Viajes sanos y seguros en coche

Llega al lugar de vacaciones sin prisas y con plena energía

La mayoría de los españoles elige el vehículo particular para llegar a su destino de vacaciones. Aunque muchos ya hace meses que planean el viaje, otros aún están por iniciarlo. Quizás se trate de un trayecto largo, con retenciones, en el que habrá que combatir el calor, el cansancio y el aburrimiento.

La Dirección General de Tráfico detectó en 2017 cerca de 89 millones de desplazamientos por carretera. Este año las previsiones son muy similares. Para evitar posibles incidentes sobre el asfalto y vivir un trayecto ameno, sano y sin peligros, repasamos algunas recomendaciones.

Gestos para conducir con salud

1. Planificar el viaje: intenta pensar en la ruta más segura con antelación, con el fin de evitar imprevistos. El servicio de tráfico dispone de varios canales (apps, twitter y boletines de radio) donde informa de la situación en las carreteras.

2. Revisar el coche: antes de sentarte frente al volante, asegúrate de que el vehículo está en buenas condiciones. Si no es así, elige otro medio de transporte. En los últimos años, el 4% de los vehículos implicados en accidente no tenían la ITV en regla.

3. Apóyate en el respaldo: coloca bien el asiento del conductor, la espalda tiene que quedar totalmente apoyada al respaldo. Si tienes que inclinarte hacia adelante para conducir, te harás daño en la zona de los omoplatos y en la parte lumbar.

4. Sitúa bien el reposacabezas: el reposacabezas es un elemento de seguridad, no de confort. Está pensado para evitar un posible latigazo cervical en caso de accidente, no para apoyar la cabeza. Mira que la parte de arriba del reposacabezas coincida con la parte de arriba de tu cabeza.

5. Respeta la velocidad: no sobrepases la velocidad indicada en cada vía, y mantén la distancia de seguridad con el vehículo precedente. Ve atento a lo que ocurre dos o tres coches por delante, así podrás anticiparte a imprevistos. Controlar la velocidad es también un buen método para ahorrar combustible.

6. Haz paradas: realiza descansos cada dos horas o cada 200 kilómetros. La fatiga y el sueño en la conducción pueden ser causa de accidente. Sal del coche, estírate e intenta moverte un poco. Lo ideal es caminar y realizar unos estiramientos para facilitar el retorno venoso en las piernas.

7. Beber agua: la mejor forma de mantenerse hidratado es ingerir agua fría mientras se conduce, sobre todo en las horas de más calor. Nada de consumir alcohol. Tampoco se aconseja beber café ni bebidas energéticas, ya que favorecen la deshidratación y pueden producir alteraciones en el sistema cardiovascular.

8. Comer ligero: las comidas copiosas (también algunos medicamentos) pueden producir somnolencia y disminuir la capacidad de atención al volante. Es preferible ingerir platos con más vegetales que carnes (como ensaladas o gazpachos), y picar distintas frutas entre horas.

9. Carga el móvil: verifica que tu teléfono móvil tiene la batería cargada antes de meterte en el coche, puesto que será vital en caso de emergencia. Puedes también llevar otros dispositivos tecnológicos (tablets, ebook, pc), para buscar rutas alternativas o entretener a los más pequeños.

El viaje a tu destino forma parte de las vacaciones. ¡No tengas prisa y disfruta del camino!

Consejos para hacer deporte en verano

El calor no es incompatible con el ejercicio. Pero, hay que tener en cuenta unas claves

El buen tiempo nos aporta más vitalidad, nos anima a salir a la calle, y a disfrutar más de actividades al aire libre. Pero el calor también puede acarrear algunos riesgos, si no tomamos las medidas adecuadas.

Te damos algunas recomendaciones para que las altas temperaturas, el sol sobre tu piel y el grado de humedad no mermen tu rendimiento.

