). Aparte, lava y trocea en forma de bastones 2 zanahorias y colócalas junto al hummus.

Tostada de salmón con queso y miel: mezcla queso de untar, nata líquida y miel. Aparte, trocea salmón ahumado en tiras. Extiende la crema en el pan tostado y coloca las tiras de salmón enrolladas encima.

Brocheta de melón con jamón: trocea en cubos el melón y corta por la mitad las lonchas de jamón ibérico . Crea la brocheta alternando los dos alimentos. Elabora un aliño con sal, vinagre suave y semillas de calabaza.

Salpicón de mejillones: cuece los mejillones para que se abran y reserva el agua colada. Cuando enfríen, separa las conchas y retira la de arriba. Aparte, trocea 1 cebolleta, 1 tomate, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo y 1 diente de ajo. Alíñalas con aceite de oliva, vinagre y sal. Mételo en el frigorífico media hora para que macere. Después, rellena cada concha de mejillón con la mezcla de verduras aliñadas.

Como ves, las opciones son muy diversas y variadas. Tan solo tienes que probar y encontrar la que mejor se ajuste a tus preferencias. Así que este verano, entra en la cocina y diviértete creando.

Viajar seguros en coche con niños

La movilidad y flexibilidad que permite el coche lo hacen un candidato ideal para los viajes de verano.

Verano: época de vacaciones. Disponemos de más tiempo para viajar, ya sea para estar con la familia o para conocer aquellos rincones que hacía tiempo que ocupaban nuestra agenda. Ya sea por tierra, mar o aire, durante estos meses estivales, aumenta el número de desplazamientos.

Por regla general, los europeos eligen principalmente el turismo para realizar sus viajes. Permite una mayor movilidad y flexibilidad. Dos ventajas que valoran sobremanera las familias que viajan con niños. Y es que elegir el coche da la posibilidad de improvisar y explorar destinos que no estaban inicialmente previstos. Además, no es necesario adecuar el número de enseres del equipaje al tamaño o peso de la maleta, sino del maletero. Y, por último, proporciona una mayor intimidad y libertad de horarios.

Consejos para desplazamientos seguros en coche

Por regla general, viajar con niños complica un poco la organización del viaje. Con todo, además de disponer todo lo necesario para los más pequeños, buscamos que el desplazamiento en cuestión sea seguro. Y, aunque las carreteras y los vehículos cada vez lo son más, conviene que tomemos una serie de precauciones:

  • Utiliza sistemas de retención infantiles homologadas. En función de la edad de tu hijo, debes disponer de portabebés, cucos o capazos homologados para bebés con necesidades especiales, sillas para bebés y niños, alzadores y cinturones de seguridad.
  • Usa correctamente los sistemas de retención infantiles. Aprende a instalar estos sistemas y familiarízate con ellos. Pueden prevenir entre el 50% y el 70% de las lesiones graves y mortales.
  • Cuidado con los airbags. Nunca instales una silla para bebés o niños frente a un airbag frontal, excepto si lo has desactivado.
  • Viajar en sentido contrario a la marcha. Hasta que el bebé no cumpla 15 meses y pese más de 10 kg, no puede viajar mirando hacia delante. Incluso es aconsejable que continúe haciéndolo, al menos, hasta los 4 años.
  • Asiento elevador con respaldo (a partir de los 4 años) hasta los 36 kg. Asegúrate de que el cinturón de seguridad está adecuadamente colocado a través de las zonas del cuerpo más resistentes: caderas, parte central del esternón y clavícula. Debe ofrecer una buena protección lateral para la cabeza y el tronco.
  • Cinturón de seguridad bien ajustado. Aunque el niño pese más de 36 kg, debe estar ajustado correctamente: pasa por encima de la pelvis, la parte media del esternón y la parte media de la clavícula. Si queda por encima del estómago o muy cerca del cuello, no se ajusta bien.
  • Renueva el dispositivo. En caso de accidente o colisión importante, es aconsejable cambiar el sistema de retención. Podría estar deteriorado. También conviene cambiarlo si tiene seis años de antigüedad.

