¿Sabes qué alimentos son mejores para aumentar el rendimiento intelectual?
La alimentación incide directamente en el desarrollo del cerebro. Una dieta desequilibrada puede producir carencias de nutrientes y causar fallos en la memoria, falta de concentración, irritabilidad y cansancio.
De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición, el mayor combustible para el cerebro es la glucosa y esta proviene de los hidratos de carbono principalmente, de cereales integrales, frutas , verduras y legumbres.
Asimismo, el organismo necesita ácidos grasos, proteínas, vitaminas y minerales para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Alimentos recomendados para el cerebro
Frutos secos: contienen ácidos omega 3, fitosteroles, antioxidantes, vitamina E, ácido fólico y fósforo, por lo que mejoran el rendimiento intelectual y estimulan la memoria.
Pescado azul: es rico en ácidos grasos saludables, capaces de estimular áreas cerebrales como la corteza prefrontal y occipital, asociada a la memoria y el procesamiento visual.
Verduras de color verde: combinan antioxidantes y vitaminas A,B,C y E lo que las hacen óptimas para mejorar la función cognitiva y evitar la pérdida de atención.
Huevo: posee aminoácidos esenciales, colina y luteína, sustancias que desarrollan la memoria a largo plazo y favorecen el razonamiento.
Plátano: abundante en potasio, magnesio, fibra, y vitaminas C y B6, es especialmente adecuado para estudiantes, ya que favorece la memoria y estimula la producción de neurotransmisores (como serotonina y dopamina) que favorecen la concentración.
Lentejas: las legumbres son alimentos ricos en colina, la sustancia responsable de la formación del neurotransmisor acetilcolina, encargada del correcto funcionamiento de los impulsos nerviosos.
Pan integral: los cereales integrales tienen una elevada proporción de vitaminas del grupo B, ventajosas para la conservación de la memoria y la mejora de la capacidad de concentración.
Además de tener en cuenta esto, evita consumir alimentos procesados, fritos y productos con mucha azúcar añadida y grasas saturadas, promueven una mala circulación de la sangre y dificultan la nutrición de las neuronas.
“Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento", Hipócrates.