7 alimentos básicos para cuidar tu corazón si rondas los 50

A medida que vamos envejeciendo, debemos priorizar nuestra salud cardiovascular y mejorar nuestros hábitos alimentarios.

“Cuidar de nuestro corazón” es el gran compromiso adquirido este año para celebrar el Día Mundial del Corazón este 29 de septiembre. Es una propuesta de la Federación Mundial del Corazón (WHF) para unir a todas las personas que tengan como objetivo velar por su salud cardiovascular y la de sus seres queridos. Serán los llamados Héroes del Corazón.

Y es que mimar ese músculo que bombea sangre rica en oxígeno y nutrientes a los tejidos de nuestro cuerpo nos permite vivir una vida productiva a medida que envejecemos. Porque, tal y como explica la Asociación Americana del Corazón, los años 50 y los 60 son habitualmente épocas en las que las personas acumulan más peso y aparecen los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.

Alimentos cardiosaludables

Una de las promesas que realizan los Héroes del Corazón es comer de manera saludable. ¿Y qué hacer para conseguirlo? Hay dos premisas muy básicas:

  1. Aumentar el consumo de frutas y verduras, cereales integrales, lácteos sin grasa o bajos en grasa y proteínas saludables.
  2. Reducir los alimentos con grasas saturadas, grasas trans, colesterol, azúcares añadidos y sal.

En líneas generales, la Fundación Española del Corazón recomienda seguir una dieta mediterránea y consumir alimentos ricos en fibra y grasas saludables, reducir la sal y controlar el sobrepeso.

Estos son algunos alimentos cardiosaludables que conviene introducir en nuestra dieta con más frecuencia:

  • Aceite de oliva: contiene ácidos grasos y tiene efectos antioxidantes. Consumirlo diariamente nos permite proteger nuestro corazón
  • Aguacate: contiene grasas monoinsaturadas (saludables) y nos puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (o “malo”). De esta forma, podemos prevenir la aterosclerosis o las enfermedades coronarias (angina de pecho o infarto de miocardio). Aun así, debemos controlar su consumo porque aporta muchas calorías.
  • Brócoli: esta verdura nos proporciona una gran cantidad de vitaminas y minerales que contribuyen a eliminar el colesterol LDL, reducir la glucosa en sangre e incluso puede retrasar la aparición de la diabetes y la hipertensión arterial.
  • Fresas: nos ayudan a dilatar las arterias, a proteger el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y a controlar la tensión arterial.
  • Legumbres: si cada semana, tomamos 4 raciones de lentejas, garbanzos o alubias, reduciremos hasta en un 14% el riesgo de infarto y angina de pecho. También los niveles de colesterol LDL. Este consumo de legumbres nos ayuda a controlar el peso.
  • Nueces: tienen unos elevados niveles de ácidos grasos omega 3. Si las consumimos habitualmente crudas, sin sal y en pequeñas cantidades, nos ayudarán a reducir el colesterol, el índice de masa corporal y otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
  • Salmón: el pescado azul es muy recomendable porque contiene ácidos grasos omega-3 que nos ayudan a controlar los niveles de colesterol.

No olvides acompañar estos buenos hábitos alimentarios con la práctica de ejercicio. Una combinación de deporte y alimentación saludable es la mejor receta para que nuestro corazón goce de una salud excelente. ¡Actívate!

Retrasa la pérdida de audición relacionada con la edad

La presbiacusia afecta a la calidad de vida de las personas que la sufren, de ahí la importancia de reconocerla y acudir al médico.

La presbiacusia es la pérdida auditiva relacionada con la edad. Suele aparecer de forma gradual a medida que envejecemos. Se produce en los dos oídos y, como se produce poco a poco, las personas que la sufren no suelen ser conscientes de que su capacidad de oír ha disminuido.

No hay una única causa que explique la aparición de la presbiacusia. La más común suelen ser alteraciones en el oído interno, cambios en el oído medio y otros más complejos en las vías nerviosas que conducen al cerebro. Además, algunos problemas médicos como la presión arterial alta o la diabetes (habituales entre las personas mayores) pueden contribuir a perder audición.

La mayoría de los tipos de pérdida de la audición son irreversibles. Por ello, perder la capacidad de oír repercute sobremanera en la calidad de vida de las personas que sufren esta dolencia. Reduce su habilidad para comunicarse e incluso afecta a su autonomía. Por ese motivo, su diagnóstico y tratamiento es fundamental.