Durante cualquier trayecto debemos estar descansados y es muy recomendable parar con frecuencia para cambiar de posición. Pero, ante todo, siempre debemos proteger a los hijos, nietos, sobrinos, amigos… que llevemos con nosotros en el coche. Y no importa si el trayecto es corto. Las precauciones deben ser las mismas.

Plan para sentirse 100% flexible

Realizar ejercicio, estirar y alimentarse correctamente evita la rigidez de los músculos.

Flexibilidad es la capacidad de mover con facilidad una articulación en todo su rango de movimiento. El paso de los años provoca que los músculos vayan perdiendo flexibilidad. Sin embargo, nunca es tarde para entrenarla porque hacerlo nos aporta enormes ventajas:

  • Más control y coordinación de los movimientos.
  • Rápida recuperación en la fatiga.
  • Evita sentir rigidez muscular.
  • Potencia el equilibrio postural.
  • Previene y mejora los problemas de espalda, especialmente en la zona lumbar.
  • Cura (además de prevenir), alivia y relaja los dolores musculares.
  • Disminuye e incluso elimina la tensión de los músculos.
  • Previene lesiones, gracias a una musculatura fuerte y elástica.
  • Tratamiento rápido, eficaz y menos doloroso en caso de lesión.

Plan de estiramiento

El método más común para trabajar la flexibilidad es estirar. Debemos practicar estiramientos antes y después de realizar cualquier sesión de ejercicio, pero también debe convertirse en una rutina a realizar todos los días. Tan solo se necesitan 5 o 10 minutos e incluso los ejercicios pueden espaciarse a lo largo del día.

La Harvard Medical School propone este plan con 4 tipos de estiramientos:

Estiramiento de espalda, tendones isquiotibiales y pantorrillas.

  • Coloca las manos y las rodillas en el suelo. Separa las manos a la altura de los hombros y las piernas a la altura de las caderas. Extiende los dedos.
  • Exhala mientras levantas las rodillas del suelo. Endereza las piernas sin bloquearlas hasta que crees una V invertida.
  • Mantén el cuello y la columna vertebral alineadas de forma natural, con las orejas al lado de los bíceps. Distribuye el peso de manera uniforme entre las manos y los pies.
  • Presiona los talones hacia el suelo mientras mantienes los hombros hacia abajo y hacia atrás. Si lo necesitas, dobla las rodillas ligeramente y deja que los talones se levanten del suelo. Mantén la presión y vuelve a la posición inicial.

Estiramiento de pecho, hombro y bíceps.

  • Sitúate frente a una puerta, a un brazo de distancia. Mira al lado contrario.
  • Extiende el brazo izquierdo y coloca la mano izquierda en el borde del marco de la puerta. La palma debe estar hacia delante y tocando el marco de la puerta ligeramente por debajo del nivel de los hombros. Mantén los hombros hacia abajo y hacia atrás.
  • Gira el cuerpo lentamente hacia la derecha, alejándote de la puerta, hasta que sientas el estiramiento en el pecho y en el hombro.
  • Si el estiramiento es demasiado difícil, baja el brazo sobre el marco de la puerta.
  • Mantén el estiramiento y luego vuelve a la posición inicial. Repite en el otro lado para completar el ejercicio.

Estiramiento de nalgas, cadera y muslo.

  • Acuéstate boca arriba con la rodilla derecha doblada y el pie derecho en el suelo. Coloca el tobillo izquierdo en la parte superior de la rodilla derecha. Tu rodilla izquierda debe apuntar hacia un lado. Agarra la parte posterior del muslo derecho con ambas manos.
  • Relaja los hombros y mantenlos hacia abajo y hacia atrás. Levanta el pie derecho lentamente hasta que sientas el estiramiento de la cadera izquierda y los glúteos. Mantén la tensión y vuelve a la posición inicial.
  • Repite con la rodilla izquierda doblada y el tobillo derecho apoyado sobre la rodilla izquierda.
  • Si te resulta difícil agarrar el muslo con ambas manos, coloca una cuerda o toalla alrededor de la parte posterior del muslo y sostén ambos extremos.

