¿Puede el estrés causar gases? Descubre cómo evitarlos

Los gases pueden ser dolorosos, si no se expulsan con normalidad, o simplemente incómodos por el entorno social

¿Sabías que a nuestro sistema digestivo le llaman también “segundo cerebro”? Seguramente ya sabías que ante situaciones preocupantes o estresantes, como un examen, una entrevista de trabajo… tu intestino puede responder con diarreas o nudo en el estómago.

El cerebro y el intestino utilizan la serotonina, conocida como la hormona del bienestar o de la de la felicidad, como neurotransmisor, por lo que su déficit puede provocar problemas psicológicos como digestivos.

Pero quizás no seas consciente de que el estrés también puede provocar la formación de los tan molestos gases intestinales. Gases que en ocasiones pueden ser dolorosos, si no se expulsan con normalidad, o simplemente incómodos por el entorno social.

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), los gases pueden ser una manifestación de enfermedades tales como:

  • Intolerancias a determinados alimentos (por ejemplo, la intolerancia a la lactosa o a la fructosa).
  • Alteraciones en la microbiota (flora intestinal), como por ejemplo al consumir determinados antibióticos que pueden modificar el equilibrio entre las bacterias del colon.
  • La enfermedad diverticular del colon, así como algunos tipos de síndrome de intestino irritable.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) enumera entre los síntomas más comunes de los gases los eructos, la distensión abdominal y el dolor o malestar en el abdomen.

Pero, ¿cómo puedo aliviarlos? Siempre consulta tu caso con el especialista y, una vez descartadas causas físicas, lo ideal sería empezar por disminuir el estrés.

Eso sí, mientras abordas la causa, puedes ocuparte de ellos siguiendo los siguientes consejos:

  • Come con calma. Cuando estamos estresados, tendemos a tener más prisa por llevar a cabo nuestras tareas. Es importante realizar nuestras comidas en un ambiente relajado y agradable.
  • Evita esfuerzos y actividades sedentarias tras las comidas. Una actividad normal, como un paseo o esperar dos horas antes de acostarse tras la cena, sería lo más recomendado.
  • Evita consumir en exceso alimentos flatulentos como brócoli, repollo, legumbres, cereales con mucha fibra o bebidas gaseosas, entre otros.

Y, lo más importante, practica aquellas actividades que más te relajen. No tiene por qué ser yoga o taichí, un libro que te guste o escuchar una música que te de buenas vibraciones podría ayudar a bajar tus niveles de estrés.

Salmonelosis: cómo evitarla y qué hacer si me intoxico

La salmonelosis causa nauseas o vómitos, fiebre, diarrea que puede ser acuosa o sanguinolenta y dolor abdominal

La salmonelosis es un tipo de intoxicación alimentaria causada por la bacteria Salmonella (bacterias que por lo general viven en los intestinos de los animales y humanos y se expulsan a través de las heces).

Los síntomas de la salmonelosis son:

  • Nauseas o vómitos
  • Fiebre
  • Diarrea que puede ser acuosa o sanguinolenta
  • Dolor abdominal

Según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), estos síntomas son relativamente leves. Sin embargo, en algunos casos, particularmente en niños pequeños y en ancianos, la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida.

Además, pueden comenzar entre las 6 y 72 horas después de la ingesta accidental de Salmonella. Habitualmente la enfermedad dura entre 2 y 7 días.

Entre los alimentos que causan la salmonelosis, tal y como indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se encuentran los huevos y productos a base de huevo crudo o poco cocinados, la carne cruda o poco cocinada, especialmente de aves de corral, la leche y productos lácteos no sometidos a tratamientos que eliminen la bacteria, así como agua contaminada, frutas y hortalizas crudas poco higienizadas.

En este sentido, se pueden tomar algunas precauciones como lavar bien las frutas y verduras antes de comerlas, cocinar bien las carnes y pescados, no beber leche sin pasteurizar, cocinar los huevos hasta que la yema esté bien cuajada y lavar las manos, cuchillos y demás utensilios de cocina tras el contacto con alimentos crudos.

