¿Cuáles son los helados más saludables?

Con estas opciones, podemos recurrir a los helados para refrescarnos en verano sin remordimientos

Combatir el calor en verano no es tarea fácil: ingerimos mucho más agua, buscamos planes de interior o a la sombra, ropa más ligera, días de playa y piscina… Y otra alternativa para refrescarnos desde dentro son los helados, aunque siempre deberíamos optar por los más saludables para evitar que las calorías, los azúcares y las grasas que nos aportan consigan exactamente el efecto contrario.

Puede que no lo creas, pero disfrutar de los helados sin remordimientos es posible. Simplemente debemos hacer un consumo responsable, seleccionando aquellos elaborados con los ingredientes más saludables, con un bajo contenido en azúcar para evitar los picos de glucosa y que sean nutricionalmente interesantes. Aquí te dejamos las mejores ideas de helados saludables para que te decantes por ellos este verano:

  • Helados de frutas naturales: son, sin duda, la opción que más conjuga con nuestro bienestar. Las frutas aportan vitaminas, antioxidantes y fibra, además de brindar un sabor naturalmente dulce que evita las cantidades excesivas de azúcar. Busca helados que utilicen frutas frescas y sin aditivos artificiales para obtener el máximo beneficio para tu salud.
  • Helados bajos en grasas y calorías: algunas marcas elaboran productos reducidos en grasas y calorías para disminuir el aporte energético y no aumentar los niveles de colesterol en sangre. Por lo tanto, esta alternativa cuida nuestra figura y también podemos incluirlos dentro de nuestra dieta equilibrada. Dentro de esta categoría tenemos los helados hechos con leche descremada o leches vegetales, que reducen considerablemente la cantidad de grasas a ingerir.
  • Helados de leche vegetal: también son más bajos en grasas porque sustituyen la nata o leche cremosa por derivados de vegetales obtenidos de su semilla o fruto, como pueden ser la soja, las almendras o el arroz. Además, son una opción muy interesante para las personas que siguen una dieta vegana o que son intolerantes a la lactosa.
  • Helados sin azúcares añadidos: utilizan otros edulcorantes artificiales o naturales como sustitutos del azúcar, que son mucho menos calóricos y reducen los picos de glucosa en sangre. Estos helados están especialmente indicados para diabéticos, de tal forma que no tengan que renunciar a ellos. Eso sí, conviene verificar las etiquetas para asegurarse de que no contengan azúcares ocultos o exceso de edulcorantes.
  • Helados con probióticos: son beneficiosos para la salud intestinal, ya que aportan microorganismos saludables que promueven el equilibrio de la flora intestinal y, consecuentemente, mejoran las funciones digestivas y fortalecen el sistema inmune.
  • Helados caseros: nada mejor dentro de las opciones saludables que los helados que puedas hacer tú mismo, teniendo el control de los ingredientes que utilizas. Puedes probar distintos tipos de frutas, leches vegetales, endulzantes y otros ingredientes saludables para crear helados personalizados según tus preferencias.

Recuerda que, aunque esta lista de helados sea más saludable, hay que seguir controlando el tamaño de la porción, pues no dejarán de aportarte calorías. También te recomendamos reservarlos para ocasiones especiales y no convertirlos en un hábito diario por el mismo motivo, consumiendo los helados a modo de postre y después de comidas ligeras, preferiblemente nunca acompañando las cenas.

Colesterol bueno y colesterol malo: las diferencias que te ayudarán a mejorar tu salud.

Hay ciertos alimentos que nos ayudan a controlar el colesterol

Uno de los mayores miedos a la hora de hacer un análisis sanguíneo son los índices de colesterol, y es porque con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos.

Según Mayo Clinic, con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a las arterias. Algunas veces, pueden romperse y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Sin embargo, es importante saber que existen dos tipos de colesterol: LDL (lipoproteínas de baja densidad) o colesterol malo y HDL (lipoproteínas de alta densidad) o colesterol bueno.

