La importancia de ejercitar la mente: pautas para conseguirlo

Es muy importante ejercitar nuestro cerebro para prevenir posibles enfermedades futuras como el alzhéimer

La salud física no es la única que debemos mantener en orden para tener una buena calidad de vida. También es muy importante ejercitar nuestro cerebro para prevenir posibles enfermedades futuras como el alzhéimer.

Y es que el cerebro humano es uno de los órganos más importantes de la anatomía, ya que es el responsable de las emociones, el aprendizaje, la cognición y la memoria.

En este sentido, para ejercitar la mente, hacer ejercicio físico es uno de los puntos fundamentales, puesto que, al realizarlo, se suministra más oxígeno y nutrientes gracias a un mayor flujo de sangre en el cerebro.

La lectura es otro aspecto que juega un papel muy importante en el desarrollo de la mente al mejorar el razonamiento, la memoria y la percepción. Y no solo eso, ya que, gracias a la lectura, fomentamos la imaginación y creatividad. Por ello, se recomienda leer de forma diaria.

Otra forma de ejercitar la mente es mediante los idiomas. Aprender una nueva lengua implica que el cerebro esté trabajando todo el rato, ya que está recibiendo información de forma constante.

También, realizar actividades con juegos de mesa, de memoria o de cartas, es muy beneficioso, pues estimulan y mantienen las capacidades mentales. Asimismo, las actividades artesanales hechas con las manos, como dibujar, esculpir o coser, ayudan a prevenir las pérdidas de memoria.

La interacción social es, de igual forma, una manera de ayudar a la mente, pues puede prevenir el estrés y la depresión, dos aspectos clave en la pérdida de la memoria.

Dormir bien y descansar correctamente también ayuda a favorecer el cerebro, al igual que lo hace llevar una alimentación saludable, con alimentos que favorezcan el rendimiento intelectual y, además, nos beneficien físicamente.

Valores educativos del deporte

Durante la práctica deportiva se crean las condiciones idóneas para estimular la adquisición de algunos valores sociales y personales.

Responsabilidad, compromiso, solidaridad, respeto e inclusión son algunos de los valores que el deporte favorece, según la Fundación Rafa Nadal. Podemos añadir otros como cooperación, diálogo, sinceridad o creatividad. La sociedad valora sobremanera la función del deporte como aliado a la hora de formar personas con valores sociales y personales acordes a una convivencia pacífica.

Sin embargo, la práctica deportiva solo tendrá una función educativa siempre y cuando no se plantee como un ámbito donde predominen el rendimiento, la búsqueda de resultados y las figuras elitistas. Porque, tal y como concluye un análisis publicado por la Diputación Foral de Bizkaia y titulado ‘Transmisión de Valores a través del Deporte Escolar’, “el deporte escolar con fines educativos debe permitir el desarrollo de las aptitudes motrices y psicomotrices, con relación a aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad, respetando los estadios del desarrollo humano”.

Herramienta

Durante la práctica de actividades deportivas se crean un conjunto de prácticas y dinámicas que estimulan el desarrollo de ciertos valores. Por un lado, es un ámbito de encuentro y convivencia, donde se socializa, se generan relaciones y se produce una comunicación interpersonal. Por otro lado, a la hora de realizar cualquier deporte se precisa práctica constante para mejorar, paciencia para ver los resultados de forma paulatina y persistencia para no fracasar.

Por todo ello, el deporte puede ser la herramienta perfecta para:

  • Estimular la integración social.
  • Mejorar la convivencia y el respeto por los demás.
  • Ser consciente de la importancia del trabajo en equipo y de la necesidad de compartir, cooperar y participar.
  • Asimilar la idea de que, para avanzar y superarse, es fundamental la colaboración.
  • Canalizar y saber gestionar emociones, conflictos y situaciones a favor y en contra. En definitiva, aprender a gestionar actitudes y sentimientos.
  • Interiorizar valores como la lealtad, la tolerancia y la responsabilidad.
  • Ser más disciplinados y organizados.