6 Pautas para entrenarse con calor

  1. Hidratarse bien: lo primero a tener en cuenta si queremos realizar una actividad física es prevenir la deshidratación por el exceso de sudoración. Para evitar esto, es esencial reponer los líquidos del cuerpo de manera frecuente y esperar a tener sed para beber agua. Además, trata de no abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
  2. Protegerse del sol: utiliza cremas de protección solar específicas para deportistas que resisten mejor al sudor y al agua. Aplícatela en cantidad generosa, unos 30 minutos antes de salir a la calle. Si vas a entrenar mucho tiempo, ponte gorra y gafas que filtren los rayos ultravioletas.
  3. Evita las horas de más calor: no es aconsejable exponerse al sol en las horas centrales del día (de 12h a 17h). Es preferible salir a primera o a última hora del día, nunca cuando el sol está en lo más alto y los rayos son perpendiculares.
  4. Viste ropa adecuada: usa prendas de ropa y calzado ligeros, de colores claros, preferiblemente de algodón y que faciliten la transpiración. No lleves vestimenta negra porque absorberá más los rayos y tendrás más calor.
  5. Mide lo que comes: no es recomendable practicar deporte con el estómago vacío, ni tampoco comer en abundancia. Lo mejor es comer con moderación alimentos ligeros, de fácil asimilación y, al menos, dos horas antes de ejercitarte, para prevenir cortes de digestión.
  6. Escucha tu cuerpo: no intentes batir tus objetivos cuando la temperatura es muy alta. Si corres, puede que vayas más lento pero, así, notarás menos fatiga. A más de 15 grados, cada 5 grados que se añade, tu marca disminuye hasta un minuto.
Ni el calor ni el frío son excusas para no hacer deporte. Sal, ¡tu cuerpo y tu mente lo agradecerán!

8 Pautas para tomar el sol con seguridad

Te explicamos los puntos clave para cuidar tu piel en verano

El sol puede ser un arma de doble filo. Nos brinda numerosos beneficios para el organismo, sin unos cuidados básicos, puede perjudicar nuestra salud. Ser conscientes del peligro que entraña es la clave para aprender a disfrutar de él de una manera sana.

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), en España se diagnostican unos 150.000 casos de cáncer de piel anualmente, una cifra que aumenta cada año. Por ello, merece la pena aprovechar esta jornada para concienciar de los riesgos de esta enfermedad  y recordar algunos consejos para disfrutar del sol de forma saludable y sin riegos.

Rutina para proteger la piel

  1. Utiliza crema fotoprotectora: el factor de protección solar (FPS) hace referencia al tiempo en que la piel puede tardar en irritarse. Es decir, con el factor 15 estás protegido unos 20 minutos; pasado este tiempo la piel puede enrojecerse. Ten en cuenta que, cuanto más blanca sea tu piel, más propenso eres a quemarte.
  2. Protégete con antelación: ponte la crema solar 15 minutos antes de salir de casa. La idea es que se aplique tranquilamente y se extienda por todo el cuerpo, sin olvidar cuello, cara, orejas, manos, hombros, empeines o párpados, y con suficiente tiempo para que se absorba y comience a actuar.
  3. 3. Ponte crema con frecuencia: repite la aplicación de protector solar cada dos horas, tras un baño o después de haber hecho ejercicio. Recuerda que los rayos atraviesan el agua y el reflejo también puede darte en la cara.
  4. Evita las horas de más sol: es importante controlar y/o evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y de mayor intensidad, es decir, entre las 12h y las 4h de la tarde.
  5. Cuida los labios: recuerda aplicarte un labial con factor de protección solar de, mínimo, 10. El sol puede secar los labios, sobre todo, si la humedad es baja y respiras por la boca. El agua que bebes hidrata tu organismo, pero los labios necesitan estar humedecidos con un bálsamo.
  6. Presta atención a los ojos: aunque te protejas la piel del rostro, es recomendable usar una gorra y unas buenas gafas de sol, para que los rayos no hagan daño a tus córneas y no te deslumbren.
  7. Utiliza ropa transpirable: intenta llevar colores claros que no absorban tanto calor. Si vas a hacer ejercicio, ponte ropa transpirable, de esta manera, el sudor no se quedará pegado a tu piel.
  8. Revisa tus lunares: examina tus manchas y pecas, observa si han cambiado de tamaño, forma o color, si ha habido cambios en la pigmentación de la piel o si han aparecido más lunares cerca. Consulta a tu dermatólogo todas las dudas.

Como ves, no se trata de esconderse del sol, sino de adquirir unos hábitos saludables que nos eviten daños permanentes.

Infecciones respiratorias comunes en verano

El sol en la calle y el aire frío en interior puede ocasionarnos algunas molestias

Aunque es época de vacaciones y de tiempo de descanso, el periodo estival no está exento de riesgos para la salud. De hecho, el sol, las bebidas frías y los cambios bruscos de temperatura pueden influir negativamente en el sistema respiratorio.

El verano puede traernos infecciones que afecten tanto a las vías respiratorias altas (nariz, garganta, tráquea y bronquios)  como a las vías bajas (pulmones). Las primeras son más frecuentes, pero las infecciones de los pulmones (neumonía), son más graves.