Pero, ¿qué hacer si sufrimos una intoxicación?

Es importante llevar a cabo un repaso de la comida que hemos ingerido en las últimas 6 horas. En principio, la salmonelosis no debería durar más de una semana, por ello, permanece atento a los síntomas. Bebe mucha agua, evita los alimentos grasos, las comidas copiosas y descansa. Y si los síntomas persisten durante varios días o hay presencia de sangre en las heces, acude a tu médico lo antes posible para que pueda hacerte un buen diagnóstico.

Tips para controlar la frecuencia cardiaca

La frecuencia cardiaca normal en reposo oscila entre los 50 – 60 y los 100 latidos por minuto, aunque con diferencias, según las características fisiológicas de cada persona

Llevar un estilo de vida saludable y realizar ejercicio físico son dos aspectos fundamentales que ayudan a mantener la frecuencia cardiaca en sus niveles óptimos.

Según la Fundación Española del Corazón, la frecuencia cardiaca es el número de veces que se contrae el corazón durante un minuto. Para el correcto funcionamiento del organismo es necesario que el corazón bombee la sangre hacia todos los órganos, pero además lo debe hacer a una determinada presión (presión arterial) y a una determinada frecuencia.

La frecuencia cardiaca normal en reposo oscila entre los 50 – 60 y los 100 latidos por minuto, aunque con diferencias, según las características fisiológicas de cada persona.

Medir y controlar las pulsaciones no es complicado y resulta de vital importancia, especialmente en personas hipertensas o que padecen alguna dolencia cardiaca. 

La frecuencia cardiaca se puedes medir,  tomando el pulso en la muñeca y tal y como explica la Sociedad Española de Cardiología y debido a que varía con la actividad, siempre debemos medirla sentados, en reposo y en un ambiente templado. Además, se recomienda no haber consumido cafeína en las horas previas a la medición.

Dependiendo de la edad, el sexo y el ejercicio físico,la frecuencia cardiaca es diferente.

Pulsaciones normales en reposo en mujeres y según edad

En general, la frecuencia cardiaca de las mujeres es ligeramente superior a la de los hombres.

Entre los 20 y los 29 años, la frecuencia en reposo normal estaría entre los 78 – 94 latidos / pulsaciones por minuto.

En la siguiente década, de 29 a 39 años, se considera normal 80 – 96 pulsaciones por minuto (ppm). A partir de esta edad y hasta los 49 años, lo normal está entre 80 – 98 (ppm).

Con más de 50 años, 84 – 102 ppm se consideraría dentro de los límites normales saludables.

Pulsaciones normales en reposo en hombres y según la edad

En el caso de los hombres, las pulsaciones por minuto son algo inferiores que en las mujeres.

Los más jóvenes, de 20 a 29 años, el pulso en reposo puede oscilar entre las 70 y las 84 ppm, aunque un ritmo de latidos algo inferior (entre 62 – 68 ppm) se considera ideal.

A medida que la edad aumenta, las pulsaciones suelen experimentar un leve crecimiento: 74 -84 ppm en hombres de 30 a 39 años, 74 – 88 en los de 40 – 49 y 76 – 88 en los mayores de 50.

Hay que insistir en que en cualquier caso se trata de datos aproximados que, además, pueden variar en el transcurso de un mismo día y siempre dependiendo de las características físicas de cada persona.

Pulsaciones normales en reposo en deportistas

La actividad física, especialmente si es intensa, exige un esfuerzo extra de bombeo al corazón y es totalmente normal que las pulsaciones se aceleren al hacer deporte.

En el momento del esfuerzo, las pulsaciones de un deportista se elevan de manera notable y, una vez finalizado, recuperan poco a poco su ritmo normal.

