Alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales influyen en los procesos inflamatorios de las enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC
Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).
Cuando abordamos la salud pulmonar, es crucial reconocer el impacto directo que tiene nuestra nutrición en el funcionamiento óptimo de nuestros pulmones. La nutrición desempeña un papel fundamental en este aspecto, y la microbiota intestinal, a través del eje microbiota-intestino-pulmón, juega un papel clave al proporcionar los nutrientes esenciales y fortalecer el sistema inmunológico.
CONTROLAR LA ENFERMEDAD CON LA ALIMENTACIÓN
Una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es esencial para proteger los pulmones del daño oxidativo y la inflamación. Los antioxidantes presentes en frutas y verduras de colores vivos ayudan a neutralizar los radicales libres y reducir la inflamación pulmonar. Esto puede prevenir enfermedades respiratorias crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma, y mejorar la función pulmonar en general.
Estudios indican que hasta un 80% de los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas presentan malnutrición (Lozano et al., 2017). Además, la obesidad también se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias, como la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) y el asma bronquial (Beuther & Sutherland, 2007). Esta relación entre la nutrición y las enfermedades respiratorias subraya la importancia de una alimentación equilibrada para mantener la salud pulmonar.
NUTRIENTES CON ROLES EN LA SALUD PULMONAR
Por otro lado, ciertos nutrientes como la vitamina C, la vitamina E y el zinc desempeñan roles específicos en la salud pulmonar. La vitamina C, abundante en frutas cítricas, fresas y pimientos, fortalece el sistema inmunológico y protege contra infecciones respiratorias. La vitamina E, presente en nueces, semillas y aceites vegetales, protege las células pulmonares del daño oxidativo. El zinc, que se encuentra en alimentos como carne, mariscos y legumbres, es esencial para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico y la salud pulmonar (Kasielski & Nowak, 2001).
Es fundamental evitar ciertos alimentos y hábitos que pueden perjudicar la salud pulmonar. El consumo de alimentos procesados, grasas trans y azúcares añadidos puede contribuir a la inflamación, incluida la inflamación pulmonar. Además, el tabaquismo y la exposición al humo de segunda mano son factores de riesgo significativos para enfermedades respiratorias graves, como el cáncer de pulmón y la EPOC.
En conclusión, una alimentación equilibrada y nutritiva enfocada en la microbiota intestinal, desempeña un papel vital en la salud pulmonar a largo plazo. Al incluir una variedad de alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales en nuestra dieta diaria y evitar hábitos dañinos, podemos proteger y fortalecer nuestro sistema respiratorio y mejorar nuestra calidad de vida.