El primero, tal y como informan desde Sanitas, contiene mayor cantidad de grasas y menos proteínas. Las LDL son las que hacen que el colesterol se deposite en las arterias.

En cambio, el HDL contiene una mayor cantidad de proteínas y poca grasa. En realidad, las HDL evitan o dificultan que el colesterol se acumule en las arterias y tiene propiedades antitrombóticas y antiinflamatorias. Sin embargo, tener unas cifras muy elevadas de HDL tampoco es lo más recomendable.

En este contexto, las dietas alimentarias cumplen un papel primordial para mantener el colesterol en un rango óptimo y que no afecte a nuestra salud. Por eso hay alimentos que contienen colesterol malo y colesterol bueno.

Alimentos con “colesterol malo”

Para Quirónsalud, aquellos alimentos que contienen colesterol malo son los que están enriquecidos con grasas saturadas y trans, como los ultraprocesados, la margarinas, y  carnes grasas o embutidos procesados.

Estos se pueden sustituir por aceite de oliva virgen extra, mantequilla ecológica, carnes magras de pastoreo, como ternera, hígado, incluso sus huesos, conejo o el pollo sin piel, etcétera. En cuanto a los embutidos, fritos en general y la bollería industrial, se deben evitar.

Alimentos con “colesterol bueno”

Los alimentos que contienen colesterol bueno son aquellos que se componen de grasas saludables. Entre ellos, podemos destacar:

  • Pescados azul, como el salmón, el atún, la sardina etc.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra – AOVE-.
  • Frutos secos como las nueces, castañas, almendras o avellanas.
  • Algunas frutas como los higos, el aguacate, la acelga y las espinacas,

Un aspecto clave para mantener las cifras de colesterol en lo recomendable es la actividad física, que puede ayudar a controlar el LDL a la vez que aumenta el colesterol HDL, bajar los triglicéridos y mejorar el estado del corazón y los pulmones. También ayuda a reducir la tensión arterial y el riesgo de diabetes.

Para controlar los niveles de colesterol, acude una o dos veces al año al médico para realizarte un análisis sanguíneo y así controlar estos niveles y a la misma vez evitar las enfermedades cardíacas futuras.

Síntomas que alertan sobre el déficit de vitamina D

Es importante elegir alimentos que sean ricos en vitamina D como el pescado graso, los huevos (la yema) y los productos lácteos fortificados

La deficiencia de vitamina D puede hacer que tus huesos se vuelvan delgados, quebradizos o deformes.

Aunque la cantidad de vitamina D que los adultos obtienen de su alimentación a menudo es inferior a lo recomendado, desde Mayo Clinic destacan que la exposición a la luz solar puede compensar la diferencia.

La deficiencia de vitamina D es muy común, y la ingesta diaria recomendada (IDR) suele estar entre 400 y 800 UI. Para alcanzar este nivel, es importante elegir alimentos que sean ricos en vitamina D como el pescado graso, los huevos (la yema) y los productos lácteos fortificados.

Tal y como destacan desde Sanitas, la vitamina D es en realidad una provitamina que interviene en multitud de procesos en el organismo humano; favorece y garantiza la absorción de calcio desde el tubo digestivo y, más tarde, su correcto depósito en el hueso.

Por ello, la falta de vitamina D se ha relacionado con una gran variedad de situaciones como enfermedades autoinmunes, cáncer, enfermedades metabólicas y enfermedades cardiovasculares, sin embargo, las más importantes son las que se relacionan con el sistema musculoesquelético.

Fatiga y cansancio, pesimismo y un estado de ánimo más deprimido, ligera excitabilidad, debilidad muscular, nerviosismo e insomnio, antojo de comer dulces, caries y gingivitis, entre otros, son algunos de los principales síntomas que nos alertan de niveles insuficientes de vitamina D.

Pero, más allá de ser capaces de identificar estos síntomas ligados a la falta de vitamina D, la mejor forma de asegurarnos es realizando una analítica.