Síntomas y medidas

Algunos síntomas permiten reconocer la pérdida de audición:

  • Amortiguación del habla y de otros sonidos.
  • Dificultad para comprender palabras, sobre todo cuando hay ruido de fondo o en una multitud.
  • Dificultad para oír las consonantes.
  • Pedir frecuentemente que se hable más lento, claro y alto.
  • Necesidad de subir el volumen de la televisión o de la radio.
  • No participar en las conversaciones.
  • Evitar algunos entornos sociales.

Los expertos desconocen cómo prevenir la pérdida de audición relacionada con la edad. Pero para retrasarla, se pueden tomar una serie de medidas:

  • Protege tus orejas. Esta medida consiste en limitar la duración y la intensidad de la exposición al ruido. Por ejemplo, en el trabajo, si hay un ruido muy molesto, puedes usar tapones de plástico para los oídos u orejeras rellenas de glicerina.
  • Controla tu audición. Si consideras que estás expuesto a un ambiente ruidoso, realiza pruebas periódicas de tu audición.
  • Evita algunas situaciones ruidosas. Modera tu asistencia o participación en eventos como conciertos de rock o en actividades como andar en moto. Todas aquellas actividades en las que se produzcan ruidos muy elevados. Protégete los oídos, dales un descanso y toma medidas cuando el sonido sea tan alto que pueda afectar a tus oídos (bajar el volumen de la música o ponerte protectores auditivos).

Es conveniente que, si percibes cualquier tipo de pérdida de audición, hables con tu médico de cabecera. Realizará un diagnóstico exacto del tipo de pérdida que sufres y te sugerirá el tratamiento más adecuado.

La música, como terapia para el Alzhéimer

Una canción conocida puede hacer sentir y estimular algún recuerdo positivo a los pacientes con esta enfermedad neurodegenerativa.

Escuchar música es un placer. Sin embargo, para las personas con la enfermedad de Alzhéimer puede significar mucho más: les puede reportar beneficios emocionales y conductuales. Los expertos aseguran que, cuando oyen una canción conocida, despiertan, vuelven de su ensimismamiento, se concentran y fijan la mirada.

El Alzhéimer provoca que las células del cerebro se consuman y mueran. Es la causa más común de demencia. Afecta, concretamente, a todas las habilidades relacionadas con el pensamiento, el comportamiento y las capacidades sociales.

No hay cura para esta enfermedad neurodegenerativa. Sin embargo, no todas las habilidades se pierden al mismo ritmo. Diversas investigaciones han demostrado que las últimas áreas que sufren los efectos de esta enfermedad son dos que tienen que ver con:

  • La memoria musical.
  • Sentir emociones.

Así, las personas con Alzhéimer pueden conservar algunas aptitudes en el transcurso de la enfermedad: leer, contar historias, recordar, cantar, escuchar música, bailar y hacer manualidades, entre otras. Hay que tener en cuenta que los recuerdos que permanecen suelen ser aquellos que están unidos a una experiencia emocional intensa. Y la música, habitualmente, está muy relacionada con las emociones.

Consejos para un uso correcto

Para ayudar con música a un paciente con Alzhéimer, primero debemos consultar con un profesional. De esta forma, evitaremos hacer un uso incorrecto o excesivo. Estos son algunos consejos que pueden ayudar:

  • Música preferida. Pregúntate qué tipo de música le gusta a la persona con Alzhéimer que cuidas o cuál le trae recuerdos. Crea una lista de reproducción.
  • Elige un tipo de música para cada momento. Puedes utilizar canciones más tranquilas para calmar a tu paciente (durante las rutinas de cada mañana o en las comidas, por ejemplo) y más alegres y dinámicas para mejorar su estado de ánimo.
  • No sobreestimules. Durante la sesión musical, elimina otros estímulos que puedan interrumpir la atención de la persona con Alzhéimer. Por ejemplo, la televisión u otros ruidos de alrededor. Así que cierra la puerta y las ventanas y crea un espacio libre de ruidos.
  • Música sin interrupciones. Evita que las listas de reproducción sean interrumpidas por anuncios. Pueden confundir a la persona con Alzhéimer.
  • Incita al movimiento. Cuando estéis escuchando las canciones, incita a aplaudir o a mover los pies al ritmo de la música. Incluso, si es posible, baila con tu paciente.
  • Canta. También puedes animarle a cantar. Esto mejorará su estado de ánimo e, incluso, puede estimular recuerdos positivos.
  • Vigila. Tienes que fijarte en si disfruta con la música que le pones o todo lo contrario. Estate atento a la forma en que responde y varía la lista de reproducción para que contenga canciones que le produzcan estímulos positivos.

