Cuidado constante: el papel del seguimiento médico en las enfermedades pulmonares

Los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la fibrosis pulmonar, el seguimiento médico regular es esencial

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

El seguimiento médico regular es fundamental para el manejo efectivo de las enfermedades pulmonares y la prevención de complicaciones graves. Para las personas que viven con enfermedades respiratorias crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la fibrosis pulmonar, el seguimiento médico regular es esencial para controlar los síntomas, monitorizar la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.

IMPORTANCIA DEL SEGUIMIENTO MÉDICO

Control de síntomas y progresión de la enfermedad

El seguimiento médico permite una evaluación continua de los síntomas respiratorios y la progresión de la enfermedad. Las visitas regulares al médico permiten detectar cambios tempranos en la condición del paciente, lo que facilita intervenciones rápidas y ajustadas.

EPOC: Los pacientes con EPOC pueden experimentar exacerbaciones agudas que empeoran significativamente los síntomas. El seguimiento médico ayuda a identificar estos episodios y a ajustar el tratamiento para prevenir futuras exacerbaciones.

Asma: En los pacientes asmáticos, el seguimiento regular permite ajustar la medicación y el plan de manejo para minimizar los ataques de asma y mejorar la calidad de vida.

Fibrosis pulmonar: Para los pacientes con fibrosis pulmonar, la monitorización continua es vital para evaluar la respuesta al tratamiento y hacer ajustes según la progresión de la enfermedad.

Pruebas de función pulmonar

Durante las visitas de seguimiento, el médico puede realizar una variedad de pruebas de función pulmonar para evaluar la capacidad respiratoria y detectar cualquier cambio en el curso de la enfermedad.

Algunas de las pruebas más comunes incluyen:

Espirometría: Mide el volumen de aire exhalado y la rapidez de la exhalación. Es fundamental para diagnosticar y monitorear enfermedades como EPOC y asma.

Pruebas de Capacidad Pulmonar Total: Evalúan la cantidad total de aire que los pulmones pueden retener. Son útiles en la evaluación de enfermedades pulmonares restrictivas como la fibrosis pulmonar.

Oximetría de pulso: Mide la saturación de oxígeno en la sangre. Es una prueba rápida y no invasiva que ayuda a evaluar la oxigenación del paciente.

Ajuste del plan de tratamiento

El plan de tratamiento para enfermedades pulmonares crónicas es dinámico y debe ajustarse periódicamente para adaptarse a las necesidades cambiantes del paciente. El seguimiento médico regular permite:

Revisión de medicación: Evaluar la eficacia y los efectos secundarios de los medicamentos actuales y hacer ajustes según sea necesario.

Recomendaciones de estilo de vida: Asesorar sobre cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, la importancia del ejercicio regular y la alimentación adecuada.

Derivaciones a especialistas: Referir al paciente a otros especialistas según sea necesario para una atención más especializada.

BENEFICIOS DEL SEGUIMIENTO MÉDICO

Empoderamiento del paciente: El seguimiento médico regular brinda la oportunidad de discutir cualquier preocupación o pregunta que el paciente pueda tener sobre su enfermedad respiratoria y su manejo. Esto puede ayudar a empoderar al paciente para tomar decisiones informadas sobre su salud y promover una mejor adherencia al tratamiento.

Educación del paciente: Proporcionar información sobre la enfermedad, los desencadenantes y las estrategias de manejo puede mejorar la autoeficacia del paciente.

Mejora de la adherencia: Un paciente bien informado es más probable que siga el plan de tratamiento recomendado y asista a las citas de seguimiento.

Prevención de complicaciones: La monitorización regular y los ajustes en el tratamiento pueden prevenir complicaciones graves asociadas con enfermedades respiratorias crónicas.

Exacerbaciones y hospitalizaciones: Intervenciones tempranas pueden reducir la frecuencia y la severidad de las exacerbaciones, disminuyendo la necesidad de hospitalizaciones.

Calidad de vida: Un manejo efectivo de los síntomas mejora la calidad de vida y la capacidad del paciente para realizar actividades diarias.

En conclusión, el seguimiento médico regular es esencial para el manejo efectivo de las enfermedades pulmonares y la prevención de complicaciones. Al trabajar en estrecha colaboración con el médico y seguir un plan de tratamiento personalizado, las personas con enfermedades respiratorias crónicas pueden mantener su salud pulmonar y disfrutar de una mejor calidad de vida. La atención continua y la adaptación del tratamiento a las necesidades individuales del paciente son claves para el éxito en el manejo de estas enfermedades compleja.

¿Las redes sociales influyen en nuestra salud?

Las redes sociales pueden actuar como un arma de doble filo: pueden nutrir el círculo social y acercarnos a personas lejanas, pero también pueden hacernos sentir más aislados.

Las redes sociales son una herramienta poderosa que te conecta con amigos, familiares y otros conocidos. Más de 4.200 millones de personas usan Internet en todo el mundo y más de 3.000 millones son usuarios activos de las redes sociales. Comparten fotos, dan a “me gusta” varias veces, tuitean y actualizan plataformas como Facebook, Instagram, Twitter, etc. (entre las más utilizadas).

