Comer por colores

Comer por colores

El tono de los vegetales nos atrae y nos ofrece múltiples beneficios saludables

El color de los alimentos es un sistema natural de las plantas para atraer nuestra atención y, así, esparcir sus semillas y reproducirse. Pero, estas sustancias colorantes de los vegetales tienen otro valor añadido: poseen propiedades nutricionales esenciales para el organismo.

De acuerdo con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, alimentarse de forma saludable incluye también conocer las vitaminas y minerales que hay detrás de cada color, para poder elegir y preparar platos con variedad de hortalizas, verduras y frutas.

– Color rojo

 El color rojo en los alimentos se debe al licopeno y carotenos, pigmentos de intensa acción antioxidante, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, favorecer la circulación y revitalizar el estado de ánimo.

Dentro de este grupo de vegetales encontramos sabrosas frutas y hortalizas, como los tomates, las fresas, la sandía, los pimientos, los caquis, los rabanitos o el azafrán.

– Color verde

Aquí se engloban todas las verduras u hortalizas de hoja verde. Su tono se debe a la clorofila, un pigmento vegetal que está presente en alimentos como las espinacas, la lechuga, la alcachofa y en el grupo de las plantas crucíferas (coles, brócoli, berro). Cuanto más verde, mejor.

Estas verduras son altamente depurativas y son ricas en fibra, ácido fólico y antioxidantes, por lo que se recomiendan sobre todo para regular el tránsito intestinal, reducir el colesterol y en caso de embarazo.

– Color naranja

Los alimentos de color naranja son una fuente importante de betacarotenos, una sustancia que convierte la vitamina A dentro del organismo. También son ricos en vitamina C, involucrada en la formación de colágeno, una proteína necesaria para el buen estado de la piel, las articulaciones y los huesos.

Ingerir zanahorias, mango, naranjas, calabaza... de forma habitual ayuda a proteger el corazón, así como la formación de cataratas y la degeneración macular.

– Color morado

El color morado se debe a unos antioxidantes llamados antocianinas, que ayudan a regular el aparato urinario, previenen el deterioro de la vista y favorecen la relajación y el descanso.

El consumo de uvas negras, arándanos, ciruelas, moras e, incluso, la piel de las berenjenas se asocia a una mejora del tratamiento de la cistitis y a un fortalecimiento de las defensas inmunes del organismo. Además, las frutas y hortalizas moradas son abundantes en potasio, calcio, hierro, magnesio y vitaminas B y C, y aportan fibra.

– Color amarillo

Los vegetales de color amarillo contienen elevada proporción en vitamina E, que propicia el buen funcionamiento del corazón y tiene efectos positivos contra los radicales libres (responsables de numerosas dolencias y del envejecimiento celular).

A nuestro alcance tenemos los pimientos, el aceite de oliva, el plátano, la piña, el limón o el maíz, cuya temporada es el final del verano.

La teoría de los colores es orientativa y no se cumple en todos los casos. Hablamos de alimentos, no de medicamentos. Para cualquier dolencia concreta, consulta con tu médico.

Combina vegetales de diferentes colores y crea platos cromáticos, repletos de salud y alegría.

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