Epilepsia: causas, síntomas y qué hacer si presenciamos una crisis

Es el trastorno neurológico más frecuente en niños y la tercera enfermedad neurológica más prevalente en personas mayores.

La epilepsia es una alteración cerebral caracterizada por la predisposición para generar crisis epilépticas, con consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales. Es además una de las enfermedades neurológicas más prevalentes, trastorno neurológico más frecuente en niños y la tercera enfermedad neurológica más prevalente en personas mayores.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 3% de la población española padecerá epilepsia en algún momento de su vida. En España, más de 400.000 personas padecen actualmente esta enfermedad y más de 100.000 pacientes no responden correctamente a los tratamientos disponibles.

Las características de las convulsiones varían y dependen de en qué parte del cerebro comienza la alteración y cómo se propaga. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden ocurrir síntomas temporales como pérdida del conocimiento o la conciencia, y alteraciones del movimiento, de los sentidos (en particular visión, audición y gusto), estado de ánimo u otras funciones cognitivas.

Además, las personas con epilepsia suelen tener más problemas físicos (como fracturas y hematomas a causa de traumatismos relacionados con las convulsiones) y tasas más altas de trastornos psicosociales, entre ellos ansiedad y depresión.

¿Qué se debe hacer ante una crisis epiléptica?
  • Mantener la calma: si sabemos qué debemos hacer, podremos facilitar una buena ayuda, a pesar de que presenciar una crisis puede resultar angustioso.
  • Evitar que el paciente se haga daño: debemos intentar retirar los objetos que estén a su alrededor, ya que si tiene convulsiones o espasmos podría golpearse con ellos.
  • Acomodar su cabeza con algo blando, un cojín, chaqueta o jersey.
  • Controlar el tiempo desde que se inició la crisis: transcurridos cinco minutos sin ver una recuperación, se debe llamar a urgencias, ya que la prolongación de la crisis puede tener efectos secundarios a nivel cognitivo. También debemos acudir urgentemente al hospital si se concatenan crisis sin tiempo para recuperarse.

Consejos para afrontar la epilepsia:

  • Visita de manera periódica a tu médico: es importante que un especialista mantenga un control y seguimiento de tu enfermedad, así como de la medicación prescrita.
  • No modifiques ni abandones tu tratamiento: consulta con tu especialista antes de realizar cualquier cambio en la medicación que pueda afectar seriamente a tu salud.
  • Lleva un registro de cada una de tus crisis: te ayudará  a conocer tu evolución y los resultados frente al tratamiento.
  • Practica deporte de forma moderada: haz ejercicio regularmente y siempre bajo supervisión, evitando los deportes de riesgo.
  • Duerme las horas recomendadas por tu especialista: el cansancio puede desencadenar una crisis epiléptica, así que intenta descansar y llevar un estilo de vida ordenado.
  • Huye del estrés: un ritmo de vida frenético puede provocar la aparición de crisis, por lo que debes procurar reducir los elementos de tu vida que puedan ocasionarte estrés.
  • Evita conducir mientras persistan las crisis: no solo por el riesgo de sufrir un episodio de crisis mientras coges el coche, sino porque la medicación puede provocarte somnolencia.
  • Fomenta el conocimiento de la enfermedad: normalizar la epilepsia ayudará a quienes la padecen a una mayor integración en la sociedad.
  • Tu entorno debe conocer la enfermedad: sobre todo el tratamiento pautado y los pasos a seguir en caso de aparición de una crisis.
  • Mantén una actitud positiva: como en cualquier patología crónica, ser optimista nos ayudará notablemente, tanto en los efectos de la enfermedad como en las relaciones sociales y laborales.