Acidez estomacal, ¿cómo aliviar los síntomas del reflujo gastroesofágico?

Los signos de alarma más habituales del reflujo son sensación de ardor en el pecho conocida como acidez, dolor torácico o en el pecho, dificultad para tragar, regurgitación o tos irritativa

Todos conocemos la molesta sensación del ardor de estómago. Pero, a veces, el problema se cronifica. 

Al comer, tal y como explican desde Quirónsalud, los alimentos pasan de la boca al estómago a través del esófago, en cuyo extremo inferior hay un pequeño anillo muscular que actúa a modo de válvula, esfínter esofágico inferior (EEI).

El reflujo gastroesofágico se produce cuando el EEI no funciona como corresponde y permite que el ácido retroceda e irrite la porción inferior del esófago.

Esto irrita e inflama al esófago, y ocasiona la sensación de acidez, y con el tiempo puede incluso afectarlo seriamente. Se suele acompañar de la existencia de una hernia de hiato, es decir el estómago asciende a la cavidad torácica en distintos grados, aunque no necesariamente.

Los signos de alarma más habituales del reflujo son:

  • Sensación de ardor en el pecho, conocida como acidez
  • Dolor torácico o en el pecho
  • Dificultad para tragar
  • Regurgitación o tos irritativa.

 Otros síntomas derivados del reflujo son el  asma bronquial, los trastornos del sueño o la laringitis, tal y como destacan desde Mayo Clinic.

Entonces, ¿cómo podemos combatir la acidez y el reflujo?

En primer lugar, es esencial mantener una dieta variada y equilibrada que incluya frutas, verduras, fibra, proteínas, etc. Es recomendable evitar comidas copiosas y productos ricos en grasa, además de comer despacio y masticar con cuidado los alimentos. 

Por otro lado, desde Mayo Clinic también subrayan que el exceso de peso hace presión en el abdomen, empuja el estómago hacia arriba y provoca que el ácido suba al esófago, por lo que es muy importante mantener un peso saludable para prevenir el reflujo.

Además, hay que evitar el consumo de tabaco ya que disminuye la capacidad del esfínter esofágico inferior para funcionar correctamente y alimentos o bebidas que empeoren los síntomas como alimentos fritos, picantes,  alcohol, chocolate o cafeína, etc.

En cambio, son aconsejables todos los vegetales excepto el pimiento y el tomate, las grasas insaturadas, los lácteos bajos de grasa, los pescados blancos y, sobre todo, utilizar la plancha, el vapor o el horno para la preparación de los alimentos.

No obstante, en el caso de padecer acidez estomacal de forma recurrente es importante acudir al médico para obtener una valoración y un diagnóstico que concluya cuál es el origen de este problema.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico: en qué consiste y cómo puede tratarse

El síntoma más frecuente del reflujo es la sensación de ardor o acidez, pero también pueden presentarse otros

La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando el contenido del estómago vuelve hacia el esófago. Esto se da, según la Sociedad Estadounidense de Endoscopia Gastrointestinal, cuando la válvula situada entre el estómago y el esófago (el esfínter esofágico inferior), no se cierra de forma correcta.

El síntoma más frecuente del reflujo es la sensación de ardor o acidez, pero también pueden presentarse otros: dolor de garganta, tos, falta de aire, dificultad para tragar y dolor en el pecho. En España, se calcula que casi el 10% de la población manifiesta estos síntomas, al menos, una vez a la semana.

FACTORES DE RIESGO

La Asociación Española de Gastroenterología señala que la prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico parece similar entre hombres y mujeres. Destaca, además, que el sexo masculino no aparenta ser un factor de riesgo de esta patología.

En este sentido, los factores de riesgo que incrementan la posibilidad de padecer esta patología son: la obesidad, los medicamentos, ciertas enfermedades, el aumento de la presión abdominal y la existencia de una hernia de hiato.

Por otro lado, según la Sociedad Española de Medicina Interna, ni el estrés ni comidas con alto contenido en grasas parecen ser las causantes de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO Y POSIBLES COMPLICACIONES

Por lo general, esta patología se diagnostica a través de los síntomas que tiene el paciente, sin embargo, en algunas ocasiones puede ser necesaria la realización de otras pruebas como la gastroscopia, la pHmetría esofágica de 24 horas y la manometría esofágica.

En cuanto al tratamiento de la enfermedad, se recomienda seguir algunas medidas como la pérdida de peso, cenar temprano, dejar hábitos tóxicos como el tabaco, elevar la cabecera de la cama para una mejor postura al dormir y utilizar medicamentos para paliar los síntomas.

Sobre las complicaciones, la Fundación Española del Aparato Digestivo detalla que la gran mayoría de los pacientes no sufre complicación alguna, sin embargo, hay manifestaciones que pueden asociarse a esta enfermedad: esofagitis, estenosis y esófago de Barrett.