Mercurio en el pescado: ¿qué precauciones debemos tomar?

El pescado es importante en una alimentación saludable y, aunque algunas especies pueden contener pequeñas trazas de mercurio, su ingesta es importante en una alimentación equilibrada.

El pescado es una excelente fuente de proteína, un alimento bajo en grasas saturadas y alto en grasas no saturadas y aceites omega 3. También es una fuente rica de yodo. Por todo ello, es especialmente importante incluir el pescado dentro de una alimentación sana y equilibrada.

Las recomendaciones nutricionales sitúan entre 2 y 3 porciones a la semana la cantidad más adecuada de pescado. Sin embargo, y debido a la presencia de niveles más altos de mercurio en algunos peces, hay ciertas especies sobre las que debe limitarse su consumo, sobre todo para la población más sensible como niños y mujeres embarazadas.

Qué es el mercurio

El mercurio, como el plomo y el cadmio, son, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, Consumo y Nutrición (AECOSAN), los metales pesados tóxicos “más conocidos”. Se trata de elementos químicos con cierta toxicidad para las personas, sobre todo en determinadas concentraciones.

Una de las características del mercurio es que es bioacumulable y persistente, está distribuido por todo el planeta y, cuando entra en los tejidos de las plantas y los animales, se inicia el camino por la cadena trófica y, por tanto, entran a formar parte de los alimentos. El mercurio está presente en bajas concentraciones en agua o sedimentos en su forma metilada, conocido como metilmercurio.

Puede estar altamente concentrado en organismos acuáticos y su contenido tiende a aumentar a lo largo de la cadena alimentaria cada vez que una especie se come a otra. Los productos más susceptibles de contaminarse son pescados y crustáceos, además de los cereales.

El nivel de contaminación de los peces varía en función de la especie. Tiende a ser más alto en las especies que se encuentran en la parte superior de la cadena alimentaria (grandes depredadores) como el atún rojo (no en conserva), el pez espada, el emperador o el lucio.

Precauciones con el consumo de pescado

En dosis altas, el metilmercurio es tóxico para el sistema nervioso central humano, sobre todo durante el desarrollo intrauterino y la primera infancia. Pero ello no significa que debamos erradicarlo de nuestra alimentación. Se trata de prevenir riesgos siguiendo una serie de recomendaciones:

  • Para la población general: es aconsejable el consumo de 3 a 4 porciones de pescado a la semana, intentando variar las especies entre pescados blancos y pescados azules.
  • Para mujeres embarazadas y niños hasta 10 años: es aconsejable evitar el consumo de las cuatro especies identificadas con un alto contenido en mercurio (pez espada, atún rojo, tiburón y lucio). Para las especies con bajo contenido en mercurio (abadejo, boquerón, arenque, caballa, dorada, gamba, lenguado europeo, espadín, merluza, etc.), es recomendable el consumo de 3-4 raciones a la semana.
  • Niños de entre 10 y 14 años: limitar el consumo de estas cuatro especies a 120 gramos al mes.

¿Es seguro comer pescado?

Como recuerda la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), consumir pescado no solo es seguro sino que es recomendable. Los expertos concluyen que los pescados y mariscos son una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico y contribuyen a la ingesta de nutrientes esenciales como yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D.

También constituyen una fuente rica en ácidos grasos poliinsaturados, que ejercen una importante acción protectora frente a enfermedades cardiovasculares. Por tanto, los beneficios superan los riesgos, siempre que se tengan en cuenta las excepciones para determinadas especies y en ciertos grupos de población.

¿Qué dicen los científicos sobre el vapeo y los cigarrillos electrónicos?

El hecho de ser un hábito reciente hace que haya un conocimiento médico limitado de sus riesgos.

“Vapear” consiste en inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico u otro dispositivo similar. Se trata de un término relativamente nuevo, ya que su uso se popularizó en los países occidentales hace menos de 10 años. Sin embargo, hoy en día, es muy común ver “vapeadores” en cualquier esquina o terraza rodeados de un denso humo blanquecino, en ocasiones, acompañado de aromas no siempre desagradables.

En los últimos meses, el “vapeo” ha sido objeto de debate. Por un lado, el Gobierno estadounidense se está planteando prohibir la venta de cigarrillos electrónicos de todos los sabores, excepto del tabaco. Por otro lado, en España, el Ministerio de Sanidad valora incorporar el vapeo a las prohibiciones de la Ley Antitabaco.