Elegir deporte

El deporte aporta innumerables beneficios a la salud de los más pequeños: físicos, fisiológicos, psicológicos e intelectuales. Por eso, conviene que lo practiquen a una edad temprana. Los expertos aseguran que aquellos que realizan alguna actividad física tienen un estilo de vida más saludable integrado en sus vidas a una edad más temprana.

Con todo, el momento de elegir el deporte adecuado para nuestros hijos no es sencillo y genera muchas dudas. ¿En qué tipo de deporte encajará? ¿Le beneficiará? O lo que es igual de importante: ¿le gustará?

Aun así, pese al batiburrillo de preguntas sin respuesta clara que puede conllevar esa elección, hay que tener claro que son los padres quienes deben afrontar la tarea de ayudar a sus hijos a encontrar un interés y averiguar el deporte que mejor se adapta a ellos, sin empujarlos a una actividad que teman o no les guste.

Estos son algunos consejos para afinar en la elección:

  • Empieza progresivamente. Podemos hacer que el niño se mueva tan pronto como muestre interés y comenzar con actividades más fáciles que no serán difíciles de dominar: jugar a atrapar, patear una pelota o ir a nadar. A medida que mejore con la coordinación mano-ojo y la actividad física, podemos introducir la idea de un deporte de equipo. También es buena idea pensar en los rasgos físicos que requiere un deporte antes de inscribir al niño o a la niña (altura, fuerza…).
  • Piensa en tus fortalezas y su temperamento. Hazte estas preguntas: ¿puede afrontar muchas sesiones a la semana? ¿Tiene un impulso competitivo? ¿Es una jugadora o jugador de equipo o le gusta hacer cosas por su cuenta? Es recomendable animar al niño a probar algunos deportes diferentes para que pueda tener una idea de en qué es bueno y en qué está interesado.
  • Investiga. Pregunta a tu hijo qué le gusta y cómo cree que le va en una actividad. Con el tiempo, los niños se sentirán atraídos por los deportes en los que se sienten buenos.
  • Prueba. Escoge dos o tres deportes y dale a tu hijo la oportunidad de experimentarlos durante, al menos, una o dos temporadas antes de darse por vencido.
  • Haz un seguimiento. Es importante saber si el niño odia ser activo o no le gusta ese deporte en particular, o si hay otros problemas sociales en el equipo, como acoso escolar, que pueden estar causando el problema. Lo más importante es ayudar al niño a encontrar una forma de estar activo que le guste y con la que quiera continuar. Eso lo hará más propenso a elegir ser activo, incluso en la edad adulta.
  • Sé flexible. Puede que a tu hijo no le interesen los deportes de equipo tradicionales. Hay otras opciones. Ten en cuenta que, al principio, el niño puede querer cambiar deporte varias veces. Puede llevar un tiempo encontrar el adecuado a sus preferencias y habilidades.
“No preguntes qué pueden hacer por ti tus compañeros. Pregunta qué puedes hacer tú por ellos”, Magic Johnson.

Vóley playa, competición sana para verano

Actívate durante las vacaciones y juega a este deporte con grandes beneficios para la salud.

El vóley playa cada vez gana más adeptos. Es un deporte intenso y muy entretenido que, como actividad aeróbica, ayuda a mejorar el ritmo cardiaco y la función cardiocirculatoria a la vez que fortalece músculos y trabaja la agilidad y el equilibrio del cuerpo.

Durante el verano, esta actividad aeróbica es perfecta para practicar con los amigos o la familia. Tan solo necesitamos una pelota y una red y podemos adaptar las reglas a las características y necesidades de los jugadores.

Cómo jugar al vóley playa

Aunque el vóley playa es una variante del voleibol, tiene reglas propias. El juego consiste en el enfrentamiento entre dos equipos en un espacio separado por una red ubicada en el centro. Cada grupo trata de pasar el balón por encima de la red y tocar con él el suelo del campo contrario.

