Chocolate: ¿qué tipo es más saludable?

El chocolate negro, al tener mayor porcentaje de cacao, aporta más fibra y energía

El chocolate, además de destacar por su increíble sabor, también destaca por sus beneficios para la salud. Y es que, a pesar de que muchos creen que el chocolate es perjudicial para el organismo, numerosas investigaciones han demostrado las propiedades saludables de este superalimento.

Eso sí, hay que tener en cuenta la cantidad y el tipo de chocolate que se consume. La Fundación Española del Corazón destaca, así, el consumo de chocolate en pequeñas porciones; basta con unos 6 gramos al día.

En cuanto al tipo de chocolate, cuanto más cacao tenga, más saludable será. Así, el chocolate negro, al tener mayor porcentaje de cacao, aporta más fibra y energía. Lo recomendable es que este tipo de chocolate tenga un 70% o más de cacao en su composición.

Sobre el chocolate con leche, según la Organización de Consumidores y Usuarios, al llevar leche, tiene más calcio y proteína que otro tipo de chocolate.

Por otro lado, el chocolate blanco no es chocolate como tal, sino una mezcla de manteca de cacao grasa con leche en polvo y azúcar. Al tener mayor cantidad de azúcar que el negro, es más dulce y tiene más grasa. Además, la Organización de Consumidores y Usuarios subraya que este tipo de chocolate tiene una textura más blanda y menos crujiente que el resto.

Existe, asimismo, aunque es poco frecuente verlo y no es tan consumido por la población, el chocolate rosa. Este no se obtiene mediante colorantes, no tiene ningún tipo de aditivos y su sabor es bastante particular.

También está el cacao soluble, que se caracteriza por tener una gran cantidad de azúcar (60-75%) y una pequeña cantidad de cacao (en torno al 20%).

Teniendo en cuenta todo esto, el chocolate negro es, sin duda, el más beneficioso para el organismo. No obstante, la Fundación Española del Corazón resalta la importancia de seguir una alimentación equilibrada y realizar ejercicio de forma habitual para aumentar las propiedades del chocolate.

Redes sociales: ¿cómo influyen en la salud mental?

Una de las principales consecuencias negativas de las redes sociales es la adicción que se puede crear a ellas

En los últimos años, el uso de las redes sociales ha aumentado a un ritmo vertiginoso, especialmente entre los adolescentes. Y es que, estas nos permiten relacionarnos, expresarnos y estar informados las 24 horas del día sin necesidad de salir de casa.

Pero, ¿qué pasa cuando se hace un mal uso de las redes sociales? ¿Cómo influyen en la salud mental? Según un estudio recogido por el Consejo General de la Psicología de España, una de las principales consecuencias negativas de las redes sociales es la adicción que se puede crear a ellas. De hecho, se estima que esta adicción afecta a un 5% de los jóvenes.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda controlar el tiempo que pasamos en redes sociales, manteniendo un equilibrio con otras actividades que no requieran el uso de dispositivos electrónicos.

Asimismo, se estima que, a lo largo de la vida, uno de cada seis jóvenes ha experimentado o experimentará un trastorno de ansiedad motivado, en parte, por el uso de las redes sociales. Y es que, las imágenes poco realistas que se publican en estas plataformas pueden provocar sentimientos de baja autoestima y búsqueda de perfeccionismo entre los adolescentes.

También, utilizar las redes sociales antes de dormir puede dificultar el sueño y provocar insomnio. Esto se debe a la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos que utilizamos para navegar por estas plataformas, que puede interferir en la calidad del sueño.

Por otro lado, el estudio recogido por el Consejo General de la Psicología de España destaca que las redes sociales aumentan el ciberbullying o acoso cibernético. Es más, un 70% de jóvenes afirma haberlo experimentado en algún momento de su vida.

ASPECTOS POSITIVOS DE LAS REDES SOCIALES

A pesar de los aspectos negativos que las redes sociales pueden tener en la salud mental, hacer un buen uso de ellas pueden proporcionarnos muchos beneficios.

En este sentido, la Organización Panamericana de la Salud subraya que las redes sociales pueden estimular un mayor número de regiones cerebrales, aumentar la memoria de trabajo y producir una mayor capacidad de aprendizaje perceptual entre los jóvenes.

De igual forma, nos permiten estar informados las 24 horas del día y mantener el contacto con las personas de nuestro entorno.

