Cómo puede ayudarme la meditación

Meditar significa buscar tiempo para uno mismo. Te contamos todos sus beneficios.

Cuando hablamos de meditación solemos imaginar alguien sentado con las piernas cruzadas con la mente en blanco y envuelto en una inmensa paz. No obstante, parece difícil que en nuestro día a día y con los niveles de estrés a los que estamos expuestos, se consiga esa armonía tan fácilmente.

La meditación no solo está dirigida a monjes budistas o a yoguis hindúes, sino para todas esas personas que desean dedicarse un rato a ellas mismas, que se detengan a observar el momento; ya sea tomando una taza de té durante unos minutos, contemplando un paisaje por la ventana o escribiendo en un cuaderno en un parque.

Se trata de un instante en que debemos propiciar la calma y ser capaces de vernos a nosotros mismos en nuestro entorno desde un plano exterior, como si fuéramos espectadores de una película. Después de pocas semanas de práctica podemos llegar a comprender por qué actuamos de determinada manera, por qué reaccionamos automáticamente a los estímulos o por qué nos afectan más unos asuntos que otros.

Meditar requiere semanas de entrenamiento, voluntad, constancia y esfuerzo. Sin embargo, en pocos meses nos podemos aprovechar de sus numerosas ventajas para el bienestar del organismo: mejorará nuestra salud integral (tanto física como mental), lo que hará que nos sintamos más a gusto con nosotros mismos y con nuestro entorno.

9 Beneficios saludables de meditar

  1. Disminuye el estrés: en los últimos años la ciencia ha destacado de esta práctica milenaria su eficacia en la reducción de los estados nerviosos prolongados, que suponen un riesgo para la hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
  2. Mejora la salud del corazón: puede reducir un 48% el riesgo de infarto de miocardio, así como de accidentes cerebrovasculares y la mortalidad en pacientes con enfermedad coronaria.
  3. Propiedades analgésicas: diversos trabajos han señalado que el mindfulness (la práctica meditativa de poner atención al presente sin juzgar) reduce el dolor a largo plazo en las personas que sufren lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda), mejorando su movilidad.
  4. Favorece el sistema inmunológico: se ha demostrado que las prácticas de relajación (mindfulness, yoga) ayudan a desarrollar más anticuerpos (las proteínas que produce el sistema inmunitario al detectar sustancias nocivas) en enfermedades como la gripe, lo que repercute positivamente sobre nuestras defensas.
  5. Mejora la capacidad de atención: en pruebas científicas de multitasking (hacer varias cosas a la vez) se ha concluido que aquellos que tenían el hábito de meditar gestionan mejor los recursos del cerebro y no tienden a distraer su atención con tanta facilidad.
  6. Potencia el positivismo: ciertas técnicas ayudan a relativizar las creencias poco adaptativas, mantener hábitos con un significado importante y, en general, pensar de forma positiva.
  7. Mitiga la depresión: se ha observado que hacer meditación a diario durante media hora mejora los síntomas la ansiedad y la depresión, siempre y cuando estos trastornos no se manifiesten de forma grave.
  8. Trabajadores más sanos
    Cada vez son más las empresas que ofrecen a sus empleados clases de meditación gratuitas, ya que aseguran que, con esta técnica, no sólo se concentran más, sino que son más productivos, además, de prevenirse el estrés y reducirse el absentismo.
  9. Combate el insomnio
    La calidad y cantidad de horas de sueño mejoran después dos meses practicando meditación, eso ha concluido un estudio presentado en Sleep 2009. Los resultados del test mostraron, también, que el 75% de los pacientes pudo dejar los somníferos.

Meditar nos ayuda a observar cómo nos sentimos y a disfrutar del presente y del momento. Es otra manera de mirarse a uno mismo y al entorno. No hay que cambiar la realidad, simplemente cambiar las gafas con las que la enfocamos, aceptarla como es, agradecer y seguir adelante.

La meditación nos ayuda a controlar nuestras emociones y nos ayuda a enfrentarnos a los problemas con una actitud firme pero sosegada.

Razones para dejar de fumar

Quizás ya conoces las desventajas del tabaco, pero nunca no está de más recordarlas.

El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud de la población en todo el mundo. Mata a más de 7 millones de personas al año (la mitad de sus consumidores), de las cuales más de 6 millones son fumadores directos y alrededor de 890 000 son fumadores pasivos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, pocos son los que comprenden los riesgos específicos para la salud que entraña el tabaco. No obstante, la mayoría de los fumadores que conocen los peligros del tabaco desean dejarlo, algo que no siempre es fácil. El asesoramiento y la medicación son clave para que un fumador que desea romper esta relación tóxica lo logre.