La pelota se toca mediante golpes con las manos, los brazos o cualquier otra parte del cuerpo, pero no se puede coger, sujetar ni retener. Los dos equipos tienen un número de toques limitado para devolver el balón al campo contrario.

Existen unas reglas oficiales determinadas por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB). Estas son algunas que podrían tenerse en cuenta para planificar una competición veraniega:

Medidas del campo: la cancha es un rectángulo de 16 metros de largo por 8 metros de ancho, desde el borde exterior de las líneas que delimitan el campo de juego.

Jugadores: el número oficial es de dos personas contra dos personas.

Toques permitidos: cuando el balón se pone en juego, los jugadores de un equipo solo pueden realizar un máximo de 3 toques.

Red: mide 8,5 metros de largo y 1 metro de ancho cuando está tensa. Se coloca verticalmente sobre el eje del centro de la cancha.

Balón: la superficie exterior debe ser de material flexible (cuero o sintético), que no absorba la humedad. De colores brillantes como naranja, amarrillo, rosa… o combinación de colores.

Arena: el terreno de juego debe estar compuesto de arena nivelada, lo más plana y uniforme posible, libre de rocas y conchas.

Cuerpo y mente sanos con el vóley playa

El cuerpo siempre agradece que nos activemos y, más aún, si lo hacemos al aire libre. Si practicamos el vóley playa:

Mejoraremos el equilibro y la agilidad: realizaremos saltos, giros y desplazamientos en todas las direcciones en un medio al que el cuerpo no está acostumbrado, la arena, una superficie donde pesamos más y se pierde movilidad.

Mejoraremos las articulaciones y fortaleceremos los tobillos: aunque es conveniente tomar precauciones y evitar lesionarnos con los desniveles de la arena.

Ejercitaremos gemelos, glúteos, cuádriceps y músculos de los pies: porque mantendremos una posición constante de sentadillas (piernas flexionadas) y realizaremos saltos.

Reduciremos grasa corporal: si complementamos esta actividad física mixta con caminar a buen ritmo.

Exfoliaremos nuestra piel: los granos de arena son un exfoliante natural.

Absorberemos vitamina D: al practicarse al aire libre, nuestra piel transpira y los rayos solares nos permiten absorber vitamina D, fundamental en el desarrollo de huesos y dientes. Sin embargo, conviene no olvidar proteger la piel con crema solar.

Nos sentiremos mejor: practicar vóley playa con regularidad, al igual que otro tipo de deporte, libera endorfinas, unas sustancias químicas que producen sensación de felicidad. Además, nos permitirá desconectar y reducir el estrés.

Fomentaremos las relaciones sociales: reforzaremos las relaciones entre los jugadores e incluso nos permitirá conocer gente que desee participar en el juego.

Los beneficios del vóley playa son indiscutibles. Así que este verano anímate, coge una pelota y diviértete en familia o con amigos a la vez que disfrutas de la agradable brisa marina del mar. ¡Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán!

Consejos para mejorar la autoestima

Te damos algunas pautas para que te valores más y te sientas mejor contigo mismo

La autoestima es la forma en la que nos valoramos a nosotros mismos, y de la que dependen en gran medida las decisiones, acciones y reacciones que dirigen nuestra vida.

Tener una valoración negativa de uno mismo puede venir por muchos factores: experiencias duras en la infancia, problemas laborales, pérdidas cercanas, exclusión y soledad, discriminación, discapacidad o por una personalidad hiperperfeccionista.

Cuando se tiene baja autoestima se tiene mayor riesgo de sufrir insomnio, ansiedad, depresión, adicciones e, incluso, trastornos alimentarios (bulimia, anorexia).

Decálogo para subir la autoestima

1. Sé indulgente contigo: reconoce tanto tu valía como tus limitaciones. Si no puedes hacer algo solo, pide ayuda. Y cuando puedas, ofrécele tu apoyo a esa persona.