Las plataformas de redes sociales se han convertido ya en parte del tejido de la vida diaria de muchas personas. Brindan grandes oportunidades para la innovación, el aprendizaje y la creatividad, pero también preocupan las posibles implicaciones para la salud, sobre todo entre los más jóvenes.

En la Unión Europea, una encuesta publicada por EU Kids Online comprobó que el 38 % de los niños entre 9 y 12 años reconoce tener un perfil en una red social. Y, de ellos, el 15 % asegura tener más de 100 contactos.

Efectos negativos en la salud

Las repercusiones de las redes sociales en la salud de las personas es un tema objeto de debate, debido al gran impacto que suponen este tipo de plataformas en el día a día de las personas. Estas son algunos de los efectos menos positivos y más evidentes:

  • Ansiedad y depresión: las expectativas poco realistas de las redes sociales pueden dejar a los más jóvenes con sentimientos de autoconciencia, baja autoestima y una búsqueda de perfeccionismo que puede manifestarse como ansiedad. Según un informe de la Royal Society for Public Health, las tasas de ansiedad y depresión en este grupo de población han aumentado en un 70 % en los últimos 25 años, coincidiendo con el auge de este tipo de plataformas. El uso de más de una cuenta de red social de forma simultánea también se ha relacionado con síntomas de ansiedad social y soledad.
  • Insomnio: el sueño y la salud mental están relacionados. Una mala salud mental puede conducir a un sueño deficiente y pobre. Algunos estudios han demostrado que un mayor uso de las redes sociales tiene una asociación significativa con la mala calidad del sueño. Se cree que el uso de luces LED antes de dormir puede interferir y bloquear los procesos naturales en el cerebro que desencadenan somnolencia.
  • Adicción: se caracteriza por la pérdida de control sobre el uso de Internet. Se generan situaciones de aislamiento social, abandono de las actividades académicas, recreativas e, incluso, de higiene personal. Algunos síntomas suelen ser irritabilidad cuando no pueden conectarse, ansiedad, nerviosismo o aburrimiento, priorizar el móvil o la tablet a otras actividades, estar pendiente constantemente de los mensajes, etc.
  • Baja autoestima: las redes sociales constituyen una importante fuente de comparación. Algunas personas aspiran y les gustaría ser de una determinada manera, reflejándose en las otras personas (en sus perfiles e historias que hacen públicas). Hacer esto solo provoca que aparezcan emociones negativas.

Recuerda que las redes sociales, bien utilizadas, pueden tener ventajas: nos facilitan el contacto con personas que están lejos; crean espacios de intercambio y permiten ampliar la red de contactos a nivel profesional; ayudan en la difusión de grandes acontecimientos y pueden generar movimientos de solidaridad de forma masiva.

¿Cómo afecta a tu salud la calidad del aire?

La contaminación del aire supone un importante riesgo para la salud de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 3,7 millones de muertes cada año en el mundo pueden atribuirse a la contaminación atmosférica. En 2013, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) clasificó la contaminación del aire exterior como cancerígena.

El crecimiento y la concentración de la población en las ciudades, así como la forma en la que consumimos energía en las zonas urbanas a través del transporte o los sistemas de calefacción y aire acondicionado, entre otros, favorecen la emisión de grandes cantidades de gases perjudiciales para nuestra salud.

Los niños, los ancianos y las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares o diabetes son particularmente vulnerables a la exposición y a la contaminación del aire.

Un peligro invisible

El aire está cargado de contaminantes microscópicos que penetran en nuestro sistema respiratorio y circulatorio. Lo que generalmente conocemos como contaminación del aire en realidad es una mezcla de pequeñas partículas. De acuerdo con la OMS, son seis los principales contaminantes del aire que dañan la salud humana y el ecosistema:

  • Óxido de nitrógeno: se emite principalmente de motores y, por tanto, son contaminantes del aire relacionado con el tráfico. Pueden aumentar el riesgo de infecciones respiratorias.
  • Ozono a nivel del suelo: es un gas incoloro, componente principal de la atmósfera. Se produce como resultado de una reacción química entre los óxidos del suelo y los compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por fuentes naturales o por actividades humanas.
  • Dióxido de azufre: es un gas incoloro, altamente reactivo, que se considera un importante contaminante del aire. Se emite sobre todo a partir del consumo de combustibles fósiles, actividades volcánicas naturales y procesos industriales. Es muy dañino para la vida vegetal, animal y la salud humana.
  • Plomo: es un metal pesado tóxico que se usa ampliamente en distintas industrias. Se emite desde motores, plantas de baterías y aguas residuales. Los fetos y los niños son muy sensibles incluso a dosis bajas. El plomo se acumula en la sangre, los huesos y en los tejidos blandos (músculos, tendones, grasa, vasos sanguíneos, nervios, etc.).
  • Monóxido de carbono: es un gas incoloro e inodoro producido por combustibles fósiles, particularmente cuando la combustión no es apropiada, como la quema de carbón y madera. Dependiendo de la concentración y duración de la exposición, puede producirse una intoxicación de leve a severa, con dolores de cabeza, mareos, náuseas y vómitos.