Más allá de ser capaces de identificar los síntomas ligados a la falta de vitamina D, la mejor forma de asegurarnos es hablar con el médico y realizar una analítica que permita determinar la concentración de este nutriente en el plasma sanguíneo de una persona.

Salmonelosis: cómo evitarla y qué hacer si me intoxico

La salmonelosis causa nauseas o vómitos, fiebre, diarrea que puede ser acuosa o sanguinolenta y dolor abdominal

La salmonelosis es un tipo de intoxicación alimentaria causada por la bacteria Salmonella (bacterias que por lo general viven en los intestinos de los animales y humanos y se expulsan a través de las heces).

Los síntomas de la salmonelosis son:

  • Nauseas o vómitos
  • Fiebre
  • Diarrea que puede ser acuosa o sanguinolenta
  • Dolor abdominal

Según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), estos síntomas son relativamente leves. Sin embargo, en algunos casos, particularmente en niños pequeños y en ancianos, la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida.

Además, pueden comenzar entre las 6 y 72 horas después de la ingesta accidental de Salmonella. Habitualmente la enfermedad dura entre 2 y 7 días.

Entre los alimentos que causan la salmonelosis, tal y como indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se encuentran los huevos y productos a base de huevo crudo o poco cocinados, la carne cruda o poco cocinada, especialmente de aves de corral, la leche y productos lácteos no sometidos a tratamientos que eliminen la bacteria, así como agua contaminada, frutas y hortalizas crudas poco higienizadas.

En este sentido, se pueden tomar algunas precauciones como lavar bien las frutas y verduras antes de comerlas, cocinar bien las carnes y pescados, no beber leche sin pasteurizar, cocinar los huevos hasta que la yema esté bien cuajada y lavar las manos, cuchillos y demás utensilios de cocina tras el contacto con alimentos crudos.

Pero, ¿qué hacer si sufrimos una intoxicación?

Es importante llevar a cabo un repaso de la comida que hemos ingerido en las últimas 6 horas. En principio, la salmonelosis no debería durar más de una semana, por ello, permanece atento a los síntomas. Bebe mucha agua, evita los alimentos grasos, las comidas copiosas y descansa. Y si los síntomas persisten durante varios días o hay presencia de sangre en las heces, acude a tu médico lo antes posible para que pueda hacerte un buen diagnóstico.

¿Qué puedo comer si tengo colon irritable?

Es importante realizar cuatro o cinco comidas al día y tomarse tiempo para realizarlas, al menos 20 minutos

Dolor abdominal, gases, alteraciones intestinales constantes y crónicas… son los síntomas más frecuentes del síndrome de intestino irritable o SII (también conocido como colon irritable), una alteración intestinal muy común entre adultos y adolescentes y, sobre todo, en mujeres.

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), se trata de una patología que se estima que puede padecerla hasta el 10-15% de la población y representa el 25% de las visitas a una consulta de digestivo.

No se conoce una causa única que produzca este síndrome (hay varias, como estrés, enfermedades digestivas, genética, alteraciones de la microbiota intestinal, etc.), por lo que el tratamiento se basa en mitigar las molestias y mejorar la calidad de vida de las personas.

Entre los síntomas destacan:
  • Cambios en la frecuencia y/o consistencia de las heces: períodos de diarrea, estreñimiento, o alternancia de ambos.
  • Dolor abdominal: es el principal síntoma del síndrome del intestino irritable, que suele mejorar tras la defecación.
  • Sensación de quemazón en el esófago, náuseas e incluso vómitos.
  • Vientre hinchado por distensión abdominal, gases o meteorismo.
  • Mucosidad en las deposiciones.

Respecto a la alimentación, en general, “una dieta equilibrada es la mejor opción para todas las personas con este síndrome, aunque los consejos tienen que ser individualizados”, recomienda la FEAD.

