Los profesionales sanitarios, debido a su contacto directo con los pacientes, tienen más riesgo de contraer la gripe y transmitirla
La gripe es una infección vírica que afecta al sistema respiratorio (nariz, garganta, bronquios y pulmones). Aunque se presenta en personas de todas las edades, es más frecuente en niños pequeños y adultos jóvenes.
Los profesionales sanitarios, debido a su contacto directo con los pacientes, tienen más riesgo de contraerla y transmitirla.
De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, entre los síntomas más frecuentes se incluyen: fiebre elevada, cefalea, malestar general, tos, vómitos, náuseas y dolor abdominal.
Se transmite mediante las partículas expulsadas al toser o estornudar. También se contagia por el contacto directo con una persona o material infectado.
No suele necesitar tratamiento, y en una o dos semanas desaparece; sin embargo, en niños, ancianos o personas con problemas respiratorios, la infección puede provocar grandes complicaciones.
Existen tres tipos de virus de la gripe: A, B y C. Los A y B son los causantes de las epidemias estacionales, mientras que el C se detecta con menos frecuencia.
CONSEJOS PARA PREVENIR LA GRIPE
- Extrema tu higiene personal. Lávate las manos con agua y jabón. Hazlo con frecuencia y especialmente después de toser o estornudar.
- Ventila las estancias cerradas. Así evitarás que se concentren microorganismos. También es aconsejable, según la Fundación Española del Corazón, limpiar con agua caliente las superficies y objetos compartidos para eliminar el virus.
- Usa pañuelos desechables. Tíralos a la basura después de utilizarlos. En el caso de toser o estornudar, y no disponer de pañuelos en este momento, cúbrete con la mano o el codo y lávate después.
- Lleva una alimentación saludable. Los productos ricos en vitamina A y C son imprescindibles para que el sistema inmunitario esté en buen estado. También debes beber muchos líquidos, preferiblemente más de dos litros diarios, ya que esto aumenta las defensas y elimina la mucosidad.
- Vacúnate. Es la mejor forma de prevenir la gripe, especialmente las personas que se encuentran entre los grupos de riesgo (niños de 6 meses a 5 años, embarazadas, personas con enfermedades crónicas, mayores de 65 años y profesionales sanitarios).
- Permanece en reposo. Sobre todo en la fase aguda de la enfermedad, es decir, del primer al tercer día.
- No fumes. El tabaco facilita la aparición de la gripe al disminuir las defensas del organismo. Los fumadores pasivos también tienen riesgo de padecerla.
- Duerme bien. Un estudio publicado en Archives of Internal Medicine y del que se hace eco la Fundación Española del Corazón, afirma que las personas que duermen ocho horas o más tienen menos probabilidades de contagiarse con la gripe, que las que duermen menos de siete horas.
- Reduce el estrés. Factores como la tensión o el nerviosismo debilitan el sistema inmune, lo que favorece la aparición de la gripe o el retardo de su curación.