Todo lo que debes saber sobre la fatiga ocular: qué es, por qué surge y cómo se trata

La fatiga ocular o visual es una molestia que aparece en los ojos tras el uso intenso de estos. Aunque no es grave y suele desaparecer cuando descansas la vista, puede llegar a ser muy molesta.

Pero, ¿cuáles son las causas de su aparición? Según la Asociación Española de Optometristas Unidos, todo aquello que produzca una sobrecarga en el sistema visual es susceptible de ser una causa de fatiga ocular, como por ejemplo: condiciones de luz inadecuadas, falta de sueño, condiciones ambientales, errores refractivos mal corregidos o sin corregir, sequedad ocular, actividades prolongadas sin descanso en visión próxima y actividades prolongadas en visión lejana, entre otras cosas.

Los síntomas más frecuentes de la fatiga visual son: picazón, ardor o escozor en los ojos, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz; dificultad para mantener los ojos abiertos; visión doble o borrosa; sensación de sueño y dificultad para concentrarse.

CÓMO PREVENIR LA FATIGA OCULAR

Tener una iluminación adecuada es una de las principales recomendaciones para evitar la fatiga ocular (se aconseja la luz natural frente a la artificial). También lo es tomar descansos, sobre todo cuando se realicen trabajos minuciosos, mirando con los ojos hacia otra dirección.

Asimismo, debe limitarse el tiempo frente a las pantallas. Si esto no es posible, ya sea porque trabajamos con ordenador o cualquier otro dispositivo electrónico, es aconsejable establecer pausas siguiendo la regla 20-20-20 (tras 20 minutos de esfuerzo, se descansa 20 segundos a una distancia de 6 metros o 20 pies).

De igual forma, desde Clínica Mayo recomiendan el uso de lágrimas artificiales, que ayudan a prevenir y aliviar los ojos secos, y mejorar la calidad del aire del espacio, ajustando el termostato para reducir el soplo de aire, por ejemplo.

Por otro lado, parpadear de forma frecuente ayuda a evitar la sequedad ocular, ya que al hacer el movimiento se generan lágrimas que humedecen los ojos.

Finalmente, en caso de trabajar con ordenador, es aconsejable ajustar la configuración de la pantalla. Para ello, hay que agrandar el tamaño de la letra, para que podamos leer con facilidad y no tengamos que forzar la vista, y ajustar los niveles de contraste y brillo.

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