En función de la causa, se clasifican en víricas y bacterianas (la mayoría). Para prevenirlas, hay que hidratarse adecuadamente, consumir alimentos saludables y no exponerse en exceso a aire acondicionados.

Enfermedades frecuentes del aparato respiratorio

  1. Faringitis. es una de las causas más frecuentes de consulta médica, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de cabeza y Cuello (SEORL). Puede presentar sequedad y sensación de quemazón en la faringe (tubo que conecta la boca con la nariz) y, en casos graves, incluso fiebre y cefaleas.
  2. Bronquitis: inflamación de la pared interna de los bronquios, es decir, de los conductos por los que llega aire a los pulmones. Provoca tos, con expectoración o no, y se trata con analgésicos para aliviar la fiebre o el malestar.
  3. Rinofaringitis: es una infección de las vías respiratorias altas, de la faringe y de las cavidades nasales. Presenta síntomas similares a los del resfriado común (dolor de garganta, fiebre moderada, secreción nasal) y suele tratarse con antiinflamatorios.
  4. Laringitis: es una inflamación de la mucosa que recubre la laringe (parte superior de la tráquea), causada cambios de temperatura, tabaco o contaminación. Puede ocasionar pérdida en el timbre de voz y dolor al tragar. El tratamiento consiste en antiinflamatorios y antibiótico, si hay causa bacteriana.
  5. Asma: el calor y el ozono elevan el riesgo de esta dolencia y provoca que el cuerpo trabaje más para tener una temperatura corporal adecuada y, por tanto, necesite más oxigeno. Sobre todo, no se debe abandonar la medicación.

La mayoría de estas patologías no acarrean consecuencias graves para la salud, pero pueden resultar molestas y estropear nuestro verano. Con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden desaparecer en pocos días.

Alimentos que protegen tu piel

Aprende qué comer para mantener un cutis sano, joven y vital

La alimentación influye no solo en nuestra salud y en nuestro estado anímico, sino también en nuestra piel. Y es que el rostro es el reflejo de cómo está el interior del cuerpo.

Asimismo, consumir ciertos productos saludables proporcionará los nutrientes, vitaminas y minerales que mejorarán el aspecto de la dermis y aportarán otros beneficios para el bienestar.

Está comprobado que a través de una dieta adecuada es posible revertir o mejorar muchas afecciones de la piel. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, hay ciertos grupos de alimentos que deben estar más presentes en nuestro menús, y otros no tanto.

Qué comer para un cutis sano

  1. Vegetales: ingiere vegetales cada día, porque defiende la piel frente a los daños causados por los radicales libres. Cuanto más variados y coloreados mejor y, a ser posible, de cercanía y temporada, ya que su valor nutricional será más alto y estaremos respetando el medio ambiente.
  2. Frutas: consumir fruta a diario nos brinda de cantidad de vitamina C, que evita la degeneración del colágeno provocada por el sol o la contaminación. Elige las piezas lo más variadas y coloridas posible, de kilómetro cero y del tiempo.
  3. Frutos secos: contienen ácidos grasos esencial omega 3 y omega 6, que ayudan a controlar el sebo del cutis y en la regulación hormonal. Come, al menos, dos puñados al día de frutos secos crudos y semillas.
  4. Cereales integrales: sus vitaminas del grupo B aportan hidratación y vitalidad a la dermis. Intenta que los derivados de la harina y de los granos sean integrales, y atrévete a probar otros como la espelta, el mijo o el trigo sarraceno.
  5. Más pescado que carne: es preferible decantarse por el pescado azul de pequeño tamaño (atún, jurel, sardinas), puesto que se trata de una fuente rica en proteínas y grasas saludables, que mejoran la circulación de la sangre y regeneran los tejidos.
  6. Aceite de oliva virgen: es un gran tesoro de vitamina E, cuyos efectos antioxidantes, protegen la piel del envejecimiento prematuro y retrasan la aparición de arrugas. Empléalo para todo, en crudo o para cocinar.
  7. Moderar los lácteos: reduce la cantidad de lácteos, especialmente, en caso de dolencias cutánea grave (psoriasis o acné), ya que incrementan la producción de hormonas andrógenos y la seborrea de la piel.
  8. Huir de los azucarados: hay que evitar comer productos con azúcares añadidos y aceites refinados, como la bollería industrial, los néctares o las mermeladas, puesto que pueden aumentar la secrecióndelas glándulas sebáceas del cutis.
Ningún alimento por sí mismo te proporcionará un aspecto cutáneo perfecto. La clave está en seguir una alimentación equilibrada y variada.