RECOMENDACIONES

No obstante, puedes seguir las siguientes pautas si crees que padeces de colon irritable:

  • Se debe evitar el consumo de tabaco y alcohol.
  • No existen alimentos prohibidos o malos. Cada persona debe identificar que alimentos le sientan peor y reducirlos o eliminarlos. Como norma general, alimentos como las especias, la cafeína, los picantes, las grasas, formadores de gas o comidas muy condimentadas deben evitarse.
  • Es recomendable beber agua y tomar frutas y verduras, sin excederse.
  • Es importante realizar cuatro o cinco comidas al día y tomarse tiempo para realizarlas, al menos 20 minutos.
  • Es aconsejable realizar 30-45 minutos de actividad física.
  • Modera el consumo de fibra insoluble.
  • Evita los alimentos ricos en grasas y las frutas cítricas.
  • Elimina el consumo de sorbitol (un edulcorante), los alimentos o especies picantes, el gas (en las bebidas), el café y el té.

No dudes en acudir a tu especialista.

La alimentación del bebé durante el primer año de vida

La Organización Mundial de la Salud recomienda el inicio inmediato de la lactancia materna en la primera hora de vida

Durante el primer año de vida, una alimentación óptima juega un papel fundamental para fomentar un crecimiento y desarrollo saludables. Y es que, una adecuada nutrición no solo reduce la morbilidad y mortalidad, sino que minimiza el riesgo de padecer enfermedades crónicas en un futuro.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda el inicio inmediato de la lactancia materna en la primera hora de vida; la lactancia materna en los primeros seis meses de vida; y la introducción de alimentos complementarios a partir de los seis meses, continuando con la lactancia materna hasta los dos años o más.

BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA

En la primera hora de vida, la lactancia materna reduce en casi 20% el riesgo de morir durante el primer mes. También, gracias a su contenido en inmunoglobulinas, protege contra la neumonía, la diarrea, las infecciones del oído y el asma, tal y como explica la Organización Panamericana de la Salud.

Asimismo, ayuda a prevenir el sobrepeso y obesidad, mejora la inteligencia, promueve el vínculo entre la madre y el bebé, protege a las madres contra el cáncer de ovario y mama y ayuda a espaciar los embarazos.

LA IMPORTANCIA DE INCLUIR OTROS ALIMENTOS

A partir de los seis meses es importante empezar a incluir otros alimentos en la alimentación del niño. Y es que, la Asociación Española de Pediatría señala que, aunque la leche materna es un alimento rico y completo, tiene poca cantidad de hierro y es a partir de los seis meses cuando los lactantes han consumido la reserva que se trajeron de la madre.

Destaca, a su vez, que es fundamental incorporar alimentos variados para asegurar que el niño ingiere todos los nutrientes necesarios para el organismo; y para acostumbrarle a nuevas formas de alimentarse.

En este sentido, conviene introducir uno o dos alimentos nuevos cada semana a partir de los seis meses. Se puede empezar con las frutas y verduras y continuar con la carne, los lácteos, el pescado y los huevos.

Intolerancia a la fructosa: ¿cuáles son sus síntomas?

La intolerancia a la fructosa es un trastorno por el cual la persona carece de la proteína necesaria para descomponer la fructosa

La fructosa es una molécula de monosacárido presente en una gran variedad de alimentos (fruta, miel, zumos procesados, alimentos procesados, batidos, tés refrigerados). Esta se absorbe en el intestino y pasa al hígado, donde se metaboliza a glucosa.

En este sentido, la intolerancia a la fructosa es un trastorno por el cual la persona carece de la proteína necesaria para descomponer la fructosa. Los síntomas que presenta una persona con intolerancia a la fructosa son: gases, hinchazón abdominal, diarrea y dolor abdominal crónico.

La aparición de los síntomas es variable y depende de lo que tarde en llegar el azúcar no absorbido al colon, pero puede ir desde los 30 minutos de la ingesta hasta las 3 o 4 horas más tarde.

