¿Tienes asma? Esto es lo que debes saber para evitar las crisis

La enfermedad no se puede curar, pero las crisis se pueden prevenir

El asma es una enfermedad crónica que provoca una inflamación en el interior de los bronquios, produciendo una estrechez más o menos importante e impide la entrada de aire a los pulmones de forma correcta. Esta patología no se cura, pero se puede tratar y controlar.

Tal y como informan desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), los principales síntomas suelen manifestarse a realizar un ejercicio físico, por las noches, tras respirar un alérgeno o sustancias del medio ambiente que causa dificultad para respirar, tos, pitidos en el pecho y opresión.

Esto puede llegar a causar una crisis de asma, cuando las vías respiratorias se hinchan e inflaman. Los músculos alrededor de las vías respiratorias se contraen y se producen una mayor cantidad de mucosidad, lo que hace que los conductos respiratorios se estrechen, tal y como señalan desde Mayo Clinic.

Es por eso que, pese a que la enfermedad no se puede prevenir, sí podemos evitar las crisis asmáticas. Con motivo de la celebración del Día Mundial del Asma, el 3 de mayo, te ofrecemos unas recomendaciones para prevenir y controlar estos ataques.

En primer lugar, es importante reconocer e identificar qué situaciones, acciones u objetos pueden propiciar estas crisis. Con esto, según destacan desde Sanitas, podremos adoptar una serie de medidas preventivas frente a agentes desencadenantes como las alergias al polen y los ácaros del polvo, entre otras sustancias.

Utilizar colchones antiácaros, mantener la casa libre de polvo, evitar los ambientes húmedos, el humo de todo tipo, y los ambientes contaminados también son consejos a seguir que todo paciente con asma agradecerá.

Asimismo, un neumólogo habrá recetado al paciente un tratamiento que deberá seguir y deberás tener siempre a mano el inhalador con el broncodilatador, ya que son claves para además de evitarlas, poder acabar lo antes posible con ellas. A su vez, no utilices fármacos que puedan generar una crisis asmática, como es el caso del ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios.

Por último, el asma no es un impedimento para realizar deporte. El ejercicio físico debe formar parte del estilo de vida de cualquier paciente asmático, ya que aporta importantes beneficios para la salud. En este caso, el médico indicará el tipo de ejercicio más adecuado y las condiciones en las que debe realizarse.

Si no puedes evitar el ataque de asma, después de identificar los síntomas iniciales, lo importante es mantenerse tranquilo y en un ambiente relajado. Después tómate la medicación que haya pautado tu médico. En el caso de no responder, es importe que acudas a urgencias.

Cuando alguien es diagnosticado de asma lo adecuado es trazar con el neumólogo un plan en el que muestre unas recomendaciones, indicaciones y advertencias sobre cómo tratar los cambios de la respiración. Si aun no sabes lo qué hacer cuando te ocurre un ataque de asma o cómo saber si ha cesado, es aconsejable acudir a tu médico para que pueda ayudarte.

Bienestar laboral: claves para sentirte bien en el trabajo

Aunque el estrés es una respuesta natural del organismo, cuando aparece en exceso puede acarrear algunos problemas de salud

El estrés laboral es un problema de salud que cada vez afecta a más personas. Se trata de un conjunto de respuestas fisiológicas, cognitivas y emocionales que surgen ante ciertos aspectos relacionados con nuestro trabajo.

Aunque el estrés es una respuesta natural del organismo, cuando aparece en exceso puede acarrear algunos problemas de salud. Por ejemplo, las personas que sufren estrés laboral pueden experimentar: insomnio, cansancio, dificultad de concentración, irritabilidad, disminución de la productividad, dolor de cabeza, y cambios de humor, entre otros. Es decir, desde la Fundación Española del Corazón señalan que se pueden presentar respuestas emocionales, fisiológicas, cognitivas y conductuales.

Pero, ¿qué es lo que produce este estrés laboral? Las causas son variadas. Desde el Ministerio de Sanidad aluden a un exceso o falta de trabajo o a un tiempo inapropiado para completar el trabajo de forma satisfactoria. También destacan la falta de reconocimiento por las tareas desempleadas o la ausencia de oportunidades para expresar nuestras quejas o sugerencias.