No es inocuo

La corta trayectoria de los cigarrillos electrónicos (si la comparamos con la del tabaco) provoca que haya un limitado conocimiento médico sobre los riesgos concretos que pueden tener para la salud. De ahí que haya defensores y detractores del “vapeo” que se reafirman en sus posturas con la misma intensidad.

Sus defensores valoran su utilidad a la hora de dejar de fumar. Existe, incluso, una Plataforma MOVE que apoyan médicos, científicos y profesionales de la salud de todo el mundo. Por su parte, sus detractores aseguran que los cigarrillos electrónicos no son completamente inocuos e incluso pueden fomentar la adicción al tabaco y están avalados por diversas sociedades científicas y médicas.

En este sentido, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha realizado una declaración sobre la eficacia, seguridad y regulación de los cigarrillos electrónicos:

  • Los cigarrillos electrónicos vaporizan un líquido compuesto por una mezcla de sustancias químicas. Al inhalarlas, se depositan en los pulmones.
  • Esas sustancias químicas suelen ser propilenglicol, glicerina y nicotina (esta última no siempre). Las dos primeras son inocuas cuando se utilizan por vía oral, pero no está demostrado que lo sean si se inhalan.
  • El vapor que liberan los cigarrillos electrónicos contiene una serie de sustancias (formaldehído, acetaldehído, acroleínas y metales como níquel) declaradas carcinogénicas por la International Agency for Research on Cancer, sin determinar un umbral de seguridad para su consumo. Además, algunas de estas sustancias tienen capacidad para dañar el intersticio pulmonar.
  • El vapor que producen los cigarrillos electrónicos contiene unas partículas del tipo PM2,5 que pueden ser perjudiciales para los consumidores activos de estos dispositivos y también para los pasivos.
  • Los estudios que han concluido que los cigarrillos electrónicos (tanto los que contienen nicotina como los que no) pueden ayudar a controlar los síntomas del síndrome de abstinencia, tienen deficiencias metodológicas y las muestras de sujetos son muy pequeñas.
  • Ocurre lo mismo con los estudios clínicos que evalúan la eficacia y la seguridad de uso de los CE como tratamiento para ayudar a los fumadores a dejar de serlo o para ayudarles a reducir el número de cigarrillos que consumen.

En este sentido, para la SEPAR los cigarrillos electrónicos deberían regularse como medicamentos con un triple objetivo: controlar su consumo, vigilar el cumplimiento de estándares de calidad a la hora de producirlos y distribuirlos y poner en marcha estudios clínicos amplios y de calidad que eviten las deficiencias de las investigaciones actuales sobre los cigarrillos electrónicos.

Además, la SEPAR recuerda que, en caso de querer dejar de fumar, lo más conveniente es acercarse a un profesional de la salud. Te acompañará en el proceso y te prescribirá tratamientos cuya eficacia y seguridad sí está demostrada.

La importancia de las mamografías

Detectar el tumor en su etapa inicial permite evitar tratamientos agresivos que dejan secuelas físicas y psicológicas en la mujer.

La detección precoz del cáncer de mama en su etapa inicial permite su curación. Es una de las herramientas básicas para salvar vidas. De hecho, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), gracias a las campañas de diagnóstico precoz del cáncer de mama, la mortalidad por esta enfermedad se ha reducido de manera muy significativa.

En el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra el próximo sábado 19 de octubre, se busca recordar a la sociedad la importancia de promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y a tratamientos oportunos y efectivos. Porque detectar el tumor en etapas precoces permite aplicar tratamientos menos agresivos que dejarán menos secuelas físicas y psicológicas a la mujer.

Qué es la mamografía

El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar de forma precoz, antes de que se perciban los síntomas. La técnica más eficaz para detectarlo es la mamografía.

Se trata de una radiografía de las mamas sin dolor y con una dosis de radiación muy baja. Durante la prueba, se comprimen las mamas entre dos superficies firmes para esparcir el tejido mamario. Se capturan imágenes de las mamas en blanco y negro, que examina el médico.

Esta técnica puede utilizarse con dos finalidades:

  • Mamografía de detección: para buscar cambios en las mamas en aquellas mujeres que no tienen signos, síntomas, ni nuevas anomalías en las mamas. El objetivo final es detectar el cáncer antes de que se noten signos clínicos.
  • Mamografía de diagnóstico: para investigar cambios sospechosos en las mamas (nuevo bulto, dolor, aspecto inusual de la piel, engrosamiento del pezón o secreción por el pezón). También se usa para analizar los hallazgos anormales en una mamografía de detección.