Cuáles son los efectos en la salud

La exposición a largo y corto plazo a tóxicos suspendidos en el aire tiene un impacto toxicológico distintos en las personas. Los más habituales son:

  • Enfermedades respiratorias: debido a que la mayoría de los contaminantes entran en el cuerpo a través de las vías respiratorias, este sistema está en la primera línea de batalla de las enfermedades provocadas por la contaminación del aire. Este se considera uno de los principales factores para enfermedades como el asma y el cáncer de pulmón.
  • Enfermedades cardiovasculares: muchos estudios han demostrado la relación entre la exposición a contaminantes del aire y enfermedades del corazón. Se ha asociado, por ejemplo, a cambios en los glóbulos blancos o con hipertrofia ventricular derecha e izquierda.
  • Irritación de ojos: los efectos de la contaminación del aire en los ojos pueden ir desde problemas oculares que no presentan síntomas al síndrome del ojo seco. Además, la exposición crónica a contaminantes ambientales puede aumentar el riesgo de retinopatía.
  • Enfermedades de la piel: al ser la principal barrera con el exterior, la piel es el primer órgano que puede estar contaminado mostrándose en forma de envejecimiento y causando manchas pigmentadas en la cara.
  • Enfermedades crónicas a largo plazo como el cáncer.

Un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas se deben a la contaminación del aire, según la OMS.

Cómo ayudar a reducir la contaminación del aire

Para cada simple acción que llevamos a cabo (ir al trabajo o tomar un café), tomamos decisiones que pueden agravar la contaminación. Algunos pasos para reducir este problema son:

  • Ahorrar energía: apagar las luces, los ordenadores y los electrodomésticos cuando no se estén usando.
  • Usar bombillas de bajo consumo.
  • Limitar el uso del coche y priorizar el transporte público, la bicicleta o andar.
  • Hacer un buen mantenimiento del coche: cambiar el aceite y los filtros y verificar la presión de los neumáticos o la alineación de las ruedas.

Estas no son las únicas formas de reducir la contaminación del aire, pero sí son pequeñas acciones que contribuyen a conseguirlo. En las pequeñas acciones están los grandes resultados.

El valor de convivir y compartir con los abuelos

Una relación fuerte y positiva entre abuelos y nietos evita depresiones a los primeros y aporta seguridad y equilibrio a los segundos.

El 80 % de las personas mayores en España tienen nietos y, según un estudio realizado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en 2016, el lazo intergeneracional que los une continúa siendo muy fuerte en pleno siglo XXI.

Si echamos la vista atrás, todos recordamos la relación que tuvimos (o aún tenemos) con nuestros abuelos. Sus consejos, su ayuda, su paciencia y todos y cada uno de los buenos momentos que pasamos junto a ellos. Porque ellos nos aportan mucho en el plano psicológico.

Beneficios

La relación abuelos-nietos aporta beneficios en las dos direcciones. Mientras los primeros proporcionan estabilidad, seguridad, sabiduría y diversión; los segundos pueden evitar depresiones y estimular las conexiones sociales y mantienen a los adultos mayores mentalmente alerta.

ABUELOS:

Cuidar a los nietos y compartir momentos especiales con ellos:

  • Mejora la salud mental. Compartir tiempo de calidad cuando los nietos son niños mejora la salud mental de los abuelos. También hay un menor riesgo de caer en depresión.
  • Divierte y proporciona satisfacción y felicidad. Compartir intereses como cocinar, hacer deporte o, incluso, volar cometas significa vivir momentos felices. Ver felices a los niños trae satisfacción a los abuelos.
  • Estimula la función cerebral de los abuelos: cuidar a los nietos suele tener un efecto positivo en la fluidez verbal, siempre y cuando no se cargue a los abuelos con un exceso de responsabilidad. Ello podría relacionarse con una reducción en la velocidad de procesamiento del pensamiento y de la capacidad de memoria de trabajo.
  • Puede alargar la vida: un cuidado ocasional a los nietos puede conducir a una vida más larga.

NIETOS:

Tener la suerte de vivir y compartir con los abuelos nos aporta:

  • Protección contra la depresión: una relación emocional fuerte y cercana entre nietos adultos y abuelos protege a ambas partes de sufrir síntomas de depresión.
  • Un amor sencillo y sin responsabilidades: el afecto que transmiten los abuelos a los nietos no suele ir acompañado de las tensiones diarias que supone ser responsable de su crianza. Además, los abuelos pueden convertirse en modelo a la hora de aprender cómo afrontar las dificultades de la vida. Es una relación basada en el respeto, el apoyo y la amistad.
  • Emociones y momentos felices que reconfortan: los abuelos son especialistas en calmar a los pequeños cuando están enfermos y en enseñarles y jugar con ellos cuando están bien. Les cuentan historias, los abrazan, les leen, etc. Crean recuerdos felices para los nietos. Son personas en las que confían. Esto es una ventaja emocional para el niño.
  • Un hogar seguro: ir a casa de los abuelos y comer o dormir allí proporciona seguridad. Este ambiente seguro permite un desarrollo óptimo de los nietos que puede ayudar en su crianza.
  • Mantener las familias unidas: los abuelos pueden ser el nexo de unión entre los diferentes integrantes de una familia cuando relatan las historias, tradiciones y las costumbres de esta.
“Los abuelos son aquellos que rocían polvos de estrella sobre la vida de los niños pequeños”, Alex Haley.