De igual forma, influye la relación con los compañeros y jefes, las condiciones del empleo o no tener ninguna autoridad para tomar decisiones a pesar de las responsabilidades.  

CLAVES PARA SENTIRTE BIEN EN EL TRABAJO

Para la Organización Mundial de la Salud, un lugar de trabajo saludable es donde empleados y directivos colaboran para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores que forman parte de la plantilla, así como la sostenibilidad de la empresa.

En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios recomienda seguir hábitos de vida saludable que favorezcan el bienestar físico y mental y, por tanto, nos permitan estar bien en el trabajo: hacer deporte, llevar una dieta saludable y tener un sueño óptimo.

Igualmente, se aconseja programar periodos de descanso durante la jornada laboral para despejar la mente; organizar las tareas para ir resolviéndolas poco a poco; y no excedernos con la carga de trabajo.

También es importante hablar con nuestros superiores si consideramos que nuestras condiciones laborales no se ajustan a lo establecido. La comunicación en una empresa debe ser un aspecto primordial.

Por último, es de vital importancia desconectar del trabajo fuera de la jornada laboral. Para ello, debemos aprovechar nuestro tiempo de ocio para realizar actividades que nos motiven.

Síndrome de la fatiga crónica: ¿qué debes saber?

Es más frecuente en mujeres, aunque cualquier persona, independientemente del sexo o edad, puede experimentarlo 

El síndrome de la fatiga crónica es una afección caracterizada por una fatiga persistente que puede empeorar con la actividad física y no mejorar con el descanso. 

Además de la fatiga, las personas que experimentan este síndrome suelen presentar: alteraciones del sueño, cefaleas, dificultad para concentrarse, problemas de memoria, dolores musculares, problemas digestivos y dolor de garganta. 

Según la Federación Española de Enfermedades Raras, estos síntomas pueden aparecer de forma repentina y algunos de ellos no se presentan siempre con el mismo grado de severidad o al mismo tiempo. 

¿A quién afecta más este síndrome? Es más frecuente en mujeres, aunque cualquier persona, independientemente del sexo o edad, puede experimentarlo. Eso sí, es más común entre las personas de 40-60 años. 

CAUSAS DEL SÍNDROME DE LA FATIGA CRÓNICA 

No existe una causa especifica que determine la aparición de este síndrome, pero sí se dan algunos factores que pueden desencadenarlo.  

En este sentido, desde Clínica Mayo explican que las infecciones virales podrían ser las causantes de esta afección, ya que muchas personas lo desarrollan justo después de haber tenido una infección viral. 

Asimismo, es probable que el síndrome de la fatiga crónica se deba a un cambio en el sistema inmunitario de la persona y la forma en la que este responde a la infección.  

De igual forma, el estrés, destacan desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, también puede influir en su aparición. Esto se debe a que en periodos estresantes se produce un desequilibrio de las hormonas, como el cortisol, el encargado de atenuar el sistema inmunitario. 

TRATAMIENTO 

No hay una cura específica para la fatiga crónica, pero hay tratamientos que pueden ayudar a aliviar y controlar los síntomas.  

En este sentido, el ejercicio físico juega un papel fundamental. Eso sí, debe hacerse de forma moderada y respetando los días de descanso. Además, el ejercicio debe ser individualizado, ya que la salud de cada paciente es diferente.  

Por otra parte, para combatir los problemas para dormir, debe establecer un hábito de sueño con un máximo de horas que se debe dormir y con una hora establecida para despertarse.  

Por último, para tratar problemas de estrés y ansiedad, se puede recurrir a técnicas y terapias de relajación muscular, de masaje y del movimiento que ayuden a reducir estos problemas. 

Hipertensión arterial: qué es, síntomas, causas, prevención y tratamiento

Existe hipertensión cuando la presión sistólica tiene unas cifras iguales o superiores a 140 mmHg y la presión diastólica es igual o superior a 90 mmHg

La hipertensión o tensión arterial alta es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta.

Según la Fundación Española del Corazón, el corazón ejerce presión sobre las arterias para que conduzcan la sangre a todas las partes del cuerpo. Esto es lo que se conoce como tensión arterial y, cuanto más alta sea, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear la sangre.

