La Importancia de la Microbiota Intestinal en la Salud

La microbiota intestinal es una comunidad diversa de microorganismos que habita en nuestro cuerpo y juega un papel crucial en múltiples aspectos de la salud

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La microbiota intestinal es una comunidad diversa de microorganismos que habita en nuestro cuerpo y juega un papel crucial en múltiples aspectos de la salud, incluyendo la digestión de alimentos, la absorción de nutrientes, la síntesis de vitaminas esenciales, la regulación del sistema inmunológico, y la protección contra patógenos al competir con bacterias dañinas. Su impacto se extiende también a la salud mental a través del eje microbiota-intestino-cerebro, influenciando el estado de ánimo y las funciones cognitivas. Desde la infancia, la microbiota contribuye al desarrollo de los sistemas corporales, mostrando su importancia en cada etapa de la vida.

OTROS ASPECTOS CLAVES PARA LA SALUD INTESTINAL
  • Permeabilidad Intestinal
    La permeabilidad intestinal describe la capacidad de la pared intestinal para permitir el paso selectivo de sustancias pequeñas hacia el torrente sanguíneo, regulada por las uniones estrechas entre las células. Cuando estas uniones se ven comprometidas, puede desarrollarse hiperpermeabilidad intestinal o “leakygut”, permitiendo el paso de toxinas y microorganismos al cuerpo, lo cual puede afectar la salud.
¿CÓMO MANTENER UNA MICROBIOTA INTESTINAL SALUDABLE?

Para promover un equilibrio saludable en la microbiota intestinal, se deben considerar varios aspectos:

  1. Consumir fibra prebiótica y alimentos fermentados
    Los prebióticos son alimentos ricos en fibra que nutren a las bacterias beneficiosas de la microbiota, ayudando a su proliferación en lugar de a bacterias perjudiciales. Algunos alimentos ricos en prebióticos incluyen alcachofas, espárragos, cebolla, ajo, puerro, banana, lentejas, garbanzos, linaza, chía, hojas verdes, etc. Por otro lado, los alimentos fermentados contienen microorganismos vivos que, al ser consumidos en cantidades adecuadas, aportan beneficios adicionales. Entre estos destacan el yogurt, kombucha, kimchi, vinagre de manzana, kéfir, tempeh y verduras fermentadas, todos sin pasteurizar.
  2. Consultar a un especialista sobre suplementos y probióticos En el mercado existen diversos suplementos y probióticos que prometen mejorar la salud intestinal, pero su calidad puede variar significativamente. Consultar a un especialista es importante para asegurarse de que el suplemento contenga las cepas de microorganismos adecuadas para tus necesidades específicas.
  3. Evitar alimentos procesados y enemigos de la Microbiota. Los productos procesados, el azúcar añadido, las frituras, los aceites hidrogenados, y el alcohol pueden reducir la diversidad de la microbiota y tener un impacto negativo en la salud intestinal. Mantener una alimentación equilibrada y rica en alimentos naturales y frescos es clave para preservar una microbiota saludable.
  4. Investigar antes de empezar dietas extremas. Una dieta extremadamente baja en calorías puede alterar la composición de la microbiota, promoviendo el crecimiento de bacterias perjudiciales. Evitar planes alimenticios extremos ayuda a mantener el equilibrio de la microbiota.
  5. Cuidado con los antibióticos. Aunque los antibióticos son esenciales para combatir infecciones, también eliminan bacterias beneficiosas. Por ello, deben tomarse solo cuando sea necesario y bajo supervisión médica, evitando automedicarse. Y acompañarlo con el uso de un probiótico.
  6. Precaución con las limpiezas de colonLas limpiezas de colon carecen de evidencia científica que respalde sus supuestos beneficios. En realidad, pueden causar deshidratación, cólicos, y en casos graves, perforaciones intestinales. Es importante recordar que el propio sistema digestivo realiza funciones de limpieza y eliminación de desechos, conocido como el complejo motor migratorio.

Con el conocimiento adecuado y siguiendo las recomendaciones de un especialista, es posible mejorar y mantener una microbiota intestinal saludable, beneficiando así nuestra salud y bienestar a largo plazo.

¿Cómo prevenir las afecciones respiratorias en invierno? La vacunación, nuestra mejor aliada

Las infecciones como la gripe o la Covid-19 son muy comunes en invierno, y la vacunación la herramienta más eficaz para prevenirlas

Es común que durante el invierno contraigamos más afecciones respiratorias, como por ejemplo la gripe, que pueden incluso evolucionar hacia casos más graves y llegar a requerir hospitalización. Ante las complicaciones asociadas a esta infección, contamos con un arma esencial que nos permite prevenir la enfermedad grave: la vacunación.

Es en invierno cuando las temperaturas bajan y proliferan los patógenos causantes de diferentes infecciones como el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, o el virus de la influenza, tras la gripe. Patologías que pueden derivar en graves complicaciones, hospitalización e incluso la muerte, especialmente en pacientes con enfermedades previas, como los pacientes con patologías respiratorias o cardiovasculares.