La importancia de las mamografías

Detectar el tumor en su etapa inicial permite evitar tratamientos agresivos que dejan secuelas físicas y psicológicas en la mujer.

La detección precoz del cáncer de mama en su etapa inicial permite su curación. Es una de las herramientas básicas para salvar vidas. De hecho, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), gracias a las campañas de diagnóstico precoz del cáncer de mama, la mortalidad por esta enfermedad se ha reducido de manera muy significativa.

En el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra el próximo sábado 19 de octubre, se busca recordar a la sociedad la importancia de promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y a tratamientos oportunos y efectivos. Porque detectar el tumor en etapas precoces permite aplicar tratamientos menos agresivos que dejarán menos secuelas físicas y psicológicas a la mujer.

Qué es la mamografía

El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar de forma precoz, antes de que se perciban los síntomas. La técnica más eficaz para detectarlo es la mamografía.

Se trata de una radiografía de las mamas sin dolor y con una dosis de radiación muy baja. Durante la prueba, se comprimen las mamas entre dos superficies firmes para esparcir el tejido mamario. Se capturan imágenes de las mamas en blanco y negro, que examina el médico.

Esta técnica puede utilizarse con dos finalidades:

  • Mamografía de detección: para buscar cambios en las mamas en aquellas mujeres que no tienen signos, síntomas, ni nuevas anomalías en las mamas. El objetivo final es detectar el cáncer antes de que se noten signos clínicos.
  • Mamografía de diagnóstico: para investigar cambios sospechosos en las mamas (nuevo bulto, dolor, aspecto inusual de la piel, engrosamiento del pezón o secreción por el pezón). También se usa para analizar los hallazgos anormales en una mamografía de detección.

A través de la mamografía se pueden detectar lesiones en la mama hasta 2 años antes de que sean palpables, cuando aún no han invadido en profundidad ni se ha diseminado a los ganglios ni a otros órganos.

A partir de los 40 años, es conveniente realizar esta prueba cada 1 o 2 años. Y, a partir de los 50 años, cada año. Según la Sociedad Americana del Cáncer, las mujeres que se someten a ella de forma regular tienen más probabilidades de encontrar el cáncer de mama y menos de necesitar un tratamiento agresivo, como cirugía para extirpar el seno (mastectomía) y quimioterapia, y más probabilidades de curarse.

Ineficacia de la exploración física

Otra de las técnicas complementarias de detección precoz de la que se ha hablado mucho es la exploración física periódica (ya sea realizada por el médico o por la propia mujer). Sin embargo, la AECC no la considera eficaz por no permitir el diagnóstico de tumores pequeños, que sí suele detectar la mamografía. Y proporciona datos: “se estima que la mamografía permite detectar el 90% de los tumores y el examen físico menos de un 50%.

Ante todo, si tienes dudas, habla con tu médico. Él te dirá cuáles son tus factores de riesgo y los beneficios y riesgos de someterte a exámenes de detección.

Formas de entrenar la memoria

Hacer sudokus, oír música o coser son ejercicios que ayudan a mantener la mente ágil.

De la misma manera que el entrenamiento físico nos ayuda a fortalecer el cuerpo, realizar algunos ejercicios específicos para el cerebro puede aumentar nuestra reserva cognitiva. Y es que los expertos creen que, cuanto más perezosa y pasiva está la mente, mayor riesgo tiene de atrofiarse y de desarrollar enfermedades, como la demencia.

Numerosos estudios han demostrado que mantenerse activo mentalmente, adquirir nuevos conocimientos y llevar una alimentación equilibrada puede favorecer el buen estado de la memoria por más tiempo.

Ejercicios para la memoria

1. Juegos: hacer crucigramas, puzles, sudokus o jugar a cartas (solitario, póquer) propician la concentración, el funcionamiento cognitivo y la vitalidad mental.

2. Lectura: leer ejercita el cerebro, ayuda a recordar palabras y aporta un impulso al cerebro. Tras leer un texto, podemos responder unas cuestiones sobre él o resolver adivinanzas.

3. Manualidades: las actividades artesanales hechas con las manos, como pintar, dibujar, esculpir o coser, ayudan a prevenir las pérdidas de memoria.

4. Música: es más fácil memorizar las letras de una canción que tratar de recordar las mismas palabras sin música. También es útil aprender a tocar un instrumento musical.

5. Notas: dejar notas o post-its escritos ayuda a recordar más datos y beneficia a la memoria. Todo vale, desde redactar un diario, hasta hacer la lista de la compra o apuntar las tareas.

6. Nuevas experiencias: probar un alimento nuevo, encender una vela perfumada y prestar atención al estímulo sensorial que nos produce, aumenta nuestra conciencia.

7. Relacionarse: la interacción social puede prevenir la depresión y el estrés, dos factores que contribuyen a la pérdida de memoria. Júntate más con amigos, sobre todo, si vives solo.

