Infecciones respiratorias comunes en verano

Infecciones respiratorias comunes en verano

El sol en la calle y el aire frío en interior puede ocasionarnos algunas molestias

Aunque es época de vacaciones y de tiempo de descanso, el periodo estival no está exento de riesgos para la salud. De hecho, el sol, las bebidas frías y los cambios bruscos de temperatura pueden influir negativamente en el sistema respiratorio.

El verano puede traernos infecciones que afecten tanto a las vías respiratorias altas (nariz, garganta, tráquea y bronquios)  como a las vías bajas (pulmones). Las primeras son más frecuentes, pero las infecciones de los pulmones (neumonía), son más graves.

En función de la causa, se clasifican en víricas y bacterianas (la mayoría). Para prevenirlas, hay que hidratarse adecuadamente, consumir alimentos saludables y no exponerse en exceso a aire acondicionados.

Enfermedades frecuentes del aparato respiratorio

  1. Faringitis. es una de las causas más frecuentes de consulta médica, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de cabeza y Cuello (SEORL). Puede presentar sequedad y sensación de quemazón en la faringe (tubo que conecta la boca con la nariz) y, en casos graves, incluso fiebre y cefaleas.
  2. Bronquitis: inflamación de la pared interna de los bronquios, es decir, de los conductos por los que llega aire a los pulmones. Provoca tos, con expectoración o no, y se trata con analgésicos para aliviar la fiebre o el malestar.
  3. Rinofaringitis: es una infección de las vías respiratorias altas, de la faringe y de las cavidades nasales. Presenta síntomas similares a los del resfriado común (dolor de garganta, fiebre moderada, secreción nasal) y suele tratarse con antiinflamatorios.
  4. Laringitis: es una inflamación de la mucosa que recubre la laringe (parte superior de la tráquea), causada cambios de temperatura, tabaco o contaminación. Puede ocasionar pérdida en el timbre de voz y dolor al tragar. El tratamiento consiste en antiinflamatorios y antibiótico, si hay causa bacteriana.
  5. Asma: el calor y el ozono elevan el riesgo de esta dolencia y provoca que el cuerpo trabaje más para tener una temperatura corporal adecuada y, por tanto, necesite más oxigeno. Sobre todo, no se debe abandonar la medicación.

La mayoría de estas patologías no acarrean consecuencias graves para la salud, pero pueden resultar molestas y estropear nuestro verano. Con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden desaparecer en pocos días.

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