A través de la mamografía se pueden detectar lesiones en la mama hasta 2 años antes de que sean palpables, cuando aún no han invadido en profundidad ni se ha diseminado a los ganglios ni a otros órganos.

A partir de los 40 años, es conveniente realizar esta prueba cada 1 o 2 años. Y, a partir de los 50 años, cada año. Según la Sociedad Americana del Cáncer, las mujeres que se someten a ella de forma regular tienen más probabilidades de encontrar el cáncer de mama y menos de necesitar un tratamiento agresivo, como cirugía para extirpar el seno (mastectomía) y quimioterapia, y más probabilidades de curarse.

Ineficacia de la exploración física

Otra de las técnicas complementarias de detección precoz de la que se ha hablado mucho es la exploración física periódica (ya sea realizada por el médico o por la propia mujer). Sin embargo, la AECC no la considera eficaz por no permitir el diagnóstico de tumores pequeños, que sí suele detectar la mamografía. Y proporciona datos: “se estima que la mamografía permite detectar el 90% de los tumores y el examen físico menos de un 50%.

Ante todo, si tienes dudas, habla con tu médico. Él te dirá cuáles son tus factores de riesgo y los beneficios y riesgos de someterte a exámenes de detección.

Envejecimiento activo, ¿qué es?

La vejez debe ser una etapa dinámica, saludable y con una gran calidad de vida.

El envejecimiento activo consiste en tener los ambientes y las circunstancias adecuadas para que las personas mayores tengan una vida larga, plena y saludable. Y es que la edad adulta debe ser una etapa dinámica dentro del ciclo vital de una persona.

Un 20% del total de la población mundial tiene más de 60 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud. El aumento de la longevidad ha supuesto un reto para conseguir oportunidades de bienestar físico, social y mental óptimas para que todos alcancemos la vejez con mejor salud y calidad de vida.

Vivir de forma activa

La OMS define el envejecimiento activo como “el proceso de optimización de las oportunidades de la salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”.

Pero, ¿qué significa vivir la vejez de forma activa y saludable? Los expertos mencionan 5 pilares básicos que describen un proceso vital dinámico de una persona de más de 60 años:

1. Salud óptima: tener satisfechas las necesidades básicas.

2. Buen estado físico: mantener la actividad física y realizar ejercicio físico.

3. Capacidad mental: tomar decisiones, aprender y crecer.

4. Ser independiente: prevenir especialmente la discapacidad y la dependencia.

5. Vinculación y participación social: mantener la actividad y las relaciones sociales.

Pautas para un envejecimiento activo

Los profesionales sanitarios nos recuerdan que durante la vejez (como en el resto de períodos vitales), es conveniente:

Moverse más: realizar actividades físicas a diario y durante al menos 45 minutos, como caminar rápido, subir escaleras o bailar. También son beneficiosos los ejercicios moderados de resistencia con pesas y de tonificación. El ejercicio físico puede ayudar a prevenir lesiones e influir en una recuperación más rápida tras una disfunción.

Comer bien: la alimentación debe incluir proteínas, vitaminas y minerales en cantidad suficiente, y descartar grasas ya que son de difícil digestión. Es preferible hacer varias comidas pequeñas al día en lugar de pocas y abundantes.  Y deben priorizar los alimentos con fibra para evitar el estreñimiento.

Socializarse: conservar y cuidar las relaciones familiares, quedar con amigos, empezar nuevas aficiones y compartir experiencias ayuda a mantenerse activo y a tener mejor bienestar mental. El 53% de personas mayores inician nuevas actividades después de los 65 años, según datos del IMSERSO.

Gracias a un envejecimiento activo, las personas mayores pueden seguir contribuyendo a la sociedad con conocimiento y experiencia en distintos ámbitos, para hacer de este mundo un lugar mejor para todos.

La importancia de la vacunación

Protegen de enfermedades, controlan la propagación de infecciones y forman parte de un estilo de vida saludable

Seguramente no hay una intervención sanitaria preventiva más efectiva que la vacunación. Y es que las vacunas ayudan a prevenir y controlar numerosas enfermedades infecciosas y contagiosas.