No solo las personas que sufren la enfermedad de Alzhéimer obtienen beneficios de las terapias musicales. A los cuidadores también les ayuda. Puede reducir la ansiedad, el estrés y la angustia. También es una forma de conectar con el paciente, ya que le permite expresar sentimientos.

"La música es una mayor revelación que toda la sabiduría y la filosofía", Ludwig van Beethoven.

Pistas para identificar el verdadero pan integral

La clave para adquirir un pan 100 % integral está en fijarse en el etiquetado y comprobar que no se ha elaborado con harina refinada.

La Fundación Española de Nutrición (FEN) define el pan integral como un “producto perecedero” que se obtiene en un proceso de 3 pasos:

Primero. Se mezcla harina integral o de grano entero, sal comestible y agua. Se amasa.

Segundo. Se fermenta la masa con especies de microorganismos propias de la fermentación panaria.

Tercero. Se cuece la masa.

Para evitar confusiones, desde el pasado 1 de julio, la legislación vigente exige que todos los panes llamados “integrales” estén elaborados con harina exclusivamente integral (independientemente del tipo de cereal que se utilice), de grano completo. Y aquellos que tan solo utilicen una proporción deberán especificar el porcentaje concreto (calculado sobre la harina total utilizada) y evitar la denominación “pan integral”.

Cómo identificar el pan integral

Para asegurarnos de que el pan que adquirimos es integral, es aconsejable que nos fijemos en el etiquetado, concretamente en la sección “ingredientes”. Aquí debemos asegurarnos de que el primer alimento que aparece en la lista es la harina de grano entero o íntegro y, después, que esta es 100 % integral. Aquellos que mezclen harina integral con refinada deberían indicar los porcentajes concretos de uno y otro.

También podemos utilizar nuestros sentidos. Estas son algunas características del pan integral que podemos percibir:

  • Es resistente y firme. Cuesta partirlo.
  • Es crujiente.
  • Al partirlo, del interior, efluyen aromas.
  • Tiene un tostado mucho más pronunciado. Se diferencia fácilmente la parte de la corteza de la de la miga.

En ocasiones, asumimos que un pan oscuro es integral. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Si la harina utilizada para elaborarlo procede del centeno, este grano es negro y crea una harina oscura, aunque sea refinada. También el salvado puede teñir la masa.

Beneficios del pan integral

El grano integral y sin refinar se compone de:

  • Endospermo: se compone principalmente de almidón.
  • Salvado: es la cáscara, todo lo que rodea al grano del cereal. Es rico en minerales como la fibra y el hierro, en vitaminas del grupo B y mejora la porción proteica.
  • Germen: es el interior del grano, la parte más oleosa y grasa. Nos aporta más vitamina B y E, y ácidos grasos.

El pan integral utiliza el grano entero, por lo que se mantienen todas las propiedades del cereal. La harina refinada, sin embargo, elimina el salvado y el germen, las partes del grano que contienen más propiedades.

Por ello, incluir en nuestra alimentación productos integrales elaborados con cereales de grano entero es una elección muy saludable. Según la Asociación Dietética Británica (BDA en sus siglas en inglés), consumirlos habitualmente está relacionado con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer del sistema digestivo y sobrepeso.

Si sufres los efectos de la menopausia, el deporte te ayudará

Practicar ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular puede reducir los efectos de la menopausia.

La menopausia es una etapa fundamental en la vida de una mujer. Sus periodos menstruales desaparecen porque los ovarios dejan de producir las hormonas de estrógeno y progesterona. Normalmente ocurre cuando se cruza la barrera de los 45 años.

Antes de llegar a la menopausia (cuando no hay periodo menstrual durante un año completo), se producen muchos cambios en el cuerpo de la mujer. Aunque a cada una le afecta de una forma diferente, estos son algunos de los síntomas que pueden aparecer años antes:

  • Desajustes en la menstruación: pueden ser más o menos duraderas y abundantes. También varía el tiempo que transcurre entre una y otra.
  • Calor o sudoración nocturna.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Sequedad vaginal.
  • Cambios de humor.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Menos cabello y más vello facial.