Estiramiento de espalda, pecho, cadera y muslo.

  • Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies juntos apoyados en el suelo. Extiende los brazos a cada lado a la altura de los hombros, con las palmas hacia arriba.
  • Aprieta los músculos abdominales y levanta ambas rodillas hacia el pecho. Luego bájalas juntas hacia el lado izquierdo. Trata de tocar el suelo o intenta acercarte.
  • Manteniendo los hombros relajados y presionados contra el suelo, mira en la dirección opuesta. Siente el estiramiento a través de su pecho y torso.
  • Para terminar, lleva ambas rodillas al centro y vuelve a colocar el pie derecho y luego el pie izquierdo en el suelo. Repite el estiramiento en la dirección opuesta.

Durante los ejercicios, debemos sentir una tensión leve, sin rebotar. Si tenemos alguna molestia, debemos retirarnos. Así, mantendremos cada estiramiento de 10 a 30 segundos y lo realizaremos entre 2 y 4 veces. En el caso de sentir alguna molestia, conviene consultar al médico para descartar una lesión o algún otro problema.

Disfruta de un baño saludable y seguro

Cuerpo y mente se benefician de una refrescante inmersión en el agua.

El agua nos atrae. Nos divierte y nos relaja a la vez. Los calores del verano se llevan mucho mejor sintiendo la brisa del mar en la playa o junto a una piscina, río o pantano que nos permita un chapuzón refrescante y divertido. No importa la edad. Lo disfrutan mayores y pequeños.

Bañarse, además de ser toda una experiencia placentera, tiene enormes ventajas en nuestra salud física y mental. En el agua, el cuerpo elimina toda sensación de peso y se relajan los problemas musculares o articulares leves o moderados. Además, cualquier movimiento en un medio acuático genera cierta resistencia que podemos aprovechar para tonificar la musculatura.

Por otra parte, el agua es un medio muy relajante. Puede ayudar en caso de ansiedad, depresión, estrés… Incluso practicar actividades acuáticas en grupo, nos aportará todos los beneficios de socializar e integrarnos, ahuyentando la soledad, la tristeza y el aburrimiento.

Baños recreativos seguros

Cruz Roja y la Federación Internacional de Salvamento y Socorrismo (ILS) recuerda que los baños recreativos implican ciertos riesgos que no deben subestimarse porque pueden poner en riesgo la vida. Destacan, por tanto, la importancia de la prevención y la educación en la seguridad en el agua.

Si sigues ciertas normas de seguridad, evitarás accidentes:

NORMAS GENERALES:

  • Los niños no deben estar solos cuando estén en el agua o cerca de ella. Vigílalos en todo momento. Si no saben nadar, asegúrate de que llevan algún dispositivo adaptado a su edad que les ayude a mantener la cabeza fuera del agua.
  • No entres de golpe en el agua la primera vez que te bañes, después de comer, de haber tomado mucho rato el sol o de haber hecho ejercicio físico intenso. La inmersión debe ser gradual. Moja primero las extremidades y, después, entra en el agua poco a poco.
  • No te bañes si te encuentras mal o estás cansado. Si te sientes indispuesto y estás en el agua, sal inmediatamente y avisa a alguien.
  • No te tires de cabeza al agua si no sabes la profundidad o si hay rocas.

NORMAS ESPECÍFICAS:

En piscinas

  • Respeta las indicaciones de los socorristas.
  • Ten cuidado con los bordes y las zonas mojadas. Puedes resbalar y causarte una lesión.
  • En trampolines o toboganes, presta atención a las señales de seguridad y de profundidad.
  • No utilices materiales que puedan poner en riesgo a otros usuarios (pelotas, objetos hinchables, etc.).
  • Respeta las normas de higiene. Dúchate antes y después de entrar en el agua.

