Hacer sudokus, oír música o coser son ejercicios que ayudan a mantener la mente ágil.
De la misma manera que el entrenamiento físico nos ayuda a fortalecer el cuerpo, realizar algunos ejercicios específicos para el cerebro puede aumentar nuestra reserva cognitiva. Y es que los expertos creen que, cuanto más perezosa y pasiva está la mente, mayor riesgo tiene de atrofiarse y de desarrollar enfermedades, como la demencia.
Numerosos estudios han demostrado que mantenerse activo mentalmente, adquirir nuevos conocimientos y llevar una alimentación equilibrada puede favorecer el buen estado de la memoria por más tiempo.
Ejercicios para la memoria
1. Juegos: hacer crucigramas, puzles, sudokus o jugar a cartas (solitario, póquer) propician la concentración, el funcionamiento cognitivo y la vitalidad mental.
2. Lectura: leer ejercita el cerebro, ayuda a recordar palabras y aporta un impulso al cerebro. Tras leer un texto, podemos responder unas cuestiones sobre él o resolver adivinanzas.
3. Manualidades: las actividades artesanales hechas con las manos, como pintar, dibujar, esculpir o coser, ayudan a prevenir las pérdidas de memoria.
4. Música: es más fácil memorizar las letras de una canción que tratar de recordar las mismas palabras sin música. También es útil aprender a tocar un instrumento musical.
5. Notas: dejar notas o post-its escritos ayuda a recordar más datos y beneficia a la memoria. Todo vale, desde redactar un diario, hasta hacer la lista de la compra o apuntar las tareas.
6. Nuevas experiencias: probar un alimento nuevo, encender una vela perfumada y prestar atención al estímulo sensorial que nos produce, aumenta nuestra conciencia.
7. Relacionarse: la interacción social puede prevenir la depresión y el estrés, dos factores que contribuyen a la pérdida de memoria. Júntate más con amigos, sobre todo, si vives solo.
8. Rememorar: ordena fotos antiguas, recuerda familiares y hechos pasados de tu vida, así ejercitarás tu memoria autobiográfica y mejorarás tu información almacenada.
9. Otras rutinas: el cerebro funciona a través de asociaciones, por tanto, es útil cambiar algunas rutinas como el camino hacia casa o cepillarnos los dientes con la otra mano.
Como puedes ver, hay múltiples actividades para trabajar la atención, fortificar las funciones cerebrales y mantener la memoria joven y ágil.
"Una memoria ejercitada es guía más valiosa que el genio y la sensibilidad", Friedrich Schiller (poeta alemán).