Propiedades y beneficios del ajo para la salud

La mejor manera de aprovechar las virtudes medicinales del ajo es consumirlo crudo.

El ajo es un alimento que no suele gustar a todo el mundo, quizás por su sabor fuerte y su olor intenso. Pero, es uno de los alimentos que no solo se puede considerar como un condimento, y es que sus cualidades nutricionales y sus efectos positivos son diversos.

Además, tal y como recoge la Fundación Española de Nutrición (FEN), su cultivo es muy simple, pues se siembran los dientes de ajo a finales de otoño y se cosechan en verano, cuando las largas hojas verdes y planas se han secado y marchitado por completo.

Asimismo, es una fuente de minerales del yodo, el fósforo, el potasio y vitamina B. También contiene proteínas, una propiedad que nos ayuda a fabricar y regenerar todos los tejidos del organismo y a fortalecer el sistema inmunológico, según informan desde Sanitas.

Beneficios

  • Cuidado de la piel: el ajo tiene una eficaz propiedad curativa y embellecedora sobre la piel, ya que tiene un poder antioxidante.
  • Aumenta las defensas: al reunir muchas propiedades antivirales y bacterianas, refuerza el sistema inmunológico.
  • Disminuye la presión arterial y reduce el endurecimiento de las arterias, según la Fundación Española del Corazón.

Por otro lado, la mejor manera de aprovechar las virtudes medicinales del ajo es consumirlo crudo. Aun así, en algunas ocasiones es difícil de ingerir de esta forma por su fuerte sabor. Por eso, para suavizar su gusto, una técnica que puede resultar efectiva es escaldarlo durante un minuto o dejarlo en remojo pelado un par de horas.

Para evitar el mal aliento que provoca, lo ideal es cepillarse los dientes una vez hayamos ingerido el ajo y recurrir al enjuague bucal.

En el caso de que no te guste comerlo de esta forma, puedes frotar el ajo crudo sobre rebanadas de pan tostado, e incluso los puedes acompañar con otros alimentos.

Sin embargo, si eres uno de los que les gusta el sabor con ajo siempre puedes acompañarlo en cualquier plato, o incluso puede ser el ingrediente principal de un plato, como ocurre con la sopa de ajo o el ajo confitado.

Se recomienda comentar con su médico, si es conveniente  la ingesta  este alimento y cada cuánto tiempo, ya que según cada persona (si esta medicada, si padece colesterol…) puede reaccionar de una forma u otra.