2. No te compares: cada persona es diferente y única. No vas a ser más ni mejor por parecerte a otro.

3. Evita las respuestas negativas: intenta hablar siempre en positivo. Es contagioso.

4. Aliméntate bien: si tu cuerpo funciona correctamente y te sientes mejor físicamente, tu visión del mundo cambiará.

5. Haz ejercicio físico: el deporte segrega endorfinas, que te harán sentirte más feliz. Además, te enseña a superar obstáculos, ponerte metas y descansar mejor.

6. Sé agradecido: al final del día dedica unos minutos a reflexionar, meditar y agradecer lo que tienes. Te sentirás reconfortado y evitará la autocrítica.

7. Aprende a decir ‘no’: defiende de manera asertiva y educada tus argumentos, pero hazlo. Así no sentirás que se aprovechan de ti.

8. Expresa tus sentimientos: al verbalizarlos (sobre todo los negativos, como celos o envidia) es posible que te des cuenta de su inutilidad y podrás superarlos mejor.

9. Perdónate: vas a seguir cometiendo errores y aceptarlos es el primer paso para aprender. El perdón es fundamental para estar en paz y vivir un poco más feliz.

10. Modera las críticas: si aprendes a no criticar a los demás, serás también más compasivo contigo mismo.

"Ser bello significa ser tú mismo. No necesitas ser aceptado por otros. Necesitas aceptarte a ti mismo" monje budista Thich Nhat Hanh.

Cómo aplicar el Feng Shui en casa

Organiza tu hogar de forma sana y armoniosa, según los principios de esta técnica oriental

Feng Shui es una metodología de la Medicina Tradicional China que permite restablecer la conexión entre una persona y su entorno, en busca de un mayor bienestar global.

Según la Escuela Europea de Feng Shui, esta técnica oriental con más de 3.000 años de antigüedad crea hogares armónicos y saludables que influyen positivamente en nosotros.

Así siguiendo los principios del Feng Shui con la disposición correcta de elementos (edificios, muebles, objetos y plantas) en una casa se puede favorecer la claridad mental, la creatividad y las relaciones afectivas.

Pasos para ordenar según el Feng Shui

Ventanas: el Feng Shui cree que las ventanas son los ojos de la casa. No aconseja ni la escasez ni el exceso de ventanas, ya que ofrecen energía pero también quitan privacidad. Las plantas y los adornos ayudan a retener la mirada al interior.

Plantas: los lirios (símbolo de abundancia), el bambú o el trébol atraen la buena suerte. Las hierbas aromáticas, como el romero o la lavanda, ayudan a equilibrar y aromatizar el entorno.

Adiós a lo viejo: hay que dejar espacio para que entre nueva energía. Deshazte de todo aquello que no tiene una función clara o que intuyas que no volverás a usar. No pongas animales disecados, fotos de difuntos ni objetos punzantes a la vista.

Muebles: evita colocarlos en medio de la línea recta imaginaria que hay entre puertas y ventanas para no entorpecer la energía. Recuerda que los materiales naturales, como la madera, nos evocan calidez y la idea de una vida más sencilla.

Luz: pon más claridad sobre los espacios donde hay actividad (encima de las mesas) y deja la luz tenue en los dormitorios. Los espejos amplifican la energía, por lo que es preferible situarlos en el baño o en el recibidor.

Tonos: apuesta por la combinación de colores para que haya un equilibrio. Los tonos yan (más vitales) son el blanco, amarillo, naranja y rojo. Los más apacibles (yin) son el gris, marrón, verde, azul y negro.

Dormitorio: la cama tiene que estar en una posición dominante, es decir, con buena visión de todos los elementos, lo que nos dará seguridad. Reduce al máximo el mobiliario.  Las paredes poco decoradas siempre dan más tranquilidad.

Como puedes ver, el Feng Shui nos propone vivir de un modo más sencillo, con el fin de conectar con la naturaleza, aprovechar las energías y mejorar nuestro bienestar.

¿Sabías que, según la filosofía china, existe un flujo vital de energía (Qi) que circula dentro de nosotros mismos y en todo lo que nos rodea?