Repasamos los beneficios de las vacunas en la población:

1. Nos protegen a nosotros y al entorno: los dos motivos principales para vacunarnos son que nos defienden de nosotros mismos y de quienes nos rodean, creando lo que se conoce como “inmunidad de grupo o de rebaño”.

2. Ayuda a eliminar dolencias: la vacunación ha permitido la erradicación de la viruela, la interrupción de la transmisión de la poliomielitis, así como el control de enfermedades como el sarampión, el tétanos, la difteria o la rubeola.

3. Control de enfermedades raras: sin vacunación, enfermedades que se han vuelto raras, como la tos ferina, la poliomielitis o el sarampión, podrían reaparecer.

4. Sus efectos no son peligrosos: las vacunas son seguras y han sido sometidas a pruebas rigurosas. Producen una respuesta inmunitaria similar a la generada por las infecciones naturales, pero sin causar enfermedad ni complicaciones.

5. Salvan vidas: son una de las intervenciones en salud pública que más vidas ha salvado en la historia. La OMS calcula que la inmunización salva 2,5 millones de vidas al año y protege a muchos más millones de personas de enfermedades y discapacidades.

6. Preservan la seguridad mundial: cuando se inmuniza a todos los niños y niñas y se erradica una enfermedad, se ayuda a preservar la seguridad mundial y promover la salud.

7. Son parte de un estilo de vida saludable: son una estrategia saludable que se aplica en la población sana como medida de prevención y mejora de la calidad de vida, igual que la alimentación equilibrada o la práctica de ejercicio físico regular.

8. Proporciona beneficios sociales y económicos: los esfuerzos mundiales realizados en materia de vacunación desde el 2001 han impedido 20 millones de muertes, calculándose un ahorro de 350.000 millones de dólares por atención sanitaria.

Las vacunas representan un hito esencial en la prevención de las enfermedades. Así, vacunarse es un acto de solidaridad, que te protege a ti y nos protege a todos.

Golpes en la cabeza, ¿cuándo preocuparse?

Aunque la mayoría no son graves, a veces requieren atención médica. Te decimos cuándo

Un golpe en la cabeza  puede producir cualquier tipo de lesión en el cerebro, el cráneo o el cuero cabelludo,  ocasionando desde un simple hematoma hasta una lesión cerebral traumática.

Puede ser difícil evaluar la gravedad de una lesión en la cabeza con solo mirar. Sin embargo, no debe tomarse a la ligera.

Se aconseja consultar con un médico de inmediato si se sufren los siguientes síntomas:

  • pérdida de conciencia
  • convulsiones
  • vómitos
  • confusión o desorientación
  • incapacidad para enfocar
  • problemas de equilibrio o coordinación
  • fuga de líquido claro por la oreja o la nariz

¿Qué es un traumatismo craneoencefálico?

Un golpe fuerte en la cabeza es (en términos médicos) un traumatismo craneoencefálico. La mayoría de traumatismos en la cabeza son leves y no producen daños, según la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría. Y es que con golpes mínimos es muy raro que se produzcan lesiones.

Este tipo de golpes en la cabeza son muy frecuentes en la infancia. La mayoría de los casos no acarrean consecuencias serias, pero en ocasiones la lesión puede ser grave, especialmente en los menores de un año (caídas desde el cambiador, sillita, cuna, etc.).

Después del golpe, se recomienda acudir al médico para una exploración neurológica. Tras la valoración del pediatra, gran parte de los niños y niñas son dados de alta y enviados a casa. Los padres deberán comprobar si aparece algún signo de alarma durante las 24-48 horas posteriores:  somnolencia excesiva, desorientación, llanto persistente, dolor, debilidad, etc.

Si aparecen los síntomas descritos anteriormente o empeora su estado, se debe volver inmediatamente al servicio de urgencias más cercano.

Cuidados para la voz

Es nuestra herramienta para comunicarnos. Aprende cómo mantenerla sana

La afonía es la pérdida de la voz completa o parcialmente. Los síntomas de este trastorno pueden ir desde tener voz que no se oye, voz ronca o dolor de garganta, hasta sequedad o garganta irritada y roja.

Padecer enfermedades del aparato respiratorio (faringitis, amigdalitis, tos, etc.), forzar demasiado la voz, ingerir productos tóxicos o irritantes, sufrir frío intenso o dormir con la boca abierta suelen ser algunas causas de la afonía.

