Hipertensión arterial: qué es, síntomas, causas, prevención y tratamiento

Existe hipertensión cuando la presión sistólica tiene unas cifras iguales o superiores a 140 mmHg y la presión diastólica es igual o superior a 90 mmHg

La hipertensión o tensión arterial alta es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta.

Según la Fundación Española del Corazón, el corazón ejerce presión sobre las arterias para que conduzcan la sangre a todas las partes del cuerpo. Esto es lo que se conoce como tensión arterial y, cuanto más alta sea, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear la sangre.

Así, existe hipertensión cuando la presión sistólica tiene unas cifras iguales o superiores a 140 mmHg y la presión diastólica es igual o superior a 90 mmHg.

¿Cuáles son sus síntomas? La hipertensión arterial no produce síntomas, por lo que puede pasar inadvertida durante mucho tiempo hasta que se diagnostica mediante un aparato de medición, el esfigmomanómetro. No obstante, algunas personas pueden experimentar dolor de cabeza, dificultad para respirar, palpitaciones y vértigos.

Si la hipertensión no se controla, la Organización Mundial de la Salud destaca que esta puede provocar un accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, infarto de miocardio, alteraciones en la visión, ensanchamiento del corazón e insuficiencia cardiaca.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Para tratar la hipertensión, lo ideal es hacer un cambio en el estilo de vida. En este sentido, una de las pautas es dejar el tabaco, ya que este aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

Asimismo, desde Clínica Mayo recomiendan seguir una dieta saludable, con un menor consumo de sal, y limitar la cantidad de alcohol, puesto que este es perjudicial no solo para el corazón, sino también para otros órganos del cuerpo.

De igual forma, es aconsejable bajar de peso, sobre todo si se tiene sobrepeso, y practicar ejercicio de forma moderada y con regularidad, ya que este no solo consigue disminuir las cifras de presión arterial, sino que tiene también otros beneficios a nivel físico y a nivel mental.

Por último, la Fundación Española del Corazón subraya que, a pesar de cambiar los hábitos del estilo de vida, una persona hipertensa puede necesitar seguir un tratamiento farmacológico, siempre prescrito por un profesional sanitario.

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