Según la Asociación Española de Gastroenterología, existen dos tipos de intolerancia a la fructosa: primaria y secundaria. La primaria se produce por una disminución de la enzima transportadora, seguramente por causas genéticas; la segunda se debe a una enfermedad intestinal que daña la mucosa intestinal.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos detalla que las pruebas que confirman el diagnóstico de la intolerancia a la fructosa son: exámenes de glucemia, exámenes de coagulación sanguínea, estudios enzimáticos y pruebas genéticas, entre otras.

En cuanto al tratamiento, la Fundación Española del Aparato Digestivo detalla que la estrategia nutricional se basa en seguir una dieta libre o reducida de las fuentes de fructosa durante un periodo de 4-6 semanas. Después se puede valorar la reintroducción de la fructosa de forma lenta y gradual.

Además, la Fundación Española del Aparato Digestivo subraya que se pueden seguir unas recomendaciones dietéticas: consumir frutas menos maduras; revisar los ingredientes de los alimentos envasados; evitar guisos que contengan ajo, puerro y cebolla; y cocinar al vapor, a la plancha o al horno. 

Gastritis: qué es y cómo se puede tratar

En la mayoría de las personas, la gastritis no es grave y suele mejorar con el tratamiento

La gastritis es la inflamación de la pared del estómago. Suele estar provocada por la ingesta de sustancias irritantes, pero también influyen el estrés, ciertas comidas, trastornos inmunológicos y algunas infecciones como el helicobacter pylori.

Según Clínica Mayo, la gastritis puede ocurrir de forma repentina (gastritis aguada) o lentamente (gastritis crónica). En la mayoría de las personas, la gastritis no es grave y suele mejorar con el tratamiento; sin embargo, en otras puede provocar úlceras y suponer un mayor riesgo de cáncer de estómago.

Los síntomas que indican un problema de gastritis son: dolor en la parte superior del abdomen, náuseas, vómitos, inapetencia, sensación de saciedad y pérdida de peso. No obstante, la gastritis no siempre presenta síntomas.

DIAGNÓSTICO

Para diagnosticar la gastritis, la endoscopia suele ser la prueba principal. Tal y como destaca el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, se trata de un procedimiento mediante el cual se permite ver el revestimiento de la parte superior del aparato digestivo.

Durante la endoscopia se puede obtener una biopsia del tejido del revestimiento del estómago para examinarla y comprobar la existencia de gastritis.

Por otro lado, también pueden ser necesarias otras pruebas complementarias como: análisis de sangre, análisis de heces o un análisis de aliento para verificar posibles causas de la gastritis.

TRATAMIENTO

En cuanto al tratamiento, desde Clínica Mayo explican que este dependerá en función de la causa de la gastritis: antibióticos para eliminar el helicobacter pylori, medicamentos que bloquean la producción de ácido, medicamentos para reducir la producción de ácido y antiácidos que neutralizan el ácido estomacal.

Además de los medicamentos pautados, también es importante seguir una dieta saludable y evitar situaciones estresantes.

¿Tienes anemia? Alimentos que debes consumir para tratarla

La anemia afecta, particularmente, a niños pequeños y mujeres embarazadas

La anemia es una afección caracterizada por tener menos glóbulos rojos de lo normal o una concentración de hemoglobina menor dentro de estos. Esta última es la encargada de transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del organismo.

Esta patología puede cursar con o sin síntomas, pero entre los signos más frecuentes destacan: piel pálida o amarillenta, cansancio, latidos cardiacos irregulares, mareos, dolor en el pecho, dolores de cabeza e intolerancia al frío.

Según la Organización Mundial de la Salud, la anemia afecta, particularmente, a niños pequeños y mujeres embarazadas. De hecho, se calcula que, en todo el mundo, un 42% de niños menores de 5 años y un 40% de embarazadas padecen anemia.

CAUSAS DE LA ANEMIA

La falta de hierro es la causa más frecuente de la anemia. Según la Sociedad Española de Medicina Interna, esta es debida a la pérdida de glóbulos rojos, hemorragias, que se producen, especialmente, en el aparato digestivo y en mujeres durante su vida fértil.