En playas:

  • Respeta las banderas de señalización: roja es baño prohibido, amarilla peligroso (es aconsejable que el agua no sobrepase la altura de la cintura) y verde sin peligro.
  • Báñate en playas vigiladas y sigue las instrucciones de los socorristas.
  • No nades en contra de la corriente. Si sientes que te arrastra una corriente, nada de forma paralela a la playa y, cuando salgas de la corriente, nada hacia la orilla.
  • Ten precaución con los objetos hinchables. Son muy ligeros y pueden volcar o irse mar adentro muy fácilmente. Si no sabes nadar o hace mucho viento, no los uses.

En ríos o pantanos:

  • Evita bañarte en zonas de riesgo como ríos de gran caudal, pozas naturales o bajo cascadas de agua. Vigila que no haya corrientes o remolinos que puedan arrastrarte.
  • Busca carteles. Puede que haya alguno que alerte de algún peligro.
  • Utiliza un calzado especial para el agua. Evitarás el riesgo de heridas y cortes en los pies.

Ante todo, usa el sentido común y disfrutarás de un verano inolvidable repleto de experiencias.

¿Por qué limitar los snacks?

A cualquier hora del día lo que importa es elegir alimentos de calidad.

Picoteo, tentempié o snack suele identificarse con la ingesta de productos muy calóricos, ultraprocesados, con grasas saturadas y mucha sal. No parece, por tanto, una opción saludable. De ahí que la frase “picar entre horas” sea casi un pecado pensarla y, más todavía, proponerla.

Pero lo que de verdad importa es que nuestra alimentación sea de calidad. Cada vez que comamos, también cuando lo hagamos entre horas, nos conviene realizar una adecuada combinación de alimentos. Y estas son algunas máximas:

  • Comer muchos vegetales (frutas, verduras, hortalizas y legumbres) y cereales (pan, pasta, arroz).
  • Consumir más aves y pescado que carne roja.
  • Cocinar con aceite de oliva y poca sal (mejor si es yodada).
  • Usar técnicas culinarias como plancha, horno, cocido o vapor y menos fritos, empanados y rebozados.
  • Evitar comida precocinada y los alimentos con grasas saturadas, trans o hidrogenadas y aceites de coco y palma.
  • Acompañarlo con agua, la bebida más sana y la única necesaria.

6 snacks saludables

Te proponemos 6 ideas saludables para tus snacks del verano. No tendrás que renunciar a un momento de placer gastronómico, sea la hora que sea:

  1. Chips de plátano: pela la fruta y córtala en láminas, lo más finas posibles. Introdúcelas sobre una placa antiadherente en el horno ya precalentado (a una temperatura suave). Unta los trocitos con una cucharadita de aceite de oliva. Cuando el plátano tenga un color acaramelado (puede tardar entre 1,5 y 4 horas en función del grosor), puedes sacarlas y estarán listas para comer.
  1. Palitos de zanahoria con salsa de yogur: corta una zanahoria en tiras finas y colócala en un recipiente. Aparte, mezcla dos yogures, un diente de ajo picado, un poco de azúcar, sal, pimienta blanca, medio zumo de limón y aceite de oliva. Añádele un poco de cebollino picado. 
  1. Polo de mango, plátano y frambuesa: tritura un mango y un plátano. Cuela las semillas que hayan podido quedar. Tritura las frambuesas con el zumo y coloca pequeñas porciones en el fondo de cada molde y luego añade la mezcla de mango y plátano. Mete los moldes en el congelador y espera por lo menos 2 horas. 
  1. Crema de cacahuete: hornea los cacahuetes crudos y pelados en el horno a 180º hasta que empiecen a dorar (10 minutos aproximadamente). Cuando estén fríos, los trituramos hasta que se forme una crema. Guárdala en un recipiente hermético. Puede tomarla en sándwich o tostadas y combinarlo con fruta. 
  1. Palomitas de maíz caseras: unta con unas gotas de aceite la sartén y, cuando esté bien caliente, coloca los granos de maíz. Cuando empiecen a explotar, se baja la temperatura y la sartén se mueve continuamente para que los granos no se quemen. Con una pizca de sal, estarán más sabrosas.
  1. Mix de frutos secos al natural: escoge los frutos secos que más te gusten en su modalidad natural y sin procesar (que no estén fritos ni salados). Por ejemplo, puedes mezclar almendras, avellanas y nueces.