Beneficios del deporte durante la menopausia

Practicar deporte de forma regular es muy recomendable en todas las etapas de la vida, pero en especial durante la menopausia. Se puede convertir en un aliado indispensable para reducir los efectos físicos y psicológicos de este proceso. Te contamos algunos de los beneficios que puedes obtener:

  • Mantener un peso saludable: al llegar a esta etapa, las mujeres tienden a perder masa muscular y a ganar grasa abdominal. Realizar ejercicio físico de forma regular puede ayudar a prevenir esta situación.
  • Fortalecer los huesos: la menopausia y su consecuente reducción de estrógenos acentúa la pérdida de masa ósea. Una actividad física regular puede ayudar a mantener la densidad ósea, reducir el riesgo de fracturas y retrasar la osteoporosis.
  • Beneficiar el sistema cardiovascular: practicar ejercicio de manera regular puede mejorar la circulación de la sangre, el retorno venoso y prevenir la trombosis. De esta forma, se puede compensar la pérdida de estrógenos, que protegen a la mujer de las enfermedades cardiovasculares.
  • Control de la tensión arterial: las paredes de las arterias pierden flexibilidad con los años y aumentan los valores de la tensión arterial. El ejercicio regular controla esta situación y evita complicaciones.
  • Prevenir la diabetes tipo II: un exceso de peso puede provocar la aparición de este tipo de diabetes. Hacer ejercicio con regularidad controla y equilibra el peso. En el caso de padecer diabetes, el deporte permite mantener los niveles de glucosa.
  • Mejorar el estado de ánimo: gracias a la práctica de actividad física regular, se liberan endorfinas, hormonas creadoras de la sensación de alegría y bienestar. Practicar deporte con regularidad disminuye el riesgo de sufrir depresión y deterioro cognitivo.

Como ves, la mejor receta durante etapas como la menopausia es realizar deporte. De hecho, el Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno americano aconseja practicar una actividad aeróbica al menos 150 minutos a la semana si es moderada y 75 minutos si es intensa. También recomienda realizar ejercicios de fortalecimiento muscular, al menos, 2 veces a la semana.

Para conocer a fondo tu situación personal y el ejercicio más apropiado para ti, lo más recomendable es que consultes con tu médico. Pero recuerda la receta: más deporte, mejor calidad de vida.

Ideas para preparar granola

La granola casera es perfecta para un desayuno o merienda saludable siempre que cuides la selección de ingredientes.

La granola es una combinación horneada y crujiente de frutos secos o deshidratados, avena y otros cereales, semillas, granos y, en ocasiones, frutas secas. Se toma principalmente en los desayunos, en las meriendas o en los almuerzos a mitad de mañana combinada con leche u otras bebidas vegetales, yogur, queso o trozos de fruta fresca.

Su origen se remonta a 1836. Un médico de Nueva York, James Caleb Jackson, creó una alternativa saludable para los desayunos de sus pacientes. El resultado fue lo que llamó “granula”, unos trocitos de salvado algo espesos y sin endulzar que se empapaban en leche.

La receta de la granola actual puede tener un elevado contenido en fibra, proteínas y grasas saludables. Sin embargo, es habitual añadirle azúcar, miel o sirope, lo que empeora su perfil nutricional. En el mercado, también pueden encontrarse una amplia gama de cereales y barras de granola. Aunque se comercializan como una opción de compra saludable, en su mayoría están repletas de azúcares añadidos, grasas y sal.

Granola casera: trucos

Aun así, no tienes por qué renunciar a una granola saludable y de calidad. Te contamos algunos trucos para preparar este delicioso alimento, que puede alegrar nuestras mañanas y tardes. A la hora de seleccionar tus ingredientes, ten en cuenta lo siguiente:

  • No utilices azúcar, miel o edulcorantes. Para darle el toque dulce, puedes añadirle fruta fresca o hacer puré de dátiles con canela. Si lo que te preocupa es la textura crujiente de la granola, calentar azúcar no es la única forma de conseguirla. Utiliza claras de huevo batidas.
  • Mejor usa aceite de oliva virgen extra en su elaboración.