Consejos para evitar la afonía

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello ha elaborado un Decálogo de Cuidados de la Voz en el que se incluyen algunas recomendaciones para la buena salud de la garganta y las cuerdas vocales.

  1. No forzar la voz: intentar no gritar, controlar más la respiración y tratar de usar más los músculos del diafragma que los de la garganta para no forzar las cuerdas vocales.
  2. No hablar fuerte en ambientes ruidosos: si la voz compite con un ruido ambiental intenso, siempre perderá. Es preferible hablar de frente al interlocutor, articular más de lo habitual y hablar claro y lento para evitar repetir.
  3. No fumar: el tabaco es un factor irritante para la laringe. El humo pasa entre las cuerdas vocales y favorece la aparición de edemas o pólipos. Además, es la principal causa de cáncer de laringe.
  4. No hablar en exceso: en general, no se debe hablar más de 4 horas seguidas ni cantar más de 2 horas. Es importante descansar la voz haciendo periodos de 15-20 minutos de silencios dos o tres veces al día, limitar el uso del teléfono y evitar interrumpir a otros.
  5. Hidratarse bien: habría que beber unos dos litros de agua diarios para que la mucosa que recubre a las cuerdas vocales esté bien hidratada. Para tomar más líquidos podemos ingerir agua cada vez que comamos, tener siempre a mano una botella y evitar los caramelos de menta que resecan más.
  6. Descansar lo suficiente: deberíamos dormir más de seis horas y reposar antes de utilizar mucho la voz para obtener el máximo rendimiento vocal. Recuerda que la fatiga corporal se refleja en la voz.
  7. No utilizar el aire pulmonar residual al hablar: hablar con el resto final de aire y sentir sensación de ahogo comporta un esfuerzo vocal. Esto ocurre cuando se marcan las venas del cuello al hablar.
  8. No ingerir productos helados: es aconsejable no tomar productos que puedan producir afonía o ronquera, limitar el consumo de agua muy fría o de helados en verano. Y en caso de hacerlo, mantenerlos unos instantes en la boca para que se calienten.

Los otorrinolaringólogos aconsejan acudir a la consulta en caso de sufrir cualquier trastorno de la voz que dure más de dos semana. Las personas que trabajan con la voz deberían visitar una vez al año al especialista para una revisión.

Síndrome del intestino irritable, más allá del dolor

Unos hábitos de vida saludables pueden mejorar los síntomas de este molesto trastorno.

El Síndrome del Intestino Irritable (SII) o, también conocido como colon irritable, es un cuadro crónico del tubo digestivo que produce, sobre todo, dolor e hinchazón abdominal.

Se trata del trastorno gastrointestinal más diagnosticado y la segunda causa de absentismo laboral en España tras el resfriado común, según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo. De hecho, entre el 10-20% de la población padece a lo largo de su vida alguno de sus síntomas.

No se conoce una causa única que produzca este síndrome (hay varias, como estrés, enfermedades digestivas, genética…), por lo que el tratamiento se basa en mitigar las molestias y mejorar la calidad de vida de las personas.

Síntomas del colon irritable
  • Cambios en la frecuencia y/o consistencia de las heces: períodos de diarrea, estreñimiento, o alternancia de ambos.
  • Dolor abdominal: es el principal síntoma del síndrome del intestino irritable, que suele mejorar tras la defecación.
  • Sensación de quemazón en el esófago, náuseas e incluso vómitos.
  • Vientre hinchado por distensión abdominal, gases o meteorismo.
  • Mucosidad en las deposiciones.
Tratamiento de colon irritable

No existe un tratamiento definitivo que cure esta enfermedad, pero se ha demostrado que cambiando algunos hábitos de vida se pueden paliar los síntomas.

Más comidas de menor cantidad: come más veces al día y de forma moderada, ingiere a un ritmo relajado, en horarios regulares y masticando bien los alimentos, así facilitarás la digestión y lograrás reducir la posibilidad de que se irrite el intestino.

Fija un horario: intenta ir al baño por la mañana, después de desayunar. Beber un vaso de agua tibia con limón nada más levantarte ayuda a estimular tu metabolismo. No uses laxantes ni medicación para cortar la diarrea sin prescripción médica.

Busca la calma: se aconseja realizar técnicas de relajación, como el mindfulness, el taichí o el yoga, que son eficaces para reducir el estrés y liberar tensiones.

Evita el tabaco y el alcohol: el consumo de estas sustancias dañinas empeora los síntomas del síndrome.