Pérdida auditiva: síntomas, causas y tratamiento

Aquellas personas con problemas de audición, lo primero que suelen notar es que ‘’oyen, pero no entienden’’

La pérdida auditiva relacionada con la edad aparece de forma gradual a medida que envejecemos. De hecho, es uno de los trastornos más frecuentes en adultos mayores y de edad avanzada. Puede ser leve, moderada, grave o profunda, y afectar a uno o ambos oídos.

Pero, ¿por qué se pierde audición al envejecer? Según el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, existen muchos factores que pueden contribuir a esta pérdida auditiva. Por un lado, puede ser consecuencia de la exposición por largos periodos de tiempo a sonidos demasiado fuertes.

También, ciertos medicamentos, o algunos problemas de salud como la diabetes o la presión arterial alta, pueden contribuir a esta pérdida de audición.

¿Cuáles son los síntomas que indican una pérdida auditiva? La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello destaca que, aquellas personas con problemas de audición, lo primero que suelen notar es que ‘’oyen, pero no entienden’’.

Asimismo, es frecuente que estas personas pidan a los demás que hablen más lento y más alto, y tengan dificultad para comprender ciertas palabras, sobre todo cuando hay ruido de fondo.

Desde Clínica Mayo destacan, igualmente, que las personas que experimentan problemas de audición suelen evitar algunos entornos sociales y, además, se abstienen de participar en las conversaciones.

Tener la televisión a un volumen muy alto es otro signo frecuente, ya que no la escuchan con claridad.

TRATAMIENTO PARA LA PÉRDIDA AUDITIVA

La pérdida de audición puede mejorar con audífonos, unos aparatos que se colocan dentro del oído o detrás de la oreja y que permiten que los sonidos sean más fuertes.

Los implantes cocleares son, según el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, otra opción. Estos aparatos electrónicos se implantan en el oído interno a través de una cirugía y dan una sensación de sonido a las personas sordas o con problemas auditivos graves.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud también manifiesta que las personas con problemas de audición pueden aprender a comunicarse mediante el lenguaje de signos, la lectura de labios o textos escritos.

¿Te gusta bailar? Descubre todos sus beneficios

El baile, además de ser muy divertido y beneficioso para la salud, puede ser la opción perfecta para aquellos que aún no saben por qué actividad física decantarse

La actividad física, junto con una alimentación saludable, es fundamental para mantener una vida sana y equilibrada. Sin embargo, a pesar de todas las opciones que existen en cuanto al deporte, muchas personas todavía no han llegado a encontrar el más adecuado para su nivel físico o que les guste más.

En este sentido, el baile, además de ser muy divertido y beneficioso para la salud, puede ser la opción perfecta para aquellos que aún no saben por qué actividad física decantarse.

Y es que, al ser un ejercicio aeróbico, el baile permite, además de quemar calorías y favorecer la pérdida de peso, mejorar la circulación de la sangre y la capacidad pulmonar.

Pero no solo eso, porque la danza es perfecta para mejorar el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas que se produce con su práctica. Problemas como el estrés o la ansiedad pueden desaparecer o disminuir.

Asimismo, diferentes estudios han corroborado la capacidad del baile para favorecer la función cognitiva y prevenir diversas enfermedades relacionadas con la demencia. De igual forma, gracias a sus movimientos, ayuda a tener unos huesos más fuertes, ya que previene la pérdida de la masa ósea, y los músculos.

Por otro lado, uno de los mayores beneficios del baile es que lo puede realizar cualquiera, independientemente de la edad. Además, como hay tantos tipos de baile, puedes elegir el que mejor se adapte a tu nivel físico.

También, mejora la coordinación de movimientos y el equilibrio y ayuda a mejorar la postura corporal, sobre todo con algunos tipos de baile, como el ballet.

Por último, las clases de baile, al realizarse con otras personas, favorecen la interacción social y la comunicación con los demás. Sin duda, es una actividad ideal para conocer gente nueva y hacer amistades.

Deporte: ¿qué haces mal al practicarlo?

Uno de los errores más frecuentes que cometemos es empezar a hacer ejercicio a gran intensidad desde el principio

Hacer deporte es muy beneficioso para la salud, tanto a nivel físico como a nivel mental. Pero, ¿puede tener contraindicaciones? Si lo hacemos mal, sí.

Y es que, en la práctica deportiva no todo vale. Tenemos que tener en cuenta nuestro nivel físico, el tipo de deporte que vamos a realizar, el tipo de ropa que debemos llevar… Todos estos factores influyen y es muy importante tenerlos presentes para no sufrir problemas mayores.

