¿Sabes que la forma de respirar puede influir en tu bienestar?
La respiración es esencial para la vida. No se trata únicamente de una actividad fisiológica, afecta también a nuestro estado mental y emocional. Inspiramos y expiramos más de 20.000 veces al día, la mayoría de ocasiones, de manera autónoma e inconsciente. Sin embargo, las malas posturas, los momentos de estrés o las tensiones musculares pueden alterar el modo en que cogemos y expulsamos aire.
La Técnica Alexander, que inventó FM Alexander en los años 80, ayuda a tomar conciencia de cómo nos movemos y cómo respiramos y de los beneficios que tiene una adecuada respiración para la salud. Se trata de un método práctico, que ayuda a mejorar el uso que hacemos de nuestra energía y de nuestro cuerpo.
Así, por ejemplo, en las actividades de la vida diaria, en casa, en la escuela, en el trabajo o practicando ejercicio físico, Alexander planteó utilizar nuestro cuerpo de otra forma, reduciendo las tensiones excesivas y mejorando la coordinación, la fluidez en el movimiento, el equilibrio y la respiración. El objetivo es respirar naturalmente y, para lograrlo, se basó, más que en practicar ciertos ejercicios, en un proceso de “des-aprender” los hábitos perjudiciales.
Pasos para aplicar el método
- Conciencia al respirar
Lo primero para mejorar la respiración es tomar conciencia de la respiración, sin intentar cambiarla. Basta con que pongamos atención en cómo inhalamos y exhalamos para producir una mejora. Si nos tumbamos nos será más sencillo detectar las tensiones acumuladas y soltarlas con fluidez.
- La “A” susurrada
Para ayudar a reaprender a cómo respirar naturalmente, Alexander desarrolló un método que se conoce como “el procedimiento de la A susurrada”. Para realizarlo: coloca el cuerpo de manera que estés cómodo, haz un susurro con la boca preparada para emitir una “a” y escucha cómo sale el aire de tu cuerpo.
- Muévete a diario
La actividad física ayuda a entrenar la respiración. Comienza con ejercicios suaves sin forzar el ritmo respiratorio. Luego, incrementa la velocidad y la fuerza poco a poco. El mejor ejercicio para entrenar la respiración, es caminar a buen ritmo.
- Evita respirar demasiado rápido
¿Te has fijado que la respiración se vuelve rápida y agitada cuando nos enfadamos, nos ponemos nerviosos, tenemos miedo o vamos a toda prisa? Tómate tu tiempo para inhalar y exhalar despacio y profundamente, e intenta respirar de manera suave y calmada. Esto te devolverá paz y tranquilidad y te reportará más oxígeno y energía.
A medida que vayamos practicando estos nuevos hábitos saludables, poco a poco se irán fijando en nuestro cerebro y comportamiento. El resultado es un cambio en nuestra manera de actuar y de movernos, hasta ahora inconscientes, y que las nuevas pautas nos parezcan necesarias.