Cefalea, migraña o jaqueca: ¿cómo se distinguen estos dolores de cabeza?

El dolor de cabeza o cefalea constituye el primer motivo de consulta en los servicios de neurología

El dolor de cabeza o cefalea es un síntoma neurológico que afecta a más de la mitad de la población. Según la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), se trata de uno de los problemas más habituales del sistema nervioso y provoca dolores que pueden llegar a ser incapacitantes.

De hecho, el Manual de Práctica Clínica de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) señala que el dolor de cabeza o cefalea constituye el primer motivo de consulta en los servicios de neurología.

En líneas generales, tal y como explican desde la SEN, los dolores de cabeza suelen dividirse en dos grupos. Una clasificación que, a falta de un marcador que determine claramente el tipo de dolor, se fundamenta en los síntomas que cuentan los pacientes.

CEFALEAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

Por un lado, están las cefaleas primarias, entre las que se encuentran sobre todo las migrañas o jaquecas y las cefaleas tensionales, y un segundo grupo que incluye las cefaleas secundarias, en las que sí existe una causa que las genera y que puede ser el síntoma de otra enfermedad, como alteraciones oculares y fiebre o el uso inadecuado de medicamentos.

En la mayoría de los casos, la sensación de dolor se localiza en la frente, en los dos lados de la cabeza y, en ocasiones, en la nuca y el cuello.

En cambio, la migraña o jaqueca va más allá de un simple dolor de cabeza. La AEMICE la define como un desorden neurológico que además de manifestarse en un dolor de cabeza intenso puede acompañarse de otros síntomas como vómitos, intolerancia a la luz y al sonido, entre otros, y es también extremadamente incapacitante.

Es tal la discapacidad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la octava enfermedad más discapacitante de la humanidad en días de capacidad por años vividos.

Asimismo, existe una serie de síntomas que avisan de la aparición de la migraña y que se conocen como aura: 

  • Visión de manchas negras o luces que parpadean
  • Alteraciones visuales o de pérdida de visión en un ojo
  • Debilidad muscular de alguna extremidad, etc.

En cuanto al tratamiento, hay numerosas opciones que el especialista valorará de manera personalizada en función de cada caso. Por ello, es importante acudir al médico para que pueda hacer una valoración y un abordaje precoz.

Cefalea o migraña: aprende a diferenciarlas

Para proporcionar un tratamiento adecuado es importante distinguir si se trata de una cefalea o una migraña

Muchas personas sufren dolores de cabeza de manera ocasional. De hecho, es una de las consultas más frecuentes en Atención Primaria.

Sin embargo, para proporcionar un tratamiento adecuado es importante distinguir si se trata de una cefalea o una migraña.

MIGRAÑA

La migraña o jaqueca es un tipo de dolor de cabeza, intenso, benigno, de carácter crónico y muy incapacitante para la persona que lo sufre. Afecta a la mitad de la cabeza y en algunos casos puede aparecer en la parte frontal o en toda la zona craneal. Se inicia de forma gradual, pero aumenta con el paso de las horas. Se puede acompañar de náuseas y vómitos.

En España, según datos aportados por la Sociedad Española de Neurología, la migraña afecta entre un 12-13% de la población, es decir, más de 5 millones de personas padecen esta enfermedad. La mayoría de estos pacientes son mujeres entre  los 20 y 40 años.

Tipos de Migraña

-Migraña sin aura: Provoca un fuerte dolor, generalmente en un lado de la cabeza, que aparece de forma repentina y suele durar entre 4 horas y 3 días. Suele ir acompañada de sensibilidad a la luz, a los sonidos y a los olores; también de náuseas y vómitos.

-Migraña con aura: Es un tipo de migraña que se caracteriza por la aparición de otros síntomas que afectan a la vista, el tacto y el lenguaje.

-Migraña menstrual: Se produce cuando hay una bajada de los niveles de estrógenos, generalmente antes de la menstruación.

CEFALEA TENSIONAL

Según la Organización Mundial de la Salud, la cefalea tensional es una de las más comunes. Se divide en dos tipos: cefalea tensional episódica, que se produce menos de 15 días al mes; y cefalea crónica, que se produce más de 15 días al mes. El dolor que siente el paciente se describe como una banda de opresión alrededor de la cabeza.

CEFALEA EN RACIMOS

El dolor que presenta es intenso y se da en varias zonas de un lado de la cabeza. La Asociación Española de Migraña y Cefalea señala que aparece de forma brusca, sobre la misma hora y en la misma zona de la cabeza o el ojo la mayoría de las veces. Por lo general, se da durante el sueño, al despertar o el rato de quedarnos dormidos. Viene acompañada de otros síntomas como lagrimeo, intolerancia a la luz, sudor en la cara o congestión nasal.