En este sentido, uno de los errores más frecuentes que cometemos es empezar a hacer ejercicio a gran intensidad desde el principio, incluso cuando llevamos mucho tiempo sin realizarlo. Debemos dejar a un lado las prisas y empezar de forma progresiva, aumentando la intensidad a medida que llevamos más tiempo.

Otro error frecuente es no llevar la ropa y el calzado adecuado. Debemos elegir prendas que sean cómodas y transpirables, que nos permitan movernos bien para hacer el ejercicio de manera correcta. En cuanto al calzado, debemos elegir unas zapatillas que se adapten bien al pie (que no queden grandes, pero tampoco pequeñas) y que sean acordes al deporte que vamos a realizar.

Asimismo, muchas veces tenemos la mala costumbre de no descansar lo suficiente cuando hacemos deporte. Es necesario dejar que los músculos se recuperen, por lo que hay que establecer unos días de descanso a la semana.

También, un error que se repite mucho es no hidratarse de manera correcta. Cuando hacemos deporte, nuestro cuerpo pierde muchos líquidos, por lo que debemos hidratarnos bien antes, durante y después de la práctica deportiva. De lo contrario, podríamos llegar a sufrir deshidratación.

Por otro lado, a menudo solemos olvidarnos de calentar antes de empezar a hacer deporte. Este aspecto es muy importante ya que, además de preparar el cuerpo tanto física como psicológicamente, nos ayuda a prevenir lesiones. De igual forma, los estiramientos antes y después de realizar deporte deben formar parte de la rutina deportiva.

Por otra parte, en muchas ocasiones, solemos realizar ejercicio incluso con alguna molestia. No debemos hacer esto bajo ningún concepto. Si tenemos dolor o inflamación en alguna parte del cuerpo, debemos acudir al especialista para que una valoración. Lo primero es la salud y, cuando ya nos hayamos recuperado al 100%, podremos retomar la actividad deportiva.

¿Cómo tener unos pulmones sanos?

Para tener unos pulmones sanos, dejar el hábito del tabaco es uno de los aspectos fundamentales

Los pulmones desempeñan un papel fundamental en el organismo, ya que son los responsable del proceso de la oxigenación  y eliminación del dióxido de carbono, en un proceso denominado ‘’intercambio de gases’’.

En la actualidad, las enfermedades pulmonares son uno de los mayores problemas para la salud. De hecho, son la causa de, aproximadamente, uno de cada seis fallecimientos en el mundo, tal y como manifiesta la Fundación Europea del Pulmón.

Para que esto deje de ser así, es importante adoptar medidas y tomar conciencia de la importancia de la prevención para frenar la mayoría de enfermedades pulmonares.

En este sentido, para tener unos pulmones sanos, dejar el hábito del tabaco es uno de los aspectos fundamentales. Y es que, el humo del cigarrillo, además de dañar los cilios del sistema respiratorio (encargados de filtrar el polvo y otras partículas en el aire que respiramos), pueden provocar una rotura de las paredes de los alveolos y, por tanto, dificultar la respiración.

Asimismo, según el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre, mantener un peso saludable también juega un papel clave. Y es que, llevar una mala alimentación puede provocar sobrepeso y obesidad, dando lugar a una posible apnea del sueño.

También realizar ejercicio físico de manera habitual ayuda a fortalecer el corazón y los pulmones, logrando que funcionen de manera más eficiente.

Por otro lado, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica destaca la vacunación antigripal y antineumocócica como una medida estrella para reducir las enfermedades pulmonares.

En el caso de la vacuna antineumocócica, puede administrarse a cualquier edad a partir de las seis semanas de vida y está especialmente recomendada para mayores de 65 años o personas con enfermedades crónicas respiratorias u otras patologías.

En referencia a la vacuna de la gripe, puede prevenirla con una eficacia del 40-60% y, en el caso de contraerla, disminuir su gravedad.

Por otra parte, desde el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre hacen hincapié en la necesidad de limitar la exposición a la contaminación del aire exterior y reducirla en espacios interiores mediante la ventilación continua de los espacios para evitar la acumulación de alérgenos, polvo y moho.

Por último, hacer ejercicios de respiración, aunque no son tan efectivos como la actividad física, también pueden ayudar a que el aire llegue de forma más profunda a los pulmones.