Pilates en casa

Te damos una rutina sencilla y efectiva para tonificar tu cuerpo en cualquier lugar

Creado hace casi un siglo por Joseph. H. Pilates, el método Pilates  se centra en trabajar el cuerpo como un todo (mente y cuerpo), aportando numerosos beneficios a nuestro bienestar.

De acuerdo con la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness, el Pilates tonifica los músculos, corrige la postura, ayuda a controlar la respiración, aporta flexibilidad, ayuda a prevenir y recuperar lesiones y reduce el estrés, entre otros aspectos positivos.

Ejercicios básicos de Pilates para hacer en casa

Te presentamos una tabla de entrenamiento de Pilates para practicar en casa con la que acelerarás el pulso y la respiración, y ejercitarás la musculatura de todo el cuerpo.

1. The hundred
Túmbate boca arriba con las piernas flexionadas. Inspira y eleva las piernas, hasta que los muslos queden en ángulo recto con el suelo. Espira mientras elevas el tronco, los brazos paralelos al suelo y el mentón hacia adentro. Inspira y espira en cinco tiempos mientras aguantas la posición y subes y bajas los brazos. Hacer 100 bombeos, es decir, 10 repeticiones de inhalación y exhalación.

The hundred

2. Control balance
Tumbado boca arriba. Imagina una línea que va desde los hombros, pasando por el tronco hasta la punta del pie. Inspira, eleva y estira las piernas hacia el techo. Apoya las manos en el suelo y baja una de las piernas al suelo. Ve alternando la pierna que baja.

Control balance

3. Rolling like a ball
Sentado con piernas flexionadas, acerca las rodillas al pecho, sin apoyar los pies. Mete el mentón y redondea la espalda. Inspira y déjate caer hacia atrás, hasta apoyar las escápulas. Suelta el aire volviendo a la posición inicial.

Rolling like a ball

4. Rocking
Ponte boca abajo y estira piernas y brazos. Inspira y mete el ombligo. Espira mientras flexionas las rodillas y coges los talones, arqueando la columna. Inspira y balancea el cuerpo varias veces. Suelta el aire y vuelve al suelo despacio.

Rocking

5. Crisscross
Colócate boca arriba, manos tras la nuca y rodillas flexionadas cerca del pecho. Exhala y estira una pierna en un ángulo de 45 grados con el suelo. Acerca el codo a la rodilla contraria. Recoge la pierna inhalando y estirando la otra. Repite 10 por cada lado.

Crisscross

Recuerda focalizar la atención en tu centro o core (la zona baja de la espalda, los músculos abdominales y los glúteos), desde donde se reparte la energía hacia el resto del cuerpo.

Respiraciones de Yoga que mejoran la salud

Descubre las diferentes maneras de coger y soltar el aire en la práctica yóguica

El yoga es una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua, que contribuye a seguir un estilo de vida saludable. Aunque se originó en la India, actualmente esta disciplina se practica de formas muy variadas en casi todo el mundo.

Con motivo del Día Internacional del Yoga (21 juni), nos gustaría sumarnos a las Naciones Unidas en su voluntad por concienciar a la población de los beneficios de esta técnica para conseguir un mayor bienestar y un equilibrio entre la mente y el cuerpo.

El yoga se basa, especialmente, en la respiración. Las asanas (posturas) que propone ayudan a mejorar la capacidad pulmonar, la oxigenación de los tejidos e incrementar la energía corporal. Además, el control de la respiración favorece la circulación sanguínea, la concentración y calma el estrés.

Tipos de respiración en yoga

  1. Yóguica o completa: al inhalar se llenan los pulmones desde la parte inferior a la superior y se vacían en sentido inverso. Se siente cómo se expanden y se contraen las costillas, mientras que el cuerpo queda inmóvil. El aire entra por la nariz y sale por la boca.
  2. Baja o abdominal: al inhalar el diafragma baja y se hincha la tripa. Luego, al expulsar el aire el diafragma vuelve a subir y el abdomen se desinfla. Este tipo de respiración ayuda a relajar la zona superior del cuerpo, es decir, cara, cuello, hombros, tórax y centra la energía en el vientre.
  3. Media o torácica: se basa en la separación de las costillas para expandir la cavidad torácica. Esto pasa cuando se llena la zona media del pulmón, algo que se consigue de forma muy habitual sin ser conscientes, una vez se ha llenado la parte baja.
  4. Alta o clavicular: en esta respiración clavicular superficial, centrada en la parte más alta del pulmón, se necesita esfuerzo. Al inspirar se suben los hombros y la clavícula, pero la zona abdominal se mantiene contraída.

