Se conoce como ‘meditación en movimiento’ y tiene muchos seguidores que han encontrado grandes beneficios para la salud, tanto mental como física
El taichí es una disciplina ancestral que ofrece relajación, reduce el estrés y la ansiedad, a la vez que mejora la flexibilidad del cuerpo y el equilibrio de la mente. Sus movimientos no son arriesgados ni rápidos, por el contrario, son lentos y siguen el ritmo de la respiración. Se le conoce como ‘meditación en movimiento’ y tiene muchos seguidores que han encontrado grandes beneficios para la salud, tanto mental como física.
Estas son algunas razones para practicar taichí:
- Mejora la fuerza muscular
Aunque no lo parezca, los movimientos lentos del taichí ayudan a mejorar la fuerza muscular como lo haría un entrenamiento con pesas. Además, mejoran el andar y alivian el dolor en personas que sufren padecimientos crónicos, como cáncer y artritis.
- Aporta energía vital
En el taichí se habla de la energía como “Qi” o “Chi”, tal como se le denomina en el Taoísmo filosófico. Según esta disciplina y la medicina tradicional china, la energía debe fluir por el cuerpo libremente, pero también hacerlo por las vías correctas. Si esto no sucede, es cuando aparecen las enfermedades y los dolores, es decir, el Qi está bloqueado.
Los lentos y suaves movimientos del taichí están diseñados para desbloquear el Qi y activar ese flujo de energía. Cuando esto sucede, se logra un mayor bienestar en los músculos, en el aparato respiratorio, en el circulatorio, etc. De esta forma, nuestro organismo se fortalece ante las enfermedades.
- Se fortalecen las extremidades superiores e inferiores
La práctica del taichí se realiza de pie. Los brazos se usan para realizar los movimientos que van gradualmente de simples a complejos. En estos movimientos se trabajan las articulaciones, lo que las fortalece, las oxigenan y tonifican.
- Mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y respiratorio
Los movimientos suaves y progresivos del taichí fortalecen los sistemas cardiovascular y respiratorio. Esta disciplina combina movimientos dinámicos con pausas, lo que ayuda a disminuir la frecuencia cardiaca, pero aumentando la circulación. Al basar estos movimientos en la respiración, la práctica de esta disciplina aumenta la capacidad respiratoria, lo que oxigena al cerebro.
- Previene enfermedades, caídas y fortalece las articulaciones
Los movimientos del taichí permiten trabajar las caderas, los tobillos, las rodillas y las manos, lo que las fortalece y las flexibiliza. Progresivamente, se usa la fuerza y se realizan movimientos amplios con el cuerpo. La combinación de estos disminuye el riesgo de caídas y lesiones, puesto que el cuerpo se tonifica y mejora el equilibrio.
- Alivia el insomnio, las migrañas y los dolores musculares
Las posturas que se adoptan en la práctica del taichí permiten que se adopten mejores posiciones en la vida diaria, además de que se relajan los músculos, lo que disminuye las migrañas y otros dolores.
También es bueno destacar que el equilibrio físico y mental que brinda la práctica de este arte milenario ayuda a aliviar el insomnio.