8. Rememorar: ordena fotos antiguas, recuerda familiares y hechos pasados de tu vida, así ejercitarás tu memoria autobiográfica y mejorarás tu información almacenada.

9. Otras rutinas: el cerebro funciona a través de asociaciones, por tanto, es útil cambiar algunas rutinas como el camino hacia casa o cepillarnos los dientes con la otra mano.

Como puedes ver, hay múltiples actividades para trabajar la atención, fortificar las funciones cerebrales y mantener la memoria joven y ágil.

"Una memoria ejercitada es guía más valiosa que el genio y la sensibilidad", Friedrich Schiller (poeta alemán). 

Consejos para sobrellevar el síndrome de piernas inquietas

Seguir unos hábitos de vida saludables puede calmar las molestias de esta enfermedad.

El Síndrome de las Piernas Inquietas (SPI) o enfermedad de Willis-Ekbom es un trastorno del sistema nervioso, que se caracteriza por una sensación incómoda en las extremidades inferiores, que obliga a moverlas. Según la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), el SPI afecta a un 10% de la población (hombres y mujeres), de la cual la mayoría no está bien diagnosticada o no sabe realmente qué es lo que tiene.

Está clasificado como un desorden del sueño, ya que sus síntomas aparecen, sobre todo, cuando dormimos por la noche. De ahí que pueda causar agotamiento y somnolencia diurna, y afectar al estado de ánimo y a la concentración.

Aunque se desconocen las causas, gran parte de las investigaciones coinciden en que puede deberse a un desequilibrio de la dopamina, una sustancia química del cerebro encargada de la regulación del movimiento de los músculos.

Recomendaciones para vivir con la enfermedad

Además del tratamiento farmacológico prescrito por el médico, es realmente útil seguir una serie de hábitos saludables:

1. Horarios regulares: intenta mantener un horario de sueño regular, acuéstate y levántate a la misma hora y trata que el ambiente de descanso sea tranquilo, cómodo y relajante.

2. Actividad física: el ejercicio regular ayuda a enfrentarse mejor al SPI, además, aporta flexbilidad, favorece la postura y conserva los músculos y las articulaciones fuertes y ágiles.

3. Terapias complementarias: los estiramientos y las técnicas de relajación (yoga, taichí), así como los masajes suaves y los baños calientes-fríos en las piernas pueden ser muy efectivos.

4. Limita la cafeína: reduce el consumo de bebidas con cafeína, el tabaco y el alcohol por la tarde-noche, ya que son sustancias excitantes que pueden alterar el organismo.

5. Evitar algunos fármacos: elude tomar ciertos fármacos (antihistamínicos, antidepresivos y sedantes) que pueden bloquear la dopamina y empeorar los síntomas.

6. No reprimir el movimiento: si intentas luchar contra el deseo de mover las piernas puede que las molestias empeoren aún más.

7. Más altura: puedes sentirte más cómodo si subes las estanterías o el escritorio a una altura que te permita estar de pie mientras trabajas o lees.

8. Diario del sueño: escribe un registro de medicamentos y remedios que te alivian en tu lucha contra el síndrome y muéstraselo a tu médico.

9. Compartir: habla con sinceridad sobre el SPI y cómo te afecta con tus familiares y amigos. Existen grupos de apoyo de afectados, que pueden ayudar a disminuir los síntomas.

Asimismo, es importante llevar una vida activa, estar con gente, moverse y ocupar la mente para sobrellevar el síndrome de piernas inquietas de  la mejor manera. Ante una molestia en las extremidades o de falta de sueño, consulta con tu médico, quien valorará el diagnóstico y las alternativas de tratamiento más adecuadas.

Lagom, la fórmula del equilibrio

Esta filosofía sueca puede ayudar a vivir mejor, ahorrar problemas y hacernos más longevos.

Lagom es el secreto nórdico de la armonía y el equilibrio. La cantidad justa aplicada a todos los hábitos de la vida, desde la alimentación al ejercicio, pasando por el tiempo dedicado al trabajo y al ocio. Y es que para los suecos (como para los budistas) encontrar el punto medio se considera la clave de la felicidad.

La fórmula escandinava consiste en hacer que la buena vida sea menos complicada. Lo que supone un consumo más moderado y consciente, disponer de un espacio físico minimalista, estar plenamente presente cuando se trabaja y cuando se está en casa, cuidar los recursos y tener una sensación de pertenencia con el entorno.

Cómo aplicar el Lagom

Recientes estudios han demostrado que la longevidad depende de los genes en un 25%, y que el 75% restante depende de nuestro estilo de vida.

El médico sueco Bertil Marklund ha recogido en su libro Diez consejos para alargar tu vida cómo la moderación puede alargar la vida e incrementar su calidad.

1. Evitar los extremos: desaconseja excederse en cualquier cosa, es decir, trabajar demasiadas horas, comer más de la cuenta, entrenar en exceso, etc. Ya que todo esto implica estrés (para el cuerpo y la mente), lo que hace que aumenten la presión sanguínea y el nivel de azúcar en sangre.