Ya en reposo, el corazón de un deportista puede estar por debajo de lo considerado normal (menos de 50 ppm) y como media general suele situarse en torno a las 60 ppm

Para reducir la frecuencia cardiaca es necesario llevar un estilo de vida saludable, limitar el consumo de alimentos estimulantes como la cafeína, hacer ejercicio, mantener una dieta equilibrada, limitar el consumo de alcohol y tabaco y mantenerse hidratado.

Recuerda que una frecuencia demasiado elevada podría indicar una taquicardia y si, por el contrario, es excesivamente baja se hablaría de una bradicardia. Por ello, ante cualquier duda, sobre si las pulsaciones son las adecuadas, la consulta con el cardiólogo es importante.

¿Qué puedo comer si tengo colon irritable?

Es importante realizar cuatro o cinco comidas al día y tomarse tiempo para realizarlas, al menos 20 minutos

Dolor abdominal, gases, alteraciones intestinales constantes y crónicas… son los síntomas más frecuentes del síndrome de intestino irritable o SII (también conocido como colon irritable), una alteración intestinal muy común entre adultos y adolescentes y, sobre todo, en mujeres.

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), se trata de una patología que se estima que puede padecerla hasta el 10-15% de la población y representa el 25% de las visitas a una consulta de digestivo.

No se conoce una causa única que produzca este síndrome (hay varias, como estrés, enfermedades digestivas, genética, alteraciones de la microbiota intestinal, etc.), por lo que el tratamiento se basa en mitigar las molestias y mejorar la calidad de vida de las personas.

Entre los síntomas destacan:
  • Cambios en la frecuencia y/o consistencia de las heces: períodos de diarrea, estreñimiento, o alternancia de ambos.
  • Dolor abdominal: es el principal síntoma del síndrome del intestino irritable, que suele mejorar tras la defecación.
  • Sensación de quemazón en el esófago, náuseas e incluso vómitos.
  • Vientre hinchado por distensión abdominal, gases o meteorismo.
  • Mucosidad en las deposiciones.

Respecto a la alimentación, en general, “una dieta equilibrada es la mejor opción para todas las personas con este síndrome, aunque los consejos tienen que ser individualizados”, recomienda la FEAD.

RECOMENDACIONES

No obstante, puedes seguir las siguientes pautas si crees que padeces de colon irritable:

  • Se debe evitar el consumo de tabaco y alcohol.
  • No existen alimentos prohibidos o malos. Cada persona debe identificar que alimentos le sientan peor y reducirlos o eliminarlos. Como norma general, alimentos como las especias, la cafeína, los picantes, las grasas, formadores de gas o comidas muy condimentadas deben evitarse.
  • Es recomendable beber agua y tomar frutas y verduras, sin excederse.
  • Es importante realizar cuatro o cinco comidas al día y tomarse tiempo para realizarlas, al menos 20 minutos.
  • Es aconsejable realizar 30-45 minutos de actividad física.
  • Modera el consumo de fibra insoluble.
  • Evita los alimentos ricos en grasas y las frutas cítricas.
  • Elimina el consumo de sorbitol (un edulcorante), los alimentos o especies picantes, el gas (en las bebidas), el café y el té.

No dudes en acudir a tu especialista.

¿Puedo hacer deporte si padezco asma bronquial?

El deporte llevado a cabo de forma adecuada y con un buen control del asma bronquial es muy recomendable

El asma bronquial es una enfermedad crónica que provoca una inflamación en el interior de los bronquios, que produce una estrechez más o menos importante e impide la entrada de aire a los pulmones de forma correcta.

Hay varios tipos de Asma Bronquial, según aparezcan tras un esfuerzo, por la noche al acostarse, por alergia al polvo o al polen o el asma estacional (asociado a alergias).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el asma bronquial afecta a 235 millones de personas en todo el mundo, siendo la enfermedad crónica más frecuente en niños y niñas. No obstante, un tratamiento adecuado permite tener una buena calidad de vida.

Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el asma bronquial no se cura, pero se puede tratar y controlar. Para ello debes conocer y seguir correctamente tu tratamiento y evitar los desencadenantes de una crisis.

La pregunta que se hacen muchas de las personas que sufren esta enfermedad: ¿pueden practicar deporte? la respuesta es SÍ. Los expertos aconsejan que las personas con asma bronquial realicen alguna actividad física, el ejercicio físico debe formar parte del estilo de vida de cualquier persona con Asma Bronquial, ya que aporta importantes beneficios para la salud.

Al igual que en los adultos, la práctica de ejercicio físico también está recomendada en los niños asmáticos.

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) explica que si la enfermedad no está controlada, no les va a ser posible hacer todo el ejercicio que ellos desearían, interfiriendo en sus relaciones sociales y disminuyendo su calidad de vida.

Pero, el deporte llevado a cabo de forma adecuada y con un buen control del asma es muy recomendable también en niños, porque mejora su condición física, su autoestima y amplía sus relaciones sociales.

Aquí te damos algunos consejos sobre cómo seguir practicando deporte y manteniendo el asma bajo control:

  • Adapta el tipo de deporte en función de la temporada. Si eres alérgico al polen, no es recomendable que practiques deporte al aire libre en primavera en momentos del día de máxima polinización.
  • Realiza un buen calentamiento antes de comenzar, iniciándolo de manera suave y progresiva hasta alcanzar la intensidad perseguida.
  • Ten siempre disponible la medicación de rescate y utilízala antes del ejercicio si tienes asma de esfuerzo o si te lo han aconsejado los médicos.
  • Si son deportes aeróbicos en exterior en ambientes fríos, cúbrete la boca con una bufanda/pañuelo para evitar que el aire frío entre directamente en la vía aérea.
  • Inspira por la nariz y espira por la boca. Trata de inhalar por la nariz y exhalar con los labios apretados para mejorar tu presión diafragmática y tardar más en vaciar.
  • Si notas molestias, PARA. Si sientes pitidos o tu disnea (dificultad para respirar) es muy aparente, para y recupérate. No hagas deporte justo después de una crisis o si has pasado por un proceso respiratorio y aún no estás recuperado. En todo caso, sea cual sea el lugar en el que hagas ejercicio si tienes asma, lleva siempre contigo tu medicamento broncodilatador de urgencia.

Ante cualquier duda, consulta con el médico que te puede aconsejar el tipo de ejercicio más adecuado, las mejores condiciones en las que debe realizarse y si necesitas una medicación preventiva antes de hacerlo. Y no menos importante, sé consciente de tus límites personales y aprende a distinguir si a una intensidad concreta, el riesgo de sufrir una crisis es o no asumible.

Beneficios de la natación que no te puedes perder este verano y durante todo el año

Es una práctica deportiva muy completa, puesto que se utiliza la mayoría de grupos musculares y potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad al mismo tiempo

La natación es uno de los deportes más completos que existen y, ahora con el buen tiempo, las vacaciones y el calor es un buen momento para iniciarnos en ella o bien para incrementar nuestras horas de práctica.

Si te duele la espalda y quieres fortalecerla, si quieres perder peso y no te motiva nada ir al gimnasio o si sientes el cuerpo agarrotado por estar tantas horas delante del ordenador, son motivos suficientes para tirarte a la piscina y empezar a nadar.

Según el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), practicar natación implica una acción muscular muy global y beneficia al cuerpo globalmente, ya que potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad y reduce el riesgo cardiovascular y de sobrepeso, además, es un deporte de bajo impacto para nuestras articulaciones.

Al utilizar la mayoría de los grupos musculares, es un deporte que ayuda a mantener el corazón y los pulmones saludables y también ayuda a mantener flexibles las articulaciones, especialmente el cuello, los hombros y la pelvis.

En las personas mayores, la natación también tiene grandes beneficios. Además de mantener la fuerza física, nadar mejora la coordinación motora y reduce el riesgo de sufrir caídas y roturas de caderas.

