Con las bajas temperaturas es más importante que nunca cuidar nuestra piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y el más versátil de todos. Es el único órgano que está directa y constatemente abierto al exterior. La piel protege de agentes externos, del calor y el frío, del aire y los elementos y de las bacterias. Incluso elimina algunos residuos del cuerpo. Por eso, es más importante que nunca cuidarla frente a las bajas temperaturas.
Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos son las más sensibles al frío. Por todo ello, es importante más que nunca cuidar esas partes del cuerpo para evitar que la piel se seque o sea más sensible. A continuación, te damos unos consejos para cuidar tu piel durante estos meses:
- Hidrátala a diario varias veces al día. Esto es importante especialmente en aquellas personas que padecen algún tipo de dermatosis.
- No utilizar productos agresivos para el lavado de cara y cuerpo. Elige productos suaves y testados dermatológicamente.
- No descuides la protección solar. Con el frío extremo hay que cuidar especialmente las partes más expuestas del cuerpo, como las manos y la cara, tal y como aseguran desde la Fundación Piel Sana. Sobre todo, utiliza la crema solar cuando en zonas donde haya nieve, ya que se refleja el 80% de la radiación solar.
- Hidrata los labios y protégelos de la luz ultravioleta. Al ser una de las zonas que más sufre en invierno, es importante que tenga una hidratación extra.
- Evita los cambios bruscos de temperatura. Esto puede aumentar la posibilidad de aparición de arañas vasculares en la cara.
- Cuida la alimentación. Consume alimentos con Vitamina C y antioxidantes. También evita el alcohol, ya que empeora la dilatación capilar facial.
Cabe destacar que, la piel de las personas mayores es más frágil, seca y elástica, por lo que tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones e infecciones. Para Sanitas, en estos casos, durante los meses de frío es necesario llevar un cuidado especial para protegerla de los efectos de las bajas temperaturas, el aire frío y la humedad.
Mantener una piel sana es efectivo, si se va siguiendo las directrices del dermatólogo. En estas circunstancias cuando el consejo del especialista resulta especialmente beneficioso. Por eso, no olvides consultar con tu dermatólogo que tipo de recomendaciones son adecuadas seguir según cada temporada estival.