Ya sea por las altas temperaturas, los baños en la piscina, la arena o el cambio en los hábitos alimenticios, el verano es la estación del año en la que aparecen ciertas enfermedades
El verano es la época perfecta para disfrutar de más tiempo libre, pero también es la estación del año en la que aparecen algunas enfermedades, ya sea por las altas temperaturas, los baños en la piscina, la arena o el cambio en los hábitos alimenticios.
Una de las más frecuentes son las quemaduras solares, producidas por una sobreexposición solar. Además de ser incómodas y dolorosas, pueden dejar marcas en la piel. Para que esto no ocurra, especialmente en los niños, hay que protegerse utilizando ropa adecuada o usando cremas solares con alto factor de protección. No obstante, en menores de 3 años, lo más recomendable es evitar la exposición directa al sol, según señalan desde la Sociedad Valenciana de Pediatría.
La diarrea del viajero es, asimismo, un problema digestivo muy frecuente durante las vacaciones de verano, sobre todo cuando se viaja a países con menores condiciones higiénico-sanitarias. La Fundación Española del Aparato Digestivo señala que los síntomas comienzan en el segundo o tercer día de estancia y se caracterizan por la aparición de 4-6 deposiciones sueltas al día acompañadas de náuseas, vómitos, calambres abdominales (retortijones), fiebre y urgencia o dolor al defecar.
Otra patología muy frecuente en la época estival y que se da principalmente en niños es la otitis, caracteriza por la infección del conducto auditivo externo. Suele producirse en niños que pasan largos periodos en el agua o que tienen una sudoración excesiva, lo que provoca que el exceso de humedad pueda producir la proliferación de gérmenes que afecten al oído, tal y como destacan desde la Sociedad Valenciana de Pediatría.
También está la conjuntivitis, que puede ser vírica o bacteriana o estar causada por una reacción alérgica a algún agente irritante como el cloro, muy presente en las piscinas. De la misma manera, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia destaca que los componentes cosméticos que entran en contacto con los ojos pueden provocar la aparición de esta patología. No frotarse los ojos, el lavado frecuente de manos, el uso de gafas de sol y evitar el contacto con el cloro son las mejores medidas para evitar la conjuntivitis.
En cuanto a las patologías respiratorias, la faringitis y la bronquitis son las más comunes y su aparición se debe, en la mayoría de los casos, a cambios bruscos de temperaturas. La faringitis presenta síntomas como sequedad y sensación de quemazón en la faringe; y la bronquitis provoca tos. Para evitar ambas patologías se aconseja evitar el cigarrillo, hidratarse bien, llevar una alimentación sana para fortalecer el sistema inmune y reducir el uso del aire acondicionado.