Así, existe hipertensión cuando la presión sistólica tiene unas cifras iguales o superiores a 140 mmHg y la presión diastólica es igual o superior a 90 mmHg.

¿Cuáles son sus síntomas? La hipertensión arterial no produce síntomas, por lo que puede pasar inadvertida durante mucho tiempo hasta que se diagnostica mediante un aparato de medición, el esfigmomanómetro. No obstante, algunas personas pueden experimentar dolor de cabeza, dificultad para respirar, palpitaciones y vértigos.

Si la hipertensión no se controla, la Organización Mundial de la Salud destaca que esta puede provocar un accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, infarto de miocardio, alteraciones en la visión, ensanchamiento del corazón e insuficiencia cardiaca.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Para tratar la hipertensión, lo ideal es hacer un cambio en el estilo de vida. En este sentido, una de las pautas es dejar el tabaco, ya que este aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

Asimismo, desde Clínica Mayo recomiendan seguir una dieta saludable, con un menor consumo de sal, y limitar la cantidad de alcohol, puesto que este es perjudicial no solo para el corazón, sino también para otros órganos del cuerpo.

De igual forma, es aconsejable bajar de peso, sobre todo si se tiene sobrepeso, y practicar ejercicio de forma moderada y con regularidad, ya que este no solo consigue disminuir las cifras de presión arterial, sino que tiene también otros beneficios a nivel físico y a nivel mental.

Por último, la Fundación Española del Corazón subraya que, a pesar de cambiar los hábitos del estilo de vida, una persona hipertensa puede necesitar seguir un tratamiento farmacológico, siempre prescrito por un profesional sanitario.

Síndrome postvacacional: consejos para combatirlo

Es un proceso adaptativo a la vida laboral después de un periodo de descanso que produce molestias psicológicas y/o físicas

Las vacaciones se asocian con el descanso, la relajación, la paz, la interrupción de la vida cotidiana, la plenitud y la felicidad.

Por el contrario, la vuelta a la rutina provoca tristeza, cansancio, apatía, malestar general, falta de motivación o ansiedad. Es lo que se conoce como ‘’síndrome postvacacional’’, un proceso adaptativo a la vida laboral después un periodo de descanso que produce molestias psicológicas y/o físicas.

Las personas más propensas a padecer este síndrome, al parecer,  son aquellas que por alguna razón no se sienten cómodas en su trabajo; aquellas que idealizan el periodo de vacaciones como la culminación de su bienestar personal; o aquellas que tienen baja tolerancia a la frustración, es decir, son más sensibles a todo aquello que no les resulta agradable.

Aunque la duración de este ‘’trastorno’’ es baja, ya que no suele sobrepasar los 10 o 15 días, si se prolonga más tiempo de lo habitual, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria destaca que sería necesario consultar con un profesional médico, ya que podríamos estar ante otro tipo de problema que necesitaría una atención diferente.

CONSEJOS PARA COMBATIR EL SÍNDROME POSTVACACIONAL

  • No volver de las vacaciones justo el día anterior a la incorporación al trabajo. Es mejor dejar un periodo de adaptación para regresar de forma relajada y anticipada.
  • La intensidad para hacer las actividades debe ser gradual, de menos a más, y no de forma brusca e intensa.
  • En los días previos a la vuelta al trabajo, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria recomienda regular los horarios y el reloj biológico, es decir, acostarse y levantarse en los horarios habituales.
  • Practicar ejercicio de forma moderada, aunque solo sea caminar, puede ayudarnos a eliminar el estrés y a hacernos sentir mejor durante la semana laboral.
  • Evitar tener una actitud de queja y malestar todo el día es esencial. Para ello, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria aconseja pensar en lo positivo de nuestro trabajo y centrarnos en cosas que nos gustan o hacemos bien.
  • El Instituto Superior de Estudios Psicológicos también recomienda empezar a planear el próximo viaje, ya que esto permitirá recobrar la ilusión y afrontar con energía las primeras semanas de la vuelta al trabajo.
  • Afrontar la vuelta al trabajo como un periodo para desarrollar nuevas actividades y experimentar el crecimiento personal.