Una buena salud respiratoria es esencial para fomentar la mejor calidad de vida de las personas y podemos lograrla con unos sencillos pasos
Una buena salud respiratoria es esencial para fomentar la mejor calidad de vida de las personas. Es por ello que cuidarnos en este sentido será muy beneficioso en nuestro día a día. Y es que, una buena salud comienza con los hábitos más cotidianos, como, por ejemplo, subir unas escaleras o acudir al trabajo en bicicleta.
Parece una recomendación simple, pero lo cierto es que el ejercicio es uno de los hábitos claves para la salud respiratoria. Debemos recordar que el ejercicio físico mejora la capacidad pulmonar y fortalece los músculos respiratorios, por lo que nuestros pulmones nos agradecerán llevar una vida activa. Unida a esta recomendación, también hay que tener en cuenta el estado físico.
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) apunta en este sentido que el sobrepeso y la obesidad pueden dificultar la respiración y aumentar el riesgo de apnea del sueño y otros trastornos respiratorios. Por ello, mantener un peso corporal adecuado a nuestra edad y metabolismo con ciertos hábitos nos ayudará también a mejorar nuestra salud respiratoria.
EL HUMO, NUESTRO PEOR ENEMIGO
Otro de los grandes para cuidar de nuestros pulmones es el de no exponernos al humo del tabaco. En este sentido no sólo es recomendable no fumar, sino también evitar los lugares en los que otros fuman.
Es más, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año, de los cuales cerca de 1,3 millones son no fumadores que están expuestos al humo ajeno o de segunda mano. Igualmente, la SemFYC explica que el tabaco es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades respiratorias, como el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
No obstante, el consumo de tabaco convencional no es el único consumo perjudicial al que nos enfrentamos. Y es que, si bien los cigarrillos electrónicos o vapeadores pueden parecer una opción para quienes quieren dejar el tabaco, lo cierto es que su peligrosidad para nuestra salud pulmonar también es muy alta. Es por ello que el enfoque más seguro sería el de no consumir ningún tipo de producto relacionado con el tabaco.
EVITAR LA CONTAMINACIÓN
La contaminación del aire es otro de los grandes peligros que enfrenta nuestra salud respiratoria y pulmonar. Pese a que no podemos evitar la contaminación mundial, sí que existen algunas recomendaciones a tener en cuenta para minimizar los riesgos.
Así, podemos evitar hacer deporte cerca de carreteras muy transitadas y evitar la exposición al humo de los automóviles o las calefacciones de leña. Alejarnos de la ciudad y acercarnos más a los entornos verdes y naturales, también es una gran opción. Igualmente, mantener un hogar limpio y ventilado también nos ayudará a no estar expuestos a alérgenos como el polvo o los ácaros.