Como ves, la calidad es lo que importa. Tan solo hace falta ser un poco más originales y escoger para nuestro picoteo alimentos que nutran de una forma adecuada nuestro organismo. ¡Pica y disfruta!

La bicicleta: mantén un corazón sano

Entrenar el músculo cardiaco subidos a una bicicleta nos ayudará a controlar dolencias como la hipertensión o la diabetes.

El corazón necesita movimiento. Cuando practicamos una actividad aeróbica moderada e intensa, nuestro músculo cardiaco se hace más fuerte y bombea mejor la sangre a los pulmones y al resto del cuerpo. Más sangre hacia los músculos, más concentración de oxígeno en la sangre.

Los deportes aeróbicos son, según la Fundación Española del Corazón, los más beneficiosos para el cuidado de la salud cardiovascular. Tienen un componente importante de resistencia que los hace ideales para entrenar el aparato cardiovascular.

Entre todos los deportes aeróbicos, practicar bicicleta o ciclismo no competitivo permite mantener sano el músculo cardiaco. Ayuda a controlar factores de riesgo como la hipertensión arterial, el colesterol, la diabetes y también a mantener o incluso disminuir el peso corporal, así como a reducir el estrés.

Características del ciclismo no competitivo

Subirnos a la bicicleta nos hará movilizar los músculos de las piernas, los de las caderas y los de los glúteos. Y, si subimos alguna pendiente, también trabajaremos los de la parte superior del cuerpo.

En general, las características de este deporte aeróbico lo hacen especialmente apropiado para ejercitar el músculo cardiaco:

  • Deporte cíclico. Sigue un mismo patrón de movimiento de una manera constante. Esto te permite controlar la intensidad con la que lo practicas.
  • Diseño personalizado de la ruta. Tú eres el responsable del tipo de ruta que creas. Puedes decidir cuánto tiempo durará y qué nivel de dificultad aplicas.
  • Menor frecuencia cardiaca. El ciclismo no competitivo implica una menor frecuencia cardiaca en el umbral aeróbico/anaeróbico (zona de entrenamiento donde aguantar más o menos tiempo a una determinada intensidad/velocidad).
  • Perfecto para comenzar. Si te han diagnosticado un problema en el corazón, es una buena alternativa para comenzar a ejercitarlo. Puedes comenzar en una bici estática en casa o con un rodillo. Se puede ir progresando poco a poco en volumen e intensidad.
  • De bajo impacto. Tiene un escaso impacto en las articulaciones, fundamental en el caso de sufrir alguna dolencia de este tipo.

Para sentir los beneficios de practicar ciclismo no competitivo, la clave está en practicarlo:

  • Con regularidad. Los expertos recomiendan practicar una actividad física aeróbica con una frecuencia semanal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 150 minutos si es moderada o 75 minutos si es intensa.
  • Con la intensidad adecuada. Es importante consultar con tu médico si tienes una enfermedad cardiovascular.