OTROS TIPOS DE CEFALEA

-Cefalea hípnica. Se da a partir de los 50-55 años y aparece durante el sueño, interrumpiéndolo. La intensidad del dolor es leve o moderada y puede afectar a ambos lados de la cabeza.

-Cefalea por esfuerzo físico. Se desencadena mientras se practica ejercicio y tiene una duración de 5 minutos a dos días. El dolor se da en ambos lados de la cabeza y puede ir acompañado de síntomas de la migraña.

-Cefalea diaria persistente de novo. Aparece de forma repentina y el dolor puede ser de intensidad leve o moderada. La Asociación Española de Migraña y Cefalea explica que es similar a la cefalea tensional, a excepción de aquellos casos en los que se manifiesta cada día desde el inicio del dolor.

Cefaleas en racimo, cómo convivir con el dolor

Te damos unos consejos para aliviar este tipo de jaqueca tan intensa e incapacitante.

La cefalea en racimos está considerada por la ciencia como uno de los dolores más fuertes que puede sufrir un ser humano. Se le ha llegado a llamar “la cefalea suicida”, porque es quizás la aflicción más hiriente que puede soportar una persona antes de perder el conocimiento.

Se estima que afecta a un 0,1 % de la población mundial y suele ser más frecuente en hombres que en mujeres. Es un dolor severo, constante y punzante, que aparece de repente y en el mismo lado de la cabeza y que acostumbra a durar entre 15 y 180 minutos. Sin embargo, el daño irradia hacia la cara, lo que produce lagrimeo, secreción o taponamiento nasal, inflamación y enrojecimiento del párpado y la zona del ojo. Las crisis se manifiestan a diario durante semanas o meses y luego desaparecen, pero pueden presentarse de nuevo.

La Sociedad Internacional de Cefaleas distingue dos grandes grupos de cefaleas, las primarias y las secundarias. Estas últimas suelen ser derivadas de una infección o un desorden vascular, mientras que las primarias no van ligadas a una enfermedad y el dolor en la cabeza es su único síntoma. Los científicos investigan aún las causas de este tipo de jaquecas porque, aunque son las más comunes, siguen siendo las más desconocidas.

Asimismo, la Asociación Española de Pacientes con Cefalea recalcan la incapacidad de llevar una vida normal cuando se sufre cefaleas en racimo, lo que supone no solamente absentismo laboral o baja productividad, sino la pérdida de la calidad de vida. De hecho, la OMS la sitúa en el decimonoveno puesto  de las enfermedades más incapacitantes del mundo.

Consejos para calmar el dolor

Cada persona debe identificar los factores detonantes de las crisis para, así, ayudar a prevenir y aliviar las molestias:

  1. Respetar los horarios de sueño

Es conveniente acatar el ritmo circadiano, es decir, nuestro reloj biológico que regula el sueño, la vigilia y el hambre. Se aconseja mantener siempre unos horarios para acostarse  y dormir las horas suficientes, lo que nos reportará más energía al día siguiente y mayor sensación de bienestar.

  1. Alimentarse de forma adecuada

Se estima que el 80% de las migrañas de origen desconocido están causadas por problemas alimentarios. Algunos productos, como el alcohol, los quesos, las comidas ricas en nitritos (carne curada), el potenciador de sabor glutamato (presente en snacks) o el edulcorante aspartamo provocan en el sistema inmunológico una reacción de rechazo. No olvides que una dieta rica en verduras, hortalizas y legumbres y baja en grasas y carnes rojas, nutrirá a tu organismo con lo necesario.

3. Escapar de situaciones de estrés

El exceso de ansiedad suele producir contracción de la musculatura de la cabeza y el cuello. Si ésta se prolonga varias horas se produce constricción vascular e isquemia, que sería la causante del dolor. Para evitarlo, intenta relativizar los problemas, apóyate en tu familia y/o amigos y aprende a relajarte mediante técnicas de respiración, yoga o simplemente dando un largo paseo.

  1. No abusar de analgésicos

Los últimos estudios apuntan que los medicamentos como paracetamol, aspirina e ibuprofeno, cuando se toman 15 o más días al mes, pueden causar dolor de cabeza por abuso. El tratamiento adecuado para la cefalea en racimos consiste en fármacos triptanes u oxígeno inhalado, aunque todo depende del  diagnóstico y tratamiento  médico personalizado.

  1. Usar oxígeno como terapia

El oxígeno es una solución alternativa a la medicación principal para la jaqueca y siempre debe estar prescrito por un Médico Especialista en Neurología. No obstante, hay que tener en cuenta que esta terapia no quita el dolor de cabeza, sino que es una parte del tratamiento que mejora las molestias.  De este modo, el oxígeno se suministra en una botella de fácil manejo y, mediante una mascarilla, uno inhala la cantidad indicada por el doctor. Este método es eficaz en cerca del 80% de los casos.