Aunque la ley antitabaco haya ayudado a que cada vez sean menos los que enferman por fumar, España es el noveno país de la Europa de los 28 con mayor porcentaje de fumadores: 29% frente al 26% de la media europea.

Una de las herramientas que puede ayudar a quienes están intentando dejar este hábito tan dañino es contar con información acerca de cómo puede afectarles a su futuro, según la Fundación del Corazón. Los fumadores viven de media 10 años menos y al menos la mitad de ellos seguramente fallecerán por causas relacionadas con el tabaco.

¿Por qué abandonar el tabaco?

Las datos científicos demuestran que los fumadores tienen más posibilidades de sufrir las siguientes enfermedades que, además, empeorarán significativamente su calidad de vida:

1 – Cáncer de pulmón: el riesgo de que un fumador sufra cáncer de pulmón es 20 veces mayor en comparación a personas que no fuman ni se exponen al tabaco. De hecho, es la primera causa de muerte por cáncer en el mundo en hombres y está creciendo mucho entre las mujeres.

2- Tumores en boca, laringe y esófago:  ocho de cada diez de estos tumores guardan relación con el tabaquismo, por los carcinógenos del tabaco y el daño celular que produce su combustión.

3- Cánceres del tracto urinario: los casos de cáncer de vejiga y uréter son entre dos y cinco veces más comunes entre los fumadores, pues las sustancias nocivas del tabaco tienen que ser expulsadas por ese canal, creando una acumulación nociva de toxinas. Igualmente, la incidencia de otros tipos de cáncer (páncreas, hígado, colorrectal, mama) también es mucho mayor.

4 – Ictus e infarto de miocardio: el tabaco favorece la aparición de fenómenos trombóticos (se forman coágulos de sangre en vasos sanguíneos o en el corazón), reduce el colesterol bueno (HDL) y aumenta los niveles de colesterol malo. Eso hace que el riesgo de sufrir un ictus o un infarto de miocardio sea de dos a tres veces superior en fumadores.

5- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): incluso en fumadores pasivos, el tabaco es el principal factor causal de la EPOC. Fumar ocasiona una lesión inflamatoria sobre las vías respiratorias que causa su deterioro y que acaba derivando en bronquitis crónica o enfisema pulmonar (se dilatan los alveolos o se destruyen sus paredes). Además, aparecen otros síntomas respiratorios como tos y mucosidad, que les hacen más vulnerables a sufrir resfriados y gripes.

6- Percibir menos oxigeno: fumando se pierde oxígeno en la sangre. El monóxido de carbono que se produce con cada cigarrillo se une a la hemoglobina que lleva el oxígeno y modifica el intercambio de gases a nivel alveolar, de modo que los músculos y células reciben menos oxígeno. Por eso, el deporte y el tabaco son incompatibles.

Por contra, empezar una nueva etapa más saludable, alejada del tabaco, puede reportarnos infinidad de beneficios para nuestro bienestar. En pocos meses notaremos cómo mejora la respiración, nos sentiremos menos cansados y con más energía, y recuperaremos el sentido del gusto y del olfato.

Si eres fumador y estás decidido a dejar el tabaco puedes acudir a tu médico de cabecera para que te ayude a conseguirlo.

El baño como terapia

El agua mineralizada del balneario es un tratamiento eficaz para el bienestar general.

El uso terapéutico del agua tiene miles de años. Tanto el agua dulce como el agua salada han sido utilizadas desde la antigüedad para recuperar el cuerpo tras una lesión, relajar los músculos y revitalizar la mente. Por eso queremos descubrirte los secretos de la balneoterapia y que puedas probar sus beneficios en tu cuerpo.

La balneoterapia consiste en el cuidado a través de tratamientos termales y actividades auxiliares que se pueden realizar en el agua. Los primeros balnearios datan de 2000 años antes de Cristo, en la antigua Grecia, y son famosos también los baños del Imperio Romano.

Asimismo, existen distintos tipos de tratamiento, desde baños y duchas hasta chorros, envolturas e hidromasajes. En los balnearios se utilizan aguas minerales o termales, con una temperatura elevada de forma natural. En los SPAS, se consigue el mismo efecto, pero el agua se calienta o se enfría de forma artificial.