Consejos antes de ponerse en marcha

Para beneficiarnos de todas las ventajas que la bicicleta puede aportar a nuestro corazón, también tenemos que tener en cuenta una serie de consejos a la hora de diseñar nuestra ruta:

  • Ponte siempre el casco.
  • Lleva ropa (culote) y calzado adecuado (con calas) y específico para realizar este deporte.
  • Hidrátate y aliméntate correctamente.
  • Si es posible, deja 2 o más horas entre la comida y el entrenamiento.
  • Evita las horas más calurosas del día.
  • Usa protección solar.
  • La postura en la bicicleta ha de ser cómoda. El cuadro, el manillar y la altura del sillín deben estar acordes con las características físicas de tu cuerpo.
  • Durante el recorrido, mueve las manos y agarra el manillar con firmeza. No fijes los codos en exceso y tampoco dejes todo el peso de la parte superior del cuerpo sobre los brazos.
  • Conoce la ruta para evitar situaciones de peligro y caídas.
  • Si sales solo, avisa a alguien del recorrido que vas a realizar y la duración.
  • Respeta las normas de circulación.
  • Adapta la velocidad al terreno.

Con todo, consulta con tu médico si tienes dudas a la hora de practicar cualquier tipo de deporte. Él te prescribirá unas recomendaciones ajustadas a tu estado de salud.

Beneficios de la lactancia

Hasta los 2 años, la salud y el desarrollo de los niños dependen de su forma de alimentación.

UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (ONU) y la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA) celebran estos días la Semana de la Lactancia en más de 170 países. Porque la alimentación de los más pequeños de la familia es una cuestión prioritaria. Especialmente durante el periodo de 1.000 días desde que comienza el embarazo y el niño cumple su segundo cumpleaños. En este corto espacio de tiempo, su salud y desarrollo dependen de ella.

La leche materna es, según los expertos, el mejor alimento. Les aporta todas las vitaminas, minerales, enzimas y anticuerpos que los niños necesitan para crecer. Promover una iniciación temprana en la leche materna es, para UNICEF, una estrategia clave para la supervivencia de miles de niños. El objetivo final: reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años, cuarto ODM (Objetivo de Desarrollo del Milenio).

Nutrientes de la leche materna

Según la OMS, la leche materna se compone principalmente de los siguientes nutrientes:

  • Grasas: 3,5 g por 100 ml de leche. Se concentran especialmente al final de cada toma y son importantes para el desarrollo neurológico del niño por su contenido en ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga.
  • Carbohidratos: principalmente lactosa (7 g por 100 ml), una gran fuente de energía. También hay otros como los oligosacáridos que ayudan a proteger contra infecciones.
  • Proteínas: con un equilibrio de aminoácidos y en menor concentración que la leche animal que la hacen mucho más adecuada para el lactante.
  • Vitaminas y minerales: incluye la cantidad adecuada de vitaminas, siempre que la madre no sea deficiente. La excepción es la vitamina D. Para compensarlo, hay que exponer al bebé a la luz del sol o proporcionarle suplementos vitamínicos.
  • Factores anti-infecciosos: como las inmunoglobulinas, los glóbulos blancos, las proteínas del suero y los oligosacáridos. Todos ayudan al bebé a protegerse de infecciones.
  • Factores bioactivos: por ejemplo, la lipasa. Ayuda a digerir la grasa en el intestino delgado. También el factor epidérmico del crecimiento, que estimula la maduración de las células de la mucosa del intestino para mejorar la absorción y digestión de los nutrientes.

Ventajas de la lactancia

La ONU recomienda que durante los 6 primeros meses de vida los lactantes se alimenten exclusivamente con leche materna. Periodo que puede extenderse hasta los 2 años e incluso más tiempo, si la madre así lo desea. De esta forma, los bebés lograrán un crecimiento, desarrollo y salud óptimos.

Sin embargo, la realidad dibuja otro panorama. En todo el mundo, únicamente el 38% de los lactantes entre 0 y 6 meses se alimentan solo con leche materna. Pese a los datos, la leche materna es un valor seguro:

  • Siempre está a la temperatura adecuada.
  • No necesita preparación.
  • Siempre está disponible, también en aquellos lugares con malas condiciones de salubridad y agua potable.

Las ventajas de la leche materna hablan por sí solas de sus beneficios:

  • Garantiza el acceso de los bebés a una cantidad suficiente y segura de alimentos asequibles y nutritivos.
  • Permite al lactante una mejor absorción de nutrientes y propiedades contra infecciones.
  • Promueve el desarrollo saludable del cerebro y un rendimiento educativo más elevado.
  • Disminuye el riesgo de obesidad y otras enfermedades crónicas.