Aparte de estas cuatro respiraciones, las diferentes posturas de yoga requieren otras formas de respirar para aumentar, reducir la energía y ayudar a estirar el cuerpo. Encontramos, por ejemplo, la Bhramari que busca relajar, la Bhastrika que revitaliza o la  Nadi Sodhana, que reequilibra el organismo.

Bodybalance, en busca del equilibrio

Esta técnica, basada en el yoga, ayuda a estirar el cuerpo y a gozar de mayor bienestar

Bodybalance es un programa de entrenamiento inspirado en el yoga, el taichí y el pilates, que ayuda a mejorar la flexibilidad y la fuerza, y que contribuye a un mejor bienestar cuerpo-mente. Creada en 1998 por Philip Mills, esta técnica combina posturas de las tres disciplinas, así como de movimientos del ballet y de las artes marciales para crear coreografías grupales que buscan equilibrar el organismo de forma integral.

Sus clases, implantadas ya en más de 9.000 clubes deportivos de todo el mundo, duran unos 55 minutos y van dirigidas a un público amplio, independientemente de la edad y de la condición física. El instructor dirige a los alumnos para que trabajen sus habilidades cinéticas, a través de 10 pistas musicales que marcaran el ritmo y la intensidad.

Se inicia con ejercicios sencillos y fluidos de taichí, que sirven para liberar tensiones acumuladas en el cuerpo, centrar la mente y calentar el organismo. Después se realizan las asanas de yoga a baja intensidad, destinadas a mejorar la flexibilidad y la fuerza. A continuación se ejecutan los movimientos de precisión y control motor del pilates para fortalecer y tonificar los principales grupos musculares. Los últimos minutos de la sesión están dedicados a la relajación y a la meditación.

Motivos para practicarlo

  1. Aumenta la flexibilidad: la amplitud de movimientos, las secuencias de posturas y la precisión de los gestos hacen que nuestro cuerpo se caliente y consiga alargarse más. Esto nos permite mantenernos más ágiles y preparados para realizar las actividades del día a día.
  2. Previene lesiones: los estiramientos contribuyen a una mayor elasticidad en los músculos, lo que prevé lesiones deportivas y facilita nuestros movimientos. Se fortalecen todos los grupos musculares, pero especialmente, la espalda y la zona abdominal, evitando dolores cervicales y lumbares, derivados de malas posturas.
  3. Mayor conciencia del cuerpo: la respiración, la concentración y la precisión para ejecutar las posiciones correctamente propician una mayor conciencia corporal, lo que se traduce en un mayor respeto y cuidado por el mismo.
  4. Corrige la postura: los movimientos de gran extensión del taichí nos ayudan a potenciar la movilidad de la columna y a estimular los órganos internos, lo que se verá reflejado en una mejora de cómo nos sentimos y movemos en el día a día.
  5. Tonifica la musculatura: los ejercicios que propone del yoga y del pilates refuerzan y ponen a funcionar los músculos de la espalda, isquiotibiales y glúteos, permitiéndonos ganar en fuerza y resistencia. Además, piernas, vientre y caderas se estiran y tonifican con la mezcla de posturas estáticas y dinámicas.
  6. Ayuda a mantener un peso saludable: en una hora de clase se consumen hasta 390 calorías, gracias a ejercicios más cardiovasculares que nos ayudan a un buen funcionamiento del corazón y a controlar el peso.
  7. Aporta calma y bienestar: Los ejercicios que despejan la mente, las secuencias que elevan el nivel de conciencia, y la relajación final mediante la respiración controlada logran reducir los niveles de estrés y propician una sensación de paz y bienestar.