¿CON QUÉ VACUNAS CONTAMOS?

Para protegernos contra los virus y bacterias que provocan estos problemas respiratorios, contamos con la vacunación. En la campaña de invierno de este año, el Ministerio de Sanidad ha recomendado la inmunización frente a la gripe y la Covid-19, que son las dos enfermedades infecciosas respiratorias que más circulan durante el otoño y el invierno.

En el Calendario Nacional de Vacunación para toda la vida también se incluye la vacunación frente al neumococo para pequeños y mayores, y frente al virus respiratorio sincitial (VRS) en los menores de un año, causante de los casos de bronquiolitis en los más pequeños. La vacunación frente al VRS en los adultos se encuentra por el momento comercializada en España, no así incluida en la Cartera de Servicio del Sistema Nacional de Salud y, por ende, en el Calendario.

QUIÉNES DEBEN VACUNARSE

“La vacunación es la medida más eficaz para prevenir estas patologías y evitar sus complicaciones”, demuestran los expertos y es especialmente recomendable en algunos grupos de población. Si nos preguntamos quiénes están dentro de estos grupos, tenemos dos ramas distintas: aquellos que tienen mayor riesgo de complicaciones y los que mantienen los servicios esenciales a la comunidad y están en riesgo de contagiarse por su trabajo.

Dentro del primer grupo encontramos:

  • Personas de 60 o más años de edad
  • Niños de 5 o más años que se encuentren en centros o instituciones
  • Jóvenes a partir de 12 años que tengan condiciones de riesgo como diabetes, obesidad, hemofilia, cáncer u otras enfermedades crónicas o que conllevan disfunción cognitiva
  • Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio
  • Convivientes con personas que tienen alto grado de inmunosupresión

Por otro lado, tendríamos los casos de aquellas personas que, por su labor, son imprescindibles para los servicios públicos. En este caso tenemos:

  • Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado
  • Fuerzas Armadas
  • Bomberos
  • Servicios de protección civil

¿Qué es la Microbiota Intestinal y por qué es clave para nuestra salud?

La microbiota intestinal es una comunidad de microorganismos que coexisten con nosotros en distintas partes del cuerpo

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La microbiota intestinal es una comunidad de microorganismos que coexisten con nosotros en distintas partes del cuerpo, pero con una presencia predominante y significativa en el intestino.

Esta comunidad incluye virus, bacterias, hongos, arqueas, parásitos, protozoos y, recientemente, los obeliscos, microorganismos que, aunque aún están en fase de estudio, podrían aportar nuevas perspectivas sobre el origen de la vida y la patogénesis de ciertas enfermedades.

Esta inmensa red de vida microscópica abarca alrededor de 100 billones de microorganismos en cada persona, con más de 10,000 especies identificadas, las cuales aportan beneficios esenciales a la salud humana.

Funciones vitales de la Microbiota Intestinal

La microbiota intestinal, sobre todo la que se encuentra en el colon (95% del total), es clave para varios aspectos de la salud debido a sus funciones metabólicas y de interacción con otros sistemas del organismo. Aquí exploramos algunas de sus funciones principales:

  1. Entrenamiento del sistema inmune: La microbiota actúa como un “entrenador” para el sistema inmune, estimulándolo de forma constante para que responda adecuadamente ante agentes externos. Gracias a esta relación, nuestro cuerpo puede defenderse mejor de infecciones y controlar la inflamación en los órganos.
  2. Producción y absorción de vitaminas: Varios microorganismos intestinales participan en la síntesis de vitaminas esenciales, como la vitamina K y algunas del complejo B. Además, facilitan la absorción de nutrientes, promoviendo una digestión más eficiente y saludable.
  3. Producción de ácidos grasos y regulación metabólica: La microbiota genera ácidos grasos de cadena corta como el acetato, propionato y butirato, compuestos que ayudan a mantener el equilibrio energético y son beneficiosos para la salud del colon. Además, la microbiota influye en el control del peso, ya que algunas especies bacterianas están asociadas con un metabolismo más eficiente y con menores probabilidades de desarrollar obesidad.
  4. Generación de neurotransmisores y salud mental: La microbiota produce neurotransmisores como la serotonina, cuya mayoría (85-90%) se gestiona en el intestino. Este neurotransmisor es fundamental para regular el estado de ánimo, el sueño y el apetito. De este modo, el equilibrio en la microbiota puede mejorar la salud mental, mientras que un desequilibrio (disbiosis) se asocia con problemas como la ansiedad y la depresión.
Microbiota: Nuestra huella personal

La microbiota, además de ser funcional, es única en cada individuo, comparable a una huella digital. Compartimos microbiota con las personas cercanas, como nuestra pareja, hijos, amigos e incluso con nuestras mascotas. Además, la enorme cantidad de microorganismos que alberga el cuerpo humano supera el número de estrellas en la vía láctea y, si se dispusieran en línea, darían la vuelta a la tierra varias veces.

