¿Ganas de roscón en Navidad? Prueba esta receta saludable de roscón sin azúcar

Su sabor y textura no tienen nada que envidiar a la receta del roscón de Reyes tradicional

En España somos muy dados a celebrar nuestros días festivos con un poco de gastronomía. Sin ir más lejos, terminamos cada año comiéndonos 12 uvas al unísono. Pero en estas fechas, más allá del marisco, de los consomés y de la carne al horno, si hay un postre que se nos viene a la cabeza al pensar en la Navidad después del turrón y de los polvorones, ese es el roscón de Reyes. Lo que pasa es que, como cualquier otro dulce que nos imaginemos, su receta incorpora muchos azúcares y, como podrás imaginar, no es demasiado saludable. Por eso, hoy te proponemos una receta de roscón de Reyes sin azúcar para que puedas probarlo sin remordimientos, sobre todo si tú o alguien de tu círculo sufrís diabetes.

INGREDIENTES

Para preparar un delicioso roscón de Reyes sin azúcar que nada tiene que envidiar a la receta original en sabor y textura, necesitarás los siguientes ingredientes, que te darán para unos dos roscones, cada uno de 12 raciones:

  • Leche semidesnatada: 175 mililitros
  • Levadura fresca: 40 gramos
  • Eritritol: 55 gramos
  • Harina de fuerza: 650 gramos
  • Margarina: 100 gramos
  • Huevos: 3 huevos
  • Sal: 10 gramos
  • Naranja: 1 unidad
  • Agua de azahar: 2 cucharadas
  • Almendra laminada: 150 gramos

EL ROSCÓN SIN AZÚCAR, PASO A PASO

En primer lugar, toca preparar la masa madre. Para ello, templa 75 mililitros de leche semidesnatada en el microondas y después, desmenuza en ella y con los dedos 15 gramos de levadura fresca. Incorpora también 15 gramos de eritritol y remueve bien hasta que todo se integre perfectamente. Después, añade a pequeñas cantidades 150 gramos de harina pasada por un tamiz para evitar que se creen grumos y continúa mezclando. Verás como poco a poco se va formando una masa que deberás ir amasando con tus manos. Y, cuando creas que ya ha adquirido elasticidad, forma con ella una bola. Introdúcela, a continuación, en un bol con agua y déjala reposar hasta que flote, algo que puede llevar entre 15 y 20 minutos.

Mientras tanto, podemos ir preparando el resto de la masa. En un bol grande, deshaz los 25 gramos de levadura fresca restantes en 100 mililitros de leche semidesnatada tibia. Pon también 40 gramos de eritritol, dos huevos, 10 gramos de sal, las dos cucharadas del agua de azahar y la ralladura de 1 naranja. Luego, bate bien hasta que se integren todos los ingredientes.

Ahora, saca la bola de masa madre (si ya flota en la superficie del agua) y ponla sobre la mezcla que acabas de preparar. Añade los 100 gramos de margarina en el centro e incorpora poco a poco los 500 gramos de harina de fuerza tamizada para ir mezclando todo. Cuando veas que amasar comienza a ser complicado, retira la masa del bol para continuar sobre una superficie plana, en la que puedes esparcir un poco de harina para evitar que se pegue. Una vez que esté toda la harina integrada, continúa amasando unos 15 minutos para airear la masa y conseguir elasticidad. Pasado este tiempo, dale forma de bola, colócala en un bol grande y alto, cúbrela de aceite y, por último, pon un paño húmedo que tape el recipiente para que la levadura fermente y haga crecer la masa. Déjala reposar unos 30 minutos.

Transcurrido este tiempo, ya podremos moldear la forma del roscón. Divide la masa en dos bolas y hazle a cada una de ellas un agujero en el centro. Ve estirándolas hasta que adquieran la forma elíptica típica del roscón de Reyes. Colócalas sobre dos bandejas para horno cubiertas de papel para hornear y pon también un vaso de cristal en el centro de cada una de ellas para que no pierdan la forma. Luego, deja reposar unas dos horas para que la masa vuelva a crecer.

Pasado este tiempo, prepara el horno a unos 200ºC mientras pintas las dos masas con huevo, ayudándote de una brocha de cocina. Puedes ponerle también unas láminas de naranja para decorar y los 150 gramos de almendra laminada para darle ese toque crujiente a la superficie del roscón. Cuando lo tengas listo y decorado, introduce una de las bandejas al horno, horneando la masa durante 15 minutos a 200ºC y, después, otros 10 minutos a 170ºC. Repite el procedimiento con la otra masa y deja enfriar. ¡Y ya tendrás listos dos roscones de reyes con una receta fácil y sin azúcares!

Sal y azúcar: ¿por qué deberías controlar su consumo?

El azúcar y la sal, en concreto, son dos de los principales responsables de los altos índices de sobrepeso y obesidad en el mundo

El ritmo vertiginoso del día a día y el estrés que este nos ocasiona hace que modifiquemos nuestros hábitos alimentarios sin darnos cuenta y consumamos, cada vez más, alimentos con altos contenidos en grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal.

El azúcar y la sal, en concreto, son dos de los principales responsables de los altos índices de sobrepeso y obesidad en el mundo, por lo que reducir sus cantidades cobra especial relevancia.

INGESTA DE SAL

El excesivo consumo de sal, además de estar relacionado con las enfermedades cardiovasculares, también lo está con la osteoporosis, la insuficiencia renal y el cáncer de estómago.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de 5 gramos de sal por día, en el caso de los adultos, y en referencia a los niños de 2 a 15 años, se aconseja ajustar a la baja la ingesta máxima recomendada para los adultos en función de las necesidades energéticas en relación con las de los adultos.

Pero, ¿cómo reducir la cantidad de sal? La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda, entre otras cosas, disminuir el consumo de alimentos elaborados o procesados y evitar las comidas precocidas.

Asimismo, aconseja disminuir la adición de sal, limitar el consumo de alimentos ricos en esta y utilizar otras especias, limón o vinagre para darle sabor a las comidas, en lugar de sal.

En personas con insuficiencia renal, hipertensión, insuficiencia cardiaca o cirrosis hepática es especialmente importante reducir el consumo de sal.

INGESTA DE AZÚCAR

A pesar de que la ingesta de azúcares libres contribuye a la densidad calórica general de la dieta y puede promover un equilibro calórico positivo, la Organización Mundial de la Salud destaca que esta ingesta contribuya a reducir el consumo de alimentos con calorías más saludables, ya que esto podría dar lugar a un aumento de peso, un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles y una dieta poco sana e inadecuada.

Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud recomienda, tanto en adultos como en niños, reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total.

Para reducir la ingesta de azúcar, es aconsejable evitar las bebidas azucaradas y optar por otras bajas en calorías o sin azúcar. Asimismo, a la hora de cocinar, es recomendable reducir la cantidad de azúcar en las recetas, sobre todo en los postres, que es donde suele utilizarse más.