La hidratación y su importancia para el organismo

Un 36% de españoles reconoce consumir menos líquido del recomendado, siendo esta cifra más alta en los hombres (43%)

Muchas veces se habla de la importancia de llevar una alimentación saludable para gozar de buena salud… Pero, ¿tenemos en cuenta la hidratación? A veces no.

De hecho, gran parte de la población española no consume la cantidad diaria recomendada de agua, a pesar de ser un factor clave en el buen funcionamiento del organismo. En concreto, un 36% de españoles reconoce consumir menos líquido del recomendado, siendo esta cifra más alta en los hombres (43%).

En este sentido, los nutricionistas recomiendan beber entre 1,5-2,5 litros diarios de agua, pero esta cantidad puede variar en función de la edad o la actividad física. Por ejemplo, una persona que realiza ejercicio físico, deberá incrementar la ingesta de líquido antes, durante y después de la práctica deportiva.

Y es que, según la Sociedad Española de Cardiología, en condiciones normales, una persona puede perder por la respiración y la piel más de medio litro de agua, pero con el ejercicio físico se eleva hasta litro y medio, pudiendo provocan deshidratación, por lo que es importante compensar la pérdida de líquidos.

Así, la Real Federación Española de Ciclismo aconseja beber medio litro en los 30-60 minutos previos al ejercicio; un litro por cada hora de ejercicio durante la práctica; y medio litro por cada kilo de peso perdido al finalizar.

BENEFICIOS DE UNA CORRECTA HIDRATACIÓN

Beber suficientes líquidos favorece la eliminación de toxinas y productos de desecho, favoreciendo el equilibrio corporal. También regula la temperatura, y facilita el transporte de nutrientes.

Asimismo, mejora la digestión, regula la acidez estomacal y previene el estreñimiento. No hay que olvidar tampoco que aumenta la energía del cuerpo.

Por otro lado, a nivel mental, favorece el aprendizaje, la capacidad de atención y la memoria. Y no solo eso, sino que también ayuda a tener un buen estado de ánimo y una actitud positiva.

¿CÓMO TENER UNA BUENA HIDRATACIÓN?

La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda no esperar a tener sed para beber, aumentar el consumo de frutas y verduras, ya que contiene bastante líquido, beber agua principalmente, beber más líquido en épocas de calor y cuando se realiza ejercicio físico, así como mantener las bebidas a una temperatura moderada.

Resistencia a los antibióticos: ¿qué debes saber?

Cuando las bacterias ya no responden a los antibióticos, se produce la llamada resistencia antimicrobiana

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar infecciones bacterianas. Cuando las bacterias ya no responden a los antibióticos, se produce la llamada resistencia antimicrobiana.

En la actualidad, la resistencia a los antibióticos está en niveles extremadamente peligrosos en todo el mundo. Esto se debe, según la Organización Mundial de la Salud, a que a diario aparecen y se propagan a nivel mundial nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro la capacidad para tratar determinadas enfermedades infecciosas.

Por ello, como los antibióticos son cada vez más ineficaces debido al avance de la farmacorresistencia, se necesitan, de forma urgente, nuevos antibacterianos que se utilicen de forma adecuada.

Y es que, una de las causas de la resistencia a los antibióticos es el uso inadecuado y abusivo de estos. De hecho, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos subraya que las personas solemos utilizar antibióticos cuando no son necesarios. Por ejemplo, para tratar infecciones de oído, dolor de garganta, resfriados… u otras afecciones causadas por virus, que no se deben tratar con antibióticos.

También influye no tomar el medicamento tal y como indicó el profesional sanitario. Y es que, muchas personas no hacen caso de las recomendaciones y no toman las dosis establecidas, dejan de tomar el medicamento antes de tiempo o, por el contrario, extienden su uso más allá del pautado por el médico.

Asimismo, también es importante recalcar que, en muchas ocasiones, las personas toman antibióticos que se les ha recetado a otras, lo que puede provocar efectos secundarios o que la enfermedad empeore aún más.

Por otro lado, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos destaca la exposición de fuentes alimenticias como otra de las causas de la resistencia antimicrobiana. Y es que, los antibióticos son usados en agricultura, lo que puede dar lugar a bacterias resistentes en el suministro de alimentos.

Por todo ello, desde la Organización Mundial de la Salud insisten en: perfeccionar el uso de antibióticos, reforzar la vigilancia, cumplir con la legislación sobre el uso de antibióticos, y reducir la incidencia de las infecciones.