En resumen, la microbiota es una parte fundamental de nosotros mismos, participando en una gama de procesos críticos para la salud y, como tal, es esencial mantenerla en equilibrio a través de una alimentación adecuada, baja en azúcares y rica en fibra, evitando el estrés crónico y promoviendo un estilo de vida saludable. La ciencia sigue revelando cada día la influencia de estos microorganismos y su papel en nuestra longevidad y bienestar.

Estos son los alimentos con los que protegerás tu sistema inmunitario este invierno

La alimentación tiene un papel principal en esta protección de nuestro sistema inmune y, por tanto, en nuestra salud

Nuestro sistema inmunitario nos protege diariamente frente a esos virus externos que nos atacan y que pueden provocar enfermedades o infecciones. En invierno, la mayor presencia de patógenos y la exposición al frío constante debilita nuestra respuesta inmunitaria, y suponen un incremento de los casos de infecciones respiratorias. Es en este momento cuando toca reforzar nuestro sistema inmune, algo que puede conseguirse de forma muy simple: basta con seguir una alimentación correcta.

Unas defensas fuertes evitan que enfermemos y algunos alimentos pueden servir precisamente para mejorar su fortalecimiento. Para ello es importante seguir una alimentación variada que contenga suficientes nutrientes y vitaminas. Un reto cuando hablamos de Navidad, momento en el que no controlamos tanto lo que comemos.

¿QUÉ DEBEMOS INCORPORAR EN NUESTRA ALIMENTACIÓN? 

El primer consejo que plantean los expertos es el de comer más vegetales, y 3 piezas de frutas pues contienen vitamina C y fibra, que protege el intestino y su microbiota intestinal. También recomiendan incorporar más alimentos fermentados, como el yogurt, kéfir, Kombucha, tempe, chucrut, etc. muy ricos en microorganismos beneficiosos: probióticos, que ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal.

Asimismo, para que nuestro sistema inmunitario se mantenga, hay que seguir una alimentación con proteínas, grasas saludables, fibra, almidón resistente. Todo ello engloba a los macronutrientes, cuyo nombre se debe a que se encuentran en grandes cantidades en la comida, y que nos aportan esencialmente energía.

Tampoco podemos olvidarnos en nuestra alimentación de los micronutrientes, fundamentales para mantener la salud óptima y desempeñan un papel clave en diversas funciones metabólicas y del sistema inmune.

  • Vitamina A: Crucial para la visión, el sistema inmune y la piel. Presente en la yema de huevo, carne de pasto (especialmente hígado de ternera o pescado).
  • Omega-3: Antinflamatorio y esencial para la salud cerebral y cardiovascular. Se encuentra en salmón salvaje, huevos, ostras, caviar, carne de pasto, caballa, sardinas, atún, arenques, aceite de hígado de bacalao y suplementos de calidad.
  • Vitamina B6: Importante para el metabolismo energético y la síntesis de neurotransmisores. Fuentes: pollo, salmón, atún y plátanos.
  • Vitamina C: Potente antioxidante y promotor de la síntesis de colágeno. Presente en cítricos, brócoli y otros vegetales frescos.
  • Vitamina E: Esencial para proteger las membranas celulares contra el daño oxidativo. Se encuentra en nueces, almendras y semillas.
  • Zinc: Fundamental para la función inmune y la reparación celular. Fuentes: mariscos, alubias y lentejas.
  • Selenio: Poderoso antioxidante que contribuye a la función tiroidea. Destaca en nueces de Brasil y cereales integrales.
  • Hierro: Necesario para el transporte de oxígeno en el organismo. Presente en marisco, espinacas y legumbres.
  • Ácido fólico: Vital para la síntesis de ADN y la salud celular. Se encuentra en verduras de hojas verdes como espinacas y col rizada.

En nuestra alimentación, por otro lado, hemos de limitar el consumo del azúcar, harinas refinadas y grasas trans que podemos encontrar en refrescos, ultraprocesados, bollería industrial… etc. No en vano, estos productos pueden contribuir significativamente a la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.

DUERME LO SUFICIENTE, HAZ EJERCICIO REGULAR E  HIDRATATE

Además de mantener una alimentación saludable para mantener nuestro sistema inmunitario hay que ejercitarse y mantenerse hidratado. El agua es la responsable de transportar las células inmunitarias por nuestro organismo, además diluye las toxinas, mantiene las mucosas húmedas, y mejora en gran medida la circulación.

En cuanto al sueño, expertos y estudios han dado a conocer que el dormir poco puede conducir a un peor estado de salud. Mientras dormimos se fortalecen nuestras defensas, y por ello debemos fomentar una buena higiene del sueño, que pasaría, entre otras medidas, por limitar la exposición a las pantallas durante las noches.