Montañismo: ¿por qué deberías practicarlo?

Para su práctica adecuada, el montañista debe llevar un conjunto de accesorios básicos y una vestimenta concreta

El montañismo es una disciplina que tiene como objetivo el ascenso y descenso a las montañas. Según el tipo de terreno, las condiciones climatológicas y la altura de la montaña, este deporte se puede clasificar en: de baja montaña (hasta 1.500 metros), de media montaña (desde 1.500 a 2.000 metros) y de alta montaña (a partir de 2.500 metros).

Para su práctica adecuada, el montañista debe llevar un conjunto de accesorios básicos y una vestimenta concreta. En este sentido, deberá disponer de un calzado (botas) de acuerdo a las características del tipo de montaña por la que se va a desplazar.

También deberá contar con prendas que se adapten al lugar que visita, aunque por lo general se recomienda que lleve pantalones largos y prendas de manga larga para protegerse de los rayos solares, las plantas o posibles picaduras de insectos u otros animales.

Asimismo, se aconseja que lleve un sombrero, para protegerse de la lluvia o los rayos solares, y unas gafas con protección adecuada.

En cuanto a los accesorios, en la mochila no pueden faltar: una navaja, una linterna, un mechero, un botiquín, un silbato, una cuerda y un teléfono móvil. Por supuesto, algo para beber y comer también es fundamental.

BENEFICIOS DEL MONTAÑISMO

  • Al ser un deporte que se practica en plena naturaleza, permite reducir los niveles de estrés y ansiedad ocasionados por el día a día.
  • También mejora la salud cardiovascular, minimizando el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el corazón o los pulmones.
  • Ayuda a mantener el cuerpo en forma y permite controlar el peso.
  • Mejora el estado de ánimo y sube la autoestima.
  • Ayuda a controlar el colesterol alto, la glucosa y los triglicéridos.
  • Incrementa la fuerza general y la tonificación muscular del tren inferior.
  • Permite conocer la naturaleza y, por tanto, respirar aire puro, alejándonos de la contaminación de la ciudad. Y por último, aumenta la densidad ósea.

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