También en los niños, ya que contribuye a su desarrollo motor y cognitivo, lo que la convierte en una herramienta educativa de primer nivel.

Hay que añadir a todo ello, los beneficios para la salud mental que produce. Nadar relaja de las tensiones diarias, disminuye el aumento de tono muscular producido por el estrés, genera estados de ánimo positivos y ayuda a dejar momentáneamente “en blanco” la mente y aislarnos de los problemas.

Consejos y tips para cuidarte ante las altas temperaturas

Bebe agua y líquidos  sin alcohol a menudo y no abuses de las bebidas con cafeína, ni de los refrescos azucarados

Llega el verano y con él el calor y las altas temperaturas y no siempre es fácil realizar las actividades de nuestra vida cotidiana cuando se disparan los termómetros.

Piensa que los efectos del calor no afectan a todo el mundo por igual. Según el Ministerio de Sanidad, la canícula puede ser especialmente peligrosa para los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, los niños menores de cuatro años, las mujeres embarazadas y las personas que trabajan al aire libre.

Por ello, es importante no bajar la guardia, ser precavido y seguir algunos de estos sencillos consejos para evitar que el calor extremo pase factura a tu salud.

¿Cómo actuar antes las altas temperaturas?
  • Bebe agua y líquidos sin alcohol a menudo y no abuses de las bebidas con cafeína, ni de los refrescos azucarados.
  • Aliméntate bien. Evita las grandes comilonas y elige platos ligeros que también contribuyan a mantenerte hidratado como las ensaladas, fruta, sopas frías como el gazpacho, etc.
  • Usa protector  solar y repite la aplicación varias veces al día. Con los niños extrema las precauciones con un factor de protección elevado, evitando que estén al sol desprotegidos durante mucho tiempo. En la playa, la piscina o el parque, no pienses que estás a salvo bajo la sombrilla: ésta deja pasar parte de la radiación ultravioleta.
  • Evita realizar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
Síntomas que puedan haber sido provocados por las altas temperaturas:
  • Sequedad de piel y mucosas (oral)
  • Piel enrojecida
  • Pulso débil y/o acelerado
  • Dolor de cabeza
  • Malestar general
  • Confusión

Si presentas al menos uno de ellos, no dudes en solicitar asistencia médica.

Fresas: sana, rica y llena de beneficios

Esta fruta también ayuda a combatir el estreñimiento gracias a su cantidad de fibra

Entre las frutas preferidas por la población están las fresas. Son sabrosas, brillantes y aromáticas, por eso gustan tanto a niños y adultos, pero además nos brindan numerosos beneficios para la salud.

Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), su color es debido a unos pigmentos vegetales (flavonoides) conocidos como antocianinas.

“Las fresas constituyen una de las frutas con mayor capacidad antioxidante, la cual no sólo se debe a su contenido en antocianinas, sino también a la presencia en su composición de cantidades importantes de polifenoles (ácido elágico) y de vitamina C, la cual contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo”, señala la FEN.

Las fresas, tal y como explica la Fundación Española del Corazón, también pueden ayudar a proteger el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y a controlar la tensión arterial.

También destaca su bajo aporte calórico si se consumen solas. No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que este bajo aporte calórico, puede incrementarse notablemente si se añade zumo, azúcar o nata.

Esta fruta también ayuda a combatir el estreñimiento gracias a su cantidad de fibra y nos pone de mejor humor, por su contenido de vitamina B1.

Además, gracias a su alto contenido en Omega-3, magnesio y cobre, protegen e hidratan la piel y el cabello.

Eso sí, para que estén en buen estado deben recogerse en el momento oportuno y conservarse en buenas condiciones, tanto de almacenamiento como de temperatura.

En este sentido, la OCU recomienda elegir las fresas de piel brillante, roja y uniforme, y que tengan un rabillo bien verde.