Beneficios de la balneoterapia

Tiene múltiples ventajas para la salud:

  1. Estimula y regula la circulación sanguínea, a través del calor y del frío que dilatan y contraen los vasos.
  2. Estimula el tono muscular. Las técnicas de hidromasaje son muy recomendables tras una prueba deportiva de esfuerzo.
  3. Puede mejora la digestión y el tránsito intestinal.
  4. Alivia las tensiones en la espalda y los dolores de cabeza, cervicales, hombros e incluso los dolores producidos por la artritis.
  5. Reducen la inflamación en nervios y articulaciones.
  6. Ayuda a eliminar mucosidad, por lo que mejora la función respiratoria.
  7. Es muy recomendable, por tanto, en algunos casos de sinusitis, bronquitis o asma.
  8. Tiene acción sedante y analgésica y reduce la ansiedad y el estrés.

Pese a sus múltiples ventajas, deben evitar tomar baños termales personas con trastornos cardiovasculares importantes o hipotensión y personas con procesos infecciosos agudos o enfermedades de transmisión sexual. Siempre que haya dudas, el médico será el que mejor pueda aconsejarte.

La balneoterapia está indicada para todo el mundo, pero es especialmente beneficiosa para personas que padezcan problemas reumáticos, respiratorios y neurológicos como parálisis o parestesias.

Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo. Jacques Y. Cousteau.

Hogar sin tóxicos

¿Sabes cómo reducir las sustancias de casa que pueden agravar la salud? Te lo contamos.

Hoy día, sin a veces saberlo, utilizamos numerosos productos de limpieza e higiene a diario que podrían estar dañando nuestra salud. Se trata de artículos sintéticos que contienen compuestos químicos y que liberan sustancias tóxicas para el organismo.

Entre estos productos con riesgo se encuentran materiales de construcción y decoración, aislantes, pinturas, recubrimientos, productos de limpieza, plásticos, pesticidas domésticos, ambientadores e incluso productos de aseo personal y algunos alimentos.

Algunas sustancias que podemos inhalar en el interior del hogares y lugar de trabajo son plomo,  bisfenoles, arsénico, zinc, pentaclorofenol, cloruro de metilen, retardantes de llama, compuestos perfluorados (en  la cocina), alquifenoles (plásticos), bisfenol A (latas de comida), parabenos (algunos cosméticos y desodorantes), disolventes y metales pesados. Asimismo, el hecho de que pasemos de media el 90% de su tiempo en espacios cerrados hace que, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estemos expuestos a agresiones químicas de toda índole.

Numerosas investigaciones muestran que exponerse a estas sustancias incrementa el riesgo de padecer ciertas enfermedades, como problemas reproductivos, inmunológicos, hipersensibilidad, intoxicaciones agudas o cáncer. Por contra, reducir los tóxicos nuestro hogar puede ayudarnos a luchar contra esas enfermedades.

Cómo desintoxicar el ambiente

  1. Detergentes limpios

Existen productos para lavar la ropa o los platos elaborados con aceites esenciales y enzimas no contaminantes, que pueden adquirirse en tiendas especializadas y que son respetuosos con el medio ambiente y antialérgicos para personas con sensibilidad en la piel.

  1. Alimentación ecológica

Este tipo de alimentación apuesta por la mínima intervención en el cultivo y crecimiento de hortalizas, frutas y verduras, haciendo que estas sean más naturales y estén libres de pesticidas y/o productos artificiales que podemos ingerir. Puedes identificar estos productos a través de la etiqueta: EU Organic Bio Logo, Ecolabel o Agricultura Ecológica Española, son los sellos que certifican la procedencia ecológica.

  1. Agua saludable

Acciones como sustituir las viejas tuberías para evitar arrastrar metales pesados o adquirir una purificadora de agua son buenos ejemplos para cuidar la bebida que ingiere el organismo. Un consejo simple es dejar correr el agua antes de usarla para evitar que se deposite en la tubería y tenga más concentración de algunos metales.

  1. Ambientador natural

Existen ambientadores más naturales, en cuya fabricación no se ha introducido en su composición determinadas sustancias problemáticas. También tenemos a nuestro alcance remedios caseros, por ejemplo, para absorber malos olores podemos colocar bandejas de bicarbondato sódico y para aportar un buen aroma,  ubicar recipientes de hierbas aromáticas secas y flores o ramas de pino.

A pesar de la gran cantidad de sustancias perjudiciales que puede haber en un hogar podemos reducirlas o eliminarlas, a veces de forma sencilla. Las sustancias tóxicas en el hogar pueden afectar potencialmente a cualquier persona. Sin embargo, hay grupos especialmente vulnerables, entre los que cabe destacar los niños y las mujeres embarazadas.

Es bastante lo que podemos hacer cada uno de nosotros para rebajar la carga tóxica de nuestro hogar. Lo primordial es saber que hay alternativas.

Guía para controlar el asma

Te contamos cómo vivir con esta afección respiratoria y ganar más calidad de vida.

