Probióticos y prebióticos: ¿qué son y en qué se diferencian?

Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados de forma adecuada, pueden aportarnos numerosos beneficios para la salud

Los probióticos y los prebióticos, aunque pueden parecer términos similares a simple vista, presentan grandes diferencias.

Por un lado, los probióticos son microorganismos vivos que, administrados de forma adecuada, pueden aportarnos numerosos beneficios para la salud. Por otro lado, los prebióticos son alimentos, generalmente con alto contenido en fibra, que son utilizados por la microbiota intestinal para aumentar la presencia de bacterias beneficiosas.

Los probióticos están en presentes en la composición de algunos alimentos como los yogures, el kéfir, el chucrut y el kimchi, entre otros. Por su parte, los prebióticos, según Clínica Mayo, se encuentran en alimentos como los plátanos, los granos integrales, las cebollas, el ajo, las hortalizas de hoja verde y la soja.

BENEFICIOS DE LOS PROBIÓTICOS

Entre los beneficios que presentan los probióticos, el Instituto Nacional de Salud destaca su uso para reducir los síntomas que provoca el síndrome del intestino irritable (dolor de estómago y molestias frecuentes, distensión abdominal, cambios en la frecuencia de las deposiciones), ya que ayudan a equilibrar la actividad del aparato digestivo, favoreciendo el tránsito y las deposiciones.

También, algunos estudios han demostrado que los probióticos pueden reducir el peso o la grasa corporal y, además, disminuir las concentraciones de colesterol malo en sangre.

De igual forma, la Organización Mundial de Gastroenterología destaca que los probióticos pueden prevenir la dermatitis atópica y reducir los patógenos orales y las caries dentales.

BENEFICIOS DE LOS PREBIÓTICOS

En cuanto a los prebióticos, según la Organización Mundial de Gastroenterología, su uso es frecuente para la prevención y el tratamiento de la encefalopatía hepática.

Asimismo, ayudan a favorecer la digestión, a mejorar la absorción de minerales y a prevenir problemas cardiovasculares.

Por último, al igual que los probióticos, los prebióticos también ayudan a regular el tránsito intestinal y, por tanto, a mejorar problemas como la enfermedad inflamatoria intestinal.

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