La receta de la granola es muy sencilla:

  1. Precalienta el horno a 110 ºC.
  2. Mezcla todos los ingredientes secos, los que tú elijas. Por ejemplo, avena seca, nueces, anacardos, almendras, semillas de girasol y de ajonjolí. Añádeles una pizca de sal y canela.
  3. Bate 3 claras de huevo en un recipiente (5 minutos) y viértela sobre la mezcla de ingredientes secos. Revuelve suavemente.
  4. Coloca la mezcla en papel antiadherente y hornea el conjunto a baja temperatura durante 1 hora. Controla cada cierto tiempo y revuelve para que no se queme.
  5. Cuando esté listo, sácalo del horno y deja que se enfríe.

Puedes elaborar una cantidad importante de granola y almacenarlo en un tarro hermético de cristal. Se conservará de forma apropiada durante 1 o 2 semanas y estará lista para consumir en el momento que desees.

La granola es un alimento sabroso con el que se puede innovar. Admite muy bien distintos tipos de ingredientes. Estos pueden ser algunos:

  • Arándanos secos.
  • Copos de coco.
  • Almendras en rodajas.
  • Semillas de chía.
  • Semillas de lino.
  • Cerezas secas.
  • Chips de chocolate (añádelas después de que se haya enfriado).
  • Semillas de calabaza.

Las combinaciones son múltiples.

Recuerda que la granola será un alimento saludable si eliges adecuadamente los ingredientes que la componen. Existen muchas alternativas al azúcar. Además, la granola debe formar parte de una alimentación equilibrada. Cuida la ración de granola que consumes cada día para no desplazar otros alimentos saludables de tu dieta. Y, ante todo, ¡disfruta una forma de cocinar sana!

¿Cómo nos ayuda la fisioterapia?

Los profesionales de la terapia física nos ayudan a mantenernos sanos, móviles e independientes.

El Día Mundial de la Fisioterapia se celebra este domingo, 8 de septiembre. Este 2019 centrarán sus esfuerzos en el dolor crónico. Sin embargo, esta fecha es y ha sido importante desde 1996 porque es una oportunidad para resaltar la importancia de la labor que ejercen los fisioterapeutas. Y es que, tal y como explica la Confederación Mundial de Fisioterapia (WCPT en sus siglas en inglés), estos profesionales mantienen a las personas sanas, móviles e independientes e intervienen en su bienestar físico, psicológico, emocional y social.

Cuando el movimiento y la capacidad funcional se ven amenazados por el envejecimiento, las lesiones, el dolor o los trastornos, los fisioterapeutas intervienen. Promocionan, previenen, tratan, intervienen, habilitan y rehabilitan. En definitiva, nos proporcionan las herramientas y los servicios necesarios para desarrollar, restaurar y mantener de nuevo ese movimiento máximo y esa capacidad funcional.

Beneficios de la terapia física

La fisioterapia puede beneficiarnos en cualquier momento de nuestra vida. Ya sea cuando percibimos un dolor de espalda, sufrimos lesiones repentinas o afecciones médicas más largas (asma o durante el embarazo, por ejemplo) y al practicar deporte. El beneficio es doble: además de tratar dolencias y patologías, también implica una acción preventiva de posibles lesiones.

Estos son algunos de los beneficios que nos proporciona una terapia física:

  • Reduce el dolor con menor necesidad de medicamentos.
  • Evita la cirugía en algunos casos.
  • Mejora el movimiento.
  • Mejora la recuperación de una lesión osteomuscular y lesiones tras sufrir un derrame cerebral.
  • Previene posibles caídas.
  • Mejora el equilibrio.
  • Trata problemas médicos relacionados con la edad.

¿Cómo se lleva a cabo la fisioterapia?

Los fisioterapeutas ejercen su profesión en diferentes ámbitos del sistema de salud, tanto en la atención primaria como en la medicina especializada: hospitales, centros geriátricos, centros de investigación, etc. También están autorizados a ejercer libremente su profesión: en clubes deportivos, asociaciones de enfermos, gimnasios, etc.

