Si has decidido dar el paso y abandonar el nocivo hábito de fumar, vas a llevar a cabo un proceso muy positivo para tu salud
Las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS) son una señal inequívoca de alarma: más de ocho millones de personas fallecen anualmente a causa del tabaco. De ellas, más de siete millones de defunciones se deben al consumo directo de este producto, mientras que 1,2 millones de fallecimientos son el resultado de la exposición de los no fumadores al humo ajeno.
Si has decidido dar el paso y abandonar el nocivo hábito de fumar, vas a llevar a cabo un proceso muy positivo para tu salud. No en vano, el tabaco es considerado un factor de riesgo relevante en diversas patologías, como son el cáncer de pulmón, el infarto agudo de miocardio o las embolias, entre otras muchas.
En paralelo, tomar esta decisión será de gran utilidad para todas aquellas personas que se encuentran en tu círculo cercano y no son fumadores. Gracias a tu cesación tabáquica, se disminuye el riesgo de que los fumadores pasivos sufran afecciones como la bronquitis o el asma.
Si quieres que el camino sea más sencillo y tu propósito se convierta en una victoria permanente, ten presente los siguientes aspectos:
- Evitar entornos de predisposición al tabaco. Es muy frecuente que las personas fumadoras aumenten, de forma significativa, el consumo de tabaco en entornos sociales como terrazas de bares o lugares de ocio nocturno. Quizás sea más oportuno que disfrutes de tu tiempo libre en otros emplazamientos, como pueda ser un parque, la sierra o la playa.
- Es hora de practicar algún deporte. Los expertos han descubierto que salir a rodar en bicicleta, correr, nadar o caminar tienen potencial para aliviar el deseo de fumar que se produce días después a la cesación tabáquica. Además, si apuestas por otros deportes como el pádel tendrás la ventaja de generar espacios de ocio y diversión con tus amigos y familiares, todo ello en un ambiente mucho más sano y beneficioso para tu organismo.
- Bebe mucho líquido. Estar hidratado es una de las mejores estrategias para dejar de fumar. Ingiere un mínimo de 1,5 litros de agua al día, evitando en todo caso las bebidas alcohólicas, ya que generan el efecto inverso.
- Estrategia cortoplacista. No pretendas ganar la guerra en una semana. Concéntrate en tu batalla diaria. “Hoy no fumo”, debes pensar. Cuando consigas ese reto un lunes, repítelo un martes. Si trabajas con la mente enfocada en el día a día es mucho más probable que logres tu objetivo.
- “Por un cigarro no pasa nada…”. Quieres engañarte a ti mismo y a tu entorno, pero lo cierto es que sí pasa. Fumar es una conducta extremadamente tóxica y no debes permitirte pequeñas licencias si has decidido abandonar este hábito. La disciplina, la fuerza de voluntad y el deseo de mejorar tu salud deben ser tus mejores armas.
- Apóyate en tu entorno y en los profesionales sanitarios. Tener un equipo que te apoye en esta nueva aventura será determinante. Rodéate de amigos y familiares que te animen en el proceso, y busca la orientación de un profesional sanitario para reforzar tu deseo de cambiar de vida.