2. Desconectar el móvil: dejar de estar disponible todo el día, también para los amigos y familiares, puede suponer una gran mejora en nuestra vida.

3. Haz un poco de ejercicio todos los días: practicar ejercicio moderado 30 o 45 minutos al día (nadando, haciendo bicicleta, yoga o caminando) ayuda a elevar el humor, aportar vitalidad y fortalecer la salud.

4. Descartar las dietas de moda: la clave es comer menos y de gran calidad. O lo que es lo mismo, decantarse por una alimentación abundante en verduras, frutas, y una dosis adecuada de pescado, rico en ácidos grasos saludables.

Como ves, el Lagom  propone una especie de minimalismo vital. Necesitamos menos cosas y de más calidad: amigos, ropa, alimentación… para una vida más apacible. Si cambiamos cantidad por calidad, nuestra vida se puede volver más sencilla, placentera y rica.

"Toda virtud es un punto medio entre dos extremos, cada uno de los cuales es un vicio", Aristóteles.

Vivir con Parkinson

Los que padecen la enfermedad del temblor pueden llevar una mejor vida

El Día Mundial del Parkinson se celebra el 11 de abril, en honor al nacimiento del científico que lo descubrió, James Parkinson. Se trata de un trastorno neurodegenerativo crónico (todavía de causa desconocida), que da lugar a una incapacidad progresiva por la destrucción de neuronas responsables del control del movimiento.

La reducción de la células cerebrales produce, además, pérdida de autonomía, alteraciones en las funciones cognitivas y emocionales, así como el temblor más característico de esta dolencia.

Se dan 18 casos nuevos de Parkinson por cada cien mil habitantes. Y prevalece en el tiempo, porque no tiene cura, pero la esperanza de vida de los pacientes hoy en día es muy larga. Por ello los esfuerzos deben ir a intentar paliar los síntomas y dar a los pacientes la mejor calidad de vida posible, durante el mayor tiempo posible.

Cómo cuidar a personas con Parkinson

  1. Prevenir accidentes: es muy habitual que la falta de equilibrio y la rigidez muscular hagan que el paciente se caiga, sobre todo, en la etapa en que aún es, y quiere seguir siendo, autosuficiente, y los traumatismos graves pueden empeorar su situación general.
  2. Medicamentos para el temblor: el tratamiento más utilizado es la levodopa, que es el precursor metabólico de la dopamina (el neurotransmisor que controla el movimiento) y es muy eficaz contra los síntomas motores, en especial el temblor.
  3. Rehabilitación continua: tan importante como los fármacos es la rehabilitación y la estimulación constante, para que se pierda cuanto menos la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria de los pacientes (comer, vestirse, caminar, etc).
  4. Apoyo social: el soporte de las instituciones públicas a las asociaciones de Parkinson es esencial para el mantenimiento de las terapias rehabilitadoras, el estudio de nuevos tratamientos y prácticas asistenciales, la apertura de más centros de día y lograr mayor concienciación e implicación de la sociedad. Y es que es en un problema que puede afectar a cualquiera de nosotros o de nuestros familiares y amigos.

Cómo fortalecer el suelo pélvico

Descubre los ejercicios básicos para mantener una buena salud íntima femenina.

Los problemas en el suelo pélvico afectan a una de cada tres mujeres, especialmente, a las mayores de 50 años, cuando la menopausia aparece. El deterioro de la musculatura pélvico-peritoneal (periné) puede acarrear problemas urinarios y disfunciones sexuales, además de menoscabar su propia calidad de vida.

El simple hecho de toser, estornudar o practicar una actividad física (como correr, bailar o saltar) puede ocasionar incontinencia urinaria, puesto que se empuja la vejiga hacia abajo y hacia fuera.  Estos trastornos se convierten, para la mayoría de mujeres, en tema tabú que intentan esconder a toda costa, al ver cómo pierden el control de los esfínteres.

Aunque   sólo en los casos más severos, muchas mujeres optan por pasar por quirófano para solucionar estas afecciones, estudios recientes han revelado que los ejercicios de suelo pélvico pueden mejorar los síntomas de la incontinencia urinaria en el 80% de los casos.

Fortalecer este puente abdominal evita escapes de orina, gases o heces, desprendimiento de matriz o tener molestias durante las relaciones sexuales. Así, cuanto más trabajado se tiene el periné, más apoyo poseen los órganos que rodean la pelvis y mejor funcionarán estos.

Ejercicios para tonificar el periné

  1. Entrenamiento básico

Relaja los músculos abdominales, expulsa todo el aire de los pulmones por la boca y, al mismo tiempo, contrae el anillo del ano, como si intentaras controlar una defecación.

Realiza este entrenamiento varias veces al día y en distintas posiciones: a la mañana tumbada, a la tarde de pie y después de cenar, sentada. Cada contracción debe durar cerca de 10 segundos.

  1. Movimientos Kegel

Esta práctica adopta el nombre de su mentor, el doctor Arnold Kegel, quien en 1948 descubrió unos ejercicios para prevenir la incontinencia urinaria, sobre todo, después del embarazo.

