Aprovecha estos días para comer recetas típicas, ricas y sanas
La Semana Santa es una celebración religiosa que, a su vez, coincide con vacaciones y reuniones familiares que tal vez nos lleven a preparar o probar comidas especiales. Pero, gozar de buena compañía frente a la mesa no significa abandonar nuestra alimentación sana y equilibrada.
Además, la abstinencia de comer carne puede hacer que en estos días nuestra cocina incorpore nuevos hábitos y preparemos otro tipo de platos. En este post hacemos un repaso a las recetas más sanas, deliciosas y tradicionales de esta época.
- Garbanzos con bacalao
Este plato de cuchara tradicional es seguramente el más significativo de la cuaresma. El bacalao (pescado blanco) es rico en vitamina D, omega 3 y selenio, que nos ayuda a proteger nuestras células. A esta combinación hay que sumarle la gran cantidad de proteínas y fibra de los garbanzos.
Pela finamente dos dientes de ajo y una cebolla , ponlos en una cacerola con un poco de aceite de oliva virgen extra y cocínalos a fuego suave. Cuando empiecen a dorarse, añade una cucharadita de harina, una cucharada de pimentón dulce y un tomate rallado, y deja cocinar unos 5 minutos.
A continuación, agrega 400 gr de garbanzos, 250 gramos de bacalao, desalado y desmenuzado y mézclalo. Cubre con agua, sálalo (si es necesario) y deja que se cocine unos 15 minutos. Sírvelo con trocitos de huevo cocido por encima.
- Patatas con albóndigas de seitán
La Semana Santa (sin la opción de la carne) es la ocasión prefecta para cocinar platos vegetarianos, repletos de nutrientes y beneficios. El seitán es un preparado de gluten que, aparentemente puede parecer carne, y aporta proteínas vegetales de gran valor.
Primero, cuece 200 gramos de seitán y mézclalo con un huevo y perejil, para darle forma a las albóndigas. Luego rebózalas en pan rallado. Paso seguido, mételas en el horno junto con 300 gramos de patatas cortadas a cuadrados durante 40-50 minutos.
- Torrijas digestivas
Las torrijas son uno de los dulces estrella de esta época y un postre muy sencillo de hacer, aunque un poco calórico. Si queremos que nos salgan unas torrijas un poco más saludables, usa pan integral, leche desnatada o vegetal (soja, avellana o arroz) y miel.
Primero, aromatiza la leche con un poco de canela y una rodaja de limón, moja rodajas de pan duro y deja que la miga absorba bien la leche. Luego pásalo por el huevo y, en vez de freírlas, introdúcelas en el horno en una bandeja durante 5 minutos. Al sacarlas, si quieres endulzarlas más, emplea miel, panela o estevia.