Apnea del sueño: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La persona que sufre esta enfermedad, además de roncar, experimenta de manera repetida pausas de la respiración durante el sueño

La apnea de sueño es un trastorno que afecta al 4-6% de las personas adultas, aunque también puede ocurrir en niños. Tiene mayor prevalencia en hombres, con un 4% frente al 2% de las mujeres.

La persona que sufre esta enfermedad, además de roncar, experimenta de manera repetida pausas de la respiración durante el sueño. Normalmente, estas paradas respiratorias pueden durar hasta 10 segundos, aunque algunos pacientes pueden experimentar pausas de hasta 2 minutos.

Los síntomas que indican que se podría padecer apnea del sueño son ronquidos, somnolencia diurna, dolor de cabeza al despertar, ir de forma frecuente al baño durante la noche, despertarse a menudo, sensación de ahogo mientras duerme, etc.

CAUSAS DE LA APNEA DEL SUEÑO

Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, las paradas respiratorias se producen por una obstrucción de la vía aérea superior, y aunque los factores son muy variados, en muchos casos, la obesidad es la causa fundamental.

Asimismo, tener familiares de primer grado afecto con esta patología, incrementan las probabilidades de padecerla. También, tener malos hábitos de sueño y el tabaco pueden agravarla.

Otros aspectos a tener en cuenta, tal y como destaca la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, son las enfermedades hormonales, como el hipotiroidismo, neurológicas o respiratorias.

TRATAMIENTO DE LA APNEA DEL SUEÑO

El tratamiento de esta enfermedad no es curativo, pero es necesario seguirlo mientras la padece. Para ello, entre las principales recomendaciones para tratar la apnea del sueño están bajar de peso, dormir de lado, evitar el consumo de alcohol y tabaco y realizar ejercicio físico.

Asimismo, el tratamiento habitual, sobre todo en casos más severos, es la CPAP, por sus siglas en inglés, Continuos Positive Airway Pressure, un dispositivo que a través de  una mascarilla nasal o nasobucal, emite una corriente de airea través de  la vía aérea, evitando así que  se colapse. Se recomienda su utilización durante todas las horas de sueño, incluyendo la siesta.

¿Qué debes saber sobre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)? Síntomas, causas y tratamiento

Es una enfermedad que se caracteriza por una reducción persistente del flujo del aire y entre los síntomas más frecuentes se encuentran la tos, la expectoración y la disnea

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC, es una enfermedad que se caracteriza por una reducción persistente del flujo del aire. La principal causa de la EPOC es el tabaco, aunque según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, la exposición a distintos contaminantes aéreos, los factores genéticos y las infecciones respiratorias también juegan un papel fundamental en su aparición.

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la tos, la expectoración y la disnea. A medida que avanza la enfermedad, los pequeños esfuerzos del día a día, como subir escalones, se hacen especialmente difíciles para aquellas personas que la padecen.

A su vez, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica subraya que otros síntomas en fases más avanzadas pueden incluir: sensación de agotamiento, falta de concentración y opresión en el pecho.

La EPOC suele aparecer a partir de los 35-40 años de edad y lo hace, por lo general, en personas expuestas a un tóxico inhalado durante varios años, como es el humo del tabaco.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Para diagnosticar la EPOC, el paciente debe someterse a una espirometría, una prueba sencilla y no invasiva que tiene como objetivo medir el volumen de la respiración, la  cual se ha efectuado con el máximo esfuerzo, y la rapidez con la que se espira el aire, destaca la Organización Mundial de la Salud.

De esta manera, la espirometría, al revelar una posible alteración, puede detectar la EPOC mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas, por lo que ayuda en el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de la enfermedad.

Aunque la EPOC no tiene cura definitiva, los síntomas de la enfermedad se pueden reducir mediante tratamiento farmacológico y rehabilitación pulmonar. También, hacer cambios en el estilo de vida, como dejar el hábito del tabaco, contribuye a retrasar la evolución de la enfermedad.