  • Identifica los músculos: aprovecha cuando vayas al baño para empezar a practicar (con una vez al día es suficiente). Cuando estés orinando intenta interrumpir el flujo, haciendo contracciones breves, de esta manera, trabajarán la vagina, la vejiga y el ano.
  • Ejercicio lento: tensiona los músculos del suelo pélvico y mantén la contracción cinco segundos. Después descansa otros cinco segundos y repite la acción 3 veces más.
  • El ascensor: vuelve a contraer los músculos pero ahora gradualmente, como si tu cuerpo fuera un ascensor que va subiendo lentamente y se detiene unos segundos en cada planta. Al relajar, imagínate que el ascensor está bajando.
  1. Hábitos diarios

Aprovechar situaciones de la vida cotidiana para hacer los ejercicios, como por ejemplo, cuando vayas en metro o estés viendo la televisión. Los fisioterapeutas apuntan que se pueden realizar hasta 200 repeticiones al día de los ejercicios de suelo pélvico.

  1. Abdominales hipopresivos

A diferencia de los tradicionales, estos abdominales trabajan la musculatura de la zona central de forma más interna, cuidándola y endureciéndola.

Colócate de pie con la cabeza en alto, vacía tus pulmones de aire y luego haz como si inspiraras (pero sin coger aire). Notarás como se abren las costillas y el ombligo tira hacia la columna. Es conveniente realizar este tipo de entrenamiento con un especialista en gimnasia hipopresiva.

Ten en cuenta que, si no se dejan de ejercitar, los beneficios de tonificar el suelo pélvico pueden prolongarse toda la vida.

Actualmente hay fisioterapeutas especializados en suelo pélvico que pueden ayudarte a mejorar tu salud más íntima.

El a, b, c de un estilo de vida saludable

Sentirnos bien a diario depende de varios factores. ¡Descubre cuáles y renuévate!

La salud es el estado completo bienestar físico, mental y también social, y no solo la ausencia de enfermedad o dolencia, según marca la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Teniendo en cuenta esta premisa, nuestro principal objetivo para cumplir con ese nivel de bienestar es sentirnos bien día a día. De lo contrario, podría significar que algo no está funcionando del todo bien en nuestro organismo y es hora de acudir al médico.

La buena noticia es que tener un estado óptimo de salud depende, en gran medida, de nosotros mismos. Así, si deseamos envejecer de forma sana y con calidad de vida, hay que conocer qué hábitos son los más perjudiciales, cuáles son los más adecuados, encontrar las estrategias que nos ayuden a cumplir los retos, a sentirnos motivados y a potenciarnos la felicidad.

Consejos para vivir mejor

De acuerdo con la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, un estilo de vida saludable mejora la sensación de bienestar de las personas y disminuye el riesgo de enfermar.

  1. Cuida lo que comes

Una buena alimentación nos asegura tener nuestro organismo en nivel óptimo de salud. Consume a menudo verduras, frutas y cereales integrales; procura que la leche y sus derivados sean semidesnatados; cocina al vapor, al horno o a la plancha y usa aceite de oliva; alterna durante la semana legumbres, pescados, aves y huevos, y a su vez, reduce el consumo de carnes rojas. Y, sobre todo, evita los dulces, la pastelería y bollería industrial, así como los rebozados, las empanadas y los fritos.

2. Duerme bien

Un sueño adecuado es una de las fórmulas más importantes para mejorar nuestra calidad de vida. Ten en cuenta que si no descansas lo suficiente y bien, a la larga puede acarrearte trastornos físicos y mentales. Por ello, intenta que el reposo nocturno dure al menos 7-8 horas al día.

3. Despídete de los hábitos tóxicos

Un consumo excesivo de alcohol puede pasarnos factura, además, el es el causante de la mayoría de accidentes de tráfico, por lo que es mejor no arriesgar. Por otro lado, dejar de fumarte traerá enormes beneficios, pero requiere de un esfuerzo por tu parte. Si has intentado dejarlo y no lo has conseguido, no te desanimes, pide ayuda a tu médico y apóyate en tus familiares y/o amigos.

4. Actívate ya

Realiza ejercicio físico diario o al menos media hora 3 veces por semana. Si ahora no practicas ninguna actividad física, empieza por tareas cotidianas, como subir escaleras, hacer labores de jardinería o caminar siempre que sea posible. No sólo fortalecerás los huesos, sino que mejorarás tu masa muscular, tu circulación y tu capacidad pulmonar y, encima, liberarás serotonina lo que te hará sentir más a gusto contigo mismo. Recuerda que el ejercicio junto a una alimentación equilibrada, te ayudarán a mantener un peso saludable.

5. Desconecta de vez en cuando

Trata de evitar el estrés, planifica con tiempo tus quehaceres y hazlos sin prisa, pero sin pausa. Tu corazón te lo agradecerá. Las técnicas de relajación mediante la respiración pueden ayudarte a calmar la mente: inspira y expira aire por la nariz de forma lenta y profunda durante unos minutos.

6. Regálate momentos 

Procura encontrar un ratito de tiempo libre para pasear, leer, escuchar música, practicar deporte o pasar tiempo con tu familia y amigos. Haz cosas con las que disfrutes e intenta buscar el lado positivo de la vida.