Consume frutas suaves: opta por frutas pobres en azúcares y ricas en pectinas, como la manzana, la ciruela o la pera. Y evita los zumos o néctares, los cítricos y aquellas más flatulentas, como el melón o el higo.

Nada de comidas fuertes: como norma general, las especias, la cafeína, los picantes, las grasas y las comidas muy condimentadas deben evitarse.

Muévete: realizar actividad física regularmente favorece el tránsito intestinal. Trata de practicar ejercicio 30 minutos al día, ya que beneficia el sistema nervioso central y  mejora la motilidad del aparato digestivo.

Hidrátate: hay que ingerir al menos 2 litros de agua al día. Tomar infusiones suaves puede ayudarte. Es importante garantizar la hidratación adecuada cuando se padece esta enfermedad.

No olvides que no existen alimentos prohibidos. Cada persona debe identificar qué alimentos le sientan peor y eliminarlos de su menú.

El secreto para no resfriarse

Este invierno prevén los catarros y goza de mejor salud

El resfriado o catarro es una enfermedad infecciosa del aparato respiratorio causada por un virus, que en invierno encuentra el mejor escenario para desarrollarse. Es la dolencia leve más extendida del mundo y afecta, de media, tres veces por año a una persona.

A pesar de que sus síntomas (goteo nasal, congestión, lagrimeo en los ojos, irritación de garganta) se asimilan a los de la gripe, no provoca fiebre alta y suele curarse en una semana.  La genética juega un papel relevante en la prevención, pero siguiendo una serie de hábitos saludables podemos también librarnos de él.

Cómo prevenir los catarros

  1. Cuida la alimentación: una dieta rica en vegetales y baja en carnes rojas y grasas saturadas es esencial para que el sistema inmune pueda vencer a los microbios.
  2. Higiene de manos: lávate las manos con agua y jabón, con frecuencia y durante al menos 20 segundos para evitar que los microorganismos penetren en el organismo.
  3. Ventila las estancias: airea los espacios cerrados, como mínimo 15 minutos, así los microorganismos no se concentrarán en el ambiente.
  4. Abrígate: usa prendas adecuadas para el frío, protégete la cabeza, la garganta y los pies porque, de no ser así, el organismo se enfria en su conjunto.
  5. Hidrátate: Ingiere muchos líquidos, en forma de agua, infusiones y sopas. Un ambiente reseco en las mucosas respiratorias propicia el desarrollo de microbios.
  6. No fumes: El tabaco disminuye las defensas del organismo. Las personas fumadoras tienen el doble de posibilidades de resfriarse respecto a aquellos que no fuman.
  7. Descansa lo suficiente: Dormir menos de seis horas cuadriplica el riesgo de contagio. El cuerpo necesita un mínimo de siete para recuperar la energía.
  8. La actitud: Ser positivo y controlar el estrés puede mejorar la salud de nuestro sistema inmune y favorecer una más pronta recuperación.

¿Qué hacer ante una bronquiolitis?

Aunque es de fácil contagio, en casa podemos tomar medidas para tratarla y evitarla

La bronquiolitis es una infección respiratoria producida por virus en la que se inflaman los bronquios y los bronquiolos, que son las vías más pequeñas que llevan el aire dentro del pulmón.

De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, esta enfermedad afecta a menores de 2 años, sobre todo, a los menores de 6 meses y, normalmente, es causada por el virus respiratorio sincitial (VRS), normalmente de noviembre a marzo.

La bronquiolitis se contagia como un resfriado, tal y como indica la Sociedad Española de Neumología Pediátrica: a través de contacto con saliva o moco, y por las manos. Los gérmenes se diseminan de la nariz y la boca en pequeñas gotitas de saliva que quedan suspendidas en el aire cuando alguien estornuda o tose, y pueden quedar sobre objetos que la persona toca.

Al principio, hay un incremento de la secreción nasal y tos perruna, posteriormente, se inflaman los bronquiolos dificultando el paso de aire, lo que puede ocasionar ‘silbidos’, atragantamientos o vómitos. Acostumbra a durar 7 – 12 días (la tos puede persistir más días).

Consejos para el tratamiento

Aunque se trata de una enfermedad vírica de fácil contagio, en casa podemos tomar medidas para evitarla.