Es útil también para las madres. Les ayuda a:

  • Prevenir la hemorragia después del parto.
  • Reducir el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario.
  • Espaciar mejor los embarazos.

Detalles del día a día que nos devuelven la alegría

Sentirnos alegres nos cambia por fuera y por dentro y puede llevarnos a la felicidad.

La alegría es una emoción básica positiva que nos hace sonreír, relacionarnos y sentir curiosidad por nuestro entorno. Cuando la experimentamos, el cuerpo cambia. Abrimos los ojos y la boca, elevamos nuestro tono de voz y, en nuestra cara, se dibuja una sonrisa. Además, nuestros músculos del pecho, la garganta y las cuerdas vocales se expanden.

Nuestra salud se beneficia ampliamente de la emoción de sentirnos alegres. Aumentamos nuestras defensas y también generamos un neurotransmisor llamado serotonina que atenúa el estrés y la ansiedad. Experimentar esta emoción positiva nos hace ser más creativos y más proclives a relacionarnos con los demás.

Sentirnos alegres y satisfechos nos puede llevar a la felicidad, tal y como resalta la psicóloga y profesora de la Universidad de California en Riverside, Sonja Lyubomirsky. Siempre y cuando combinemos esas sensaciones con la percepción de que nuestra vida es significativa y vale la pena.

Tipos de alegrías

Cada día se producen grandes y pequeños momentos que nos alegran. Puede ser por alcanzar un objetivo, observar la felicidad de alguien cercano a quien apreciamos o, simplemente, neutralizar aquello que nos hace sufrir.

Existen varios tipos de alegrías. Entre ellas:

  • La auténtica: surge de forma natural y se produce debido a una situación o logro que consideramos positivo.
  • La hilarante: aparece de manera inesperada como una reacción fisiológica o resultado del sentido del humor. Procesamos estímulos o situaciones que nos resultan cómicas.
  • La que procede de la hedonía: la sentimos cuando satisfacemos nuestras necesidades y deseos más básicos. También cuando evitamos aquello que nos produce malestar.
  • La que procede de la “eudaimonía”: es un término griego habitualmente traducido como “felicidad” o “bienestar”. Experimentamos este tipo de alegría cuando alcanzamos nuestros objetivos.

Búsqueda de la alegría

La alegría es una emoción que, con los años, puede perderse u olvidarse. Las obligaciones del día a día y las decepciones la pueden convertir en invisible a nuestros ojos. Te damos algunas claves para recuperarla:

  • No intentes buscarla demasiado. Conviene encontrar aquella felicidad que realmente sientas porque la alegría es una emoción que suele cogernos desprevenidos.
  • Expresa gratitud: reflexiona sobre lo que tienes, aprécialo y expresa tu gratitud, ya sea a viva voz o por escrito, mediante palabras o acciones.
  • Busca actividades placenteras: pregúntate qué se te da bien y con qué disfrutas. Encuentra algo significativo y placentero que hacer con cierta regularidad. Puede ser bailar o dar un paseo.
  • Comparte y conecta: organízate para realizar una actividad placentera con alguien a quien aprecies. Conectarse es una forma estupenda de sentir bienestar.
  • Expresa tus preocupaciones: esto puede significar estar ahí para un ser querido u ofrecerse como voluntario para ayudar. Contribuir y ayudar a los demás da significado a nuestras vidas.
  • Sé amable contigo mismo: cuanto más lo seas, más lo serás con los demás.

Como ves, en caso de haberla perdido, es posible recuperar la sensación de alegría. Tan solo debemos buscar esos pequeños momentos y situaciones que la potencien. Siempre sin forzarla a llegar. Es cuestión de práctica.

“La alegría nos invade, nos sorprende, nos traspasa. Es evidente y desnuda. La alegría es contagiosa”, Álex Rovira.