También destaca la anemia por deficiencia de vitaminas. Tal y como explican desde Clínica Mayo, además del hierro, el organismo necesita folato y vitamina B-12 para producir suficientes glóbulos rojos. Si la dieta carece de estos, se puede producir una disminución de estos glóbulos rojos.

Por otro lado, la anemia de la enfermedad crónica se asocia con la insuficiencia renal, la insuficiencia cardiaca y otras enfermedades crónicas.

CÓMO TRATAR LA ANEMIA

Depende del tipo de anemia, existe un tratamiento u otro. En el caso de la anemia causada por carencia de hierro, que es la más frecuente, se recomienda llevar una alimentación rica en frutas y hortalizas. Y es que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, estas contienen vitamina C, que permite aumentar la absorción de hierro no-hemínico en cereales, raíces cultivadas y legumbres.

Asimismo, es aconsejable comer más alimentos ricos en hierro hemínico, como la carne, el pescado y el marisco.

En este sentido, los alimentos más destacados entre estos grupos son: hígado, ternera, lentejas, garbanzos, brócoli, acelgas, espinacas, frutos secos (como pistachos y almendras), mejillones, almejas y ostras.

“Y recuerde, si tiene cualquier duda, por favor, consulte con su médico”

Ortodoncia: ¿Qué puedes comer (y qué no) si la llevas?

Aunque llevar ortodoncia es más frecuente en la infancia y adolescencia, no existe edad para tratar las maloclusiones

La ortodoncia es una especialidad odontológica que estudia, previene y corrige las alteraciones de los dientes y huesos que se encuentran en una posición incorrecta. El objetivo de esta, según la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial, es restablecer el equilibrio morfológico y funcional de la boca y de la cara, mejorando, además, la estética facial.

Aunque llevar ortodoncia es más frecuente en la infancia y adolescencia, no existe edad para tratar las maloclusiones. De hecho, se estima que el 25% de adultos jóvenes de entre 35-44 años necesita llevar ortodoncia.

TIPOS DE ORTODONCIA Y PROBLEMAS QUE CORRIGE

El Consejo de Dentistas distingue dos tipos de ortodoncia: aparatos fijos (aparatos fijos especiales, ortodoncia y retenedores de espacios fijos) y aparatos removibles (alineadores, aparatos de reposicionamiento de la mandíbula, expansor de paladar, retenedores de espacios removibles y retenedores removibles).

En cuanto a los problemas que corrige la ortodoncia se encuentran: apiñamiento dental, separaciones entre los dientes, línea media desplazada y la mordida.

QUÉ SE PUEDE COMER Y QUÉ NO CON ORTODONCIA

Aunque no existen alimentos prohibidos cuando se lleva ortodoncia, sí que puede ser necesario establecer ciertas restricciones alimenticias. Por ejemplo, se aconseja eliminar de la alimentación los productos azucarados y pegajosos (chicles, caramelos o golosinas), ya que estos pueden adherirse con facilidad al aparato y luego son difíciles de eliminar.

También es recomendable evitar los alimentos que se tengan que morder con los dientes, ya que los brackets podrían soltarse. Lo aconsejable es cortarlos en trozos pequeños para comerlos con mayor facilidad sin riesgo de dañar la ortodoncia.

Igualmente, se recomienda evitar las carnes fibrosas, que pueden quedarse entre los dientes o brackets; los alimentos o bebidas que manchan los dientes (refrescos, vino, café); y los cítricos o comida picante, que pueden ser grandes enemigos en el caso de llagas bucales.

En cuanto a lo que se puede comer, se recomienda, sobre todo en los primeros días de la ortodoncia, cuando la boca va a estar mucho más sensible: purés, sopas, alimentos cocidos y carnes y pescados con textura suave.

Lactancia materna: beneficios y consejos si le das el pecho a tu bebé

Los niños alimentados con leche materna en los primeros meses de vida tienen, al menos, seis veces más posibilidades de supervivencia que los niños no amamantados

La leche materna cubre las necesidades nutricionales de los recién nacidos para un crecimiento y desarrollo saludables. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, para luego ir introduciendo alimentos adecuados y seguros a partir de ahí.