Estas son algunas de las técnicas que utilizan:

  • Masaje terapéutico: movilizar los tejidos blandos puede ayudar a relajar los músculos y a reducir la hinchazón en ciertas áreas. Es un tratamiento efectivo para aliviar el dolor asociado con lesiones deportivas. El masaje también ayuda a circular la sangre y el flujo linfático, y reduce la inflamación de los tejidos alrededor de las articulaciones inflamadas.
  • Ultrasonido: se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para tratar lesiones de los tejidos profundos al estimular la circulación sanguínea y la actividad celular. El objetivo es reducir el dolor y acelerar la curación.
  • Estimulación eléctrica: mediante esta técnica, el profesional suministra una corriente eléctrica al área afectada mediante electrodos que fija en la piel. El objetivo final es aliviar el dolor. Los electrodos hacen que los músculos se acorten. Es posible utilizar esta técnica con la terapia con láser y ultrasonido.
  • Crioterapia y terapia del calor: aplicar calor o frío puede ser útil cuando hay rigidez muscular. La terapia de calor implica aplicar compresas calientes, mientras que la crioterapia conlleva colocar bolsas de hielo o realizar un masaje con hielo.
"El cuerpo es el instrumento del alma", Aristóteles.

¿Eres sedentario por miedo a lesionarte? Te contamos algunos mitos.

Practicar deporte no provoca daños, más bien aporta muchos beneficios a nuestra salud.

Existen dos mitos sobre la actividad física y las lesiones que no tienen fundamento. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid se ha encargado de desmentirlos:

  1. Correr no desgasta el cartílago de las rodillas ni disminuye la altura de los discos vertebrales. Según los expertos, varios estudios realizados a mayores de 50 años con artrosis de rodilla comprobaron que, cuantos más kilómetros corrían, más altura tenían sus discos vertebrales.
  2. Levantar peso o hacer ejercicios de fuerza no es perjudicial para la espalda. Para los especialistas, los levantadores de peso olímpicos no sufren más lesiones que otros deportistas.

En definitiva, la actividad física no es un peligro ni provoca daños en las articulaciones ni en la espalda. Tal y como explica el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, el cuerpo no es una máquina que se va desgastando con el uso: “Los huesos y los músculos son estructuras vivas y se pueden hacer más fuertes y resistentes si le proporcionamos el estímulo que necesitan”.

Riesgos del sedentarismo

La actividad física es muy beneficiosa para la salud: reduce la mortalidad y previene enfermedades. Todo lo contrario que el sedentarismo. Cuando el cuerpo no está en movimiento:

  • Quemamos menos calorías.
  • Podemos perder masa muscular y resistencia.
  • Los huesos pueden debilitarse y perder parte de su contenido mineral.
  • Podemos tener problemas para sintetizar las grasas y los azúcares.
  • El sistema inmunitario y la circulación de la sangre pueden funcionar peor.

La salud puede verse comprometida si somos sedentarios. Estos son algunos riesgos:

  • Obesidad.
  • Enfermedades del corazón.
  • Presión arterial alta.
  • Colesterol alto.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Síndrome metabólico.
  • Diabetes tipo 2.
  • Osteoporosis y caídas.
  • Depresión y ansiedad.

Otros mitos del deporte

A la hora de practicar deporte, también existen algunas creencias que no son ciertas. El Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física (ISAF) se encarga de desmentirlas:

  • Sudar adelgaza: lo único que ocurre es que se pierden líquidos, pero se recuperan rápidamente cuando nos hidratamos.
  • Tomar azúcar antes de practicar ejercicio aumenta el rendimiento: los expertos no aconsejan consumir azúcar ni otro tipo de alimentos con glucosa de 30 a 60 minutos antes de realizar cualquier actividad física. Si lo hacemos, el páncreas liberará insulina y la combinación de insulina con glucosa puede provocar una hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre.
  • El deporte aumenta el apetito: solo ocurre si se practica ejercicio intensamente. Nuestro cuerpo consume más glucosa, que disminuye en sangre. Esta situación provoca que sintamos hambre.
  • No entrenar provoca que los músculos se conviertan en grasa: cuando una persona abandona sus entrenamientos, probablemente su grasa aumentará, también debido a una mala dieta. Los músculos se van reduciendo.
  • El agua con azúcar elimina las agujetas: son microrroturas en la fibra muscular y el dolor se puede reducir mediante una recuperación activa, un masaje deportivo, inmersión en hielo, practicando yoga y con antiinflamatorios no esteroideos cuando las agujetas hayan aparecido.

Practicar deporte significa ganar en salud. Mueve tu cuerpo y no olvides que nuestros huesos son fuertes, resistentes y se adaptan. Ante cualquier duda sobre tu estado físico, consulta con tu médico.

"Desde que nacemos el movimiento forma parte de nuestra vida. Somos movimiento. ¡Movámonos!", Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.