Todo lo que necesitas para practicar Bodybalance es ropa cómoda (no hay que llevar calzado), algo de abrigo para cubrirte durante la parte final de meditación y una esterilla o colchoneta.

Recuerda que para gozar de un estado óptimo de salud se aconseja realizar actividad física, alimentarse de forma equilibrada y seguir unos hábitos de vida saludables.

Talasoterapia, el mar como fuente de salud

Los baños en agua salada contribuyen a un mejor estado de nuestra salud y bienestar.

La talasoterapia es un tratamiento de hidroterapia que utiliza el agua salada para obtener múltiples beneficios para el cuerpo y la mente. Y es que el mar posee elementos químicos de su propio ecosistema, como las algas, el barro y el clima, que resultan excelentes agentes rehabilitadores.

Ya los  griegos  confiaban su salud a las propiedades curativas del mar y de su entorno. Defendían el uso terapéutico de los distintos medios marinos para la prevención de enfermedades y lesiones. Más tarde, en la época de los romanos, la talasoterapia adquirió aún más importancia (seguramente hemos visto algunas termas romanas). Fue allí donde comenzaron los estudios sobre tratamientos con aguas marinas que terminarían dando lugar al método que conocemos hoy.

El éxito de los baños en el mar reside en la capacidad de relajar cuerpo y mente gracias a la salinidad, la densidad y el movimiento de sus olas. La suma de estos factores contribuye a que el agua salada sea un recurso integral, es decir, que mejora la salud, el bienestar y la belleza de las personas.

Beneficios del agua marina

  1. Equilibra los fluidos del cuerpo

El agua del mar tiene una composición similar a la del plasma sanguíneo, además, los minerales y oligoelementos que posee pueden ser absorbidos por ósmosis (a través de la piel), de forma que se equilibren los fluidos de nuestro organismo, ayudando a mejorar nuestra salud general.

  1. Escaso riesgo de lesiones

La densidad del agua salada es  mucho mayor que la del agua dulce, por lo que los movimientos son más suaves y se reduce el riesgo de lesiones. Aparte, el plancton contiene vitaminas B y E que evitan la formación de radicales libres, nos defiende de picaduras y nos aporta un plus de nutrición a la piel y glicoproteínas.

  1. Mejora el estado de la piel

El yodo, el calcio, el potasio, el cobre, el flúor y el magnesio, presentes en la composición del agua marina, retrasan el envejecimiento cutáneo, gracias a sus propiedades antioxidantes y a su capacidad para eliminar toxinas del cuerpo. Igualmente, los lodos y barros marinos sirven para exfoliar la piel y aumentar su firmeza y elasticidad.

  1. Protege de infecciones

Las algas marinas contienen minerales, vitaminas y proteínas que nuestro cuerpo necesita para protegerse de bacterias y virus. Encima, la humedad y la sal abren las vías aéreas, previniéndonos de infecciones respiratorias.

  1. Relaja cuerpo y mente

La brisa marina posee gran cantidad de iones negativos, partículas eléctricas del ambiente con cualidades relajantes, que nos regalan una agradable sensación de bienestar y calma. Asimismo, la arena de la playa también nos reporta serenidad y activa nuestro sistema circulatorio.

  1. Ejercita el cuerpo

Las olas del mar tonifican los músculos y permiten un ejercicio más intenso con mayor gasto de energía. Asimismo, la corriente marina participa en la eliminación de toxinas, endurece la masa ósea, mejora la fuerza muscular y  beneficia el corazón.

La talasoterapia se recomienda especialmente en personas con procesos reumáticos y osteoporosis, asma, faringitis, edemas y en situaciones de estrés. Sin embargo, este tratamiento no se aconseja para pacientes con cardiopatías descompensadas, hipotensión o procesos febriles. Ante la duda, consulta antes con tu médico.

Haz una visita a un centro de hidroterapia y prueba sus múltiples actividades. Saldrás relajado y como nuevo.