¿Por qué? Porque los niños alimentados con leche materna en los primeros meses de vida tienen, al menos, seis veces más posibilidades de supervivencia que los niños no amamantados. Y es que, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la leche materna reduce de forma drástica los fallecimientos por infecciones respiratorias agudas y la diarrea, dos importantes causas de mortalidad infantil.

En este sentido, además de proporcionar los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para el correcto desarrollo del bebé, la leche materna promueve el desarrollo saludable del cerebro y un rendimiento educativo más elevado.

También, al llevar una serie de anticuerpos, limita el riesgo de infecciones gastrointestinales, respiratorias y urinarias. Y no solo eso, ya que, gracias a la lactancia, debido al contacto estrecho y la proximidad que tienen madre e hijo, se crea un vínculo muy especial entre ambos.

Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura destaca que, con la lactancia materna, se observa un menor riesgo de padecer alergia u obesidad, entre otras cosas.

En las madres, la lactancia ayuda a espaciar los embarazos y prolongar la duración de la anovulación postparto.

CONSEJOS SI LE DAS EL PECHO A TU BEBÉ

Para una lactancia efectiva, es muy importante establecer una buena técnica de amamantar. La madre debe estar en una postura cómoda, tanto para ella como para el bebé, y el agarre debe ser adecuado.

De igual forma, desde Clínica Mayo resaltan la importancia de que sea el bebé quien establezca el ritmo en la lactancia. Para ello, se deben prestar atención a los signos que indican que este tiene hambre.

Por otro lado, es importante seguir un estilo de vida saludable, con una dieta sana, ya que esto favorece la lactancia.

Complementos alimenticios: ¿qué debes saber sobre ellos?

Son fuentes concentradas de nutrientes que tienen como objetivo complementar la ingesta diaria

Los complementos alimenticios son cada vez más frecuentes entre la población. Pero, ¿qué son exactamente? Son fuentes concentradas de nutrientes que tienen como objetivo complementar la ingesta diaria de estos.

Y es que, aunque en la mayoría de las veces, una dieta equilibrada proporciona todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, en ocasiones, según distintas investigaciones, esta situación ideal no se da en la práctica para todos los nutrientes, ni para todos los grupos de población, tal y como manifiesta la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

No obstante, es importante recalcar que, bajo ningún concepto, los complementos alimenticios pueden sustituir a una dieta equilibrada, por lo que sigue siendo necesario seguir una dieta variada y rica, sobre todo, en frutas y verduras, ya que estas pueden proporcionar todos los nutrientes (vitaminas y minerales) que el cuerpo necesita.

En este sentido, para que los complementos alimenticios no sean contraproducentes y perjudiciales para la salud, es necesario establecer unos niveles adecuados para garantizar su buen uso. Por ello, según la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, se deben tomar en las dosis diarias recomendadas.

Los complementos, al tener como objetivo corregir deficiencias nutricionales o mantener un nivel adecuado de ciertos nutrientes, no son medicamentos, por lo que, como señalan desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, su uso no está destinado a tratar o prevenir enfermedades.

¿Y cómo debe ser su etiquetado? La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición manifiesta que, de forma obligatoria, en el etiquetado debe figurar: la dosis recomendada del producto; la advertencia de no superar dicha dosis; la denominación de las categorías de nutrientes o sustancias que caractericen el producto; la indicación de que este producto debe mantenerse fuera del alcance de los niños; y la indicación de que estos complementos no deben sustituir a una dieta equilibrada.

Por otra parte, para un consumo seguro y responsable, el Ministerio de Sanidad recomienda prestar atención a los ingredientes de los complementos, por si existiera alguna alergia o intolerancia a ellos. También, aconseja desconfiar de aquellos complementos que provienen de fuentes desconocidas; estos deben comprarse en farmacias o canales autorizados para ello.