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas, que se caracteriza por ataques recurrentes de ahogo y silbidos, que pueden ser más intensos y frecuentes según la persona. Los síntomas pueden aparecer varias veces al día o a la semana, y a veces incluso, pueden agravarse si se realiza una actividad física o cuando es de noche.

La Organización Mundial de la Salud calcula que hoy día hay 235 millones de pacientes con asma en todo el planeta (más habitual en niños y niñas). Y aunque es una dolencia que está presente en todos los países, más del 80% de las muertes tienen lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.

En un ataque de asma, la envoltura de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los síntomas recurrentes acostumbran a causar insomnio, fatiga, lo que conlleva a una disminución de la actividad y a absentismo escolar y laboral.

Lamentablemente, a menudo el asma crea una importante carga para los pacientes, limitando su calidad de vida de por vida. Porque, aunque los afectados por enfermedades pulmonares sienten que se ahogan al realizar una actividad, los médicos proponen llevar vida normal.

Tipos de asma

El asma puede tener o no origen alérgico.

– Asma extrínseca: más de la mitad de los casos se produce por una reacción alérgica, como el polvo de casa, los pelos de los animales, algunos insectos, los mohos, el polen de los árboles , las gramíneas y algunos alimentos. Suele comenzar en la niñez.

– Asma intrínseca: representa el 40% de los pacientes y, a menudo, se manifiesta en adultos. Las infecciones del árbol bronquial son una causa frecuente, aunque no se ha demostrado el mecanismo por el cual actúa la infección.

Decálogo para convivir con asma

  1. Evitar la exposición a agentes alérgenos: el polen, los ácaros del polvo, algunos animales pueden provocar un ataque de asma. Asimismo, hay que evitar la exposición a irritantes como humos, olores fuertes, aire frío o seco, sprays, así como a los cambios bruscos de temperatura.
  2. No hacer grandes esfuerzos: especialmente en época de polinización, puesto que podría dificultar la respiración y derivar en una crisis. Se puede consultar el nivel de polinización del ambiente en algunas aplicaciones móviles: Polen Control, Alerta Polen o Alergo Alarm.
  3. No salir mucho en primavera: hay que evitar estar al aire libre en el campo o zonas con abundante vegetación los meses primaverales. Lo mejor es estar la mayor parte del tiempo en locales cerrados, sobre todo, los días de viento. Además, se aconseja dormir con las ventanas cerradas y, al ir en coche, subir las ventanillas.
  4. Normas de higiene doméstica: recomiendan limpiar la casa con guantes de goma, usar el aspirador y una bayeta húmeda para quitar el polvo. Ventilar solo al atardecer, cinco minutos son suficientes para que se renueve al aire de una habitación.
  5. Vigilar la humedad en casa: la humedad ambiental tendría que ser inferior al 50%, recomendándose, incluso, el empleo de deshumidificadores. Además, es preferible cubrir herméticamente o lavarla con frecuencia las almohadas, y si existen manchas de humedad sanearse lo antes posible.
  6. Seguir el tratamiento: es fundamental que la persona diagnosticada de asma siga el tratamiento médico y que esté atenta a cualquier digno de empeoramiento. Se estima que solo el 30% de los asmáticos lo mantienen.
  7. Conocer los síntomas de agravamiento: el paciente tiene que ser capaz de reconocer las señales de alerta y cómo modificar la dosis de tratamiento de forma segura e independiente. Los especialistas aseguran que es posible facilitar a la persona unas instrucciones para elevar o reducir las dosis en función de su evolución.
  8. Respirar conscientemente: dedicar un momento a respirar correctamente por la mañana y por la noche, ejercitando y moviendo los pulmones adecuadamente. Tomar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca, unas veces llenando el pecho (respiración torácica) y otras veces llenando el abdomen (respiración diafragmática o abdominal).
  9. Abandonar el tabaco: para conseguir el control del asma a largo plazo y evitar la aparición de complicaciones, es esencial no fumar y no exponerse al humo del tabaco. Dejar de fumar es posible, mentalízate, haz una lista de razones, pon una fecha y busca apoyos en la familia, médicos y amigos.
  10. Haz deporte: es aconsejable que las personas asmáticas practiquen alguna actividad física. Eso sí, hay que tratar de evitar los deportes que requieran una intensidad elevada, son más beneficiosos los que se realizan en equipo, porque hay más tiempo de descanso.

El asma es una enfermedad que afecta a gran parte de la población pero, si se conocen las causas que lo agravan, se puede lograr que no condicione la vida de uno.

Que el asma no te pare.