Aunque llevar ortodoncia es más frecuente en la infancia y adolescencia, no existe edad para tratar las maloclusiones
La ortodoncia es una especialidad odontológica que estudia, previene y corrige las alteraciones de los dientes y huesos que se encuentran en una posición incorrecta. El objetivo de esta, según la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial, es restablecer el equilibrio morfológico y funcional de la boca y de la cara, mejorando, además, la estética facial.
Aunque llevar ortodoncia es más frecuente en la infancia y adolescencia, no existe edad para tratar las maloclusiones. De hecho, se estima que el 25% de adultos jóvenes de entre 35-44 años necesita llevar ortodoncia.
TIPOS DE ORTODONCIA Y PROBLEMAS QUE CORRIGE
El Consejo de Dentistas distingue dos tipos de ortodoncia: aparatos fijos (aparatos fijos especiales, ortodoncia y retenedores de espacios fijos) y aparatos removibles (alineadores, aparatos de reposicionamiento de la mandíbula, expansor de paladar, retenedores de espacios removibles y retenedores removibles).
En cuanto a los problemas que corrige la ortodoncia se encuentran: apiñamiento dental, separaciones entre los dientes, línea media desplazada y la mordida.
QUÉ SE PUEDE COMER Y QUÉ NO CON ORTODONCIA
Aunque no existen alimentos prohibidos cuando se lleva ortodoncia, sí que puede ser necesario establecer ciertas restricciones alimenticias. Por ejemplo, se aconseja eliminar de la alimentación los productos azucarados y pegajosos (chicles, caramelos o golosinas), ya que estos pueden adherirse con facilidad al aparato y luego son difíciles de eliminar.
También es recomendable evitar los alimentos que se tengan que morder con los dientes, ya que los brackets podrían soltarse. Lo aconsejable es cortarlos en trozos pequeños para comerlos con mayor facilidad sin riesgo de dañar la ortodoncia.
Igualmente, se recomienda evitar las carnes fibrosas, que pueden quedarse entre los dientes o brackets; los alimentos o bebidas que manchan los dientes (refrescos, vino, café); y los cítricos o comida picante, que pueden ser grandes enemigos en el caso de llagas bucales.
En cuanto a lo que se puede comer, se recomienda, sobre todo en los primeros días de la ortodoncia, cuando la boca va a estar mucho más sensible: purés, sopas, alimentos cocidos y carnes y pescados con textura suave.