Saber leer correctamente las etiquetas de los alimentos es determinante para evitar problemas de salud como la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares
En un mundo donde la oferta de productos en los supermercados es abrumadora, saber leer las etiquetas de los alimentos se ha convertido en una herramienta esencial para una alimentación saludable. Aunque en ocasiones la información puede parecer compleja, entender los ingredientes y los valores nutricionales ayuda a tomar decisiones informadas y a evitar productos que pueden contribuir a problemas de salud como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LEER LAS ETIQUETAS?
Las etiquetas están diseñadas para ofrecer información detallada sobre el origen, los ingredientes y el valor nutricional de cada producto. En la Unión Europea, el etiquetado de los alimentos está regulado por el Reglamento (UE) Nº1169/2011 sobre la Información Alimentaria Facilitada al Consumidor, que protege el derecho de los ciudadanos a recibir información verídica.
En 2016, este reglamento se modificó para mejorar la claridad de la información, estableciendo normas como el uso de un tamaño mínimo de letra, la obligación de destacar los alérgenos y la inclusión de todos los datos en un mismo campo visual.
¿CÓMO LEER EL ETIQUETADO?
A la hora de leer las etiquetas, es fundamental revisar la fecha de caducidad, la información nutricional y el listado de ingredientes antes de comprar un producto. Estos últimos se encuentran ordenados de mayor a menor proporción, lo que significa que los primeros de la lista son los más abundantes en el producto. En este contexto, es recomendable priorizar aquellos productos que contengan grasas saludables, en lugar de grasas trans.
Otro aspecto clave es la información sobre los carbohidratos. Es importante distinguir entre:
- Carbohidratos naturales, como los presentes en frutas y verduras.
- Azúcares de absorción rápida, como la miel y los dulces.
- Azúcares añadidos, que pueden aparecer en productos inesperados, como salsas, panes industriales, embutidos, galletas saladas, etc.
Además, las etiquetas incluyen el tamaño de las porciones, una información fundamental para evitar confusiones al comparar productos.
¿QUÉ DATOS SON OBLIGATORIOS EN LAS ETIQUETAS?
Según la legislación europea, las etiquetas de los alimentos envasados deben incluir la siguiente información obligatoria:
- Denominación del producto
- Lista de ingredientes
- Información sobre alérgenos
- Tabla de información nutricional
- Cantidad neta del producto
- Fecha de caducidad o consumo preferente
- Condiciones de conservación y modo de empleo
- Datos de la empresa responsable
- Lugar de procedencia
VALORES RECOMENDADOS: UNA GUÍA ÚTIL
Las etiquetas también muestran el porcentaje de valores diarios recomendados (VD%), que indica cuánto contribuye una porción de alimento al requerimiento diario de un nutriente. Por ejemplo, si un producto señala que aporta el 20% de la cantidad diaria recomendada de fibra, significa que con una sola porción se cubre una quinta parte del total que una persona necesita en un día.
Por último, es importante leer siempre las etiquetas antes de comprar un producto, ya sea en tienda física o en línea, ya que la información nutricional también debe estar disponible en las compras por internet. Conocer lo que estamos comiendo nos ayuda a mejorar nuestra alimentación y a prevenir problemas de salud a largo plazo. Por ello, la próxima vez que vayas al supermercado, tómate un momento para revisar la etiqueta. Pero sobre todo, céntrate en seleccionar alimentos frescos, naturales y de cercanía. Pequeños cambios en tus elecciones pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.