Hoy puede ser un buen día para empezar una vida más consciente y sana. Como ves son pocos los cambios que hay que emprender. Empieza modificando aquello que te resulte más fácil, comienza por las metas pequeñas y, una vez conseguidas, tendrás más fuerza para plantearte nuevos retos.

Mentalízate de que lograrás lo que te propongas, porque son hábitos de vida que te harán sentir mejor.

Guía para controlar el asma

Te contamos cómo vivir con esta afección respiratoria y ganar más calidad de vida.

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas, que se caracteriza por ataques recurrentes de ahogo y silbidos, que pueden ser más intensos y frecuentes según la persona. Los síntomas pueden aparecer varias veces al día o a la semana, y a veces incluso, pueden agravarse si se realiza una actividad física o cuando es de noche.

La Organización Mundial de la Salud calcula que hoy día hay 235 millones de pacientes con asma en todo el planeta (más habitual en niños y niñas). Y aunque es una dolencia que está presente en todos los países, más del 80% de las muertes tienen lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.

En un ataque de asma, la envoltura de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los síntomas recurrentes acostumbran a causar insomnio, fatiga, lo que conlleva a una disminución de la actividad y a absentismo escolar y laboral.

Lamentablemente, a menudo el asma crea una importante carga para los pacientes, limitando su calidad de vida de por vida. Porque, aunque los afectados por enfermedades pulmonares sienten que se ahogan al realizar una actividad, los médicos proponen llevar vida normal.

Tipos de asma

El asma puede tener o no origen alérgico.

– Asma extrínseca: más de la mitad de los casos se produce por una reacción alérgica, como el polvo de casa, los pelos de los animales, algunos insectos, los mohos, el polen de los árboles , las gramíneas y algunos alimentos. Suele comenzar en la niñez.

– Asma intrínseca: representa el 40% de los pacientes y, a menudo, se manifiesta en adultos. Las infecciones del árbol bronquial son una causa frecuente, aunque no se ha demostrado el mecanismo por el cual actúa la infección.

Decálogo para convivir con asma

  1. Evitar la exposición a agentes alérgenos: el polen, los ácaros del polvo, algunos animales pueden provocar un ataque de asma. Asimismo, hay que evitar la exposición a irritantes como humos, olores fuertes, aire frío o seco, sprays, así como a los cambios bruscos de temperatura.
  2. No hacer grandes esfuerzos: especialmente en época de polinización, puesto que podría dificultar la respiración y derivar en una crisis. Se puede consultar el nivel de polinización del ambiente en algunas aplicaciones móviles: Polen Control, Alerta Polen o Alergo Alarm.
  3. No salir mucho en primavera: hay que evitar estar al aire libre en el campo o zonas con abundante vegetación los meses primaverales. Lo mejor es estar la mayor parte del tiempo en locales cerrados, sobre todo, los días de viento. Además, se aconseja dormir con las ventanas cerradas y, al ir en coche, subir las ventanillas.
  4. Normas de higiene doméstica: recomiendan limpiar la casa con guantes de goma, usar el aspirador y una bayeta húmeda para quitar el polvo. Ventilar solo al atardecer, cinco minutos son suficientes para que se renueve al aire de una habitación.
  5. Vigilar la humedad en casa: la humedad ambiental tendría que ser inferior al 50%, recomendándose, incluso, el empleo de deshumidificadores. Además, es preferible cubrir herméticamente o lavarla con frecuencia las almohadas, y si existen manchas de humedad sanearse lo antes posible.
  6. Seguir el tratamiento: es fundamental que la persona diagnosticada de asma siga el tratamiento médico y que esté atenta a cualquier digno de empeoramiento. Se estima que solo el 30% de los asmáticos lo mantienen.
  7. Conocer los síntomas de agravamiento: el paciente tiene que ser capaz de reconocer las señales de alerta y cómo modificar la dosis de tratamiento de forma segura e independiente. Los especialistas aseguran que es posible facilitar a la persona unas instrucciones para elevar o reducir las dosis en función de su evolución.
  8. Respirar conscientemente: dedicar un momento a respirar correctamente por la mañana y por la noche, ejercitando y moviendo los pulmones adecuadamente. Tomar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca, unas veces llenando el pecho (respiración torácica) y otras veces llenando el abdomen (respiración diafragmática o abdominal).
  9. Abandonar el tabaco: para conseguir el control del asma a largo plazo y evitar la aparición de complicaciones, es esencial no fumar y no exponerse al humo del tabaco. Dejar de fumar es posible, mentalízate, haz una lista de razones, pon una fecha y busca apoyos en la familia, médicos y amigos.
  10. Haz deporte: es aconsejable que las personas asmáticas practiquen alguna actividad física. Eso sí, hay que tratar de evitar los deportes que requieran una intensidad elevada, son más beneficiosos los que se realizan en equipo, porque hay más tiempo de descanso.

El asma es una enfermedad que afecta a gran parte de la población pero, si se conocen las causas que lo agravan, se puede lograr que no condicione la vida de uno.

Que el asma no te pare.