Actívate y disfruta del mar con el Paddle Surf

Esta modalidad deportiva nos ayuda a mantenernos en forma y gozar de la naturaleza

Los océanos cubren casi dos tercios de la superficie de la Tierra y son un verdadero pilar para la vida. En el Día Mundial de los Océanos (8 de junio) nos gustaría hablarte   del Stand Up Paddle Surf (SUP), una   disciplina acuática entretenida y tonificante con multitud de beneficios para la salud.

Se originó en los años 60, cuando instructores de surf de Waikiki (Hawái) empezaron a emplear esta técnica para tener mayor visibilidad de los aprendices y avisar en caso de olas. Ya en el 2000 algunos hawaianos comenzaron a practicar el surf con remo como forma de entrenamiento.

Ventajas del Paddle Surf

  1. Corrige la postura: en la posición sobre la tabla, las piernas y glúteos se mantienen activos, en especial los cuádriceps. Además, para mantener el equilibrio, nos obliga a flexionar ligeramente las rodillas, adelantar un poco la cadera y alinear espalda y cabeza.
  2. Mejora la capacidad respiratoria: no exige un nivel físico alto, ya que no se realizan movimientos bruscos ni requiere un esfuerzo de intensidad exagerada. Sin embargo, puede mejorar la capacidad respiratoria, porque el esfuerzo acelera el ritmo de respiración.
  3. Tonifica el abdomen: la zona del core o faja abdominal y los músculos del vientre están constantemente trabajando, casi de forma involuntaria. De esta manera, tonificamos el centro de gravedad, potenciando los músculos del tronco y manteniendo la postura adecuada.
  4. Quema calorías: es un ejercicio aeróbico y de fuerza simultánea, lo que conlleva un importante gasto de energía(pueden  quemarse hasta 450 calorías por hora) y ayuda a mantener un peso equilibrado y a prevenir dolencias, como la obesidad y la diabetes.
  5. Favorece la salud del corazón: favorece la disminución de la incidencia de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, gracias al incremento de la frecuencia cardíaca. Cuanto más intenso es el trabajo de brazos y hombros para mover el remo, más se trabaja la capacidad cardiovascular.
  6. Conecta con la naturaleza: al practicarse al aire libre y en mitad del mar, el SUP nos reconecta con la naturaleza. Esto nos ayuda a disminuir el estrés, calmar la mente y brindarnos agradables sensaciones de bienestar.

Los océanos contienen iones negativos, unas partículas cargadas energéticamente con numerosos efectos saludables, que mejoran el sistema respiratorio, el rendimiento intelectual y reducen la fatiga.

Por qué deberíamos salir más al aire libre

Los espacios abiertos refuerzan las defensas, despejan la mente y mejoran nuestro bienestar

Paz. Calma. Descanso. La naturaleza nos brinda sensaciones agradables, reconfortantes y tranquilizantes. De hecho, diferentes estudios han comprobado que los entornos naturales no solo son una riqueza en sí misma, sino una enorme fuente de salud para todos.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente  (5 junio), nos gustaría sumarnos a esta iniciativa global para ayudar a reconectarnos con la naturaleza, animarnos a salir más al aire libre y recordarnos los beneficios de actividades como el senderismo para el bienestar.

5  Razones para estar a cielo abierto

  1. Fortalece las defensas: los espacios naturales facilitan la práctica de ejercicio físico, mejoran el funcionamiento del sistema inmunitario, contribuyen a una recuperación más pronta entre los enfermos e incrementan las habilidades de las personas mayores.
  2. Propicia la sociabilidad: científicos de la Universidad de Illinois han demostrado que en entornos verdes la gente es más generosa y sociable, hay mayor confianza y lazos más fuertes con los vecinos y un alto sentimiento de pertenencia a la comunidad.
  3. Ayuda en las alergias: la plantas son una fuente de oxígeno y eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis. Respirar aire puro y limpio favorece nuestras defensas y disminuye los síntomas de alergias, tanto afecciones asmáticas como respiratorias.
  4. Alivia el estrés: el simple hecho de contemplar el entorno abierto puede devolvernos a un estado de serenidad. Los expertos apuntan que las personas que no conviven con la naturaleza suelen sufrir déficit de atención y mayores tasas de trastornos de ansiedad y depresión.
  5. Agudiza la mente: las zonas al aire libre propician el rendimiento mental y el buen funcionamiento cognitivo, lo que ayuda a potenciar la auto-disciplina, el auto-control y una mejor salud mental.

El buen tiempo nos invita a estar más en la calle. ¡Aprovecha el sol y los días más largos para practicar deportes, como el senderismo, el running o la natación!