La hipertensión arterial no suele producir síntomas, por lo que puede pasar inadvertida durante mucho tiempo hasta que se diagnostica
Según la Fundación Española del Corazón, el corazón ejerce presión sobre las arterias para que conduzcan la sangre a todas las partes del cuerpo. Esto es lo que se conoce como tensión arterial y, cuánto más alta sea, más esfuerzo tiene que realizar para bombear la sangre.
El valor normal es de 120 / 80 mmHg y cuando una persona se encuentra por encima de este valor de forma habitual y tras estudios específicos que lo confirmen, se considera hipertensa.
¿Cuáles son sus síntomas? La hipertensión arterial no suele producir síntomas, por lo que puede pasar inadvertida durante mucho tiempo hasta que se diagnostica. No obstante, algunas personas pueden experimentar:
- Dolor de cabeza
- Dificultad para respirar
- Palpitaciones y vértigos.
El esfigmomanómetro es muy eficaz para la medición de la tensión arterial y su diagnóstico.
Si la hipertensión no se controla, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que esta puede provocar un accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, infarto de miocardio, alteraciones en la visión, ensanchamiento del corazón e insuficiencia cardiaca.
Por eso, comprobar tu tensión arterial en casa puede ser muy útil para prevenir problemas de salud. Para ello, los tensiómetros digitales, que pueden ser adquiridos en farmacias, por internet o en las tiendas de productos médicos, son los más fáciles de utilizar en comparación con el tensiómetro o esfigmomanómetro de mercurio que no es una técnica simple y debe ser realizada por profesionales de la salud.
A continuación te damos unas pautas para que puedas realizar la medición arterial de forma correcta y que el valor arterial no se vea afectado por factores externos, siendo lo más real posible:
- Se recomienda tomarla por la mañana, en ayunas y antes de ingerir medicamentos.
- Se debe evitar haber bebido sustancias excitantes, como café, té o bebidas alcohólicas, ni haber fumado durante la media hora previa a la medición.
- Si es posible, debe realizarse después de orinar y tras un reposo de cinco minutos, como mínimo.
- La persona debe estar relajada, sentada con la espalda apoyada al respaldo de la silla y las piernas rectas tocando el suelo. El brazo estirado, con la palma de la mano relajada, sin apretar y mirando para arriba, en posición de descanso.
- El brazo de referencia o dominante, aquel en el que la presión arterial es más alta, debe estar apoyado más o menos a la altura del corazón con la mano relajada.
- Es importante que el brazalete esté colocado adecuadamente, tratando que no quede muy holgado o apretado.
- Durante la medición, se debe mantener una respiración normal y evitar hablar.
- Una vez obtenido el valor, nunca se deben redondear las cifras. Siempre hay que apuntar la real, sin ningún tipo de variación.