  1. Lavado nasal: antes de comer y de dormir conviene despejar las fosas nasales del pequeño, haciendo un lavado nasal (poner suero fisiológico y aspirar la mucosidad). Esto es porque los bebés respiran sobre todo por la nariz y, si ésta está obstruida, pueden tener dificultad al respirar.
  2. Cambio de postura: elevar un poco la cabecera de la cama/cuna ayuda a respirar algo mejor. Además, humidificar el ambiente despeja la nariz y calma la tos. En los recién nacidos, puede ser necesario administrarles oxígeno a través de gafas o mascarilla siempre que sea indicado por el pediatra.
  3. Reducir la fiebre: si el niño o niña tiene fiebre se pueden administrar antitérmicos, como el paracetamol y el ibuprofeno (mayores de 6 meses), o también medidas físicas (destapar al niño, baños con agua templada).
  4. Tomas más frecuentes: los bebés con bronquiolitis pueden tener poco apetito y cansarse con facilidad. Se aconseja fraccionar las tomas, es decir, administrar menos cantidad de alimento pero más frecuentemente.
  5. No usar medicamentos sin receta: Los jarabes para la tos, los mucolíticos y los descongestionantes nasales pueden ser perjudiciales. Tampoco sirven los antibióticos. No uses medicamentos que no recete el médico.

Medidas para prevenirla

  1. Lavarse las manos a menudo: las personas con una infección respiratoria o un simple catarro deben lavarse las manos a menudo, especialmente antes y después de tocar al niño o alguno de los objetos que él utiliza.
  2. Evitar ambientes de alto riesgo de contagio: intentar huir de los lugares concurridos, donde haya muchos niños (como guarderías, parques infantiles, ambulatorios), sobre todo, si el bebé tiene menos de 3 meses o fue prematuro.
  3. Eludir la exposición al humo del cigarrillo: intentar no fumar ni estar en ambientes donde se fume o se ha fumado. Si tienes un bebé asegúrate de que no se fume en casa y pide a familiares, cuidadores o personas que estén en contacto con él que no fumen.
  4. Fomentar la lactancia materna hasta los 6 meses: la lactancia materna es un gran protector frente numerosas infecciones. Prolongarla más allá de los 4 meses es una buena medida para reforzar el sistema inmunitario del bebé y hacerle más fuerte ante la bronquiolitis.

Los adultos y niños mas grandes no enferman tanto como los pequeños, presentando únicamente síntomas de un catarro, pero que son muy contagiosos para los bebés.

Ante la sospecha de que el niño respira más rápido o más agitado de lo normal, es necesario consultar con el pediatra.

Hasta el momento no existe una vacuna para prevenir la enfermedad, aunque está en estudio y desarrollo.

Soluciones para la faringitis

Aprende unas recomendaciones sencillas para aliviar el dolor de garganta

La faringitis es la inflamación de la faringe, es decir, la parte de la garganta que une la boca y la nariz con la tráquea y con el esófago. Se trata de una enfermedad que aparece, especialmente, en invierno, ya que es en esta época cuando se activan los microorganismos responsables.

Aunque se cura fácilmente, requiere de un tratamiento adecuado que evite posibles complicaciones. El 95% de los dolores de garganta viene producido por el virus del resfriado común o de la gripe y, en un menor número de casos, por infecciones bacterianas y por causas alérgicas (al moho, polvo, polen…).

Los síntomas de la faringitis van desde del dolor de garganta, tos, irritación, dificultad para tragar, hasta fiebre, mocos, amigdalitis (amígdalas rojas), voz ronca y ganglios inflamados. Ante estos indicios es necesario acudir al médico para que diagnostique su causa y tratamiento más conveniente.

Consejos para el dolor del garganta

Paralelamente al tratamiento médico prescrito podemos seguir una serie de recomendaciones, que nos ayudarán a aliviar las molestias y facilitarán nuestra recuperación:

  1. Bebidas calientes: la costumbre de ingerir bebidas muy frías es culpable de muchas faringitis. Lo mejor es tomar agua natural e ingerir bebidas calientes (té de limón con miel) para prevenir la deshidratación y cuidar de la garganta.
  2. Infusiones de enebro: esta planta posee propiedades expectorantes, antisépticas y antiespasmódicas que la convierten en una solución para dolencias respiratorias. Mezcla una cucharada de bayas secas por litro de agua durante 15 minutos y bebe la tisana endulzada con miel a lo largo del día.
  3. Gárgaras de agua salada: realizar gargarismos de agua con sal es un remedio que alivia los dolores que afectan a las anginas y a la parte superior de la garganta. Pon media cucharada de sal en un vaso de agua y haz gárgaras varias veces al día (evita tragarte el líquido).
  4. Alimentos con vitamina A: la zanahoria, la achicoria, las acelgas, las espinacas, la calabaza son vegetales ricos en vitamina A, una sustancia que fortalece el sistema inmunitario y puede tratar y prevenir enfermedades del aparato respiratorio (anginas, gripe, resfriados y bronquitis).
  5. Vapores de eucalipto: este árbol calma la faringe y ayuda a eliminar los gérmenes que provocan la inflamación. Cuece un puñado de hojas en un litro de agua y aspira los vapores, tapándote la cabeza con una toalla.
  6. Evita los ambientes resecos: busca entornos poco contaminados y un poco húmedos, que no inflamen la garganta (vigila con la calefacción). Puedes usar un humificador para dar más humedad al espacio o, en su defecto, colocar platos con agua encima de estufas o radiadores (con una infusión de eucalipto en su interior).
  7. Leche con miel y cúrcuma: un remedio casero para suavizar las molestias de la faringitis es tomar un vaso de leche con una cucharadita de mantequilla, otra de miel y otra de cúrcuma.
  8. No fumes: El tabaco agrede constantemente la garganta y disminuye las defensas. Intenta no fumar y huye de los espacios con mucho humo o con el aire muy viciado, así también prevendrás el contagio.

Recuerda que una alimentación adecuada, con muchas frutas y hortalizas, te ayudará a aumentar las defensas, recuperarte antes y prevenir otras faringitis en el futuro.

¿Sabías que las sopas y purés vegetales son muy beneficiosos para la garganta? Son suaves, no irritan y aportan calor a la zona.

Síndrome de Muerte Súbita del Lactante

Conoce las recomendaciones sanitarias para evitar este episodio letal en el bebé

El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es el fallecimiento inesperado y repentino de un niño menor de un año de edad, aparentemente sano, al que no se encuentra explicación.

Aunque en la mayoría de casos se desconoce la causa, suele ser el resultado de una parada cardiorespiratoria. Podría ser que el bebé no fuera capaz de despertarse, por algún problema de estimulación del sueño congénito, o que no detectara el dióxido de carbono en sangre, y “se olvidara” de respirar.

Se sabe que el 90% de los casos se produce durante el sueño, que existe un pico de presentación a los 2-3 meses de vida, que es más frecuente en los meses fríos y que se da más en varones y niños de bajo peso. Con todo, el SMSL tiene una incidencia de 1- 3 por cada 1.000 recién nacidos.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria advierte que dormir boca abajo, en colchones muy blandos, en ambiente con mucho calor o el consumo de alcohol y tabaco durante la gestación son algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de muerte súbita de los bebés.

Recomendaciones sanitarias

  1. Decúbito supino: los recién nacidos deberían dormir boca arriba, al menos hasta los seis meses de edad.
  2. Sobre una superficie rígida: es preferible que los bebés duerman solos en su cuna, sobre un colchón firme o superficie no muy blanda y sin almohadas.
  3. Cuidar la temperatura: la habitación tiene que estar a una temperatura agradable (idealmente de 20 y 22 ºC). Además, hay que evitar que el pequeño tenga excesivo arropamiento y, si tiene fiebre, no cubrirle la cabeza.
  4. Puede usar chupete: los expertos no desaconsejan el uso del chupete durante el primer año de vida, especialmente, si ya lo utiliza y está establecida adecuadamente la lactancia materna.
  5. Dejar de fumar: se desaconseja el hábito tabáquico de la madre y del padre, antes, durante y después del embarazo.
  6. Consultar con el médico: habla con el pediatra para identificar si se trata de un bebé con riesgo serio, es decir, si sufre pausas de apnea espontánea y sin causa conocida, malformaciones de la vía aérea superior, arritmias, etc.

En grupos de riesgo se aconseja la monitorización durante el sueño, ya que es el único tratamiento disponible por el momento. Consiste en medir las constantes del niño con un monitor de apnea, que  dispara una alarma en cuanto éstas se alejan de la normalidad. La activación del aparato permite a los padres realizar maniobras de estimulación al niño.

La muerte súbita sigue siendo objeto de estudio por el desconocimiento que se tiene sobre ella.